domingo, 9 de septiembre de 2012

Continúa, o el angelito en los toros.


“La tauromaquia era mi delicia. Una tarde, en una corrida, ovacionó el público a un torero y le arrojaban al redondel, según costumbre, sombreros y cigarros. Yo que estaba en el palco de la Diputación con mi padre me quité mi gorra de marinero y mi padre lo notó y le dijo a otros señores: - Este demonio de niño va a tirar la gorra. – Y dirigiéndose a mí me amenazó diciéndome: - ¡Como la tires, verás! Pero yo no pude contenerme y la tiré. También hice que me comprase una petaca y cigarros puros para los toreros, todo eso cuando tenía seis o siete años y conocí a “Cara-Ancha”, que vivía cerca de casa y me cogía del brazo cuando iba a visitarlo, y a “Gallito”.
Javier de Winthuysen
Memorias de un señorito sevillano

1 comentario:

  1. Hola, como mola, Rajoy es un tapón y Rubalcaba es un melón. A ver si por lo menos salvamos la fiesta de los Toros (si Julián abre por fin los ojos, dandose un morrazo desde el caballo, como San Pablo y haciéndole caso no sólo a André Viard sino a toda la afición) y podemos pasar este nuevo 98 en los tendidos, con un cigarro echando humo.
    Ebelio Sanlipori - hacendado.

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SI QUIERE ECHAR SU CUARTO A ESPADAS, YA SABE AQUÍ. CONVIENE QUE MIENTRAS ESCRIBA ESTÉ USTED FUMANDO, CIGARRO O INCLUSO PIPA.