«Aquellos
parajes, situados en un ancho valle, son muy bellos en su olvido. El turismo no
los profanó todavía con su curiosidad de niño sin gracia. Es posible que por
hallarse lejos del mar no llegue a descubrirlos nunca. Los viajeros de hoy no
se reclutan entre los artistas ni los grandes duques. Son más bien gentes
domingueras, deseosas de tostarse en una playa y admirar a las vocalistas sin
voz, sirenas depauperadas que claman amor a través de un micrófono: el mar
constituyendo, según ha dicho Miguel Villalonga, los arrabales de la Tierra.»
Lorenzo
Villalonga,
Desenlace en
Montlleó.
Seix Barral,
1971.
Cuánto snob. Que ganas de tocar las narices.
ResponderEliminarLos domingueros de estos tiempos no son los de hace treinta o cuarenta años, ahora son más comodones y parecen que tienen todo a su disposición, se creen dioses. Las sirenas y sirenos siempre alejarse de ellos. Y tanto al Duque como al artista como al dominguero...su trozo de tarta que no se la quiten, luego muchos besitos y saludos...muaks, muaks...pero no quieren saber de nada de la palabra Responsabilidad ni pasar por dificultades...
ResponderEliminarEl arrabal puede ser cualquier lugar...no siempre está en la periferia.
ResponderEliminarLa periferia es periférica y por tanto inferior y deleznable.el villalonga este quien le conoce?? Esta súper pasado. De verdad, cosa tan vieja. Y las obras completas de Tutankamón cuando las glosas, joé!!
ResponderEliminarEmpezaremos a borrar comentarios ofensivos rápidamente.
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