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lunes, 2 de octubre de 2017

VERGÜENZA E INDIGNACIÓN: ¿HA QUEDADO ESPAÑA ABANDONADA A SU SUERTE?

Ayer, jornada lamentable que quedará marcada en la memoria de todos los españoles como una fecha en la que la indignidad, la mentira y la cobardía se apoderaron de la sociedad y la sometieron a la dura prueba de contemplar avergonzada su debilidad. 

El gobierno de España presidido por Mariano Rajoy Brey dejó herido de muerte al Estado de Derecho y tiró por tierra el encomiable trabajo de miles de funcionarios de las carreras judicial y fiscal, de la policía y la guardia civil.

Asistimos entre atónitos, avergonzados e indignados al triunfo de la mentira, la manipulación, el ensalzamiento de la debilidad intelectual y moral. No sé que era peor, si las colas de gentes clamando por una falsa libertad o las caras de satisfacción de los manipuladores en pleno éxtasis de su mal hacer.

El separatismo, usando de tonto útil a una parte no pequeña de la sociedad catalana entregada al sentimentalismo y la inmadurez, consiguió un triunfo propagandístico de primer orden convirtiendo a la Policia y a la Guardia Civil en fuerzas de represión adornadas por instintos criminales y condenadas (sin el menor atisbo de presunción de inocencia) por haber cometido toda suerte de tropelías y desmanes, la mayor parte de los cuales han sido inventados y recreados hasta la extenuación por el bucle manipulador.

Nos lo podían haber ahorrado. Si se trataba de rendirse con armas y bagajes más hubiera valido que el gobierno no hubieran enviado refuerzos a Cataluña ni se hubieran prometido acciones que no se pensaban realizar.

Sólo caben dos explicaciones; o el gobierno es el conjunto más notable y acabado de cobardes, memos e inútiles que se han conocido en la Historia reciente de Occidente o están en "algo más" que desconocemos y que se han cuidado mucho de ocultar.

Fiar todo a la acción de control policial por parte de los Mossos d'Esquadra y desconocer por completo cuales iban a ser las tácticas de manipulación del separatismo resultan decisiones incomprensibles.

Hace un mes, a raiz de los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils se vió cual era el material humano y la posición política adoptada por la Generalidad.

¿Con estos datos alguien en su sano juicio podía esperar que el 1 de octubre las fuerzas de orden de la Generalidad fueran a actuar de otra forma?

¿No tenía el Gobierno información de qué pasaba en Cataluña? Y si la tenía ¿por qué se la han pasado por la palomilla?

El gobierno de Mariano Rajoy y su corte se limitaron a negar la realidad tomando por imbéciles a toda la ciudadanía española. Mariano Rajoy y su gobierno ha mentido a los españoles, mirándoles a la cara y sin pestañear.

El resto de partidos del arco parlamentario que no están directamente involucrados en el apoyo al golpe se han escondido como conejos ante la presencia del hurón sediento de sangre.

Un día después de consumarse el primer paso del golpe de estado y con un anuncio de  la próxima proclamación de la denominada "República Catalana"  no ha pasado nada. Ni dimisiones, ni detenciones, ni intervenciones, ni explicaciones ni nada de nada salvo la misma cantilena sorda y siniestra expelida como un balido por los mismos corifeos de este drama de estupidez e irresponsabilidad.

El colmo, la guinda del pastel, ha sido el anuncio esta tarde (El Pais) según el cual "la situación en Cataluña" no se debatirá en el parlamento hasta el 10 de octubre o bien al día siguiente...para que darse prisa señores si total sólo se trata de frenar un golpe de estado que pretende desgajar una parte de la Nación.

La sensación general entre las gentes de bien es de total y absoluto desamparo. Parece que no hay límite a la hora de pisotear valores, personas, símbolos, instituciones, tradiciones. 

La mentira se ha adueñado de las conciencias y los cerebros, los medios de comunicación se han unido en bloque casi sin fisuras en la labor destructiva y golpe a golpe se va desmontando todo el entramado de lo que hasta hace poco conocíamos como España.

El papel ejercido por la mayor parte de los medios de comunicación, sus propietarios y profesionales ha sido particularmente grave y siniestro. Pocas veces se ve un caso más acusado de debilidad intelectual, de sectarismo, de afán de revancha y odio, de regodeo en lo más bajo y lo mas ruin del ser humano. Da asco su entrega al poder, su docilidad ante el que les paga, su abandono del mas mínimo criterio. 

Ante las olas de la tormenta que va comiéndose poco a poco el espigón lo único que exhala la ciénaga política es un término vacío y viciado: "dialogo" 

Aquellos que se hayan unido a golpe, ya sea manipulados, bienintencionados sin seso o enajenados no pueden convertirse en excusa para dejar de actuar conforme a la razón y la justicia. 

El 38% (teórico, supuesto, informado, asumido pero no confirmado ni verificado y por tanto no cierto) de catalanes que votaron ayer no otorgan legitimidad, derecho ni razón para ser la base sobre la que los separatistas y delincuentes consigan imponer su maldad.

Con el que quebranta la ley o la abusa en su propio beneficio no puede haber diálogo.

El que no sabe respetar y defender la paz social y la seguridad ciudadana no puede dialogar nada.

Si todo esto se debe a "algo más", al curso de unos planes trazados donde cada parte (Gobierno, separatistas, medios, agitadores etc...) juega su papel en una siniestra obra de destrucción de España no lo sabremos ahora ni probablemente en mucho tiempo, lo que si está claro es que no existiendo ese "algo mas" es imposible hacerlo peor ni provocar tanto dolor ni tanta zozobra. 

O Mariano Rajoy y su gobierno adoptan medidas ejemplares con urgencia o serán responsables de acelerar aún más un golpe que puede ser nefasto para España como hasta ahora la hemos conocido.

¿Ha quedado España abandonada a su suerte?

¿Seremos la última generación de españoles que vivan bajo el proyecto común de la España de destino universal?

¿Podremos dar la vuelta a esta grave situación y poner los fundamentos para reorganizar la convivencia sobre las bases de la verdad, el compromiso y la solidaridad?.

Con los políticos actuales y sin combatir la amenaza revolucionaria y mundialista no, esa es la clave que hay que desentrañar.

martes, 25 de marzo de 2014

LA SEGURIDAD PUBLICA, PRIMER DEBER DEL GOBERNANTE, ANTE LA VERGÜENZA DEL 22 DE MARZO

Las escenas de la paliza propinada por los criminales de extrema izquierda a los miembros de la Unidad de Intervención Policial son escalofriantes y encierran un mensaje intolerable.

La primera y primordial función del gobierno (ya se este municipal, autonómico o nacional) es garantizar la seguridad ciudadana. 

La sociedad otorga al gobierno el ejercicio de la fuerza para garantizar su seguridad.

La educación, la sanidad, la cultura, las vías públicas, todo eso va muy por detrás de libertad y seguridad ciudadanas.

Si no se puede caminar libremente por las calles sin temor a la acción de los criminales la acción de gobierno ha fracasado por completo.

La Policía es y debe ser la representación de la autoridad nacional y por tanto son sujetos que deben gozar de una particular protección y de un prestigio y respeto máximos.

Lo sucedido el sábado pasado en Madrid es, simplemente, intolerable. 

No hay excusas ni explicaciones. Hoy leo en la prensa que existen sospechas de que las órdenes de aguantar y no repeler dadas a los miembros de la UIP se debía a la presencia de observadores internacionales. Espero que no sea cierto, de serlo, justificaría la dimisión de toda la escala de mando del Ministro del Interior para abajo.

El denominado centro derecha encarnado por el PP ha dado numerosas muestras de su tibieza en el uso de la fuerza, es uno de sus típicos y mas peligrosos errores.

Con la seguridad pública no puede jugarse. La actuación policial debe ser rigurosa y contundente. 

La calaña revolucionaria, sea del signo que sea, debe saber que si tratan de tomar la calle e imponer el desorden se encontrarán con la fuerza del orden que se impondrá con todo su vigor, sin ensañamientos ni irregularidades pero con toda contundencia y con el grado de fuerza que sea preciso.

A todos los que se les llena la boca hablando de las democracias de nuestro entorno y mirándose en el espejo del Reino Unido, Francia o Estados Unidos, les recuerdo que en esas naciones que ellos consideran "espejo" el ejercicio de la fuerza en defensa del orden público es algo con lo que no se juega ni se negocia.

Si quieren imitar a otros, que empiecen por imitar lo que es digno de copiarse y no los balbuceos ñoños, las melindres del bostezo y la poltrona, los temores al apelativo. ¡Cuanto mal se hace y se consiente para que a uno no lo bauticen de facha en las televisiones de la progresía!

Sanglier.

OTRA SOCIEDAD ES POSIBLE

No deja de tener un cierto tinte poético la coincidencia en los homenajes a Azkuna y Suárez. 

Dos personalidades muy distintas, dos situaciones alejadas, dos acciones políticas de muy diferente calado y sin embargo, en ambos casos, han recibido el sincero homenaje por parte del pueblo anónimo, del ciudadano desconocido que sin que nadie le empuje a ello se planta en la calle, en una iglesia, en una plaza y agradece al político que ha hecho algo por el bien común.

Las imágenes de ayer en Bilbao tienen a mi juicio una lectura sumamente positiva. 

Señores del PNV, tomen buena nota, otra sociedad es posible. Revolucionarios de izquierda separatista, tomen nota, la sociedad vasca, la sociedad española no quiere dictaduras marxistas ni proclamas manchadas de sangre inocente. Señores del PSE, ya está bien de hacer la revolución soterrada, ya está bien de alentar odios y divisiones. Señores del PPPV, escojan a los mejores y no aúpen a mas niños inanes sin nada que aportar. 

De todos ustedes depende que en la próxima década se construya otra sociedad, los mimbres existen.

Ayer los Príncipes de Asturias y los representantes del gobierno fueron recibidos en Bilbao entre aplausos y créanlo, los que aplaudían no eran ni votantes del PP ni patriotas de pulserita nacional sino gentes de todo tinte e ideología, muchos nacionalistas vascos, muchos no nacionalistas de esa derecha que no tiene representación, socialistas, no alineados de todas clases, edades y condiciones y una vez mas, mucha gente mayor que ha vivido los últimos sesenta o setenta años en una sociedad enferma y enloquecida y que las han pasado canutas.

Los españoles (ya sea en las provincias vascongadas o en cualquier otro rincón) lo que necesitan y aprecian son políticos decentes orientados al bien común. Están hartos de chorizos, tahures, malenis, mases y demás ralea.

Si no me creen, comprueben ustedes los índices de abstención. Mucha gente no vota porque está harta de los políticos profesionales que sólo buscan mantener su esfera de poder.

En la despedida de Adolfo Suárez las gentes entrevistadas repiten algunas palabras que me parecen capitales: "honradez", "entrega", "valentía", "patriotismo", "diálogo"...

No soy tan inocente como para pensar que a partir de ahora se producirá una catarsis que trocará a los politiquillos de quinta en gigantes, ahora bien, si espero que quede grabada en la mente de las gentes que otras formas son posibles y que el tan denostado pueblo español no es la masa borregil y lamentable que los propios políticos creen y a la que maltratan sin piedad ni vergüenza.

Pasarán los lutos y volverán las gentes a lo suyo. Quizá todo quede en unos efímeros homenajes pero por unas horas se han dejado ver las entretelas de una sociedad latente a la espera de unos líderes que la conduzcan a una situación mejor.

No puedo dejar de consignar el espectáculo lamentable ofrecido ayer en el Congreso por dos personajes como Pujol y Mas. Pujol que sabiendo bien lo que hacía dinamitó el consenso para lanzarse a una loca carrera independentista dejando a su paso un reguero de latrocinios y mendacidades. 

Y Arturo Mas, que de nuevo no perdió ocasión de dar buena muestra de su altura moral e intelectual y  no tuvo empacho en aprovechar que el cuerpo de Suárez estaba aún caliente para emplear su figura como ariete con el que golpear al gobierno e insistir en sus locuras, sus mentiras, su maldad. 
Tan asquerosa fue su intervención que hasta un político de acrisolada doblez como Roca no pudo aguantarse y afeó públicamente la inoportuna y anti estética actuación del representante de todos los catalanes.

Creanme, otra sociedad es posible, sobran ciudadanos pero faltan líderes.

Sanglier.

lunes, 24 de marzo de 2014

ANTE LA MUERTE DE ADOLFO SUAREZ

Ha muerto Adolfo Suárez, Dios lo acoja en su seno.

A escasos metros de mi despacho se agolpan miles de españoles en fila silenciosa. 

En Madrid hace una tarde fría. El cielo amenaza lluvia, es una jornada desapacible de primavera en la que el sol no acierta a imponerse pese a los tímidos rayos que a ratos iluminan el granito del Paseo del Prado. 

Una larga fila de semblantes tristes, gente de edad madura, ancianos, algún joven, los menos. 

Figuras que aguardan en silencio para rendir su homenaje al hombre, al político, al personaje público que fue Adolfo Suárez González. 

Paso a su lado. La mayor parte de los españoles que se alinean forman parte de las generaciones que vieron, escucharon y probablemente votaron a Adolfo Suárez.

No se han cumplido todavía cuarenta años desde aquel histórico 1976 en el que Adolfo Suarez consiguió la aprobación de la Ley de Reforma Político, punto de partida de un "nuevo orden" cuyo siguiente gran hito fue  la Constitución de 1978. 

Dice Ricardo de la Cierva en su Historia total de España que la transición tuvo tres grandes protagonistas: el rey, la iglesia y el ejército y que el papel de Suárez no fue protagonista en cuanto decisivo ya que de no estar él otro hubiera se hubiera ocupado de su papel.

Estoy de acuerdo con Ricardo de la Cierva en cuanto al protagonismo indiscutible del rey, de la iglesia (lamentable papel) y del ejército (no menos triste) si bien discrepo un poco en cuanto a la figura de Adolfo Suárez ya que se me antoja que pocas personas han tenido en su vida la oportunidad de desempeñar un papel para el cual estuvieran mejor caracterizados.

El rey hizo lo que hizo asesorado por otros y en gran medida siguiendo un plan que le era conocido y querido desde muchos años atrás, cuando era aún el heredero por la gracia de Francisco Franco.

Adolfo Suárez fue el brazo ejecutor de los designios del rey, con el que estaba de acuerdo en muchos aspectos y con el que se entendía muy bien.

Adolfo Suárez era un hombre de acción. En sus "años de gloria" desplegó una actividad incansable y asumió muchos riesgos con una audacia rayana en la temeridad.

Adolfo Suárez no era un ideólogo ni un intelectual y sus grandes errores (que no fueron pocos) trajeron causa de su falta de conocimiento, primero de la Historia y luego de la condición humana.

Pienso que Adolfo Suárez actuó movido por buenas intenciones y que en su corazón abrigaba un sueño, quizá algo inmaduro, pero esencialmente noble.

Creyó sinceramente que era posible constituir un nuevo régimen que funcionase mediante un mecanismo democrático de corte parlamentario. Quizá aquí pecaba de desconocimiento acerca de la realidad práctica de las democracias de corte anglosajón.

También es posible que creyera sinceramente que los males causantes del desastre del 36 (muy vivos en 1978) quedarían conjurados bajo el influjo benéfico de la Constitución de 1978.

Lo que estoy seguro es que no esperaba que las fuerzas que se avinieron al consenso de la transición se comportaran con la terrible deslealtad y falta de honradez con la que se comportaron. Esa fue, y no otra, la causa de que la transición haya quedado incompleta.

Adolfo Suárez, una vez completado su papel de líder dinamizador del cambio de sistema fue apartado en una esquina con toda frialdad. 

Sus intentos del CDS no resultaron sino un canto de cisne y al final se echó a un lado para vivir las últimas décadas de su vida peleando contra las terribles enfermedades que asolaron primero su casa y luego a su propia persona.

Considero que los errores de Suárez no fueron tanto por empecinamiento o mala fe cuanto por desconocimiento y muy mal asesoramiento por parte de una mayoría liberal y democristiana que más tarde, de manera individual y fragmentaria ha ido entonando el mea culpa en distintos foros y formas. 

Las soluciones adoptadas en torno a los partidos políticos, el papel del ejército, la querella foral vascongada y navarra, el separatismo vasco y catalán y otros tantos asuntos que siguen hoy sin resolver se apostaron al caballo de la nueva constitución y se pusieron bajo el manto protector del consenso.

Grave error. Las autonomías se emplearon para subvertir el nuevo sistema desde dentro y los garantes del consenso se convirtieron en los primeros conculcadores del mismo.

¡Cuantos palos recibió Adolfo Suárez de sus compañeros de dentro y fuera del hemiciclo! 

Muchos de los que hoy sueltan lágrimas de cocodrilo y cantan las alabanzas del líder difunto han sido Judas y Brutos.

Pese a todo esto, la figura política de Adolfo Suárez sale muy reforzada después de casi cuarenta años de experiencia democrática. Los políticos que le han sucedido no le han llegado ni a la suela del zapato en cuanto a seriedad, compromiso, tesón y patriotismo. Aznar tuvo algunos momentos en que estuvo cerca, luego perdió el paso y se dejo llevar por sendas oscuras y triunfalismos horteras.

No deja de ser curioso que muchos de los errores de Aznar tuvieron las mismas causas que los de Suárez. Poco conocimiento de cómo está organizado el poder mundial, defectuosa calibración de los personajes que le rodeaban y visión muy parcial de la realidad de España.

El legado de Suárez ha tenido un impacto muy limitado en el tiempo y de muy escasa profundidad.

La responsabilidad esencial no fue del todo suya, ni mucho menos. Suárez lideró un cambio de sistema que requería unos políticos con altura de miras y capacidad de servicio y sacrificio. Sucedió todo lo contrario.  

El PSOE hizo la revolución desde dentro y cambió España. Los mandatos combinados de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero
han supuesto la más profunda y vertiginosa alteración sufrida por una nación occidental hasta la fecha. El papel del PP no ha ido más allá del de comparsa acomplejada. 

La responsabilidad de los políticos autonómicos ha sido, igualmente, enorme. La ambición por el poder, la corrupción galopante, la falta de lealtad, la tergiversación han conducido a la situación actual. 

El equilibrio en pro de un bien común por el que luchó Adolfo Suárez no se ha conseguido es por ello que sostengo que la transición quedó incompleta.

El régimen implantado para dirigir la Nación hacia nuevas cotas de desarrollo y progreso se ha utilizado para el enriquecimiento personal, la creación de sistemas clientelares que se han apropiado de los fondos públicos y la destrucción de la unidad.

Muchos de los problemas esenciales que enfrentaba la España post franquista siguen encima de la mesa. Lo grave no es que continúen sin solución sino que se han visto agravados por las sucesivas manipulaciones a las que se han visto sometidos.

Ayer escuché a un comentarista político decir que Adolfo Suárez, antes de que su enfermedad borrara su memoria, había dejado escritos unos cientos de folios con recuerdos, reflexiones y comentarios. No se si esta noticia es cierta y si esas reflexiones verán algún día la luz. Si es así, espero que haya dejado consignadas sus reflexiones acerca de lo sucedido desde su retirada hasta principios del nuevo siglo.

Quizá lo más interesante del legado de Adolfo Suárez sea su imagen de hombre apasionado, pues sin duda lo fue. A la vista de las tristes figuras políticas que pueblan los salones del poder en estos días, la imagen de un político valiente y apasionado resulta sumamente reconfortante. 

Acertadada o equivocadamente, Adolfo Suárez intentó crear un marco nuevo. 

Suárez tuvo fe en la capacidad de sus compatriotas para organizarse sin necesidad de recurrir a deidades tutelares laicas. 

Quizá fue un soñador, quizá fue un inocente, quizá pecó de audaz y le faltó reflexión. 

Es fácil juzgar en la distancia, a toro pasado, y muy difícil trabajar rodeado de intrigas, presiones y muerte. Es importante recordar que durante los gobiernos de Suárez se enterraron, proporcionalmente, a más víctimas de ETA que en todo el resto de ciclos políticos anteriores y posteriores (y eso que los "chicos de la capucha" eran unos luchadores antifranquistas...). 
  
Descansé en paz Adolfo Suárez, un político muy español, un hombre de acción que colaboró con el rey para dar un giro a la Historia de España y cuyo legado político ha quedado sucio y roto en un rincón a la espera de que venga alguien decente a recomponer las piezas y volver a poner la maquinaria en marcha.

Sanglier.

UN BREVE PERO SINCERO HOMENAJE A IÑAKI AZKUNA, ALCALDE DE LA VILLA DE BILBAO, RECIENTEMENTE FALLECIDO

Sirvan estas líneas para rendir un humilde tributo a Iñaki Azkuna fallecido el pasado jueves tras una larga enfermedad.

Si bien su labor política se remonta a los gobiernos de Ardanza con quien colaboró, primero desde la dirección del Servicio Vasco de Salud y luego como consejero de sanidad y secretario general de la Presidencia, fue en su larga etapa como alcalde de Bilbao (el segundo alcalde con mandato más extenso tras Zugazagoitia), cuando dio verdadera medida de sus capacidades como gestor público. 

Azkuna ha sido un caso excepcional por diversas razones. Primero por sus logros, indudables para cualquiera que haya conocido el Bilbao de los ochenta y el de los comienzos del siglo XXI, segundo por su estilo amable y conciliador pero sin renunciar a la seriedad y la firmeza y tercero por su forma de ser el mismo sin claudicar ante las fuerzas internas y externas que le presionaron en muchos casos de forma violenta.

El sincero cariño con el que el pueblo de Bilbao ha despedido a su alcalde deja muy claro que en España no falta gente buena sino libertad en los aparatos de poder que no permiten que personas serias asuman el liderazgo.

El caso de Iñaki Azkuna reviste un particular interés ya que ejerció su labor desde las filas de una formación política que ha recibido, con razón, las más agrias censuras por su desnortada estrategia política. 

Desde que ganó la alcaldía en las elecciones de 1999, con gran mano izquierda, buenas formas y mucho "bilbainismo" Azkuna fue haciendo su propio camino convirtiéndose en un referente de una forma de hacer que despertaba grandes adhesiones en el electorado y envidas y rivalidades dentro de sus filas y en ciertos sectores de frente estrecha que le achacaban una imagen y un estilo poco propios de un "político euskaldun".

Yo creo justamente todo lo contrario. Azkuna fue muy vascongado en su forma de ser y hacer y muy bilbaino en su forma de aparecer y manifestarse.

Azkuna fue el ejemplo vivo de lo que podría ser y sin embargo no es porque faltan gentes de su estatura e inteligencia. 

Me gustaría que el ejemplo de Azkuna sirviera para que los partidos se dieran cuenta de que atrayendo gentes válidas se obtienen mejores resultados, incluso electorales, pero a estas alturas no pienso pecar de inocente, al menos no en estos asuntos.

Me temo muy mucho que ni el PNV ni, por supuesto, el resto de partidos políticos que ejercen su acción en las tres provincias vascongadas, han aprendido mucho del ejemplo de Azkuna. Ojalá me equivoque, estaré encantado de reconocerlo.

Homenaje sentido a este hijo de Durango y excelente alcalde de Bilbao. Su obra quedará como testimonio de que otra forma de hacer es posible.

Los amantes de Bilbao le agradeceremos siempre su labor.

Iñaki Azkuna, goian bego.

Sanglier.

martes, 11 de marzo de 2014

11-M UN DIA PARA EL RECUERDO Y LA VERGUENZA

Hoy se conmemora el décimo aniversario del atentado terrorista más grave cometido en España que dejó más de doscientos muertos, dos mil heridos y una nación entera sumida en la indignidad.

De los lodos del 11 M vienen muchas de las miasmas que ahora afloran por doquier.

Los medios se llenan de entrevistas, fotografías y artículos en recuerdo de las víctimas y recurren al tan sobado "y a usted dónde le pilló.." como si el atentado fuera una especie de hito biográfico al estilo del Jubileo de la Reina de Inglaterra o la final del mundial de fútbol.

Muchos, por no decir que prácticamente todos, esos medios que hoy gastan tinta y recursos en un ejercicio de mediocridad y mal gusto se han caracterizado por olvidar cuando no tapar todo lo relacionado con el asunto.

Desde las criminosas manipulaciones que hacían referencia a terroristas islámicos enfundados en capas y capas de ropa hasta las justificaciones más injustificables de aceptar versiones oficiales y dar por buenos procedimientos arreglados con tan mal tino que no han sido capaces de esclarecer ninguno de los elementos esenciales en un asunto criminal: ni arma, ni autor material, ni autor intelectual, ni móvil, ni nada que sea claro, por supuesto.

Los siervos de los diferentes poderes, los que viven en el pesebre y todos aquellos que viven presos de una ideología que les impide pensar con libertad, han inventado una martingala que se ha dado en llamar "teoría de la conspiración". Conforme ese memez malintencionada, cualquier persona que no comulgue con la inmensa rueda de molino de la verdad oficial está encuadrado en el bando de los abonados a la "teoría de la conspiración" y, por tanto, todo lo que diga, sea sensato o no y esté avalado por pruebas o no, es sencillamente negado.

La verdad, indiscutible, es que 10 años después no se ha hecho público por parte de ninguna institución u órgano dependiente del aparato del Estado una información medianamente completa, consistente y veraz que se refiera a esta tragedia.

Del procedimiento seguido (lo haya "avalado" el TS o quien sea, eso da igual) es mejor no hablar mucho porque sobre la instrucción y posterior juicio planean tales sombras de duda que a cualquier persona medianamente informada y con un mínimo de formación jurídica le produce repugnancia.

La impúdica exhibición de los partícipes en el procedimiento que se recrean en comentarios cuyo contenido debería de producirles sonrojo y vergüenza resulta absolutamente intolerable. 

Que nos encontramos ante un hecho cuyo trasfondo conviene tapar es algo indiscutible desde el momento que los partidos políticos, la corona y todos los estamentos al servicio del Estado han hecho piña en torno al silencio y el olvido.

El 11 M ya está resuelto ¡y no se hable más!

No sé que me da más asco, si el cinismo del PSOE o la actitud de muchos dirigentes del PP que al ser preguntados o interpelados fruncen el ceño y ponen cara de asco, como si el que pregunta se hubiera tirado un pedo o les hubiera preguntado por los cuernos de su madre.

Cuando veo a esos niñatos y niñatas, paletos y paletas que viven del pesebre, "ponerse finos" y mostrar su incomodidad por el asunto me da ganas de liarme a palos. Esta gente no merece desprecio ni crítica, merecen un par de palos y una condena larga y bien trabajada en un penal insular, lejano y a ser posible mal aireado.

Que el PSOE no iba a mover un dedo en pos de la verdad era algo esperado cui prodest scelus, is fecit

De lo que no les gusta hablar al PP es de su responsabilidad en el asunto. Y la tienen, porque eran los que dirigían la seguridad interior y exterior, la policía, los ministerios, la justicia.. Y ahora están en el poder.

¿Que han hecho para perseguir la verdad? ¿Ustedes lo saben? Yo tampoco.

El 11 M reviste capital importancia por muchos motivos que superan con creces el de la pura Justicia. 

Saber quién asesina y perseguir su crimen es obligación primera de una sociedad que se quiera llamar tal. El gobierno tiene como primera y única función esencial garantizar la seguridad de la sociedad.

El conocer los motivos y el papel jugado por los diversos elementos que conforman la sociedad es asimismo esencial. 

Los españoles deben saber quien les gobierna, quien pretende gobernarles y cuales son sus valores, intenciones y actuaciones.

Los efectos causados por los cambios de gobierno y el pacto implícito en torno al silencio ponen en muy seria cuestión todo lo sucedido desde hace 10 años.

España está secuestrada por una casta de politicastros enganchados y enredados con una amalgama de intereses internos y externos que axfisian a la nación como las lianas de la selva que trepan por los árboles hasta cubrirlos por completo.

El silencio obtenido a través del pesebre de los medios ha obrado el "milagro" del olvido y de la total y absoluta falta de interés.

Hoy cuatro derramarán una lágrima de cocodrilo. Mañana comentarán el fútbol, pasado ya estarán pensando en el fin de semana y en un mes en las vacaciones de verano y en cambiar el coche, que ya se acaba la crisis y otra vez nos unimos al despendole.

Mientras, la verdad, quedará una vez más ignorada y envilecida. Será violada, mancillada, sobada, manipulada, puesta en la picota, prostituida, traída y llevada como una hija del lumpen, como una sucia y analfabeta víctima a la que nadie querrá acercarse si no es para humillarka.

Y las víctimas seremos todos los españoles, con independencia de nuestra edad, origen, credo y orientación. 

Esto es precisamente lo que el poder no quiere que se sepa ni que se diga, que las víctimas de esta mentira y de este estado de cosas somos todos.

Hoy todos somos  víctimas: los que ansiamos vivir en libertad y los esclavos del poder, los que tratamos de pensar con independencia y los abonados a las directrices del partido o del grupo de influencia, los pobres y los ricos, los que se creen vencedores y los que se sienten vencidos.

Al final la víctima es el pueblo español, la nación española, la comunidad entera que cuando da la espalda a la verdad está un paso más cerca de caer en un abismo que no tiene salida.

Los que todo esto saben y continúan su labor de destrucción y humillación sonríen y siguen su camino, a corto plazo se saben vencedores y disfrutan al ver como la estupidez y el vicio de sus congéneres son terreno abonado para su triunfo.

El único consuelo que me queda es que yo se, y ellos no, que el último día de la batalla final sus poderes se desvanecerán como el humo y nada podrán contra la verdad última ante la que sus vanidades humanas no tendrán fuerza alguna.

Sanglier.

viernes, 28 de febrero de 2014

VIERNES DE INVIERNO AL SOL DEL MEDIODIA, EN TORNO AL JOPUTISMO

A partir de cierta edad es recomendable y deseable disponer de unos días en invierno para irse al mediodía a tomar el sol. 

Esta costumbre de muchas gentes más o menos pudientes del norte de Europa y América responde a una necesidad física de "caldearse los huesos y la piel" tundidos por las humedades y los fríos del gélido invierno septentrional.

España, tierra bendecida con una climatología bondadosa, lleva dos años seguidos sufriendo inviernos duros, mucho más agitados  de lo habitual y no es simple percepción personal sino un dato corroborado por las series estadísticas que facilita el Instituto Nacional de Meteorología (al que creo ahora lo llaman Estatal, por aquello de practicar el analfabetismo hasta sus últimas consecuencias).

Me da la impresión de que la causa de tantas mareas desaforadas, vientos huracanados, lluvias inclementes y nevadas copiosas no se debe tanto a la reacción de Gea ante la incontrolada acción de sus hijos, cuanto al efecto nocivo que causan los tontos en el medio ambiente.

Tontos los hay de muchas clases pero los peores son los tontos pagados de si mismos ya que tienden a mutarse en "joputas crónicos", que como todo el mundo que ha estudiado Historia Natural sabe, son el caso más agudo de joputa vulgaris.

A causa de algún proceso cuyo origen y naturaleza está por estudiarse, en España ha crecido extraordinariamente el número de tontos mutados en joputas.

La presencia masiva de joputas ha caldeado el ambiente hasta tal punto que las lluvias invernales se han tornado en torrentes, las nieves se agolpan hasta desprenderse en aludes sobre los pueblos de montaña y los ríos se desbordan a su paso por la villas y ciudades.

Ha de observarse que similares fenómenos están sucediendo en Francia e Inglaterra, otras tierras dónde el número de joputas ha crecido considerablemente.

No me ha sido dado conocer el remedio contra el desarrollo y reproducción de los joputas. 

Las Autoridades nada pueden hacer en esto ya que están infestadas, las fuerzas del orden tampoco ya que son dirigidas por seres del mismo gremio y en cuanto a los institutos de investigación y los consejos científicos es mejor no decir nada, no sea que como en Jaun de Alzate nos pongan a bajar de un burro los estamentos bien pensantes del estilo asociación de padres y demás ralea.

Sin remedio práctico ante el joputismo, lo único que cabe es prevenirse ante el contagio, de ahí que el recurso de retirarse unos días al sol del mediodía cumple dos funciones; una, secar el hueso enmohecido y dos, escapar por unos días del asedio del joputismo.

Al joputa no le interesan los bancos al sol, ni los pájaros, ni las veredas de grava, ni las explanadas frente al mar (salvo que pueda hacer en ellas algún desarrollo inmobiliario ilegal con el que lucrarse) así que lo mejor es buscar una distracción clásica y sencilla cómo sentarse a leer al sol en un banco de piedra, dar de comer a los gorriones (a las palomas no, la única paloma decente es la salvaje en la cazuela), tomarse un vino en un bar de puerto con mantel a cuadros y camarera gruñona. En esos ambientes no encontraremos joputas. 

Si no hay "celebrities", ni bares premium, ni hot yoga, ni cigarros premium, ni comida fusión y gourmet, ni carta de ginebras, ni plaza para aparcar el cayenne  no hay peligro de que el lugar sea visitado por ningún joputa, así que sigan mi consejo, váyanse al mediodía, siéntese al sol, coman lentejas con alcaparras, beban vino de monastrell, paseen entre cipreses, mirtos y lentiscos y olvídense por unos días de los joputas y el joputismo, les hará bien.

Sanglier.