jueves, 12 de mayo de 2016

COMENTARIO A UN ARTÍCULO OLVIDADO.


Menudo tema para un debate electrónico. El artículo no está tan mal, mejor dicho, mezcla distintas cosas, y en unas parece más acertado que en otras. Lo que acabo de decir es obvio. Lo malo quizá sea la mezcla (en esto ya acierto más, afino). Me encanta la cita de Flaubert poniendo verde al prójimo, que es una cosa que desahoga mucho, pero que como fundamento para una explicación deja un poco que desear. Por otra parte, que un escritor o un intelectual se queje de que no se hace caso a su mundo es bastante habitual y demuestra la cara que tiene el gremio defendiendo su parcela con todo el descaro. Se ha aceptado hoy en día la idea de que si uno mismo se declara asimismo “creador”, tiene derecho a todo y los demás tienen que servirle. ¡Oiga es que soy artista y usted es un burgués! Hoy en día Flaubert hubiera reclamado una subvención pagada con nuestros impuestos y no hubiera escrito una línea. Más que el yugo del capitalismo consumista parece que lo que de verdad impera es la socialdemocracia consumista, con sus dosis de intervencionismo feroz, a la manera del famoso gran hermano, cada vez más invasivo, con sus dosis de corrección política y ausencia de pensamiento crítico. Eso, combinado con la sociedad de masas y medios de comunicación de masas está cambiando muchas pautas de comportamiento. Se charla “on line”, se opina rápidamente, se comunica la impresión que nos ha producido un texto que realmente no hemos leído con detenimiento, que tampoco hemos podido analizar, porque además nos llegan cientos de textos que leer. Solemos opinar sin demasiado fundamento y sin demasiado criterio, sobre todo a base de impresiones, casi de forma irracional, me gusta no me gusta, es de mi mundo o no lo es. Y desde luego las herramientas para la manipulación de masas han aumentado y se han sofisticado. Claramente las humanidades bien estudiadas tienen poco encaje en un mundo así, porque enseñan lo contrario: a razonar, ejercer el espíritu crítico, a dar respuestas fundadas, basadas en conocimientos esenciales, que no necesariamente tiene que ser muchos, sino sólidos y profundos. También puede conseguirse algo parecido con una buena clase de matemáticas. Tal vez la parte más acertada del artículo sea esa, la dispersión de la enseñanza en tonterías, olvidando las esenciales.  Yo tuve un profesor que nos dio unas nociones de lógica y nos explicó con ejemplos sencillos lo que es una falacia lógica, por ejemplo. Es útil para pillar trucos como este: ¿Es verde o rojo? ¡Responda sí o no! Trucos qué tan habituales son en el mundo de los medios y con los que se ganan elecciones. Los alumnos que asistimos a esas clases y más o menos entendimos lo que nos explicó realmente nunca se lo perdonaremos. Ahora que no todo es negativo. La llegada de interné supone un sinfín de posibilidades para defenderse de esa gran manipulación. Mientras no sea intervenida del todo, ahí están los cientos de mensajes, páginas web, blogs, etc. en los que se ejerce el espíritu crítico, se intercambia información, etc. Sitios de distinta calidad y fundamento, pero en muchos de ellos se puede aprender. Y esto supone que determinadas instituciones tradicionales reguladas por el Estado (como colegios y universidades) se está gradualmente quedando un poco fuera de juego. Es posible que a medio plazo el conocimiento y la formación vayan a encontrarse en otro sitio, a adquirirse de otra manera. Ya veremos. Estas son mis impresiones. Pero sin ánimo de abrir debate. Lo dejamos para cuando nos veamos con un vinillo. Para todas las cuestiones sociales el vinillo es fundamental y el pitillín también. Pero fijaros como eso se persigue hoy en día con tiránica saña. Yo temo por los huevos fritos con chistorra que pronto serán perseguidos, con lo que me gustan…

martes, 3 de mayo de 2016

Unaceptable!


El diálogo que damos a continuación no es más que un inocente desahogo, un divertimento intrascendente. Pero cómo siempre hay gente dispuesta a criticarlo todo, nos adelantamos a advertir que sabemos que no es un diálogo verosímil ni plausible. O al menos no como tal, en su conjunto, aunque algunos de los elementos que lo componen si vienen directamente de lo que sucede todos los días. Y esto por varias razones: el uso del usted, completamente desaparecido, la clara relación jerárquica, hoy existente pero disimulada, lo directo y franco del diálogo, la bronca abierta, el desahogo, el portazo que nadie preso en las mil deudas contemporáneas puede hoy dar. La relación laboral es actualmente la misma: jerarquía, subordinación, a veces violencia y miedo, pero todo ello envuelto en formas melifluas, en una hipocresía cremosa y sin gracia, que ocultan, o tratan de disimular al menos, el sadismo, las relaciones de poder, la lucha por la supervivencia, las dentelladas, el uso de la navaja capadora. La incorporación de la mujer al trabajo, lejos de suavizar todo esto, es posible que lo haya empeorado, aportando a un entorno de por si complicado, elementos como la intuición, la adivinación, las afirmaciones indemostradas, el alegre desorden, los sobrentendidos, el jugar con los ojos y el descoque primaveral, inmanejables para tomar decisiones racionales. Y cuando termina la jornada laboral ahí están, con el trabuco cargado, Mariano, Sánchez, Podemos . . .

 

  • ¿Cuál es el timing para esta action?
  • ¿Cómo dice?
  • ¡No está al día Abundez, no está updated! Si sigue así, no me sirve de interfaz con la corporación. A ver como alocamos su sueldo si no es usted más responsive, leñe.  
  • Hombre don Canuto, yo es que los idiomas, así mezclados… ¡¡Es que no me sale!!
  • Tiene que mejorar su inglés Abundez, para ser multitask. Tiene que pillar el punto, ser fluent, moverse por el laberinto corporativo, reportar, endosar, reenviar, copia oculta, acrónimos, jerga, iniciales, pero todo en jerga, en jerga, slang dude, tiene que mejorar su inglés o le saco del headcount
  • ¡Pero don Canuto si soy licenciado en filología inglesa, he vivido dos años en Londres, con un postgrado allí y soy el traductor de John Donne al español para la editorial NosprivaAlbión…!
  • ¿Qué pasa? ¿Quiere ahora hacerse el cool? Respect! ¡A mí no me falte! Usted es un estrecho, Abundez, lo que hace falta es ser trendy, trendy, no se entera. ¿A ver, y ese John Donne sobre que escribe? ¿Management? ¿Cómo es que no me suena?

 

Abundez quema las naves:

 

  • Hombre don Canuto, con todos los respetos, como dice la canción, porque es usted muy bruto…
  • ¿¡Pero cómo se atreve Abundez!? Unaceptable!
  • Es que no puedo más Canuto, cara de bruto, tío piernas, te retiro el tratamiento, me tienes hasta las balls, para que lo entiendas…
  • Pues cuando sea el review se va usted a cagar, Abundez, ¡se lo digo yo!
  • ¿Y eso como se dice en inglés con acento de Morata?
  • ¡Un report te voy a meter que ya verás cuando llegue a HQ!
  • ¡Unaceptable Abundez!
  • Don Canuto váyase a tomar por culo…

Canuto se desgañita:

 

  • ¡Usted no es compliant! ¡Eres low performer! ¡Carne de reestructuring! Eres underperformer. ¡Yuaraluser!

 

Abundez encontró en su mesa de trabajo el finiquito junto con un cúter bien afilado y un vale para una bañera de agua caliente, pero lo que son las cosas, lo dejó ahí todo y se fue a casa.

lunes, 2 de mayo de 2016

CAMINO DE SANTIAGO: DE BERRUECES A SANTERVÁS DE CAMPOS. SOLO UNA MUESTRA DE FOTOS.




CALVARIO



¿Tapial o adobe?


LA MESTA


EL REBAÑO


LA MESTA II. Es decir, la gran, la inmensa riqueza pre-capitalista de la España del Renacimiento.


SAN MIGUEL, VILLALÓN DE CAMPOS

TORRES DE VILLALÓN.


PALOMAR


SAN ROQUE, PATRÓN DE LOS PEREGRINOS.




YA ESTAMOS EN ELLO.



jueves, 28 de abril de 2016

FUGA LENTA. Juan Martínez de las Rivas. Editorial Acantilado.

No hay duda de que llevamos una vida poliédrica, seguramente inarmónica, aunque sin llegar al estado patológico. Por un lado el correteo. Por otro lado ese sin fin de cosas tan apretadas en el tiempo que consideramos nuestro. Esa apretura acaba por contagiarlas del correteo de la otra vida, que se insinúa también en la de aquí, en la de hora. Sibilinamente, la vida de allí nos cuela en la de aquí el desorden. La curiosidad y las ganas pueden más que las fuerzas y el tiempo. ¿O tal vez es el tiempo el que a todos derrota? Seguramente sea así, jugando con nosotros al ratón y al gato. Lo hace mutando, alargándose y acortándose cada vez más, y disimulando que se acorta, que se escapa como la arena entre los dedos. Oiga eso de la arena entre los dedos está muy visto ya. En mi pueblo no hay arena, sólo unos cantos rodados que para que le cuento. Por mucho que abra los dedos no pasan. No divague. Pues bien, entre ese desorden se coló hace unos días todo un libro. ¿Es que es el primero? ¿Es que hacía mucho que no leíamos un buen libro? No, no se trata de eso. El libro se llama Fuga lenta y su autor es Juan Martínez de las Rivas. Lo publicó, hace algunos años ya, Acantilado. Cuando se habla de un libro con los amigos la opinión inmediata suele reducirse a calificarlo de bueno o malo. Fuga lenta no es sólo un buen libro. Su autor ha sido capaz de poner por escrito con verdadero acierto un mundo, un universo completo, como traído intacto y corpóreo, del fondo de la memoria. Y al pasar las páginas se despliega ante nosotros, entero, completo, explicado. Y se presenta con imágenes de una delicadeza que resultan asombrosas cuando se piensa que Juan, el narrador, asiste en realidad al derrumbamiento de su entorno familiar más próximo. Y tal vez sea esa la Fuga: La búsqueda del mundo propio, construir entre los escombros de los adultos. No hay lirismos, tampoco hay tragedia en la narración, aunque algunos hechos puedan resultarlo, hay mirada. Lo que nos trae el libro es el mirar de Juan y ese mirar que es agudo, atento, observador, logra mantenerse limpio. Pasamos en algunos momentos una cierta ansiedad, pensando que al pasar la página llegará la terrible condena, el exabrupto, el juicio inapelable. Pero no llega. Página a página, la vida de Juan, a través de la mirada de Juan. Es tal vez el mayor acierto del libro. El tono, la voz constante que narra sin estremecerse acontecimientos dificilísimos. Serena en el fondo y también en la forma. Sin eludir detalle alguno logra no ser implacable, lo al pensarlos después de terminado el libro resulta asombroso. El acierto también en el retrato preciso y sereno de un tiempo que es un poco el nuestro, con matices y distancias, con una diferencia tal vez de algunos años, no demasiados. Se trata de la pintura lúcida y sentida de un momento de la vida española, de una vida española. Es uno de sus muchos logros. ¡Qué agradecidos le estamos por todo lo que nos ahorra, por todo lo que no es! No es novela negra, no hay detectives en Nueva York, ni mafiosos, ni millonarios drogadictos, ni intrigas político financieras. Respiramos aliviados. Un español contemporáneo que se atreve a escribir sobre sí mismo, sobre su mundo, sobre Madrid, sobre nosotros, y que lo hace sin rencor, sin juicios, sin teorías. No hay tesis, no hay explicaciones. La vida de Juan narrada, aceptada y la construcción del mundo personal a la que hemos aludido ya. No vamos a alargar más el comentario. Aunque podría hacerse. Aludir a la excelente mano con que se capta y devuelve a la vida a esa sociedad española que no aguanta ya de pie, y vive de recuerdos y viejas glorias llevando todavía títulos antiguos o que no lo son tanto, inadaptada, incapaz de transformarse, educada para un mundo que ha volado; a la pintura fabulosa de la nueva burguesía de los grandes pisos de la Castellana, retratada de forma magistral en pocas páginas; al contraste que representan, en el desbarajuste familiar, la presencia intermitente de los tíos alemanes que aportan un contrapeso de solidez material, social, de cálida masculinidad, de cosmopolitismo; al retrato de los padres, de los vecinos, de los compañeros de colegio; a las páginas del internado de los Jesuitas que merecerían por si solas un comentario aparte; al contraste con el colegio privado de las afueras de Madrid o el instituto del barrio; al entramado de relaciones familiares; a los viajes fuera de España; a la educación recibida. Todo ello con una voz, con un tono, que no nos cansamos de elogiar y que en su aparente neutralidad, cala en realidad hondísimamente. Bueno, ¿ya está bien no? Pues eso, hasta aquí. Anímense como se animó el menda cuando me lo recomendó el amigo Pulardo.

lunes, 18 de abril de 2016

PASEO POR MADRID, segunda partes.

Avisamos al posible curioso de que una de las imágenes puede resultar espeluznante.





LAVAPIES, oiga ustez. ¿Será la calle Sombrerete  o la de Tribulete o tal vez la del Olivar?


FUENTE DE CABESTREROS, ESO, CABESTREROS

PLAZA DEL NELSON MANDELA. ESTAMOS EN PLENO TERRITORIO PODEMITA, REINA EL MULTICULTURALISMO, LA CULTURETA CERDA, ES DECIR LA NADA. FIJENSE EN LOS CARTELITOS Y LAS PINTADITAS. LA CALLE ESTÁ LLENA DE REVOLUCIONARIOS DE ESOS QUE ASALTAN EL PRESUPUESTO PÚBLICO QUE USTED SUFRAGA (se oye que le gritan a usted: ¡PRINGAO!) ES EL CLÁSICO "COLOCANOS A TOS" EN VERSIÓN POJJMODERNA SUCIA, IGUAL DE CATETA Y BASTA QUE LA DEL XIX  PERO SIN GRACIA NI MAJEZA, SINO NINGUNA DE LAS CUALIDADES CASTIZAS QUE ADORNABAN AL PUEBLO DE MADRID. Y ADEMÁS CON MORALINA ESTRECHA Y MELIFLUA DE SEÑORITA PEPIS DEL PROGRESISMO. AHORA ES CUANDO TRIUNFA EL ANALFABETO INTERNACIONALISTA.

- ¡OIGA NO NOS DE UN MITIN QUE CANSA!
- ¡PUES ME CALLO!
- ESO.



LO MISMO DE ANTES



EN LA PLAZA DE LAVAPIES. EL AMOR A LA ENSEÑANZA DE CIERTA ÉPOCA DE NUESTRA HISTORIA RECIENTE INDUJO A PRENDERLES FUEGO, Y ASÍ SE HAN QUEDADO. NO QUITA QUE EL PASEO MERECE LA PENA, DESEMBOCAR EN LA PLAZA TIENE SU ENCANTO CON UN DÍA DE SOL, Y TODAVÍA TIENE SABOR.


EL GRAN AGUSTÍN LARA.
TE VOY A HACER EMPERATRIZ DE LAVAPIÉS
OYES, MEJOR LO PENSAMOS...PORQUE EN TU ÉPOCA A LO MEJOR, PERO AHORA NO SE YO...


 FEDERICO MACARRILLA.
CONVERGENCIA POR LA CALLE DEL OLIVAR.

domingo, 17 de abril de 2016

Paseo por Madrid.

Cuatro fotejos de un paseo por Madrid, tarde de primavera, temperature agradable, gentecilla por las calles, paseando, pasando el rato.



El jardín recoleto.


El jardín escondido.

Y tiene empedrado... ¿Que más queremos? 


CASA


FONDA

CHISTERA Y CIGARRO
pero solo en pintura...

VENIDA A MENOS
(vamos digo yo que valdrá más don Hilarión que el Jonidep...o como se diga).


LAVAPIES
(falta hace...)

La taberna de Sánchez