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jueves, 4 de abril de 2019

¡De repente un chino!

La mañana luminosa y helada, los coches cubiertos de hielo, por fin, el termómetro caído bajo cero. Por el poligó, tapada su fea desnudez por los rayos del sol y la bóveda de este inmenso cielo azul, resiste el chupatintas. Resuenan los pasos del caminante, chasquidos secos y regulares marcan cada zancada y contrastan sus artesanales zapatos de piel de potro abotinados, de encerados cordones, con el calzado industrial de seguridad. Oiga pero no haga estas comparaciones clasistas que le van a decir algo.
Por el suelo un tornillo, plásticos, un envase, papel de magdalenas revoloteando. Sopla un aire frío que huele a nieve. Un largo camión de tres pisos descarga coches en una bocacalle, llenando el aire de ruidos metálicos, un chirriar de muelles y hierros. Las tapas de las alcantarillas están recubiertas de una capa delgada de hielo, las que siguen a la sombra. No es aconsejable pisarlas si uno quiere evitar el estacazo gratuito y absurdo. Un tío piernas duda con el coche, por aquí o por allá y me mira como pasmado. Conduce tocado con un infame gorro de lana. ¡De repente un chino!


miércoles, 21 de junio de 2017

Ante el atronador éxito de la primicia ofrecida ayer, la redacción de Cepo Gordo ha decidido ofrecer a sus leales y muy apreciados lectores otra de las inigualables creaciones poéticas contenidas en "Cien poemas de amor y veinte cantos de corneja en la Corte de Lin-Tai-Pu". 

La traducción, como siempre corre a cargo de nuestro amable colaborador y eximio polígrafo Fernando Tilde Cesura.

Li-Po, tu mirada es profunda como la cueva de Tien-King

La rata almizclera protege a sus crías con inusitada violencia.

El tigre nival lleva una vida normal, ni bien ni mal.

El monje cojo se harta de subir escaleras.

¿Dónde estarán las perlas de la Emperatriz Yu?

La tasa de interés es un invento odioso, reduce el cuenco del granjero y la paga del agrimensor.

Ante estas verdades, solo me queda emigrar a Hong Kong para trabajar en un taller de flores de plástico.

Li-Po, tu mirada es profunda como la cueva de Tien-King,

Al amarte siento que mi fortuna es muy superior a la de Bo-Ting

martes, 20 de junio de 2017

CIEN POEMAS DE AMOR Y VENTE CANTOS DE CORNEJA

Nuestro eminente colaborador y afamado políglota, Fernando Tilde Cesura, nos hace partícipes de la inminente aparición de su nueva obra titulada "Cien poemas de amor y veinte cantos de corneja en la Corte de Lin-Tai-Pu" publicada por la selecta y celebrada editorial 
Losa Editores, en su colección de poesía y teoría literaria Avutardas Albinas.

Ofrecemos en exclusiva uno de los poemas, traducido por nuestro amable colaborador, un ejemplo de la exquisitez oriental y la belleza expresiva que nos conmueven, como el aroma del jazmín y la pinaza.

Pi-Lu, peonía de suaves pétalos
El estanque brilla bajo la luz de la luna
A lo lejos suena una canción de la tuna.

Yin-Chu, pino de frondosas ramas
La carpa me mira fascinada
mientras pienso en brasas calientes y vino frio. 

Kao-Lin, tu tez es blanca como la tiza
La frase se compone de sujeto, verbo y predicado.
¿porqué hacerte el amor resulta tan complicado?

Pi-Lu, Yin-chu, Kao-Lin, mi vida sin vosotras
no tiene sentido, marcho a tirarme desde lo alto del viaducto.

Chao-chin.