viernes, 25 de abril de 2014

NUEVAS TECNOLOGÍAS

Alcides Bergamota es un gran aficionado a las nuevas tecnologías. Ha hecho comer muchos teléfonos a la canalla que asiste a sus conferencias sin apagarlos.
Tato recordaba aquella vez, la del energúmeno. El pájaro energuménico, a la vez sudoroso y atildado, no sólo había dejado sonar el teléfono un rato. Además había contestado. Y lo había hecho voceando como un becerro a una tal Marga que a su vez daba unos gritos que se oían en toda la sala. Como el rayo fulminante, Bergamota se lanzó desde el estrado sobre el grueso personaje. Le arrancó el aparato dispuesto a metérselo por cierta parte, iniciando una bajada de pantalones forzosa. Un cinturón fuertemente apretado y la siempre oportuna intervención de Doroteo dejaron la cosa en un simple pisoteo sañudo. El dueño del cacharro, un energúmeno como hemos dicho, que la semana pasada había abandonado a su perro perdiguero ya viejo en una carretera secundaria para deshacerse de él y que desde hacía años tenía colocada a su anciana madre en una residencia dónde nunca la visitaba, lloraba desconsolado recogiendo las piezas de su descacharrado teléfono, acariciando la pantalla reventada. A la tal Marga ya no se la oía, claro. Mejor. Después de este incidente electrónico y brutal, Begamota suspendió temporalmente su gira de conferencias para retirarse un tiempo a las soledades de Puebla de Goliardos, o tal vez fuera Nava de Goliardos, en el silencio de los pinares mudos cubiertos de escarcha, de hielo, rodeados y aislados por la niebla, refugiado en el inmenso hogar de la chimenea del palacio de Doro, dónde ardía una lumbre gigantesca, fumando y libando como un grueso abejorro. Cartas anónimas y maledicentes le recomendaban someterse a terapia. Fidelio Lentini Spotti, en su atrocidad contemporánea, hubiera comentado a todo esto: Unacceptable. En inglés, claro.

INTERLUDIO

Interludio: Un bloss no debe ser un medio para insultar ni para desahogar la neurastenia, no debe ser un lugar dónde escribir, agazapado en el anonimato, por ejemplo, Soraya la Cara Cerda, ni creyéndose impune atreverse con MM, como acrónimo de Mariano el Memo. No, eso no está bien y no debe hacerse, por mucho que el insulto vaya en el sueldo de la infame casta. Muy mal.

miércoles, 23 de abril de 2014

Bergamótica, o Bergamotiana. I.

Bergamotiana, con un flachbá.

¿Qué había pasado con el gran Bergamota? Perdido, hundido en su exilio provinciano se había extinguido la veta creadora, se habían consumido la energía y los ánimos, los bríos para combatir el joputismo. ¿Se debía la postración de nuestro héroe al triunfo de sus enemigos, al adocenamiento provocado por la vida de casino provinciano, el abuso de licores y de visitas a la mancebía local donde Jesualda La Piernas le tenía loco?

No. Todo aquello no eran más que infundios y maledicencias. Bergamota era moderado en el consumo de licores que sólo eran un acompañamiento para los grandes cigarros y en Puebla de Goliardos hace mucho que no había casas de esas. No daba la población masculina para mantener un negocio de esos, ni estaban dispuestas las señoras que todavía resistían en el pueblo a tolerarlo. Las goliardesas eran de cuidado. Así que la postración se debía más bien a una gripe o tal vez a un corte de pelo exagerado, casi al cero, que paradójicamente, al dejarle sin melena, había aumentado el peso de su mastodóntica cabeza que ahora resultaba una carga tremenda de llevar, salvo tumbado en la cama.

Flachbá ordinario, a su época de perdición y desvarío.
¡¡Oh Bergamota sucio amigo!! ¿Quién se atreve? ¡¡Calla necio y escucha en tu hora decrépita!! Pasea y pasea. Pasea que pronto caerá la helada cuando venga la noche sin luna, oscura y tenebrosa.  El tío cerdales se toma su jarabe. Había sido insultante y desagradable recibir una postal obscena con el nombre del destinatario cruelmente deformado. La fotografía de un diminuto pepino verde y al dorso: D. Alpiste Bergaminga de Pilila. Y como la dirección era correcta la postal había llegado sin problemas. Porque además, Arsenio, el de correos, la había entregado encantado de la vida, por la risa, el chisme y el bochinche que se iba a formar en cuanto fuera por ahí con el cuento. Esto fue ya la gota que colmó el vaso. Sin duda debía abandonar el atroz pisito compartido con la infecta Roja. Un lugar en el que había sido en realidad prácticamente secuestrado por la voracidad sexual de Toñi, Toñi Mancebo Cascajar, concejala sociata del distrito, atropelladora de la lógica, la verdad y las buenas costumbres. Y la verdad es que Bergamota se había dejado atropellar al principio, encantado por Toñi que estaba de buen ver y era avanzada y postmoderna en cuestiones de cópula. Se empeñaba en llevar a la práctica el más variado de los postureos aprendido en diversos manuales orientales que consultaba a todas horas. Y Bergamota, sólo, largado por la estrecha y sus rígideces era débil y no tenía otra cosa que hacer. ¡Que tiempos! ¡Que envilecimiento!

domingo, 20 de abril de 2014

Los tres de Pavía.

El 24 de febrero de 1525 tuvo lugar la batalla de Pavía. Al final de la batalla el rey de Francia, Francisco primero, fue hecho prisionero por tres soldados españoles que le sacaron de debajo del caballo muerto. Los nombres de los tres soldados son conocidos, fueron el guipuzcoano Juan de Urbieta, el gallego Alonso Pita y el granadino Diego Dávila.

miércoles, 16 de abril de 2014

DISTINTAS VARAS DE MEDIR

Hoy se celebra en Valencia un acontecimiento deportivo que en casi cualquier otro lugar del mundo no sería sino un motivo de solaz para los aficionados al balompié.

Pero claro, "Spain is different" y hoy en Mestalla los separatistas catalanes preparan una pitada al himno nacional amén de otra serie de manifestaciones injuriosas para con España y sus símbolos nacionales.

Un aspecto que me molesta particularmente es que el aguerrido gobierno de Mariano y su Banda del Empastre emplean muy distintas varas de medir según quién sea el manifestante.

Hace unos años (no pienso verificar la fecha exacta, para el caso da lo mismo) se celebró una multitudinaria manifestación en Pamplona para apoyar al entonces gobierno autonómico del Sr.Sanz ante la amenaza de los separatistas marxistas de ETA y sus acólitos.

Dejo escrito a modo de nota marginal pero importante que el Sr.Sanz con posterioridad tuvo a bien "dejarnos con el culo al aire" a todos los que allí acudimos.

Pues bien, en aquella manifestación de triste recuerdo, el gobierno foral ayudado por las fuerzas de orden público a las órdenes del Ministerio del Interior, impusieron una férrea disciplina en cuanto a banderas y enseñas e incautaron sin piedad cualquier bandera que pudiera albergar la más mínima sospecha de no ser "kosher" a los ojos del constitucionalista más conspicuo.

Fui testigo de cómo un grupo de afiliados de la Comunión Tradicionalista fueron despojados de sus banderas con la cruz de Borgoña.

A otros se les incautó una bandera de España con el Sagrado Corazón.

Se retiraron banderas de Navarra con la Laureada así como otras enseñas de regiones y hasta municipios que no cumplían el estrictísimo rigor de los bienpensantes organizadores.

He vivido situaciones similares (aunque no tan radicales) en otras manifestaciones en Madrid, algunas, tiempo atrás cuando Mariano iba del bracete de María San Gil en primera fila (como traicionan algunos políticos los principios que les han llevado al poder).

Pues bien. Ese "celo" ante las enseñas tradicionales o de grupos que son calificados de extrema derecha (con bobalicona y machacona insistencia por parte de los personajillos del centro que van con la pulserita rojigualda) no se aplicará hoy, me temo, en Mestalla.

Mariano, en ésto como en muchas otras cosas, es el hermano gemelo de ZP que, por supuesto, hacía y decía lo mismo durante su lamentable mandato.

Hoy día, abril de 2014, uno puede pasearse por Barcelona, Madrid o por dónde le de la real gana con la bandera estelada o con un cartel que diga "Muera el Rey" y no pasa nada si eres de ERC o de CIU o de cualquiera de los cientos de grupúsculos antiespañoles que han surgido como setas en otoño bien regados por los "diners" de las arcas públicas.

Hace pocas semanas vimos a cientos de sujetos de la extrema izquierda radical con banderas republicanas, de la CNT, hoces y martillos y toda suerte de parafernalia simbólica bajo la que se ampararon muertes y torturas hace apenas setenta años y ningún santón del constitucionalismo centrista se rasgó las vestiduras ni vimos a Mariano y sus palmeros dar instrucción ninguna.

Leo hoy en un periódico que una asociación de Valencia ha solicitado oficialmente que se prohíba la entrada al estadio de Mestalla a todos los que porten banderas esteladas. La petición me parece de sentido común. Veremos que sucede pero me temo que dicha solicitud se verá desatendida porque "no hay que crispar".

A mi los que me crispan son Mariano y sus secuaces. 

Mariano, que se aburría en los desfiles de las Fuerzas Armadas. 

Mariano, que envía al ministro Montoro (¡lagarto! ¡lagarto!..) a la toma de posesión de Mas y se sienta en una sala sin bandera de España ni retrato del Rey, lo cual hacía de suyo el lugar y el acto ilegales.

Mariano, que si hoy acude a Mestalla pondrá cara de circunstancias y esgrimirá esa sonrisilla falsa que tanto gasta y tan bien saca a pasear y se chupará los abucheos, insultos y descalificaciones de una tropa de pobres hombres, memos y delincuentes (algunos, los así calificados por sus actos) que no van a ver el fútbol ni a celebrar nada sino a montar el pollo y a cagarse en España.

Del Jefe del Estado que da nombre a la Copa no digo nada porque huelga, ya ha dejado muy claro cuales son sus usos, formas y costumbres.

Señores, cagarse en la bandera y el himno de España es gratis en España si uno es separatista, de izquierdas o anarquista.

Ahora bien, si usted quiere sacar a su balcón una bandera de España con el Sagrado Corazón o una bandera de su pueblo o región (Navarra, Valladolid..) con la Laureada...¡cuidado que está usted provocando!
¡cuidado que es usted un facha peligroso!

Quizá todo ésto sea un síntoma de normalidad democrática como pregonan políticos y palmeros, lo que  es seguro es un síntoma de la degeneración intelectual y moral de una nación que en la práctica ha dejado de existir.

Que disfruten ustedes del partido.

Sanglier.

jueves, 10 de abril de 2014

MUSLEO

DIEZ DE ABRIL DE 2014, VEINTIOCHO (28) GRADOS:
SE DECLARA OFICIALMENTE INAUGURADA LA TEMPORADA DE

MUSLEO CONTEMPORÁNEO 2014.




sábado, 5 de abril de 2014

UNA EXPOSICIÓN EN LA BIBLIOTECA NACIONAL


CIGARROS (y la pipa de Ramón) en la BN

Merece la pena acercarse a la biblioteca nacional para ver la exposición sobre la generación del catorce. Las exposiciones de la BN no son nunca decepcionantes, aunque no se descubran cosas nuevas. La novedad no es un objetivo en sí, lo es más bien abrir los ojos, que la tropa los lleva muy cerrados. El máximo atractivo de estas exposiciones es sin duda el renovar una y otra vez el asombro por nuestra riqueza cultural y creativa, nuestra vitalidad, pues suelen girar alrededor de temas españoles.

En la que ahora puede verse se exponen libros, dibujos, pintura y fotografía, alrededor de la generación simbolizada por Ortega y Gasset, siguiendo un orden cronológico que parte del inicio de la guerra europea en el año catorce. Algunos de los paneles explicativos que jalonan el recorrido, a nosotros nos parecen poco acertados, por lo de siempre, por lo que nos parecen defectos de enfoque cuando las cosas tratan de encajarse en determinados moldes. En particular el texto del tríptico que se reparte sobre la exposición es infecto, deslizando sibilino su veneno maniqueo a cubierto de tanta gente ilustre. Pero no vamos a entrar en detalles, pues eso son miserias de nuestro estricto presente.

Grandes ampliaciones de algunas fotografías marcan el recorrido y si en lo expuesto no hay nada extraordinario, ningún descubrimiento sensacional, la mera contemplación de los mostrado, incluso de tantas cosas ya conocidas, resulta fascinante y deslumbradora. La nómina de escritores, pensadores, dibujantes, artistas es asombrosa. Resultan extraordinarios los retratos que se sus contemporáneos realizaron los artistas de la propia generación mediante diversas técnicas: dibujo, plumilla, carboncillo, óleo. Podemos ver obras firmadas por Vázquez Díaz, Timoteo Pérez Rubio (sabíamos de su existencia por Rosa Chacel y es la primera vez que tenemos oportunidad de admirar su pintura, un precioso retrato en tonos grises), Moreno Villa, etc. También es hermosísima la muestra de pintura de otra temática: Benjamín Palencia, los hermanos Zubiaurre, hay una preciosa fotografía de los dos pintando al aire libre, cada uno en su caballete, Aurelio Arteta, un Gutierrez Solana menor pero al que nos acercamos con avidez, Blanchard, etc. Qué decir del retrato de José María de Cossío por Zuluoga, de la cabeza de Picasso de Pablo Gargallo, de los dibujos de Moreno Villa, de las portadas de la Revista España, de los retratos de grupo, de los libros de Menéndez Pidal, del coloso Torres Quevedo en el campo de la ciencia y de tantos otros. La nómina es inabarcable. Nos causa especial simpatía la presencia del gran Alfonso Reyes varias veces retratado y presente en muchas fotografías, las de Ortega en Argentina o Marañón en Machu Pichu. No quiero extenderme más. Un conjunto deslumbrante sobre el que merece la pena volver una y otra vez, por puro recreo, por pura satisfacción, por el vivero de contemplación estética y de lecturas que supone y también, por qué no, para recordar de lo que son capaces los españoles, de su vitalidad creadora en campos de todo orden. Y cerramos evitando alusiones a cuestiones políticas. De los tontos redactores del tríptico y de sus esquemas preconcebidos al dictado de lo de siempre no diremos más, pero a quien al leer esto recuerde que a los pocos años estallaría la Guerra Civil, le diremos simplemente que eso es otra historia, que no pertenece sólo a España sino a toda Europa. Pertenece a la terrible batalla que se libró en casi todo el conteniente al avivarse los rescoldos de la Gran Guerra y surgir los terribles titanes totalitarios. Pero dejemos esta senda por hoy.

Nos quedamos con las manos regordetas de Cossío, casi escondiendo el final de un puro, con la pipa recta de Ramón, en boca, sobre la mesa o en la mano, moviéndose airosa ante la mariposa de su corbata de lazo, y con Ramón Pérez de Ayala, sujetando un inmenso veguero, seguramente de la Vuelta de Abajo. Pero por encima de todo, nos quedamos en la retina con la maravillosa serie de dibujos taurinos, plumín con tinta negra, obra del gran Andrés Martínez de León. Es una serie de unos veinte, tal vez más, que empiezan con la primera verónica belmontina, porque de Belmonte se trata sin duda, recorriendo toda la faena hasta que con el torero paseando su triunfo, se cierra la serie. Otro día volveremos sobre Martínez de León. ¡¡Que tiempos los de aquella edad de plata, toros y cigarros puros, cigarros puros y toros y a la plaza con toda esta gente de la que hemos disfrutado hoy y evocado brevemente en estas líneas!! Pues eso.