No se aprende. Aunque
la situación sea distinta, late en el fondo un paralelismo muy claro entre
muchas de las actitudes, de los reflejos, de las mentalidades y de la forma de
actuar de políticos y grupos sociales de los últimos días de la segunda
república con lo que ocurre en España en la actualidad, en particular en
Barcelona. No decimos que la situación sea comparable, sino que en la forma de
pensar, de proceder y de actuar existen muchos paralelismos. Si entonces había
un fuerte movimiento anarquista y existían masas fácilmente descontrolables, es
evidente que eso ha vuelto en la forma del movimiento antisistema, ocupas
(“okupas”), etc. Que tanto unos como otros –anarquistas, radicalismo de
izquierdas de entonces y de hoy, antisistemas- prosperan ante el vacío que crea
la crisis de la vieja política, cuando traiciona para enredar con maniobras de
Maquiavelo de pacotilla (muy relacionadas con la corrupción) y se salta las condiciones
que necesita un estado de derecho para funcionar. Entonces como ahora, el foco
principal del incendio –no el único- es Barcelona, es Cataluña. Entonces como
ahora, sus clases dirigentes juegan un papel infame, paseando por el filo de la
navaja de la desafección a España, creyéndose inventores de una gran estrategia
política, de un fabulosos tacticismo de maestro de ajedrez que no son en
realidad más que astucia pueblerina para intentar que el saco de los garbanzos
rebose. La famosa y mitificada burguesía catalana, que no es más que una clase
social que supo sacar provecho del arancel de un señor de Málaga apellidado
Cánovas, viene a ser un grupo en el fondo cateto y rapaz, que jugando a
mantener y modular el fuego de la independencia (abriendo y cerrando el tiro
según convenga), chantajea al resto del país para sacar tajada. Pero al
hacerlo, el fuego, incluso reducido a brasas, va royendo la viga que sostiene
el edificio. Es decir, la actitud de estos señores, combinada con la estupidez
de los partidos nacionales incapaces de hacer un análisis adecuado de la
situación (o cómplices en la corrupción) va minando el estado de derecho y su
legitimidad. Y de repente el tapón de la cloaca salta…
Aquest és el clàssic article del diari el Mundo, queda una mica curt quant a la seva extensió i li falta desenvolupar els parallelismes entre la Segona República i la política Catalana . Amb això no li acuso , ni insinuo plagi algun, Déu em lliure.
ResponderEliminarÉs una vegada més una visió simplista de la realitat a Catalunya i del proces , algun dia entendrà. Visca Catalunya lliure.
Hay mucho minguillas, que se merece unos bastonazos!!!
ResponderEliminarEl nivel de los comentarios es desolador. Nos gusta más que no comenten ustedes. Además, no aprenden de nuestras lecciones (gratuitas, amigo catalán) de estilo y floritura. No se comenta un artículo en otro idioma, es una prueba de catetismo cerril. Tampoco debe aprovecharse el comentario para colar la morcilla de la reivindicación política. Esto no es solo de mal gusto sino que es además de una practicidad y materialism rastreros que dan verdadero asco. Y en cuanto al violento del bastón, le deseamos que tenga suerte en casa con su señora, que por lo que se deduce le tiene a usted firme y a la orden. Lo dicho, dejen de comentar memeces. Bastante tenemos ya con algunos artículos. Suprimiremos los comentarios si esto sigue así. Esto no es para que ustedes participen, ni lo sigan, no sientan cariño.
ResponderEliminar!Una vegada més quan no es té raó , s'invoca la censura i s'amenaça amb donar bastonades¡
ResponderEliminarFeixistas.
Cierre de una vez los comentarios y santas pascuas.
ResponderEliminar¡Amerita cerrojazo¡
ResponderEliminarVamos a ver, a mi nadie me llama cloaca.
ResponderEliminarOyes que me había equivocado de entrada. Mi comentario era para este artículo que destila complejo de inferioridad y tanta envidia. Mucha envidia es lo que se ve en este escrito. Eso es lo que pasa. En el fondo tienen celos porque Cataluña es la parte europea de España lastrada por la aldea manchega que es Madrid, Andalucía que es un lugar atrasado y Extremadura más aún. El resto por ahí anda. El cantábrico bastante parado, el centro casi despoblado e inexistente. Vamos que queda Cataluña que es Europa que es emprendedora y dinámica, que es el Mediterráneo. Hemos de unirnos con otros países mediterráneos y soltar tanto lastre de meseta, montaña y mares lejanos. Por supuesto visca al Barça y visca la burguesía catalana.
ResponderEliminarMes de lo mateix perque no parlen de la cuina valenciana.
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