martes, 29 de octubre de 2013

VICTIMAS DEL TERRORISMO.

Nueva crónica sobre el TEDH

Coartada.
(De coartar).
1. f. Argumento de inculpabilidad de un reo por hallarse en el momento del crimen en otro lugar.
2. f. Pretexto, disculpa.

Una nueva y última crónica, que querría ser breve, más si cabe que la anterior y que la que nos dio hace unos días Sanglier, pero que nos saldrá larga. La escribimos al hilo de que ayer por la mañana una pequeña delegación del cepogordismo militante acudió a hacer acto de presencia en los alrededores de la plaza de Colón, para apoyar a las víctimas del terrorismo. Acudimos blandiendo una inmensa bandera española, comprada hace años para estas ocasiones.  La compraron Doroteo o Tato o tal vez Pomarada. No pensamos que pudiera ser necesario volver a sacarla gobernado el partido popular.

Hemos parado un momento para encender una pipa. Y con ella recapacitamos. Ya sabíamos que Mariano Rajoy traicionaría. Lo supimos cuando se deshizo siniestramente del partido popular vasco, cuando echó a Maria San Gil, a quien había llevado del brazo poco tiempo antes, gobernando Rodríguez en la penúltima manifestación convocada entonces en apoyo de las víctimas.

Mariano, nuestro Judas contemporáneo, nuestro Fernando VII de la Transición, el mediocre y vil Mariano ya había traicionado antes de que le auparan al poder, con mayoría absoluta, para enderezar los entuertos del gobierno ZP. Ya entonces había hecho su nido la traición en el negro y mediocre corazón del registrador de la propiedad, para quien el programa electoral de su partido no ha sido nunca sino papel mojado.

Pero volvamos a la manifestación. Ya en la carretera la presencia de otros coches con la bandera de España nos reconforta un poco, no vamos solos. Y en la calle hay en efecto multitud de gente. Mucha gente. Hay sin embargo un ambiente de cierto silencio, de cierta frialdad, hay en realidad un ambiente de derrota. Se nota en el acto, más breve y menos intenso que otras veces, se nota entre el público que intuye o tal vez sabe que la soledad de toda esta gente concentrada en la plaza y sus alrededores es en realidad mucha. Y se nota en las palabras y los discursos de las víctimas. Echamos de menos la claridad y contundencia de José Alcaraz y de Teresa Jiménez Becerril. María Ángeles Pedraza, la presidente de la AVT, llena de valor y buena voluntad, repite sin embargo el discurso de la última vez, de cuando Zapatero, como si acongojada –engañada o pactada- no se atreviera en realidad a abordar la situación presente, la terrible realidad, la terrible soledad. Así que nos despacha con una alusión general a la clase política, ni una mención o apenas a la negociación, ni una llamada a las urnas y sobre todo con un gran silencio, un gran vacío, con una enorme oquedad que preside la concentración, la que tenía que haberse rellenado pronunciando el nombre del principal responsable Mariano Rajoy. Porque cuando se protestaba contra Rodríguez las esperanzas podían estar puestas en una oposición dispuesta a corregir el rumbo, a enfrentarse al terrorismo como lo había hecho Aznar (reconozcámosle al menos ese mérito al expresidente, ausente por cierto ayer), con las armas del estado de derecho, con absoluta y radical contundencia dentro de la legalidad, sin terrorismo de estado ni negociación con los asesinos, sendas ambas siempre iniciadas y preferidas por el socialismo español. No hará falta que repitamos lo que pensamos del socialismo español. Esta vez no, esta vez no hay nadie a quien apelar, los dos partidos mayoritarios están juntos en la entrega a la ETA, con la coartada de una sentencia preparada que les viene como anillo al dedo, como tapadera blindada de encargo. Y las víctimas y lo que representan molestan, son lo que queda de una conciencia que hay que acallar. Son el espejo en que mirarse, lo que pudimos ser y a lo que estamos renunciando. Toreadas las víctimas por la política, apartado José Alcaraz que decía a voces las verdades que no se quieren oír, nos queda el discurso descafeinado, lleno de rodeos y circunloquios de María Ángeles Pedraza, que parece una persona engañada o con mala conciencia, pronunciando un discurso en el que no cree del todo, que sabe ha sido arreglado para eludir las cuestiones principales. Estamos de repente en un teatro de marionetas, se ha perdido el hilo entre lo que se dice y lo que está sucediendo. Sólo las víctimas, los asesinados, siguen ahí, sin, perdón, comprensión, beneficios, políticas ni hojas de ruta, pero esta vez han enmudecido.

Recapitulemos en tres pasos, para no perdernos:

1.   Nunca la clase política ha estado a la altura, nunca ha tenido principios ni una idea clara sobre lo que un estado de derecho en una democracia liberal significa y como debe funcionar. Como no tiene principios, porque no tiene formación, y se rige en general por una vaga ideología progresista y los complejos derivados de su incultura, comete errores por una parte y por otro no tiene excesivo interés en luchar por una determinada sociedad. Falta de convicciones profundas, nunca ha sido firme de verdad frente al asesinato, salvo en los pocos años de Aznar. Careciendo de principios no tuvo músculo para hacer las reformas legislativas de inmediato, para luchar contra un terrorismo que muchos en España miraron durante mucho tiempo con benevolencia o comprensión, a veces como parte de una supuesta lucha antifranquista, otras como un fenómeno local, de ahí que los demás no pudieran comprenderlo, finalmente con la indulgencia con la que durante todos estos años se ha mirado a todo lo marxista y de izquierdas, por muy dañino que fuera. Con la víctima patas arriba, lo importante era preocuparse por los derechos y garantías del asesino, porque había que dar siempre y en todo caso una lección de democracia mal entendida. Siempre más papistas que el Papa, pero en un solo sentido. Y la sociedad española comulgó en general con esos sentimientos, decimos en general, hasta el asesinato de Miguel Angel Blanco y el secuestro de Ortega Lara. Se produjo entonces un giro en una parte grande de la sociedad española, que aún permanece.

2.   Frente a la inacción de la clase política, siempre medrosa e infame, y ante el escándalo de las excarcelaciones, la doctrina Parot. Simplemente un cambio de criterio jurisprudencial en la forma de interpretar la ejecución de las penas. La doctrina Parot no es una ley, recordémoslo. No se han aplicado en España leyes de forma retroactiva ni vulnerado por los tribunales principios básicos del derecho penal. Cierto es que lo mejor, la solución verdadera, sólida e inatacable hubiera sido una prontísima reforma del código penal y de la legislación vinculada, para imponer el cumplimiento íntegro de las penas. Pero durante años, eso de cumplir la condena no era progresista. Llegados a la parte jurídica del asunto, lo más importante es no perderse, ni tampoco distraerse. Insistamos una vez más, pese a todo lo que se dice en los medios, pese a los que de nuevo se dan golpes en el pecho diciendo que hay que respetar las sentencias (ésta sentencia de un tribunal internacional sin jurisdicción en España sí, pero las del Tribunal Supremo, sobre por ejemplo la inmersión lingüística en Cataluña, no…) y nos quieren dar lecciones de democracia, insistamos en que no debemos perdernos en tecnicismos jurídicos, por una parte, pero mucho menos zanjar la cuestión asumiendo que no hay más remedio que acatar y ejecutar esta sentencia, por la otra. Veamos rápidamente:

a.     La sentencia del TEDH está cogida con pinzas, es discutible, y la doctrina Parot más que defendible. La forma de ejecutar la pena no modifica ni amplia la pena, sólo atañe a la forma de contabilizar la redención de días por el preso, no hay por tanto retroactividad y ésta se establece únicamente por el artificio jurídico consistente en considerar el TEDH que la ejecución y la sentencia forman un todo único, lo que no ha sido la doctrina de ese tribunal en otros casos. Según parece la sentencia es, dentro de la jurisprudencia de este tribunal, excepcional y had hoc. Es decir, no sentará un precedente para otros casos en otros países.
b.     La sentencia hubiera sido otra con otro magistrado español en el Tribunal. Hubiera bastado que el Gobierno español recusara al señor López Guerra, propuesto por el Gobierno de Rodriguez Zapatero del que había formado parte como secretario de estado de justicia y que por tanto había sido parte interesada en el proceso de negociación con el terrorismo.
c.      Incluso aceptando la sentencia, podría el Gobierno, legalmente decidir no cumplirla, retrasar su cumplimiento, pedir aclaraciones de sentencia sobre su alcance y forma de cumplimiento, etc. Nadie ha movido un dedo y la prisa en actuar a su amparo, de forma atropellada y jurídicamente cuestionable, ha sido verdaderamente asombrosa y escandalosa. Recordemos que todo esto se produce poco tiempo después de la sentencia en el caso Faisán. Recordemos que en otros casos la justicia es lenta hasta llegar a la indefensión.

No se trata por tanto de un problema jurídico. No se trata por tanto de la iniquidad o de los errores cometidos por un tribunal extranjero. Se trata de nuevo y siempre de la política y de la casta política española. Para toda la parte jurídica y para la conclusión a la que desde hace mucho hemos llegado casi todos (no hay que ser ningún lince) remito al magnífico artículo de los hermanos Luis y Daniel Portero publicado ayer día 26 de octubre en el periódico ABC.

3.   No se trata por tanto, principalmente, de una cuestión jurídica. No nos perdamos, no dejemos que nos pierdan con el humo de los tecnicismos jurídicos, pues en este caso, como en muchos otros, el derecho, la ley, los tribunales son un instrumento, una coartada, una tapadera al servicio de ese plan tan siniestro y de tan profundo calado que es el pacto, secreto y por fuera del ordenamiento jurídico, entre el estado español y los asesinos de ETA. ¿Por qué ese pacto incomprensible en principio para toda persona de bien? Pueden invocarse varias explicaciones, que no razones. Se nos ocurren las siguientes:

a.    Nuestra clase política, postmoderna relativista, tiene poca formación (aunque pueda tenerla técnica en algunos casos), distingue a duras penas entre el bien y el mal, no tiene un concepto claro de lo que libertad significa, ninguna tradición en su defensa –ninguna- y desconoce los mecanismos básicos que deben caracterizar a un sistema democrático liberal (por estar centrado en la libertad), basado en un estado de derecho; o los conoce pero los evita conscientemente, puesto que esos principios son los que pondrían coto a sus abusos y a su ejercicio del poder de forma muy poco limitada.
b.   Indudablemente la falta de tradición democrática en España pesa mucho. Hace que se puedan decir cosas como que Montesquieu ha muerto sin que nadie mueva un dedo y hacer las que todos sabemos. Precisamente, las víctimas del terrorismo se habían convertido en la conciencia y la voz de la vida pública española. Las víctimas recordaban de forma incesante lo que se podía y no se podía hacer; lo que era justo y lo que era injusto; las que distinguían entre la verdad y la mentira, las que explican lo que es y cómo debe funcionar, un estado de derecho.
c.    La falta de principios, la falta de tradición democrática, el no querer poner freno alguno a su poder y por lo tanto a un régimen de partidocracia que les conviene a todos, aunque arruine a España, permite también concluir que la falta de amor a España, la falta de patriotismo, la falta de apego a la tradición y a la historia de España por parte de la clase política es otro factor importante para entender lo que sucede. El discurso progre derrotista, falso, maniqueo, reduccionista y ninguneador sobre España, su historia y su pueblo ha sido plenamente interiorizado por toda la clase política tanto por su incultura como porque se trata de un discurso cómodo que lo justifica todo. Y en primer lugar la actuación de la clase política. Entiéndase, si este país no tiene remedio, si en este país no cabe un tonto más, pues mire usted, es inútil, la gente es boba, no hay nada que hacer y la chapuza que yo haga, mire usted, bien hecha está, porque además, a un país lleno de tontos yo no le tengo ningún respeto, lo llevo como el rabadán a las ovejas. Lo grave es que muchos ciudadanos tienen también asumido ese discurso, sólo que a ellos, gente de a pie, no les sirve para nada. Afortunadamente, contra esta forma de entender España hay ya muchas reacciones. Y de nuevo, las victimas del terrorismo se caracterizan por su falta de complejos, por su sincero y sencillo amor a España que proclaman en voz alta. Fueron los primeros en terminar sus actos con la Marcha Real (Foro de Ermua con Mikel Buesa) y los que estuvimos allí todavía recordamos la emoción de oír sonar el himno completo, incluida la parte lenta, en la Puerta de Alcalá. Ayer nos pusieron la versión abreviada, lo que resultó bastante simbólico. Al menos nos ahorraron la canción de Shakira que nos endilgó el PP al final de la manifestación que hubo en tiempos de ZP.
d.   Paradójicamente, creemos que el no haber padecido España durante el franquismo un régimen de represión verdaderamente totalitario tiene importancia también en el sentido de que se valora poco en España la libertad. Quienes se han visto completamente privados de ella, no sólo en el ámbito público sino en el privado, saben lo que vale, lo que cuesta conseguirla y la importancia que tiene defenderla. Una firma multinacional tuvo que retirar del mercado polaco una gran partida de camisetas que llevaban impresas la efigie el Che Guevara, por el escándalo que provocó entre los polacos. Un caso así parece impensable en España. Recuérdense los insultos a Soljenitsyne cuando su viaje en 1976.
e.    Consecuencia de los cuatro puntos anteriores es la tentación muy generalizada en la clase política de resolver las cosas mediante atajos por fuera del Estado de Derecho, es decir, sin contar con los gobernados. De ahí el GAL y de ahí la negociación. Esto llevaría a preguntarnos por la naturaleza de nuestro sistema político, por su pobre calidad y por lo de verdad realizado durante la Transición, pero nos apartaría más todavía de la manifestación de ayer.
f.     Aunque sea reiterar lo dicho, tiene importancia en todo esto tanto la naturaleza del socialismo español, de raíces totalitarias (recuérdese la supresión en 1985 de la división de poderes), como la falta de vigor, los complejos y la incapacidad de dar la famosa batalla de las ideas de la llamada derecha. En la actualidad, lo que parece es que tal derecha ha sido definitivamente sustituida por un aparato burocrático de funcionarios sin una sola idea propia. ¡Hasta el punto de que han hecho suyas las de Zapatero!
g.    La suma de los factores anteriores conduce a que la clase política (así como muchos españoles hartos) enfoquen la lucha contra el terrorismo con un pésimo conocimiento del problema vasco (o catalán), de su origen, de sus características, de sus actores, consecuencias y posibles soluciones. Se produce la total ausencia de un contra-discurso, puesto que para construirlo se necesita creer en algo y fundamentarlo sin complejos. De esta forma las estupideces de los nacionalistas regionales quedan sin contestar y se les ceden terrenos como la educación, de manera que la pasividad hace que lo que era un problema político en gran medida artificial cobre ya cuerpo cierto a medida que pasan generaciones educadas en la mentira y el totalitarismo sin apenas oposición desde la administración española. Y ya no es sólo una región, siguen otras, hasta que se produzca la implosión. Es un poco como correr sobre una cinta frente a un precipicio, cuando la cinta se pare seguiremos avanzando y caeremos al vacío. Cuando todas las regiones reivindiquen contra todas las demás y contra sí mismas, el todo habrá dejado de existir.
h.   La clase política española considera por tanto que determinadas regiones de España, en las que permite que no se aplique el ordenamiento jurídico en su totalidad, pertenecen en exclusiva a grupos violentos minoritarios que imponen su voluntad mediante la coacción extrema, con o sin armas, ante la pasividad de la autoridad, desde hace ya muchos años. Lógicamente, la ausencia del ordenamiento jurídico hace que las regiones caigan en manos de quien lo sustituye en la práctica.
i.     Las características de la clase política y su aceptación de que las regiones pertenecen a la minoría que las reclama por la fuerza, conducen a reconocer como interlocutor válido y legítimo a la ETA –en el peor de los casos, pero en otros casos a partidos que comparten fines y métodos sin haber llegado todavía al terrorismo pero valiéndose de su existencia-, legitimando el asesinato como forma de hacer política. Frente a libertad y estado de derecho, la doctrina de que el fin justifica los medios. Si el fin es la paz, podemos llegar a ella rindiéndonos ante quien empuña la pistola, a cualquier precio. La sentencia del TEDH permite seguir cumpliendo con la ETA echando la culpa a otro. Son tantas las ganas de rendirse, de cumplir con el pacto sellado con los asesinos, que se está dispuesto a soltar violadores y pederastas si eso contribuye a disimular o camuflar la operación.
j.     ¿Pero es que la paz no lo justifica todo? Mucha gente se hace esa pregunta. Al fin y al cabo ya no hay atentados, ya no hay muertos, por lo tanto bienvenido sea lo que se haya hecho. A esta conclusión llega nuestra clase política en su mayoría y una parte de la sociedad española. Aunque causa sonrojo y vergüenza ajena tener que argumentar contra esta conclusión, parece que es necesario. En primer lugar, que no haya asesinatos no significa que no continúe la actividad criminal: las amenazas, la coacción, el chantaje, la ausencia de libertad, la marginación y expulsión de los que no sean afines a la tribu. Quien conozca lo que sucede en esas regiones lo sabe, quien sepa lo que se siente al tener que votar en un lugar pequeño, dónde no hay cabinas y dónde el detentador de la violencia y de la capacidad de coacción –que ya no es el Estado- es parte interesada en esas elecciones lo saben. Y esto sucede en las provincias vascas, pero también en otras regiones de España, dónde ciudadanos aislados tienen que enfrentarse solos a los poderes públicos, a la maquinaria administrativa, por ejemplo en todo el asunto de la inmersión lingüística en Cataluña. Enfrentarse o marcharse. Esto viene a ser la paz de la Unión Soviética de Stalin, la paz de la Alemania nazi, dónde efectivamente no pasaba nada si uno estaba en el sitio adecuado y sin moverse de él, mientras se perseguía a los enemigos del régimen. España tiene hoy muchos miles de judíos perseguidos con la aquiescencia de nuestros poderes públicos. Para esta paz no hacía falta tanto camino, si lo que queríamos era paz a cualquier precio, podíamos habernos quedado con la paz autoritaria de Franco, por ejemplo, muchos menos cruenta que la de los regímenes totalitarios.

Resulta asombroso lo difícil que resulta a mucha gente darse cuenta de las consecuencias de esta deriva, de entregar libertad y estado de derecho a unos asesinos (que hasta hace poco estaban vencidos) a cambio de una paz gobernada en mucho regiones por ellos mismos. La situación padecida por unos pocos tal vez se generalice y a lo mejor entonces se quiera reaccionar si no es tarde. Pongamos un ejemplo por si no se nos entiende: un vecino de Gerona o de Guetaria, gobernada por un partido nacionalista totalitario tiene una casa con un jardín. Este vecino ha protestado por el contenido de varias ordenanzas municipales, porque la ciudad está sucia y porque le han subido ya tres veces los impuestos. Ha reunido a varios vecinos para iniciar un movimiento de protesta. A consecuencia de esto, le empiezan a tirar todas las noches la basura en el jardín, recibe amenazas y finalmente el ayuntamiento decide expropiar una parte del jardín para hacerlo público y crear allí un parque con un monumento al fundador del partido. ¿Ese vecino a quien acudirá? El estado central no existe ya, la policía es local y del partido único, los vecinos se asustan y no quieren saber nada, los jueces, si no han sido sustituidos por comisarios políticos, también son nombrados entre los vecinos, tienen familia allí y están controlados por el partido nacionalista. A ese vecino sólo le queda marcharse. Y a la región, arruinarse. Esta es la paz por la que está trabajando nuestro Gobierno, la que favorecen Mariano Rajoy y su partido, continuadores de Rodríguez Zapatero y peores que él por traidores a la causa que defendieron y a las víctimas del terrorismo que simbolizan en España la libertad y el estado de derecho.

Las víctimas del terrorismo han sido el más firme y sólido baluarte del Estado de Derecho y la libertad en España, han sido la voz de nuestra conciencia, nos han hecho ver el camino adecuado, nos han ayudado a distinguir la justicia de la iniquidad, el bien del mal, son lo que España podría ser. Ayer, esa conciencia que hasta ahora velaba por nosotros, por boca de María Ángeles Pedraza enmudeció. Ese silencio es tal vez la mayor infamia cometida por Mariano Rajoy y su partido, tres de cuyos representantes se atrevieron a aparecer ayer por la plaza de Colón, sabiendo como sabían, que también el discurso de las víctimas estaba ya cocinado.

Por la noche, don Miguel, en Misa de siete de la tarde, nos invitaba de nuevo a rezar con él por las víctimas del terrorismo, y lo comentaba diciendo que era especialmente necesario por lo humilladas que estaban por lo ocurrido. Yo pensaba al unirme a la petición que humillada está España y que tenemos ante nosotros un futuro incierto, si como parece habrá dentro de poco, como vaticinaba Francisco José Alcaraz, eurodiputados de la ETA. Habló don Miguel en su homilía del perdón. Nosotros estamos dispuestos a perdonar al Judas de la Transición, a Mariano Rajoy el traidor a España. Lo haremos encantados y sin reticencias si rectifica y corrige el rumbo.

miércoles, 23 de octubre de 2013

SENTENCIA TEDH y PAROT (un poco más)

Comentario (si es que es posible seguir comentando sin acudir al puro y simple palo).

Que lo entiendo todo “menos la problemática del contexto”, como decía aquél notario amigo suyo.
Francisco García Pavón, El hospital de los dormidos.

Se ha comentado de sobra y muy bien todo el asunto de la sentencia del tribunal europeo de derechos humanos sobre la llamada “doctrina Parot”. No vamos a repetir lo que ya se ha dicho. Sólo vamos a intentar nuestra pequeña síntesis a manera de contenido desahogo.

1.      Nos gustaría poder decir, como hace Manuel González, alias Plinio, al principio de una de sus investigaciones, que no entendemos nada. Nos gustaría pero no podemos. Y no podemos porque lo entendemos todo, o casi todo. Al menos lo esencial. Por supuesto la parte jurídica, sobre la que volveremos en un momento brevemente. Pero también lo demás. Entendemos que se ríen de nosotros.
2.      Si, se ríen de nosotros. Así de sencillo. Se ríen de nosotros la clase política española y la parte de los jueces que forman parte de la clase política desde la abolición de la división de poderes. Se ríen de nosotros desde hace muchos años. Tal vez desde el principio de la Transición, desde la víspera de dar comienzo al proceso, tal vez empezó la carcajada con Franco todavía entubado. Y se ríen seguramente frotándose las manos y hasta sujetándose la panza, como ventrudos bribones. Se ríen del sacerdote que todos los domingos, sin falta, nos pide que roguemos con él a Dios por las víctimas del terrorismo. Pero si sólo se rieran de nosotros, pues todavía nos aguantábamos. Pero es que se ríen, a carcajadas, precisamente de ellas, de las víctimas del terrorismo.
3.      Empezaron con la risa Chiqui Benegas y los curas que se negaban a oficiar funerales, y los progres que entendían a la ETA por asesinar antes de la constitución, siguió riéndose Felipe, con los Gal pero sin tocar el código penal; mandó a parar el PP de Aznar (parece un sueño lejano) pero la flojera volvió con Zapatero, cuando le dijo a las Villa, a Irene y a su madre, que ya, que a él también le habían matado a un abuelo…Se puso colorado, empezó a soltar aire, hinchó los papos, cerró los ojos y ya no se pudo contener, se le soltaron las lágrimas de risa y carcajada que va y que sigue sonando. El último bromazo ha sido Mariano, más en plan Buster Keaton, contestando a una pregunta sobre el asunto “llueve mucho”.
4.      A nosotros nos gustaría que de una vez llovieran piedras cuando asome uno de estos.
5.      Si nosotros estamos indignados como estarán las víctimas de verdad, las víctimas completas, las que han visto cómo se asesinaba a sus amigos, hijos, hermanos, padres, compañeros de trabajo. Los torturados, secuestrados, exiliados, los mutilados, los que no duermen por la noche.
6.      Alguno habrá que nos salga con aquello de que España es así o asá, un país imposible y los españoles un desastre. El único reproche que podemos hacerles a los españoles de a pie que el 12 de octubre llenaron las calles de banderas españolas, que tantas veces han apoyado en manifestaciones multitudinarias a las víctimas del terrorismo, lo único que podemos reprocharles es su paciencia y su respeto por las reglas de un juego en el que nuestra clase política hace trampas a su antojo desde hace treinta o cuarenta años, desde que se puso la primera ficha en la primera casilla.
7.      Aunque hay una sentencia, no estamos ante una cuestión jurídica sino puramente política. Es una de las piezas que se habían prometido a la ETA como parte de la rendición política de la clase política española ante la organización terrorista. Primero la ayuda directa a la banda ETA, el chivatazo del bar Faisán. Luego la doctrina Parot, para ayudar a los encarcelados. Primero se había soltado a Bolinaga, torturador de Ortega Lara quien por pura vergüenza y decencia tuvo que darse de baja del PP.
8.      La sentencia se ha cocinado, preparado y ejecutado en la política, colocando un magistrado afín en el tribunal el PSOE, evitando su recusación el PP, permitiendo el mismo partido y los jueces de la Audiencia Nacional que tenga fuerza ejecutiva de hecho, cuando no la tiene de derecho. El estado español tiene medios de sobra, absolutamente legales, para haber evitado ayer la salida de la cárcel de la etarra Inés del Río, que por lo que sabemos ni está arrepentida, ni ha colaborado, ni ha realizado trabajo o estudio alguno en la cárcel y sin embargo redimido días de condena.
9.      Nada puede esperarse de la izquierda española, jacobina, radical, antiespañola, absolutamente falta de tradición democrática, desconocedora de lo que un estado de derecho es, enemiga de la libertad por la que nunca ha luchado, que sólo admite la ley, el derecho, el estado, cuando están a su servicio. En cuanto al PP, elegido por mayoría absoluta para cambiar el rumbo de España ha traicionado. Es así de simple. Un partido de traidores, al menos sus actuales dirigentes. Lo que para quien esto escribe es peor aún que la labor de destrucción socialista que siempre es bastante obvia y desde hace años triunfa principalmente por ausencia de réplica. ¿Por qué ha traicionado el PP la libertad, la democracia liberal en un estado de derecho, a las víctimas del terrorismo y a quienes le dieron la mayoría absoluta? ¿Por simple estupidez? ¿Porque es un partido progre? ¿Por pereza? ¿Por negarse a la reforma de un sistema que pudiera poner en peligro sus privilegios de casta? ¿Por qué hoy llueve mucho mires usted? El caso es que lo ha hecho. Mariano es el Judas Iscariote, el Fernando VII si se prefiere de la Transición. Llegó como Mariano el deseado con mayoría absoluta y se irá mal, indudablemente. No a pedradas porque el adoquín no se estila.
10.  Insistimos, podríamos dar aquí muchos argumentos jurídicos para justificar la doctrina Parot desde el punto de vista legal, para explicar que nunca ha habido retroactividad de ley penal en España (como tanto memo asegura), pues a nadie se ha juzgado en España por un acto que no estuviera tipificado como delito cuando se cometió; que se trata de un criterio interpretativo que atañe únicamente a la ejecución de condenas absolutamente legales; que como han hecho otros país es perfectamente posible no ejecutarla, etc. Pero no se pierdan en estos tecnicismos jurídicos, por otra parte muy interesantes, que son la tinta del calamar.
11.  La sentencia no es más que un pretexto, el argumento que necesitaban para seguir adelante con el mal llamado plan de paz, el camuflaje para aparentar que la cosa no va con ellos, que no están de acuerdo, pero mire usted, es que hay que acatar las sentencias. Lo dicen mientras con cara de circunstancias besan a las víctimas. Es la pantalla con la que van a disimular que han dado legitimidad a una banda de asesinos, que la ETA matando ha conseguido lo que quería, poder, y que se entregan regiones de España dónde no se aplica la ley a minorías violentas que con o sin armas imponen su voluntad, como ya se hace con el nacionalismo catalán. Es el escudo tras el cual la clase política que no quiso reformar el código penal durante años, porque cumplir íntegras las penas no era progre, disimula la rendición ante una banda asesina que estaba derrotada cuando llegó ZP al poder (¡infausto 11-M de tan largas consecuencias!) y disimula su falta de principios, su inmoralidad profunda, su falta de creencias, de formación, y de amor a España y su absoluto desinterés por el futuro y por las generaciones que vendrán, por todo aquello que no sea su poltrona, sus privilegios, su dinero. Los argumentos de Mariano el Judas esta mañana en Cataluña sobre la cuestión nacional eran “lo moderno es estar unidos”. Que cantazos se pierden.

Aquí lo dejamos, que nos hemos alargado demasiado. El domingo acudiremos a apoyar a las víctimas allí dónde nos citen, con una enorme bandera de España.

lunes, 21 de octubre de 2013

Sentencia del TEDH y Doctrina Parot

Hace apenas dos horas se ha conocido oficialmente lo que ya se venía comentando en numerosos medios españoles, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha fallado en contra de España, dictaminando que se han violado los artículos 7 y 5.1 del Convenio Europeo de Derechos Humanos. 

Las doctrina oficial consiste en que a raíz de este fallo, la denominada Doctrina Parot queda invalidada y por tanto un importante número de asesinos terroristas, violadores y criminales verán reducida su condena y serán excarcelados en fechas próximas.

En primer lugar, cabe recordar que las sentencias del Tribunal de Derechos Humanos no tienen aplicación inmediata en España y no pueden revocar las decisiones del Tribunal Supremo o del Constitucional que validó en 2008 la esencia de la Doctrina Parot.

Otra cosa es que la Audiencia Nacional, controlada políticamente, pueda y seguramente hará caso omiso de cualquier otra consideración legal y efectivamente aplicará lo dictado por el Tribunal de Derechos Humanos con celeridad. 

Está en manos del PP de Mariano Rajoy Brey el impedir que se lleve a cabo ese acto siniestro. 

Esta situación lamentable y rocambolesca pone de manifiesto, una vez más, la mala fe y el desprecio a la Justicia de la que hacen gala amplios sectores de la España institucional.

No es algo "inicidental" ni "inevitable" ni "legítimo".

Anular la Doctrina Parot ha sido una de las máximas aspiraciones del entramado etarra para avanzar en el proceso de excarcelación de sus compañeros condenados, condición sine qua non para el llamado fin de la violencia.

El mayor problema de ETA ha sido siempre  y sigue siendo el futuro de su "colectivo de presos". Pasar de la lucha armada a la revolución aparentemente no violenta, requiere que primero den solución a la situación de cientos de presos y sus familias que se "comieron el marrón"en pos de una espiral de violencia cuya justificación está hoy en entredicho.

Cuando ETA y el gobierno de ZP llegaron a los acuerdos que fueran (cuyo detalle no se conoce con exactitud pero podemos imaginar) una de las claves era el trato a los presos. ZP que no era el tonto iluminado que algunos creen sino un peón siniestro de un entramado complejo ya se ocupó de ir colocando sus tabas en la mesa de juego y de que sus sucesores del PP no alteraran en demasía el equilibrio obtenido que debe culminar en la liquidación del periodo violento de ETA "sin vencedores y con total equidistancia entre víctimas y verdugos".

A mi juicio, estamos ante otro paso más en el camino de destrucción nacional en el que llevan embarcados desde hace décadas los grupos que controlan el poder en España.

Las soluciones ya sabemos cuales son, víctimas y descontentos tienen en sus manos reaccionar y poner a PSOE, PP y resto de elementos del entramado del poder en su sitio.

¿Llegará la tan esperada reacción popular?

Sanglier. 

viernes, 18 de octubre de 2013

LA SENTENCIA

Sin duda la reciente sentencia dictada por la Audiencia Nacional en el caso Faisán o chivatazo a los terroristas de ETA tiene una importancia muy especial, no sólo por lo que representa en sí, sino como símbolo del colapso del sistema.

Iusnaturalismo y positivismo jurídico han sido las dos grandes corrientes jurídicas que han polarizado el debate sobre la naturaleza del derecho y de los ordenamientos jurídicos. ¿Existe un derecho natural, previo a la acción legisladora y que debe informarla o existen únicamente las normas promulgadas, los mandatos de la ley positiva contenidos en los textos legislativos de los que el juzgador en ningún caso puede apartarse? Sabemos lo que supuso en el siglo XX el triunfo absoluto del positivismo jurídico, que no tiene poca parte de culpa en los horrores del totalitarismo, fruto en gran medida de cumplir con las leyes de estados luego declarados criminales.

Cuando acabó la segunda guerra mundial y se quisieron juzgar los crímenes nazis fue necesario acudir de nuevo a los principios del derecho natural, para poder juzgar conductas que no habían sido previamente tipificadas como delito, como los crímenes contra la humanidad. Desde el punto de vista jurídico, fue uno de los aspectos controvertidos de los juicios que siguieron al final de la guerra, pues de alguna manera se conculcaba el principio “nullum crimen sine lege”. Parecía sin embargo que se llegaba a una situación de equilibrio adecuado con el imperio de la ley positiva, matizada o interpretada a la luz de los principios del derecho natural.

La sentencia del otro día le da un nuevo giro a nuestro sistema jurídico. Los juzgadores hacen una pirueta que nos devuelve a la Florencia del siglo XV a la “real politik” de Nicolás Maquiavelo. En este caso, acudir al derecho natural es innecesario, puesto que el código penal que los magistrados debían haber aplicado lo incorpora, al tipificar como delito conductas tan contrarias al derecho natural como la colaboración con asesinos. Tengamos en cuenta que con posterioridad al “chivatazo”, ETA cometió 11 asesinatos. El artículo del código penal es el siguiente:

Artículo 576.- 1. Será castigado con las penas de prisión de cinco a diez años y multa de dieciocho a veinticuatro meses el que lleve a cabo, recabe o facilite, cualquier acto de colaboración con las actividades o las finalidades de una banda armada, organización o grupo terrorista.
2. Son actos de colaboración la información o vigilancia de personas, bienes o instalaciones; la construcción, el acondicionamiento, la cesión o la utilización de alojamientos o depósitos; la ocultación o traslado de personas vinculadas a las bandas armadas, organizaciones o grupos terroristas; la organización de prácticas de entrenamiento o la asistencia a ellas, y, en general, cualquier otra forma equivalente de cooperación, ayuda o mediación, económica o de otro género, con las actividades de las citadas bandas armadas, organizaciones o grupos terroristas.

Sin embargo, los magistrados, apartándose de toda la tradición jurídica occidental acuñada con laboriosidad y no pocos contratiempos y saltos atrás desde la Edad Media a nuestros días, por una parte no aplican estrictamente el derecho positivo, apartándose de él, por otra, lejos de justificar esto amparándose en algún gran principio de derecho natural (lo que por otra parte en ningún caso podría haberse hecho en la sentencia ni para este caso), acuden a la conveniencia política, amparan y justifican la comisión de un delito por considerar de mayor importancia los pretendidos fines políticos últimos que con el citado delito pretendían alcanzarse. En otras palabras, consideran que el fin, justifica los medios.

No nos extenderemos más, pues sobran en los medios muchos comentarios más acertados que éste que ponen de manifiesto no sólo lo dicho, sino las contradicciones de la sentencia, los errores lógicos, etc.

Si tras treinta años de transición hemos llegado a esto, a que el fin justifica los medios, y el derecho y la justicia no existen y son instrumentos al servicio de la política, parece que hay que replantearse sin duda las cosas, a menos que queramos vivir en un régimen basado en esos principios (o en la ausencia de ellos) y ser la piara de una charca gobernada por una banda, una banda de rabadanes y porqueros.

Afortunadamente, parece que la sociedad empieza a moverse. El éxito de convocatoria ciudadana del día de la Hispanidad, el anuncio de que Ciudadans se hace nacional, los primeros movimientos de indignación en el seno del PP, el aumento en la intención de voto a UPyD. Veremos. Animamos al cepogordismo a ponerse en marcha. Movimiento.

jueves, 17 de octubre de 2013

Una sentencia vergonzosa que responde al pacto de hierro que sostiene la dictadura partidista que nos gobierna

Hoy ha visto la luz la bochornosa sentencia sobre el denominado Caso Faisán. ¡Caretas fuera! lo que muchos nos temíamos ha sucedido. Ni culpa, ni castigo.

A ver ahora quién es el que mantiene la doctrina de que iban a "tirar de la manta".

Si alguien en España abrigaba alguna duda acerca del carácter dictatorial y represivo de la partitocracia que nos gobierna, la sentencia en cuestión supone una prueba irrefutable (una más, aunque de profundo calado) de la naturaleza del pacto de hierro firmado por las fuerzas políticas que nos gobiernan en una alternancia bendecida por la más alta jefatura del Estado.

Que unos funcionarios que han colaborado con una organización terrorista se vean, de facto, absueltos de toda responsabilidad y que se haya cercenado cualquier probabilidad de depuración hacia arriba no puede suceder más que en un ambiente profundamente corrupto y enfermo.

Aquellos que esperaban una regeneración desde dentro tienen ante si un ejemplo claro de lo que podemos obtener del actual sistema.

Los dos partidos centrales se tapan el uno al otro en los asuntos esenciales manteniendo una sintonía que no deja dudas acerca de su origen paccionado. 

Separatismo, política anti terrorista, 11-M, degradación social, gasto público...son campos intocables que nunca obtendrán un trato profundo y decente por parte de los operadores de los dos grandes grupos de poder que se alternan en el mando.

Como ya hemos tenido ocasión de apuntar en ocasiones anteriores, el futuro de la Patria pasa por una verdadera y profunda revolución en la que lo sanos tomen conciencia e intervengan para frenar la imparable decadencia de una Nación abocada a desaparecer, siendo substituida por un ente amorfo que se centrará en controlar las vidas y las almas del pueblo al tiempo que estruja y vampiriza los recursos públicos y privados.

Sanglier.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Y FALTÓ TIEMPO PARA LA BOFETADA...

Ya lo decía en mis líneas sobre la Beatificación del Domingo 13 de octubre, cuando se oculta la verdad las alimañas se aprovechan, siempre.

El Honorable Arturo Más acudió el Domingo 13 a la Beatificación de las víctimas de la horda roja.

El Honorable Arturo Más acudió el Martes 15 al homenaje a Luis Companys.

Si alguno no sabe quién es Luis Companys y que sucedió en Cataluña durante su malhadado gobierno de la Generalidad tienen muchas fuentes para enterarse, pero para evitar esa tediosa acción de coger un libro y sentarse a leer ¡que pelmazo el jabalí este con la lectura! pueden echar un vistazo al enlace que copio más abajo.

Cuando se juega a la equidistancia y a no levantar ampollas lo único que se reciben son bofetadas. Ya conozco la prédica de la otra mejilla pero también se lo que la Iglesia ha hecho y dicho durante muchos siglos y que la espada y la biblia pueden y en muchos casos deben ir de la mano.

Sobran más comentarios.

http://laverdadofende.wordpress.com/2013/05/26/los-23-martires-de-montserrat-los-crimenes-de-companys/



martes, 15 de octubre de 2013

GIORGIO BASSANI

De la galería de retratos cepogordistas;
Serie grandes pipistas
Sección escritores extraordinarios

(y viva el tabaco que produzca delicadas volutas azules si acompañó a bassani mientras escribía las novelas de ferrara).





Cosas vistas por ahí...o soñadas...vete tu a saber

Sábado a última hora, a media hora de que comience el enésimo partido del siglo entre el Real Madrid y el Futbol Club Barcelona, zona céntrica de Madrid, supermercado de barrio con pretensiones de tienda gourmet o de delicadezas, según se mire.

Una tardocuarentona recauchutada se encara con el cajero andino sosteniendo en lo alto una botella de Señorío de Sarría. 

¡Pero qué es esto! ¡Eh! ¡Me-la-querías-meter ¿o que?, te he dicho que mi esposo sólo bebe Lambrusco..¡Sois todos iguales, ladrones!

El cajero, estatua de obsidiana y cobre, mira impertérrito con los labios apretados en una extraña mueca cuyo significado resulta imposible de descifrar.

La cuarentona agita la botella al tiempo que trata de sostener el gigantesco bolso que amenaza con derribar una columna de chicles, pilas y cuchillas de afeitar que se alza junto a una pirámide de frascos con melocotones de Calanda cubiertos por una generosa capa de polvo, testimonio incuestionable de su éxito comercial.

Se alzan voces desde el final de la fila.

Pues menudo guarro - comenta uno con voz ronca- a quién se le ocurre beber esa porquería... 

Señora.. no se haga ilusiones que el panchito seguro que encuentra mejores sitios donde meterla.. 

La masa expectante ríe torpemente. 

Un señor con el ABC bajo el brazo y pinta de panoli trata de taparse la boca para que no le adivinen la sonrisa.

La escena parece detenerse en un plano fijo, eterno. Los altavoces difunden una música ambiente de ritmos africanos, la sala de venta huele a pescado averiado y lechuga pasada bajo al fugaz aroma de desinfectante que acaba por fundirlo todo en un tufo intolerable.

Alertado por los alaridos de la clienta hace acto de presencia el encargado de la tienda. Cincuenta y muchos años, bajo, grueso, calvo, sudoroso, lleva sueltos el botón de la camisa y el nudo de la corbata, el traje gris que la ha proporcionado la empresa anuncia a gritos una mala factura  y un peor mantenimiento.  

Señora por favor, cálmese y dígame que sucede.

La falsa rubia se gira en redondo sin dejar de blandir la botella de Sarría y se aproxima peligrosamente al orondo encargado que se ve enfrentado a dos enormes globos de silicona que pugnan por abandonar la micro camiseta que los contiene.

¿Que que sucede? ¿Te atreves a preguntarme a mí (aquí ahueca la voz imitando a una rana gangosa) a una clienta-de-toda-la-vida, es que no sabes quién soy...? ¡Que que sucede...!

¿Dónde está el Lambrusco?, a ver, el Lambrusco.. Ese mono que tenéis en la caja preparando pedidos quería colarme esta mierda catalana...este asco..cuando lo que mi esposo bebe es Lambrusco..legítimo 

El encargado, apezonado, se retira unos centímetros al tiempo que logra balbucir una frase con aparente sentido

- Perdone señora pero no le puedo tolerar son los insultos racistas, Emetrio no es un mono, es un honrado hijo del altiplano..además he de decirle...

- ¡Callate ahora mismo! ¡La clienta soy yo y exijo que me sirvas el lambrusco o me devuelvas el dinero de la compra..que puedes metértela por el culo.."

Se escuchan nuevas voces que se alzan desde diversos puntos de la fila:

- ¡Que fiera!
- ¡Que tía!
- ¡Qué guarra!
- ¡Que tetas!
- ¡Mariano!
- Digo..pechos
- ¡Mariano!, deja la cesta que nos vamos

- que aquí nunca hemos vendido Lambrusco y que el Señorio de Sarría no es catalán, sino navarro -prosigue el encargado que tras muchos años de aguantar pedorras tiene la piel de rinoceronte y la flotabilidad de un corcho- 

La apretada enmudece

¡Como! ¿Tu también te atreves a ofenderme? ¿Qué nunca han vendido Lambrusco...? pero...- se hincha como una gallina clueca a la vista de un gallo joven y...muy gallo, ya me entienden- Eres un inepto, te puedo decir hasta la marca..Mateo...Mateo Rossi..

El encargado, que se está secando el sudor con un pañuelo sucio y arrugado que ha extraído del bolsillo de su chaqueta, resopla cetaceícamente antes de responder con tono cansino

- Perdonará la señora, pero el vino del que me habla es un vino Portugués que se llama Mateus Rosé...

- Otra miéeeerda, ni vino, ni ná....se escucha la misma voz ronca 

-¿Portugués...Portugués...Portugués..? ¡pero que dices so memo si en Portugal no se hacen vinos !

El encargado continua, impertérrito:

-Además, decirle que Señorio de Sarrìa es mejor, más barato y no es catalán...es navarro

-Tu eres decididamente gilipollas - uelta la falsa rubia ¿mé vas a decir a mi que una cosa que se llama SarriÀ no es catalana?

-Es que..

-Es que nada, lo dicho, aquí te dejo la compra y que sepas que no voy a volver a pisar este local en mi vida

-No caerá esa breva - se escucha de nuevo al ronco-

Se alza un coro de voces a lo largo de la fila que acompañan la salida triunfal de la insatisfecha clienta:

-  Que fiera!
- ¡Que tía!
- ¡Qué guarra!
- ¡Que tet...!
-  Si, ya las hemos visto todos, pero eran de goma..
- ¡Envidiosa!
- ¡Obseso!


Y SIN BANDERA...

Como colofón "festivo" a mi entrada anterior acerca de la Beatificación tarraconense, me entero de que la organización había prohibido a los asistentes acudir con banderas y que semejante prohibición fue vigilada por los Mozos de Escuadra que requisaban las enseñas ya fueran nacionales o autonómicas.

La noticia que me llega debe ser cierta porque repasando el vídeo y fotos del acto no se ve ni una sola bandera, de tal forma que podía haberse celebrado en Tarragona, en Leeds o en Lieja...

Lo que si se ven son unas gorritas de visera azules y unos muchachos con una camiseta con la palabra "staff" y otras cuantas horteradas de importación con las que, sin duda alguna, la curia organizadora estará muy a gusto.

En fin, creo que el despropósito no precisa de mayor comentario.

No se si hay más tontos o malos, y eso por calificarlos finamente y no meterme con sus pobres madres que bastante han tenido.

Sanglier.