Hay
personas que tienen otra edad, que siempre son mayores, o que siguen en otra
época, en la que por formas, voz, aires y gestos, permanecen. Aunque el tiempo a
que se remiten haya pasado. Una de ellas, cuya voz viril y maneras sencillas
parecen salidas de la noche de los tiempos, me llama hijo al hablar conmigo y
se pregunta qué vamos a hacer con esta vida.
Que gran verdad, dale alegría a tu cuerpo Macarena, que es cosa buena!!!!!!!!
ResponderEliminarPero que dice usted hombre. Su comentario está fuera de lugar y no hace al caso.
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