jueves, 19 de mayo de 2016

CONFESIONES DE UN LECTOR


De los diarios del Gran Bergamota, extracta Calvino de Liposthey este pasaje, para regocijo de quien quiera leerlo. Corresponde a la época mesocrática del gran polígrafo, en la que se veía obligado a trabajar por cuenta ajena, doblando el espinazo servilmente por doquier.

Diario de A.B. el Grande. Tomo III. Época de empleado laboral de tercera categoría, página 237.

Esto me comenta un compañero de trabajo: Un buen lector tiene que leer de todo. Yo empecé a leer las esquelas. Para saber a qué edad moría la gente, coño que viejo es este, oye que joven, o la familia te quiere, o duodécimo aniversario. Y luego me leía los prospectos de las medicinas y las instrucciones de la lavadora, del lavaplatos, de la minicadena, y manuales de instrucciones de muebles de Ikea.

1 comentario:

  1. A mi me pasa lo mismo por leer leo hasta los artículos de Cepo a escondidas eh!!

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