El real
Monasterio de Santa María del Paular se encuentra como todos saben en el valle
del Lozoya, sobre la vertiente madrileña de la sierra de Guadarrama, cerca del
pueblo de Rascafría. Fue la primera fundación de la orden de San Bruno en
España. Mandó construir el monasterio Enrique II de Trastámara, el llamado de
las Mercedes o el fratricida. En el habitaron los cartujos hasta la
desamortización impulsada por el malvado Mendizábal, que supuso la
exclaustración de la orden, la ruina del monasterio y la dispersión de las obras
de arte que custodiaba. También de lo que al parecer era una espléndida
biblioteca.
Y llegábamos nosotros
al Paular dándole vueltas como siempre a ciertas cuestiones. Y mientras los
ojos se nos iban a las hermosuras del lugar y recorrían el valle con las
crestas de la sierra circundante coronadas de nieve, el emplazamiento del
edificio y su arquitectura, dimos con el lema de la orden cartuja:
Crux dum volvitur orbis
Se traduce según
parece por la Cruz estable mientras el mundo da vueltas. También podría ser Cruz
constante mientras el mundo cambia. Y que a la mano viene esta divisa de los Cartujos
para recordarnos como son las cosas y como deben ser, y que no tiene sentido,
ni será pagado ni agradecido, que sea la Cruz la que se ponga en movimiento,
para abrazar a un mundo que ha sido siempre uno de los enemigos del alma.