Empieza
San Isidro, continuará la feria de junio y se sumarán las corridas de la Prensa
y de la Beneficencia. Como todos los años gran expectación y el misterio de
esto tan apasionante y tan difícil que son los toros. Han empezado ya los
comentarios. Leemos en un periódico una reseña titulada el San Isidro más gris.
No ha empezado la feria y ya se le atribuye un color. ¿Cómo es esto posible? Se
entiendo al leer la reseña, bastante boba, como tantos artículos de los
cronistas taurinos actuales, que ni enseñan nada ni dejan ver nada personal,
ninguna idea propia sobre lo que es una corrida de toros. Se entiende lo de
gris al leer que en la reseña mencionada no hay una sola referencia a los
toros, al animal que es protagonista y esencia de la corrida, sin el que no hay
nada. Esto da una idea de dónde pueden estar los problemas. Sólo nos dice el
torpe cronista que “Ahora falta que los toros acompañen, lo más difícil de
predecir.” La frase es una verdadera barbaridad. El periodista que la escribe no ha visto
nunca una corrida de toros, aunque haya pasado muchas horas en los tendidos.
Ni
una mención a las ganaderías que se presentan, salvo al citar los carteles de
cada tarde. Digo yo que el cronista debía de estar enterado, por lo menos un
poco: tal ganadería está en este momento, tal otra ha cambiado de dueños, los
toros de la tercera hicieron tal o cual cosa el año pasado. Podía por ejemplo
analizar los orígenes y decirnos dentro de Vista Hermosa los que van a
predominar (Domecq, Saltillo, Albaserrada, Lisardo, Atanasio…), analizar el
tipo de toro predominante y a cual se enfrentarán las estrellas… En fin, no ha
empezado la Feria y la contribución del amigo es decirnos ya de antemano que es
la más gris. Enhorabuena.
Anunciaba
el lunes la empresa que ya están vendidos todos los billetes para algunos
festejos. Por ejemplo para la Beneficencia (6 junio: Morante, Manzanares y
Talavante, con toros de Nuñez del Cuvillo). Es una corrida de la que se habla
mucho y que buenos amigos nos recomiendan, sin duda con razón. Nosotros hemos
optado sin embargo (pues no tenemos más remedio que elegir…) por la de la
Prensa. Tal vez equivocadamente. Explicar las razones seria un poco prolijo
ahora, pues la necesidad de elegir no es la única. ¿Significa eso que no nos
interesa el festejo del 6 de junio, que le hacemos ascos? En absoluto. Lo que
ese día suceda será interesante aunque sólo sea por una razón: es el cartel de
moda, para el que ya no hay billetes. El que acuda ese día a los toros podrá
asistir a lo que gusta hoy a la mayoría de la afición (el tipo de toro, la
forma de torear) y así tomarle el pulso a la fiesta. Sólo por eso merecerá la
pena. Asistirá además a las discrepancias que puedan producirse en la plaza,
pues el sector más exigente con las estrellas (¡con el G-10!) no les perdonará
el seis de junio nada, ni el paso atrás, ni la falta de mando, ni colocarse
sobre el toro arrancado desde afuera, no perdonará el uso de ninguna ventaja.
Por lo que a nosotros se refiere, que de esto sabemos poco y vamos despacio,
hemos optado este año por ver toros. Para ver si hay suerte y vemos un toro que
sea un espectáculo en si mismo y por eso hemos optado por algunas ganaderías,
más que por los diestros. Con la única excepción de la corrida de la Prensa.
Uno de los tres nos interesa especialmente y sólo podremos verle ese día, por
estar de viaje cuando repita. Suele torear esas ganaderías por las que también
sentimos curiosidad estos aficionados principiantes que somos. Principiantes
desde hace unos años, dicho sea sin falsa modestia que esto de los toros es
así.
Tato