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lunes, 2 de octubre de 2017

VERGÜENZA E INDIGNACIÓN: ¿HA QUEDADO ESPAÑA ABANDONADA A SU SUERTE?

Ayer, jornada lamentable que quedará marcada en la memoria de todos los españoles como una fecha en la que la indignidad, la mentira y la cobardía se apoderaron de la sociedad y la sometieron a la dura prueba de contemplar avergonzada su debilidad. 

El gobierno de España presidido por Mariano Rajoy Brey dejó herido de muerte al Estado de Derecho y tiró por tierra el encomiable trabajo de miles de funcionarios de las carreras judicial y fiscal, de la policía y la guardia civil.

Asistimos entre atónitos, avergonzados e indignados al triunfo de la mentira, la manipulación, el ensalzamiento de la debilidad intelectual y moral. No sé que era peor, si las colas de gentes clamando por una falsa libertad o las caras de satisfacción de los manipuladores en pleno éxtasis de su mal hacer.

El separatismo, usando de tonto útil a una parte no pequeña de la sociedad catalana entregada al sentimentalismo y la inmadurez, consiguió un triunfo propagandístico de primer orden convirtiendo a la Policia y a la Guardia Civil en fuerzas de represión adornadas por instintos criminales y condenadas (sin el menor atisbo de presunción de inocencia) por haber cometido toda suerte de tropelías y desmanes, la mayor parte de los cuales han sido inventados y recreados hasta la extenuación por el bucle manipulador.

Nos lo podían haber ahorrado. Si se trataba de rendirse con armas y bagajes más hubiera valido que el gobierno no hubieran enviado refuerzos a Cataluña ni se hubieran prometido acciones que no se pensaban realizar.

Sólo caben dos explicaciones; o el gobierno es el conjunto más notable y acabado de cobardes, memos e inútiles que se han conocido en la Historia reciente de Occidente o están en "algo más" que desconocemos y que se han cuidado mucho de ocultar.

Fiar todo a la acción de control policial por parte de los Mossos d'Esquadra y desconocer por completo cuales iban a ser las tácticas de manipulación del separatismo resultan decisiones incomprensibles.

Hace un mes, a raiz de los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils se vió cual era el material humano y la posición política adoptada por la Generalidad.

¿Con estos datos alguien en su sano juicio podía esperar que el 1 de octubre las fuerzas de orden de la Generalidad fueran a actuar de otra forma?

¿No tenía el Gobierno información de qué pasaba en Cataluña? Y si la tenía ¿por qué se la han pasado por la palomilla?

El gobierno de Mariano Rajoy y su corte se limitaron a negar la realidad tomando por imbéciles a toda la ciudadanía española. Mariano Rajoy y su gobierno ha mentido a los españoles, mirándoles a la cara y sin pestañear.

El resto de partidos del arco parlamentario que no están directamente involucrados en el apoyo al golpe se han escondido como conejos ante la presencia del hurón sediento de sangre.

Un día después de consumarse el primer paso del golpe de estado y con un anuncio de  la próxima proclamación de la denominada "República Catalana"  no ha pasado nada. Ni dimisiones, ni detenciones, ni intervenciones, ni explicaciones ni nada de nada salvo la misma cantilena sorda y siniestra expelida como un balido por los mismos corifeos de este drama de estupidez e irresponsabilidad.

El colmo, la guinda del pastel, ha sido el anuncio esta tarde (El Pais) según el cual "la situación en Cataluña" no se debatirá en el parlamento hasta el 10 de octubre o bien al día siguiente...para que darse prisa señores si total sólo se trata de frenar un golpe de estado que pretende desgajar una parte de la Nación.

La sensación general entre las gentes de bien es de total y absoluto desamparo. Parece que no hay límite a la hora de pisotear valores, personas, símbolos, instituciones, tradiciones. 

La mentira se ha adueñado de las conciencias y los cerebros, los medios de comunicación se han unido en bloque casi sin fisuras en la labor destructiva y golpe a golpe se va desmontando todo el entramado de lo que hasta hace poco conocíamos como España.

El papel ejercido por la mayor parte de los medios de comunicación, sus propietarios y profesionales ha sido particularmente grave y siniestro. Pocas veces se ve un caso más acusado de debilidad intelectual, de sectarismo, de afán de revancha y odio, de regodeo en lo más bajo y lo mas ruin del ser humano. Da asco su entrega al poder, su docilidad ante el que les paga, su abandono del mas mínimo criterio. 

Ante las olas de la tormenta que va comiéndose poco a poco el espigón lo único que exhala la ciénaga política es un término vacío y viciado: "dialogo" 

Aquellos que se hayan unido a golpe, ya sea manipulados, bienintencionados sin seso o enajenados no pueden convertirse en excusa para dejar de actuar conforme a la razón y la justicia. 

El 38% (teórico, supuesto, informado, asumido pero no confirmado ni verificado y por tanto no cierto) de catalanes que votaron ayer no otorgan legitimidad, derecho ni razón para ser la base sobre la que los separatistas y delincuentes consigan imponer su maldad.

Con el que quebranta la ley o la abusa en su propio beneficio no puede haber diálogo.

El que no sabe respetar y defender la paz social y la seguridad ciudadana no puede dialogar nada.

Si todo esto se debe a "algo más", al curso de unos planes trazados donde cada parte (Gobierno, separatistas, medios, agitadores etc...) juega su papel en una siniestra obra de destrucción de España no lo sabremos ahora ni probablemente en mucho tiempo, lo que si está claro es que no existiendo ese "algo mas" es imposible hacerlo peor ni provocar tanto dolor ni tanta zozobra. 

O Mariano Rajoy y su gobierno adoptan medidas ejemplares con urgencia o serán responsables de acelerar aún más un golpe que puede ser nefasto para España como hasta ahora la hemos conocido.

¿Ha quedado España abandonada a su suerte?

¿Seremos la última generación de españoles que vivan bajo el proyecto común de la España de destino universal?

¿Podremos dar la vuelta a esta grave situación y poner los fundamentos para reorganizar la convivencia sobre las bases de la verdad, el compromiso y la solidaridad?.

Con los políticos actuales y sin combatir la amenaza revolucionaria y mundialista no, esa es la clave que hay que desentrañar.

jueves, 11 de mayo de 2017

DEL "FALSO CASTICISMO" Y LOS CRÍTICOS A LA VIOLETA.


Todo eso que describes no existe (la señoras de Zamora, etc.) y si ha existido ha sido de refilón de forma marginal. Cultivas una especie de cosa castiza mas falsa que una moneda de seis euros. ¿Que es? Algo así como un mundo ideal? Si es así que pereza da. Nunca ha existido ni tiene particular valor. Te aconsejo que seas mas autentico. Esto es un cantaro hueco. Prueba con Elmer Mendoza te puede servir. Es mejor que escribes con un componente de misterio de noir.

Ayer, 10 de mayo de 2017, un amable lector de Cepo escribió un comentario a mi entrada " El as del bombardino" dónde me hacía una crítica no exenta de cierta mala leche. Si no fuera porque la crítica demuestra que el lector no es persona muy atenta a los detalles ni amante de la lógica no me molestaría en responder, pero dado que tiene aspiraciones críticas y se permite el lujo de verter comentarios gratuitos y dar consejos irreflexivos, creo que merita una respuesta, amable y respetuosa, eso si, pero respuesta firme.

Me dice el lector metido a crítico que las cosas que describo no existen. Me temo que al decir esto incurre en el error, nada infrecuente, de creer que sólo existe lo que uno conoce. Por si acaso, se cubre y afirma que "de haber existido ha sido de refilón de forma marginal". 

El comentario carece de toda lógica, o han existido o no han existido y si han existido y no las conoce ¿cómo puede deducir que han tenido una existencia breve y marginal? El comentario en ese punto no se sostiene. 

Debería saber el lector metido a crítico, que el ambiente del café que se retrata (ambiente del ayer, cuando se bebía aguardiante y se fumaba en los cafés) no sólo ha existido sino que ha durado casi 130 años, todavía hoy pervive en algunas islas de civilización, pero ha dejado de ser algo general y por eso se dibuja como una imagen del ayer.

En cuanto a la existencia de tipos humanos como los gacetilleros, los notarios jubilados y las señoras de Zamora no creo que haya que reivindicarla, es tan evidente como que han existido las calles adoquinadas y los tranvías.

Me dice nuestro amable crítico que cultivo "una cosa castiza mas falsa que una moneda de seis euros". Vayamos por partes. Yo no cultivo nada, ni tomates ni géneros. Si se refiere a que me gusta el casticismo y que muchas entradas juegan con situaciones y personas castizas, populares, le doy la razón. Ahora bien, el casticismo, lo popular, gracias a Dios no ha muerto. Vive no sólo en el corazón de muchos europeos (el casticismo tiene formas similares por toda Europa) y en muchos lugares y situaciones de España. La realidad cotidiana que está plagada de tipos y situaciones "castizas". Que el lector metido a crítico no las perciba no quiere decir que no existan y que no las aprecie no implica que carezcan de valor o interés, al menos para el que esto escribe.

La frase "Nunca ha existido ni tiene particular valor" es otra perla que el lector dedica a " la especie de mundo ideal" del que yo escribo. ¿Podría explicarme cómo algo que no ha existido carece de valor? En cuanto al mundo ideal, ya hemos hablado; no conocer un aspecto de la realidad y hablar de ella es propio de los ignorantes o de los atrevidos, que son ignorantes con ganas de dar la lata.

Me aconseja mi crítico que sea más auténtico (no volveré sobre este asunto) y me receta a Élmer Mendoza, que según el "me puede servir". La cosa tiene gracia. 

Da la casualidad de que soy un fiel lector del autor mejicano (si,con j y lo escribo así porque me da la gana) y conozco bastante bien su obra y estilo. 

No voy a establecer competiciones infantiles con nadie sobre quién ha leído más o menos a un autor pero meter al muy estimable autor de Sinaloa en esta fiesta es cómo invitar a Benedicto XVI a un campeonato de mus. 

Si lo que me sugiere es que lea autores que me inciten al cultivo del realismo y de paso mejoren mi  pobre estilo, no comprendo porqué no me receta a Clarín, a Galdós o Doña Emilia entre los hispanos o a Tolstoi, Dostoievsky, Balzac, o Dickens entre los extranjeros. 

Con todo respeto debo decirle que antes de meterse a crítico hay que hacer muchas guardias y calentar muchas bujías. Entiendo perfectamente que lo que cuento no le interesa, que mi afición por el casticismo le repugna, que la España "de ayer" (y en parte de hoy) le parece casposa y apolillada y que en general se aburre usted con mis entradas más que una ostra en la bahía de Arcachón. 

Afortunadamente hay remedios para tantos males; uno, sencillo y gratuito es no leer lo que no le gusta, el otro, más complicado y menos económico es irse a la Casa del Libro y ponerse las botas comprando novelas buenas, que hay muchísimas, mejor escritas que mis modestas croniquejas y dónde se describen muchas realidades, algunas le sonarán, otras no, pero ahí reside la maravilla de la lectura: siempre nos abre nuevos mundos y sorprendentes avenidas...

Paz y Bien. 

lunes, 8 de mayo de 2017

EL DECORADO DEL TEATRILLO

Al lector de Cepo Gordo le va la marcha, le gusta el lío, acepta la pulla y la devuelve, se revuelve y trata de cornear echando los pitones por alto y tirando tajos a diestro y siniestro. Muy bien, si señor, así me gusta a mi el personal, con raza.

En un ambiente dominado por los mingafrías y los enanos morales, el lector de cepo se alza como un gigante y ejerciendo de hombre libre arrea al escribiente, no le pasa una, se queja y le pone a uno como chupa de dómine. ¡Muy bien!

Dicen en algunos comentarios a la entrada "Teatrillo" que en la misma no se consignan más que quejas y estados de ánimo, pero no soluciones. Con todo respeto, me parto de risa. ¿Pero en qué mundo viven? ¿Es que han regresado ustedes de un sueño prolongado como el de Rip van Winkle?

Los lectores se creen que el cepogordismo es la botica de la enfermedad social y reclaman la pócima para el dolor de nación, el ungüento para el calambre democrático, el colirio para el enrojecimiento causado por la miopía histórica.

No señores, me temo que se equivocan. No es este el foro para proponer soluciones caducas a problemas de altos vuelos. 

Al disidente no le faltan ideas ni voluntades lo que le falta es materia prima y pasta, "els diners" que dirían en Gerona.

La materia prima se puede encontrar, existe y no sería imposible unirla bajo un ideario actual y adecuado, el problema está en la la falta de gasolina para el motor.

España (y lo hemos escrito más veces, no se quejen) está habitada por un buen número de gentes valiosas, que digo yo, valiosísimas, no tenemos nada que envidiar a ninguna de esas supuestas sociedades avanzadas que el sistema nos pone de espejo para criticar nuestros defectos. 

Tenemos buenos y honrados profesores, médicos excelentes, funcionarios honrados, militares con honor, agricultores avanzados, farmacéuticas trabajadoras y competentes, empresarios valientes y generosos etc... 

Si estas gentes no se agrupan y no "aparecen" es por la falta de compromiso de las élites con los movimientos reformistas. El control y manipulación de las élites es otro de los éxitos del sistema.

Vivimos en un sistema mucho más "ordenado" de lo que la gente percibe. Aquí no se corta una flor sin permiso del jardinero jefe ni se mueve un ladrillo sin la anuencia del gran arquitecto o sus delegados.

Levantar una "opción" con visos de obtener representación suficiente para cambiar las cosas requiere de un suma considerable de dinero que permita ir armando una estructura sólida sin estrecheces ni necesidad de esas heroicidades a las que tan afín era el español de nuestras edades doradas.

La prueba de que sin independencia económica no hay nada que hacer. La prueba irrefutable está en el fracaso de todas las alternativas que han surgido desde hace varias décadas. Ni una sola ha sobrevivido con opciones de presentar ninguna opción viable. 

Los beneficiarios del sistema no van a soltar un duro y el propio sistema se ha encargado de encarecer el coste de de la independencia hasta límites inimaginables hace treinta años.

O estás "apesebrado" o no estás. O comes del sistema y obedeces o estás condenado al ostracismo, al silencio, a la sombra. 

Esto no es quejarse ni lamentarse, es sencillamente explicar una tozuda realidad que a muchos no gusta pero no por eso deja de ser menos cierta.

Lo único que puede hacerse sin esos imprescindibles medios es dedicarse (cada uno en el lugar y la vocación que la Providencia le haya reservado) a difundir la verdad y defender la libertad. 

El sistema que sostiene el teatrillo impide la difusión de ideas y el acceso a fondos con un propósito fundamental; restringir la libertad.

El hombre libre es el enemigo a batir, es el sujeto a "reconducir" es el "alma a pastorear" hasta dejarlo reducido a un  sumiso contribuyente-consumidor-votante.

El sistema ha conseguido que sus voceros convenzan al personal de que este tipo de análisis es fruto de "teorías conspiratorias" de "locos alucinados" de pobres gentes asociales etc... Es el mismo triunfo del mal al conseguir que se niegue la existencia del infierno o no se hable del maligno.

Hay gentes animosas y bienintencionadas que se integran en los terminales del sistema con la esperanza de cambiar las cosas desde dentro. 
No les quito su mérito, son gente animada por un espíritu sano y una intención loable pero la experiencia enseña que salvo en organizaciones muy locales y periféricas su índice de supervivencia es semejante al de un oficial de carros en una contienda moderna.

La batalla posible (y muy necesaria) hay que darla en la familia, el círculo de amigos, la empresa, la asociación de vecinos, la escuela, el colegio o instituto, la universidad. 

Es en esos niveles dónde con disenso y ejemplo tiene sentido asumir la incomodidad y la soledad de defender ideas que al principio casi nadie quiere oír y mucho menos aceptar. La disidencia en el entorno próximo es un sacrificio mucho más duro que el alzarse en un escaño a dar leña al personal parlamentario.

Defender la libertad, difundir la verdad, hacer el bien y explicar el ideario que nos anima a actuar de esa manera y no de otra es la batalla que podemos y debemos dar. Esa es la única batalla que podemos pelear sin fondos y sin estructura. 

Los rectores del sistema a menudo menosprecian los gestos insignificantes que parecen no tener impacto en la vida ni el destino de las personas.

Se equivocan,  cada corazón conquistado, cada verdad asumida, cada espíritu orientado hacia la libertad auténtica es un grano de mostaza,una promesa de que el día que se den las condiciones habrá harina y levadura para poder hacer una sociedad mejor, más libre, más humana.

No es un triste consuelo, es un cambio radical de planteamiento. 

jueves, 4 de mayo de 2017

TRISTE Y GRAVOSO TEATRILLO

España, nación europea por mucho que digan lo contrario, no es una excepción. Por estas tierras también se practica la farsa política disfrazada de democracia. 

Las gentes pensantes y algunos votantes  se contentan con la monserga del mal menor y vamos tirando con eso, con el mal, que es "menor" y molesta un poco, pero (creen algunos) no mata. El aborto mata todos los días y es un tema que "repugna" y del que no se habla. ¡No nos moleste con esas cosas que se nos corta la digestión! 

La vida cotidiana del español va transcurriendo de las "Fiestas" (antes Navidades) a las vacaciones (antes Semana Santa) hasta las VACACIONES (el verano, ¡dulce tiempo de tumbona y paella!) pasando por el halloween, el día del padre, el de la madre, la fiesta de la comunidad, el día de los enamorados y el día del "orgullo", no "me se olvide" esa fiesta tan querida hoy día por tirios y troyanos.

El bípedo pensante (raro) y lector (aún más raro) asiste impotente al triste y gravoso teatrillo de los políticos profesionales que se dedican a la progresía subvencionada. 

Uno entra en un partido, medra, obtiene poltrona y a cambio de que predique el pensamiento único de la izquierda universal tiene garantizado un salario generoso y un amplio catálogo de prebendas, incluido el derecho al púlpito de las memeces que es en lo que se han convertido la mayor parte de los medios de comunicación. 
Paradojas de la modernidad, si no fuera por lo digital aquí no se alzaría una sola voz disonante. Ni una.

Escribí hace tiempo que me entristecía ver como los medios de la jerarquía (Cope, 13TV) lejos de apoyar la buena doctrina y dar voz al pensamiento católico (que existe y de excelente calidad) se afanaban en incidir en la pésima conciencia generada en los años del palio y el brazo en alto. ¿hasta cuando seguirán haciéndose perdonar su obvio alineamiento con los únicos que no querían convertirlos en mártires?

La Europa oficial, que es la madre de todos los teatrillos siniestros, tiembla ante la posibilidad de que gane en Francia el Frente Nacional. 

Macron es el delfín que garantiza la continuidad del teatrillo. Le Pen no es Juana de Arco, sino el resultado de una sociedad que revienta por los cuatro costados. 
Lo triste es que Francia haya quedado reducida a Macron y Le Pen. Pero no nos agitemos demasiado, ha pasado otras veces. Recuerden que Francia estuvo partida en dos y que ha sido tierra asolada por guerras y revoluciones. Los nobles y burgueses que aplaudían el fin del antiguo régimen están hoy representados por la masa amorfa que avala el triste y gravoso teatrillo. 

Si tenemos gambas y cañero de birra fría ¿de qué nos quejamos?

Si nos pagan las clases municipales de pilates y el viaje del Imserso ¿de qué nos quejamos?

Si podemos liarnos hoy con la vecina y mañana con su hijo y pasado con la abuela a la que toda la vida conocimos como Paco "el bastones" ¿de qué nos quejamos?

Si podemos divorciarnos express y cagarnos de palabra y obra en todos los símbolos y esencias de la olvidada Patria ¿de que nos quejamos?

Si tenemos (por fin) una "reina" plebeya y progre ¿de que nos quejamos?

Etcétera...

El triunfo del pensamiento único es hoy día total.
Las disidencias (incluida la mía) son eso, disidencias. 

En la URSS al disidente le pegaban un tiro o lo mandaban a Siberia a purgar sus males. En la China con la que todo el orbe hace negocio el disidente es un candidato a la caja de pino o a la húmeda celda junto al río Ling-Po. El pabellón de jade es ahora el pabellón de titanio y la silla de mano del mandarín se fabrica en Reino Unido, Italia o Alemania. A modernos no les gana nadie, pero disidentes no, eso no se puede tolerar.

Si el nuevo Frente Popular llegara al poder, volvería la burra al trigo y comenzarían las purgas y los juicios sumarísimos. Los productores del teatrillo se creen que a ellos no les iban a tocar ni el pelo ni la dehesa, pero están en un craso error, serían de los primeros en ir de cabeza a la trituradora coronada por la siniestra palabra "pueblo".

El pensamiento único de la izquierda no ha perdido su raíz totalitaria. Al final la cuestión consiste en hacerse con el poder para mandar, decidir, controlar y purgar el alma de los que se resistan a convertirse en siervos de la república del pueblo. 

Mientras, cada día se ofrece la función del teatrillo. Un teatrillo caro, muy caro que, claro está, solo pagamos unos cuantos, para eso estamos, para pagar y callar la boca.

lunes, 6 de marzo de 2017

SEXOS, lectura recomendada a melindres y bienpensantes

No siendo sospechoso de alineamiento ideológico con el autor, en puro acto de honradez intelectual me permito compartir con los amables lectores cepogordistas el artículo que publicó ayer en el ABC el señor Jon Juaristi.

Este artículo debería de ser de obligada lectura en el próximo Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopa y en todos y cada uno de los hogares dónde se ha implantado con dolorosa eficacia el buenismo de la nada.

Lo único reprochable al autor es que yerra al hablar de "derecha católica" tal cosa no existe, al menos en el parlamento español. Todas las opciones políticas  que se han presentado a las elecciones con un marchamo de humanismo cristiano  (desde el lejano escaño de Blas Piñar hasta hoy) han fracasado. 

La mal calificada "derecha sociológica" anda ayuna de lecturas y de ideas. Leer y pensar es para progres. Los "nuestros" a las cosas del dinero y de la "gestión", que eso es lo que importa para el progreso, lo de la batalla intelectual es un coñazo. ¡Que texto tan largo! Abrevia, macho que empieza el fútbol. 

Españoles católicos y sanos hay muchos. Que toquen poder y alfombra, ninguno o casi ninguno. Mientras las huestes bienpensantes se desgarran las vestiduras y se van a Zara a comprarse el repuesto.

¡Que razón tiene Alcides Bergamota, ésto sólo se arregla con letra de palo!



JON JUARISTI – ABC – 

SEXOS

05/03/17

 La derecha católica no para de tropezar en las trampas retóricas del enemigo.
Imaginemos que a un cura (o a una monja) le pescan un diario íntimo donde ha escrito lo siguiente: «La he visto cambiar de verano en verano, alegrándole la vista al prójimo retozando en la piscina de su barrio (….). La vi de bebé, ricitos de oro, el pañal abultándole el culete bajo el biquini. La vi de niña chicazo, melenita de paje, culotes de colorines y tetillas al aire». Le caería la del pulpo, ¿a que sí? Pero, como lo ha escrito Luz Sánchez-Mellado en «El País» del 2 de marzo («El “odiobús”»), me guardaré lo que pienso, no vayan a empapelarme.
La derecha católica no espabila. No se entera (o finge no enterarse) de que vive en un continente y en un país donde se persigue al cristianismo. No como en la Casa del Islam, donde matan directa y masivamente a los cristianos, sino de forma más artera, proscribiendo democráticamente el uso cristiano de la razón (o sea, el uso de razón), lo que no ha resultado difícil, porque el anticristianismo es una fobia mucho más extendida hoy que el antisemitismo en los años treinta, y participan de ella masas imponibles y anónimas, figuras del espectáculo y del deporte, jueces, fiscales, políticos de izquierda, derecha y centro, y macarras con pene o vulva y mando en plaza.
Y como no entiende nada, como ha reducido la fe de sus padres a moralismo y es incapaz de ver cómo está el patio y de dar una verdadera batalla política e intelectual, la derecha católica se deja entrampar en los carajales retóricos del enemigo e imita sus mismas tácticas (las de la campaña del Bus Ateo de 2009, por ejemplo) sin comprender que si de niños, penes, vulvas, publicidad mural y autobuses se trata, tiene todas las de perder, porque tendrá que explicarse y no sabrá hacerlo y acabará sacando el espantajo de una «inquisición gay», cuando lo que tiene enfrente es el mundo, la doxa, el resentimiento socializado, la banalidad del mal y un nihilismo sentimental y tóxico que utiliza a los niños como elemento patético.
¡Ah, el viejo Michel Foucault! ¡Cómo adivinó que la modernidad no exigía reprimir la propia sexualidad, sino confesarla y describirla públicamente, viniera o no a cuento! Los únicos que se habrían escaqueado hasta ahora de esa obligación serían los niños. Su silencio era lo que nos separaba todavía de la granja aviar y del gran barullo del gallinero humano entregado a una interminable pornolalia. Para que el niño confesara su deseo de vulva o pene era imprescindible el especialista que discerniera el sexo en lo que el niño dice y da a entender y no en lo que el cuerpo muestra.
Pero ya ha llegado, ya está aquí. Había que dar la puntilla a Dios, que «macho y hembra los creó» (Génesis, 1, 27), intolerable intromisión en los derechos animales de la especie y origen por tanto de la lengua fascista que nos ha obligado a hablar de niños con pene y niñas con vulva. Gracias a Dios, Dios ha muerto, y viva el sexador de pollos.
Si dijéramos que hay españoles con pene y españoles con vulva, podrían adscribirse a dicho sujeto político y nivelarse en la igualdad ante la ley tantos sexos culturales como los que distinguía Lawrence Durrell en la muchedumbre alejandrina. O más. Pero los mismos que se cargaron la inclusividad del género gramatical en aras del género biológico y de la distinción entre penes y vulvas (españoles y españolas, madrileños y madrileñas, vascos y vascas) se esfuerzan ahora en abolir esta última e imponer la de españoles con pene, españoles con vulva, españolas con vulva y españolas con pene. Así hasta que se aburran e inventen otra. ¿Cuántos sexos hay?, pregunta O’Brien a Winston. Dos, responde Winston. Error, dice O’Brien, y la aguja llega a mil novecientos ochenta y cuatro.
JON JUARISTI – ABC – 05/03/17

miércoles, 1 de marzo de 2017

EL AUTOBÚS DEL ODIO

La reciente polémica en torno al autobús de Hazte Oir, pone de manifiesto un asunto de gran interés, un asunto incómodo que los bienpesantes evitan como la peste pero que a mi juicio es capital, me refiero a la imposición del pensamiento único que va unida a la eliminación científica y sistemática de cualquier célula de disensión.

Como ha sido demostrado y explicado en reiteradas ocasiones por autoridades de nivel indiscutible (por ejemplo el cardenal Sarah) la agenda mundial de la ideología de género tiene por objeto modificar radicalmente al hombre a través de la demolición de la visión cristiana del mundo y por tanto de la antropología cristiana fundada en el orden natural de lo creado.

En España, los operativos del movimiento (que cuenta con infinidad de ramificaciones en todos los ámbitos de la sociedad y la actividad humana) han conseguido numerosas victorias, siendo una de las más importantes la aprobación de un tipo penal "el delito de odio" incorporado al Código Penal mediante la reforma de 2015. 

No es éste el lugar para detenernos en un examen detallado de la norma, baste decir que la inclusión específica de la orientación sexual entre los supuestos de hecho, abre (potencialmente) una puerta a interpretaciones que igualen la opinión diferente con el odio.

La ideología de género es una opinión no una verdad indiscutible, si opinar en contra de la ideología de género puede interpretarse como un acto de fomento o incitación al odio y a la hostilidad contra los que piensan diferente (y abogan por la ideología del género y sus consecuencias) nos encontramos ante el riesgo de la condena ideológica (como no piensa como yo, me odia) y el serio riesgo de sufrir un castigo penal.

¿Manifestar una visión contraria a la ideología de género supone incitación al odio? 

¿Exponer esa opinión de manera clara en un lugar público supone una incitación al odio?

Ese es el quid de la cuestión del autobús y será muy interesante conocer el razonamiento del fiscal y e su caso del juez que revisen este asunto.

Espero, por el bien de la Justicia y del futuro de España que no se caiga en la persecución ideológica al amparo de un tipo penal cuyo valor es sumamente discutible. 

Opinar distinto no supone odiar, aunque el movimiento de la verdad única no hace prisioneros ni perdona disensos.

martes, 21 de junio de 2016

ME CAGO EN EL SORPASSO

Han leído ustedes bien, si señores, ¡me cago en el sorpasso!
 
Estoy harto de escuchar y leer por todas partes ese termino traído del italiano que, en el español que usted y yo hablamos significa adelantamiento.
 
Me importa un pito si unos partidos se adelantan a otros o si superan sus resultados o cualquier otra forma que quieran emplear para explicar lo que unos sueñan conseguir frente a los otros. Lo que me indigna es el empleo de la palabrita en cuestión, que la mayor parte de los que pronuncian ni sabe que demonios significa ni de donde viene.
 
Me enerva la manía cateta, hoy convertida en vicio nacional, de emplear palabras traídas de otras lenguas o expresiones vacías y huecas que otorgan al que las pronuncia una imagen de persona informada, de persona culta y atenta al devenir de la actualidad .
 
La gente que usa expresiones como "el conjunto de los españoles", "este país", "cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado", "derecho a decidir", "relato", "memoria histórica", "concierto internacional", "violencia de género", "terapia de pareja", "familia heteroparantal", "derecho reproductivo"  etc... son la misma ralea que ahora habla del "sorpasso" y del "postureo".

Un individuo que al hablar de la Policía Nacional  y la Guardia Civil se refiere a los "cuerpos y fuerzas de seguridad del estado" o es un político con una alcachofa delante del hocico o es un memo en plan palomo ahuecando el plumón.
 
No conozco a nadie de mediana talla intelectual que hable empleando semejante sarta de vacuidades.
 
El gran problema está en el éxito (apadrinado, alentado y promovido) de este tipo de jerga que se va instalando poco a poco en la sociedad y que se ha ido incorporando a la realidad oficial española vía BOE dónde se habla de la "violencia de género" un día si y otro también.
 
Lo más grave es que en las escena pública española se alzan pocas voces en contra de esta colonización del lenguaje y de las mentes. La corrección política frena a unos y la brutal censura impide a otros expresar su opinión sobre este drama al que asistimos día a día con una paciencia que sorprendería al mismísimo Santo Job.
 
No debemos permitir que la progresía colonice nuestra forma de hablar y expresarnos. La expresión "este país" para referirse a España ha causado más daño que mil panfletos y dos mil documentales de manipulación ideológica.
 
La batalla del lenguaje es decisiva, fundamental. El lenguaje no es sólo vehículo de comunicación sino que conforma la mentalidad, la opinión, la orientación ética y moral, los gustos estéticos. El lenguaje es una vía que puede darnos acceso al bien y la belleza o puede irnos hundiendo poco a poco en una fosa de relativismo y mediocridad.
Por favor no ensucien nuestra bella lengua con palabras y expresiones traídas con sucias intenciones ideológicas.