Se
diga lo que se diga,
 qué bonito es un entierro,
 con sus caballitos blancos
 y sus caballitos negros,
 con su cajita de pino,
 y su muertecito dentro,
 con su cochero borracho
 y "to" el acompañamiento.
 Trincando el de la manguilla,
 trincando el Ayuntamiento,
 trincando el sepulturero,
 y esperando pa trincar
 Hacienda a los herederos.
 Se diga lo que se diga,
 Qué bonito es un entierro.
Tenemos que identificar al autor. 
 
