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lunes, 29 de julio de 2019

Responso de San Antonio (de los diarios de A. B. E.).



Cenamos ayer en casa de la Condesa. En el piso que conserva en la capital, salvado de la ruina familiar. Además de Doroteo y Calvino se acercaron Norma Desmond –mote con el que cruelmente identificamos a doña María Tecla Ruibarbo Colmenares, siempre tan joven a sus cien años- y don Manolito. Don Estra sigue ingresado en la clínica tras su último estallido de cólera esteparia y no pudo acudir, claro. A Tato no le dio la gana salir de Nava.
Se mencionó durante la conversación el responso de San Antonio de Padua. Lo leímos en voz alta después de cenar. Los señores fumábamos un cigarro; a poca distancia tronaba la música tachundera de una embajada, recibiendo no sabemos si a vips –como se dice ahora- o a masas plebeyas. El contraste entre la estruendosa música y el hermoso y sencillo responso era evidente. Este es el texto:

 

Si buscas milagros, mira,

Muerte y error desterrados,

Miseria y demonios huidos,

Leprosos y enfermos sanos.

 El mar sosiega su ira,
Redimense encarcelados;



Miembros y bienes perdidos

Recobran mozos y ancianos.

 

El peligro se retira,

Los pobres van remediados;

Cuéntenlo los socorridos,

Díganlo los paduanos.

 

El mar sosiega su ira,

Redimense encarcelados;

Miembros y bienes perdidos

Recobran mozos y ancianos.

 

Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu Santo

 

El mar sosiega su ira,

Redimense encarcelados;

Miembros y bienes perdidos

Recobran mozos y ancianos.

 

Ruega a Cristo por nosotros, Antonio glorioso y santo,

Para que dignos así

De sus promesas seamos. Amen.

 

¿Y que es un responso? Lo define el diccionario de la Real Academia como “responsorio que, separado del rezo, se dice por los difuntos”, definiéndose a su vez responsorio como “en el rezo, serie de preces y versículos que se dicen después de las lecciones en los maitines y después de las capítulas de otras horas”. Es decir, formaría parte de la Liturgia de las Horas u Oficio Divino, un antiguo libro de oración de lo que un día fue la Cristiandad.