Como todo el mundo sabe, el bar de Juanqui es un lugar de ficción. Lo
mismo pasa con Juanqui, cuando nos da la mano y estruja la nuestra, menuda, con
la suya, gruesa y húmeda por el trapo de fregar, en realidad, no está
ocurriendo. Esto es lo que uno se dice a si mismo cuando ve a Juanqui tocar con
el dedillo, sólo un poco, lo justo, el pincho de tortilla que nos acaba de
servir. No puede ser. Sólo para ver si está caliente, hombre. Agradecemos todos
estos detalles que no son otra cosa que el intento bienintencionado de evitar
que nuestro sistema inmunológico se atrofie, se anquilose por falta de
actividad. Antes de que Juanqui nos sirviera el café, Doroteo,
inconscientemente, se limpiaba la mano recién apretaba, con una servilleta de
papel, silbando luego al ver el ojillo de Juanqui fisgarle el gesto. Por
sesenta pavos, así lo dice, asumimos que al mes, Juanqui nos pone una
planchadora. La verdad, nos dice, yo lo primero que veo al fijarme en una
persona es si lleva la camisa planchada. ¡Y vosotros…! ¡Miraros en el espejo!
Doroteo se agita un poco y se mira la camisa por debajo de la papada y luego
pone cara de que el problema no es la plancha. Juanqui entiende y a manera de
asentimiento hincha carrillos y abre los brazos: vamos que la camisa se abre
porque te has puesto fuerte, como dicen en mi pueblo. Tato cambia el tercio: los
que planchan bien son los chinos, pero los chinos con coleta trenzada hasta la
cintura, y gorrillo negro. Este chorizo es de Burgos, veréis que sabor deja en
la boca. Es obsequio, ¡por raciones no lo vendo! De Villarcayo de no sé dónde,
Burgos y del PP. Tato ataja: católico y de derechas, así que del PP nada tú.
¿Así que de Burgos? Bueno no, de Valladolid, pero hemos cortado la etiqueta con
el primer tajo. Para que el café no estropee el sabor que deja el chorizo, nos
prepara Juanqui, que es un personaje de ficción, otra muestra, para después. ¡Tomaros
un bollo que invito yo! Apuramos el café y la verdad es que el chorizo es de
primera.
Y la actualidad, ¿no la comenta? ¡Hombre pero que más quiere!
Alcides es un Grande, una figura imprescindible. Ahora vendrá algún gilipollas a comentar que esto no interesa a nadie. ¡Que cansinos! A mi si que no me interesa su desinterés. ¡Viva Alcides!
ResponderEliminarAlcides de Burgos o Valladolid,católico comedor de chorizo votante del PP, a quien quiere liar.
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