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martes, 28 de agosto de 2012

"Desde el corazón del CESID", una obra prescindible.

Acabo de terminar la lectura del libro de Juan María de Peñaranda "Desde el corazón del CESID". Esta obra es una suerte de cóctel donde se mezclan la memoria, el ensayo y  la crónica. El relato resulta un tanto pesado ya que el autor no puede, o no quiere, abandonar el tono monocorde y doctrinario de ciertos informes del ámbito militar dónde ha hecho fortuna el "estilo" del Estado Mayor que se caracteriza por mutilar la lengua de Cervantes.

El lector interesado en la reciente Historia de España se siente atraído por la promesa de jugosas revelaciones y la abundancia de juicios certeros y reflexiones de calado. Tras completar la lectura, la decepción es completa. El General Peñaranda ha redactado una obra que abunda en el análisis de informes y materiales internos de interés meramente burocrático y que pasa de puntillas por la mayor parte de los asuntos esenciales del periodo estudiado. El autor pasa de puntillas por el jugoso y prolijo capítulo de las actividades del Centro  y del Gobierno con respecto al separatismo y terrorismo vasco. Pese a que hoy día se dispone de cientos de obras de referencia que analizan desde todas las ópticas posibles el asunto, el General Peñaranda opta por no citarlas ni tratar nada de lo dicho en las mismas, como si el silencio pudiera borrar la existencia de una información que es hoy día pública y de fácil acceso. En el capítulo final del 23-F, el autor se dedica a defenderse a si mismo atacando la obra muy bien informada de Jesús Palacios "El 23 F, el rey y su secreto". A la vista de ésta obra uno no termina de comprender bien  el interés de su publicación. Este trabajo no aporta nada y a estas alturas un libro de la linea oficialista con "tintes de obra seria" no interesa a nadie ya que lo que narra el General Peñaranda ya lo hemos leído y escuchado una y mil veces. Lo peor del libro es lo que no cuenta, o bien este señor es un gili cómo se decía coloquialmente hace unos años y no se enteró de nada o bien es un jeta porque sabiendo, calla. A estas alturas no  es decente amagar y no dar. Si quiere contar cosas que las cuente enteras y si no que se dedique a darles la murga a sus nietos delante de la chimenea. A modo de botón de muestra no dice ni mú de la reunión entre Adolfo Suarez y los emisarios de la Asamblea de Txiberta, un asunto de la máxima importancia para entender tanto la personalidad del político cómo el trasfondo político de las formaciones nacionalistas y sus relaciones con el gobierno a finales de los setenta. Calla también muchas de las intervenciones y manipulaciones de la CIA y otras instancias norteamericanas, limitándose a narrar un parte muy menor de las conversaciones del rey con Kissinger. Podría continuar detallando muchos de los asuntos importantes de los que no habla y que debió de conocer pero me abstendré para no aburrir al respetable. En resumen, una obra que carece de interés y que no contribuye al mejor conocimiento de una parte esencial de nuestra Historia reciente. Mi consejo, ahorrense tiempo y dinero.

domingo, 26 de agosto de 2012

Aficionados en agosto


Mira que han “sentío” Tato, Alcides y Doroteo no acabar de cuajar la escapada a Bilbao, sobre todo para ver a los Vitorinos, que es de verdad ir a los toros. Emoción y animales enteros, que imponen, y que llegan a la muerte con la boca cerrada. Estuvieron a punto, pero no pudo ser. Alcides está a régimen y le duele un poquito un tobillo, Doroteo aseguraba que tenía plan con una de esas, que van montadas sobre altas plataformas y cortísimos chores. Alcides con mala baba dice que la conoce y que es una de Seseña que se la beneficia tolquequiereee. Doroteo dice que mentira y que lo que más le pone del asunto es que las correas de la plataforma de esparto son de cuero, cuero, y dobles, alrededor del fino tobillo con esclava. Alcides se tapaba la nariz y a punto ha estado la cosa de acabar mal.

En fin, ante semejante panorama, Tato se ha acercado, bien acompañado, a ver una novillada de agosto en Las Ventas. El gran atractivo, para Tato, la ganadería, Villamarta, toros con historia, como lo son los que protagonizarán las novilladas de los siguientes domingos: Prieto de la Cal (casta Vazqueña, duque de Veragua); Partido de Resina (Pablo Romero), Concha y Sierra (también casta Vazqueña). La tarde no nos decepciona, los novillos cumplen, verdaderos toros, por encima de los 450 kilos, dos de ellos de más de 500. Pintas variadas, sobre el negro de Vistahermosa: negro, negro con listón, berrendo en negro y cárdeno salpicado (creo yo). Bien al caballo, y mejor si los hubieran puesto como se debe, parecían justos de fuerzas, abrían pronto la boca, pero luego no se venían abajo. De muchos pies, altos de manos, bastante morrillo, ensillados, con trapío, con presencia y sin una cosa fea.

En la plaza un cuarto o tal vez incluso media, calor, turisteo a tutiplén, muslismo al poder, sólo contrarrestado por el chancletismo, la tropa sudando, las troncas con el pie al aire y todo lo demás, si fuera posible. Afortunadamente, no estábamos solos, a nuestra derecha, una nutrida representación del siete, que pone un contrapunto a la general desidia: aplaudía la gente a una estocada atravesada, se podía ver la punta de la espada saliendo por el costado. Gracias a ellos, a sus protestas, se colocó como debía uno de los picadores y se dejó colocado al toro con distancia. Asistimos a un precioso tercio de varas, lleno de emoción y no sólo por la caída del picador. Toro arrancado de lejos, vara bien puesta en lo alto, picador sujetando, caballo bien movido, eso hasta que el pequeño barullo que se formó al final de la segunda, tapando feamente la salida del toro y dejándose llevar bastante más allá del tercio. En fin, con todos los peros que se les quieran poner, pero gracias al Rosco y a su asociación esto de los toros en Las Ventas aguanta todavía algo. En el tendido, con la emoción se oían gritas de ánimos y jaleo tanto a toro como a picador, buscando el encuentro: “eje toro, vamos ya, jeeee”, “¡¡Vamos caballista!!”...
Queremos dejar constancia de que somos perfectamente conscientes de que detrás de una corrida de Toros hay profesionales que se juegan la vida y que tienen por ello todo nuestro respeto, incluso cuando les criticamos, estudiamos, analizamos o parodiamos. Lo decimos una vez y ya.

martes, 27 de diciembre de 2011

EL TERCER NÚMERO

Vamos a ir colgando, las cosillas del tercer número que salió hace tiempo ya. Empezamos con el editorial.


El tercer Número

“(…) probablemente es por eso por lo que los holandeses son muy afectos a este juego, como lo son al tabaco, de cuyo influjo sedante, aunque él nunca fumó, Johnson tenía muy alta opinión
James Boswell
Vida de Samuel Johnson

            Volvemos en este número a traer para darnos brillo al doctor Johnson. El sabrá perdonar nuestro atrevimiento. Pensamos que puede que hasta sonría al ver como nos atrevemos con una gacetilla al estilo de aquellas que el mismo editó por su cuenta, o en las que participó casi anónimamente, firmando con una inicial, pero delatado por su extraordinario talento. Es en esta parte dónde nos reconocemos mucho más humildes y rogamos indulgencia al lector de este modesto divertimento, sin mayores pretensiones.
            Y llegamos a lo nuestro. Si hay una cosa gratificante en este día a día nuestro, no siempre colorido, es esto de echarse cuatro líneas para Cepo Gordo. Como ya es tradicional, empezamos por festejar la continuidad de Cepo. Seguimos vivos, el cepogordismo avanza y no se detiene. Y por lo visto y lo que en estas páginas podrá leerse, seguimos y fumamos, mal que le pese a los responsables de nuestros impuestos especiales.
Habíamos pensado encabezar estas líneas editoriales con una cita bíblica para hablar de España, pero nos hemos moderado. Conservamos la cabeza fría todavía, y además, teniéndola llena de humo, poco se puede esperar… Pese a ello el tema de España se hace presente en este número, aunque de forma indirecta. El viaje aparece de nuevo. Tenemos la crónica del realizado a una república hermana, el análisis crítico del viaje moderno a manera de desahogo (del crítico) y hasta el viaje interior, por tierras de España. Hay algo de toros, de nuevo, alguna reseña literaria, y hasta una primera entrevista dónde el lector interesado encontrará una referencia al origen freudiano de estas páginas. El sagaz reportero exprime al entrevistado como a una aceituna. Por cierto, no nos ha abandonado la cocina, dos recetas: un postre y una ensalada barroca. Tal vez al hilo de la cocina se haya abierto paso tímida y meritoriamente, por primera vez, la lírica en forma de versos. Los pioneros abriendo camino, con el valor de siempre. Algunas secciones se van haciendo fijas, ya lo verán los suscriptores que tengan los números anteriores, si no se les cita en cierta crónica, no existen para el Mundo...
Finalmente, aunque voluntariamente estamos fuera de la red, no por ello renegamos de ella, ni dejamos de reconocernos personajes digitales. Contamos en este número con las primeras reseñas y referencias de contenidos alojados en el mundo sin papel.
Para terminar volvemos un momento a Samuel Johnson, que Cepo Gordo no da puntada sin hilo. Era de salud frágil y no fumaba. ¿Pero no es su actitud ante el tabaco un ejemplo de tolerancia? Le preguntaba una vez una dama como había podido definir cuartilla, referido a la anatomía equina, como “la rodilla de un caballo”, y respondió al punto: “Por ignorancia, señora; por pura ignorancia.” Pues eso. No se aplicarán la lección los trotapáramos que nos gobiernan.
CepoGordo, marzo del 2010.