martes, 21 de julio de 2020

Libros.



De una novela de Nabokov: “(…) era de esas personas para las que un buen libro antes de dormir es algo que uno espera durante todo el día con deleite. Esas personas, al recordar en medio de las rutinas de costumbre que en su mesilla de noche les espera un libro perfectamente a salvo, sienten una oleada de felicidad difícil de expresar.






viernes, 10 de julio de 2020

De los diarios de A. Bergamota Elgrande. Cortesía de Calvino de Liposthey, editor.

Contexto: Se trata de un apunte primaveral, corresponde a la llamada época de hierro, cuando el gran polígrafo trabajaba por cuenta ajena, lejos de Nava.
C. de Liposthey. 

Vimos ayer, posado sobre la barra de un antro del poligó, a un tío grueso, gruesísimo, de nariz chata y gruesa, todo el con un aire como de simio, a punto de gruñido. Se zampaba un plato gigantesco de callos con morcilla a fuerza de pan, pescando en la cazuela con una lengua enorme y gruesa con la textura hedionda del más oscuro y gastado estropajo. Y esta mañana, la prostituta de la rotonda, celebraba provocativa el buen tiempo primaveral, instalada sobre una sofá verde, colocado sobre la acera, tacones de aguja afiladísimos, larguísimas piernas cruzadas y desnudas, o desnudas y cruzadas, gafas de sol, sonrisa blanqueada. Toda una estrella de Hollywood.

Esto me comenta un compañero de trabajo: Un buen lector tiene que leer de todo. Yo empecé a leer las esquelas. Para saber a qué edad moría la gente, coño que viejo es este, oye que joven, o la familia te quiere, o duodécimo aniversario. Y luego me leía los prospectos de las medicinas y las instrucciones de la lavadora, del lavaplatos, de la minicadena, y manuales de instrucciones de muebles de Ikea. 

viernes, 3 de julio de 2020

Recuerdo de una tarde toros. II. Mayo en Madrid.


El sábado compré en una pastelería de la calle de Alcalá unas rosquillas del Santo, la mitad lista y la mitad tontas. Al comprar las tontas me acordé de unos cuantos, al comprar las listas me quedé en blanco. La dependienta estaba enfadada la tía retaca, porque era tarde y no quería ya vender. Seguro que no es la propietaria. Echó bufidos y fue antipática, estuve a punto de regalarle una de las rosquillas, ¿adivinen cuál?

Todavía pasear desde la plaza de Toros por la calle de Alcalá arriba es un espectáculo, queda todavía un mundo con algún rasgo castizo y original, en las pintas, las tiendas, la ropa, el aire, la forma de andar, las cervecerías llenas, las enormes raciones de patatas fritas, por muy igualado que esté hoy todo.
A. Bergamota, para la Voz de Nava. 




Recuerdo de una tarde de toros.


A la salida de los toros, un grupo de aficionados nobles, encastados pero también con algo de genio, declaran su enfado por lo visto, el estado del público, de la plaza, de España. Teniendo parte de razón o mucha, en cuanto a público y plaza, quizá lo visto en el ruedo no nos desagrada tanto como a ellos. Hablando de que al poco tiempo de adquirido lo de Juan Pedro Domecq se les va de las manos a los nuevos ganaderos, lo explican diciendo que es que ahí dentro, en ese ganado, están metidas todas las castas y que sin la receta original –que sólo tiene el vendedor que transmite las reses pero no libros genealógicos, historia, etc.- enseguida se modifica la mezcla y sale por dónde menos se espera. Hacen toda clase de bromas sobre el símil de la cocina, la receta, el coctel, etc. Un momento extraordinario que aquí queda recordado.
A. Bergamota, para la Voz de Nava. 

jueves, 2 de julio de 2020

LA POÉTICA DE SINFOROSO GARCÍA POTE. XVI. Paisaje en verano.


Sinforoso García Pote, el más grande poeta vivo sin obra conocida. No hace falta recordarlo. Procure pronunciar sus apellidos con el acento de un inglés que viviendo desde hace años en España habla bien nuestro idioma, pero con su acento. También podría titularse Nubes en el estío, pero no hay que pasarse tampoco. Eso, no sea redicho. 

Paisaje I.

Paisaje II.

Paisaje III. 

Paisaje IV.

Del otro lado del muro, el paisaje permanece inalterable, desde hace años, no sabemos cuántos. Del lado de acá, el mundo que lo habitó se va deshaciendo como un tabón con el aire.  





jueves, 25 de junio de 2020

Borrador para un pastiche homenaje. De los archivos de A. Bergamota.


- Costa, no fumes.
- Pero mujer, que cosas dices, ya sabes que me debo a la ciencia.

Constantin Arcadievich Panzarov deposita un beso cariñoso sobre la sonrosada mejilla de su hermosa mujercita, botecito perfumado, pimpollito reventón, rechoncho y hermoso blinis, y la envuelve en un cálido abrazo en el que parece que ella desaparece por un momento, agitando los piececillos por un momento en el aire. Se le cae una chinela que se calza veloz cuando Costa la deposita de nuevo suavemente en el suelo. Natacha Vasileva le mira con arrobo mientras Constantin se dirige hacia su despacho, su guarida, su retiro científico. El calor de la noche es sofocante, feroz.
Abre la caja de habanos y elige uno. Todos son grandes.
Se dirige a la magna obra Historia de la Santa Madre Rusia desde la fundación hasta la edad contemporánea. Sin titubear retira el tomo quince, que sale ligero de la estantería. Está hueco. Contiene una magnífica botella de brandy. Vaya, está más que mediada, con este calor se evapora el alcohol, que calamidad.
Sentado en la butaca el cuello duro le aprieta y siente que cuece como un huevo en agua hirviendo.

En realidad el cigarro se lo estaba fumando a él, pues Costa se sentía desfallecer a cada nueva calada. Eran regalo de Tereso Infante Mogroviejo, primer secretario de embajada, con cara de lobo.
***


miércoles, 24 de junio de 2020

NOVIA POTOCA

Un español de sorprendentes giros: “Novia potoca desgarró a Farfán a punto de perreo”. Es decir, novia baja y entrada en carnes o rechoncha, desgarró (se refiere a una lesión muscular en un muslo) a Farfán (nombre del futbolista) a punto de perrero (eso ya no lo hemos averiguado, puede ser lo que cada uno interprete). Esto apareció en un periódico chileno. El diccionario de la Real Academia recoge el término potoco, como de uso en Chile y lo deja en rechoncho, nada más. Lo demás es imaginación. 

Para el Heraldo de Nava, Abdón Felices Dupuis, corresponsal en Santiago de Chile.