viernes, 14 de febrero de 2014

NO HAY TROPA NECESARIA

Que tenían en común Jacinto Verderón, Antonio Jilguero, Pepe Picogordo, Ramón Totovía, Anselmo Cogujada, Bernardo Correlimos y Narciso Farlopo Picogrueso? Que todos ellos, en algún momento, con un tiro en el ala, de forma más o menos discreta, más o menos abierta, habían solicitado los cuidados, la atención y el socorro de la Fundación Tato para Varones Desahuciados. Enmarcada en un recuadro en la entrada de la fundación podía leerse la frase de Blas de Lezo, toda una declaración de principios: “No hay tropa necesaria para tanto como “ay” que guardar pero tendremos paciencia.

viernes, 31 de enero de 2014

REFUTACIONES (y una carta de Samuel Johnson).

No es cierto como se ha pretendido que Alcides Bergamota duerma con un chupete previamente mojado en anís. En todo caso, de ser cierta la costumbre, es evidente que el chupete lo mojaría en brandy, pero no en anís, demasiado dulce y empalagoso para la acerada personalidad del gran polígrafo.

Tampoco es cierta su pretendida misoginia ni la supuesta afición a interrumpir reuniones, asambleas o incluso tés femeninos o feministas con expresiones soeces, exabruptos y gestos obscenos. De ninguna manera puede concebir algo así quien haya tratado al gran Bergamota y disfrutado de su delicada cortesía, que algunos han calificado de refinada e incluso dieciochesca.

Esa famosa anécdota que ha pretendido enfrentarle a la Condesa Croqueta (según algunos genealogistas, Condesa de la Croqueta), a la que habría llamado león marino por las arrobas y el bigote y gorda de mentalidad, es completamente falsa. La condesa no tiene bigote, y es una amiga de infancia del eximio polígrafo, de un refinamiento e inteligencia poco común. Las cabriolas sexuales, la práctica de un inagotable e irrefrenable catálogo de obscenas posturas es otra atrocidad pergeñada por la envidia, falsa de toda falsedad. En primer lugar, las relaciones entre Croqueta y Bergamota son castas. Si se encierran en la biblioteca durante horas, no es para practicar el postureo sobre sillones de lectura o asientos de fina marquetería que mal resistirían cualquier gesto poco contenido. Pero además, nuestra querida amiga es como todos saben, algo fuerte, como se dice en Nava de Goliardos, y el querido Alcides bastante débil de constitución, combinación que hace por tanto difícil que entre los dos se dediquen a las composturas circenses. Pensar en Alcides intentando manipular la poderosa corpulencia de la Condesa o siendo arrollado por los gestos apasionados de tan noble señora, causa verdaderos escalofríos. Se trata de una mentira que cae por su propio peso.

Sí que es cierta en cambio la afición al jazz de ambos, y ciertas las largas noches de improvisación: él al piano y ella con el contrabajo. Tato les acompañó una noche con la trompeta con sordina y recuerdo todavía una versión de Straight No Chaser digna de Thelonious Monk, Mingus y Gillespie juntos. Para la ocasión Alcides se colocó un gorrito de lana sobre la cabeza, como su admirado Monk y la condesa estuvo colosal, pitillo en boca y con un vestido de satén oscuro que le daba un aire turbio y hasta seductor. Llevaba el compás con el elegante movimiento de su grueso tobillo sujeto por la correa de sus zapatos de noche, de medio tacón. Como a todo se le saca punta aclaremos una cosa. No, no, la condesa no tiene pierna poste y existe una grande y clara diferencia entre el diámetro de su tobillo y el de sus hermosas pantorrillas.

La colección de chinelas de toda época, como ejemplo de manía fetichista, es otra infamia. Según el rumor malintencionado, la impresión recibida al contemplar la Olimpia de Manet habría desencadenado la manía de coleccionar calzado femenino de interior, usado. ¡Pobre Bergamota metido todo el día en sus infolios, paseando al amanecer, paseando al atardecer, pateándose los campos helados de su provincia de sol a sol, escribiendo, leyendo al amor de la lumbre, amigo de sus amigos! Como todo el mundo sabe ese cuadro, la Olimpia, no se ha expuesto nunca en Nava de Goliardos y en las tallas, tablas y hermosas pinturas que en el pueblo pueden verse –en la Iglesia, el en ayuntamiento o en el palacio de los Vargas-, no se representa ninguna chinela, ni chapín, chancleta, zapatilla o infamia parecida. Y la colección de Doroteo –que no puede verse porque no la enseña al público- no cuenta entre sus obras con ninguna de Manet. Y es una pena oiga. ¿Y cómo habría podido Bergamota hacerse con tan sórdida y sibilina colección? Como es sabido, en la vida anterior al exilio provinciano hubiera sido imposible. Primero estuvo casado con Charito la Estrecha que como buena descendiente de los reyes godos calzaba un cuarenta y cinco de pie y era más proclive a la patada y al pisotón que a mover la chinela insinuante, en sugerente deshabillé. Y en cuanto al desliz que constituyó su infortunada relación con Toñi la Roja, del mágico pie y la sensualidad femenina no vio más que la versión revestida de calzado deportivo de última generación, inmenso, chillón, activo, brincante, vitamínico y brutal. Ninguna lánguida sensualidad que necesitara, desfalleciente, abandonarse sobre un mullido y tentador diván. Más bien al contrario, un despliegue de máquinas de ejercicio, hierros y poleas que más bien le inhibían, por recordarle con bastante precisión las cámaras de tortura de una novela gótica, los artilugios de una película de terror protagonizaba por una Toñi la Roja travestida de Vincent Price, cronometrando saltos, flexiones, pulsiones, carreras y pérdida de calorías, hacha en mano.

En resumen, son muchas las calumnias, las infamias vertidas por la envidia y el joputismo sobre el gran Bergamota, pero ninguna es cierta. No hay duda de que los defectos y debilidades, consustanciales a todo hombre, no faltan en el nuestro, de fuerte carácter, encendida sensibilidad y acentuada virilidad, pero ni son tantos ni tan graves como los que acabamos de refutar, recogidos al azar entre la colección de libelos escritos por los mismos de siempre contra Bergamota. Sobre todo en la época de lo que ya llamamos sus biógrafos La Gran Gira, aquella extraordinaria serie de conferencias impartidas por toda España, que podría haberse llamado también La Gran Temporada, si el título no fuera ya de un autor al que admiramos y no queremos fastidiar.

Para terminar, daremos a continuación una muestra de la correspondencia del doctor Johnson, por creer que logra resumir adecuadamente gran parte del ánimo, la mentalidad egregia y las convicciones del gran Bergamota. Siempre ha dicho Alcides Bergamota, sobre todo al contestar a las preguntas de la prensa, que si le fuera dado comer con alguno de los escritores a los que admira, uno de ellos sería sin duda Samuel Johnson. Pues esta es la carta:

A James Boswell

Londres,
20 de junio de 1771

Querido Señor,

Si ahora ha sido usted capaz de comprender que bien puedo yo dejar de escribirle sin que disminuya mi afecto, igualmente me ha dado usted una lección sobre lo difícil que es encajar esa posible desatención sin resentimiento. Durante mucho tiempo he deseado recibir carta suya, y cuando por fin llegó compensó con creces el largo retraso. Nunca me ha complacido tanto como ahora la relación que me hace de sus asuntos, y con toda sinceridad deseo que entre los asuntos público, el cultivo de sus estudios y los placeres domésticos, ni la melancolía ni el capricho hallen hueco para colarse de rondón. Al margen de lo que la Filosofía pueda determinar sobre la naturaleza material, es inequívocamente cierto que la naturaleza intelectual aborrece el vacío. No puede nuestro intelecto estar desocupado, pues el mal entrará en él si previamente no se ocupa con el bien. Mi querido señor, cuide sus estudios, atienda sus asuntos, haga feliz a su señora esposa y sea buen cristiano. Tras esto,

…tristitiam et metus
Trades protervis in mare Creticum
Portare ventis.

Si cumplimos nuestros deberes, estaremos sanos y salvos. “Si veper”, etc., tanto si subimos a las Tierra Altas como si nos zarandea el mar entre las Hébridas, y de veras espero que llegue la hora en que podamos poner a prueba nuestra capacidad tanto en los montes como en el mar. Apenas veo a Lord Elibank, y no sé por qué; tal vez sea culpa mía punto. Hoy marcho al contado de Stafford y luego al contado de Derby, a pasar seis semanas. Soy, querido señor, su más afectuoso y más humilde servidor,

Sam. Johnson

jueves, 30 de enero de 2014

DIAS DE INVIERNO, BREVE REPASO A LA ACTUALIDAD POLÏTICA

Hoy hace un frío de cuidado. Disfrutamos de la clásica jornada castellana de viento helado y sol amable, el día perfecto para cogerse un resfriado de esos que no le abandonan a uno hasta bien entrada la primavera.

Los que no vivimos ni del presupuesto ni de la prebenda nos tenemos que ganar el pan con algún oficio o profesión y tal y como corren los tiempos el ejercicio de la misma no deja casi aliento para casi nada más que eso, trabajar y pagar impuestos, salpicado con un mal comer un mal fumar y una mala leche importante.

Llevo días con ganas de asomarme al balcón cepogordista, pero cuando ya iba a ponerme a ello surge el pejilgue de turno y todos los planes se van al traste. 

Se acumulan los asuntos que ameritan un leve comentario, muchos se hacen viejos rápido y pasan casi a la misma velocidad que las queridas por la existencia de Hollande, ese pobre ser humano que no tiene otra ocupación que airear sus debilidades como si ser un inmaduro emocional fuera un timbre de honor. Otros, en cambio, se han convertido en permanentes y no hay forma de superarlos, como las eternas crisis políticas, los eternos debates sobre qué es y hacia dónde va España o la plúmbea saga catalana.

Se acumulan también las muertes ilustres de diverso sino, se fue José Emilio Pacheco, un buen poeta mejicano, murió nonagenario y lúcido Blas Piñar, un patriota de los que hay y ha habido pocos que no se apeó de sus muy sólidas convicciones ni hincó la rodilla ante el poder, ni del mismísimo Franco. De uno y otro se han dicho muchas simplezas y muchas memeces en los medios. Del último se han dicho auténticas barbaridades e inexactitudes cargadas de odio y fanatismo. 

A propósito del ensañamiento contra Blas Piñar, dejar por escrito, otra vez, que los progres de hoy no tienen ni la decencia intelectual de contrastar el dato. Insultan, mienten, arrastran por el lodo al personal sin importarles nada más que hacer carrera de progre ante un poder que, tengan por seguro, los usará y tirará, como siempre ha hecho. 

Lamento informar a aquellos que pueda interesar que no hay un paraíso para progres, me lo ha contado Agustín de Foxá en una teletransmisión desde la villa con vistas al Cantábrico eterno en la que lo han alojado junto a Miquelarena y Michelena que viven en el bajo y Jardiel Poncela que está alojado en el ático.

Me cuenta Don Agustín que a los progres que llegan al más allá los llevan a todos a una escuela dirigida por el licenciado Cabra dónde los clasifican por edades y orientaciones y los tienen mil doscientos años estudiando latines y gramática y recitando a Gonzalo de Berceo y al indio Garcilaso. Hacia el año mil doscientos veinte se examinan ante un tribunal público presidido por don Marcelino Menéndez y Pelayo y los que suspenden no pueden repetir asignatura sino que son enviados directamente a un internado dónde pasan otros mil años estudiando la matemática de conjuntos, leyendo El Principito y escuchando conferencias de Rabindranath Tagore.

Al parecer al salir del internado casi todos ingresan en las filas de una residencia que dirige Lopez Rodó, pero eso no se si es verdad o son chismes de Don Agustín, que es un socarrón de cuidado.

En fin, volvamos a camino inicial y retomemos el análisis de la actualidad.

Los medios nos informan de que ayer se perpetró le ejecución profesional de Pedro J Ramírez como director del periódico por el creado. No tengo ni idea de cuales son las causas exactas y el proceso seguido hasta llegar a esa decision, pero no me extrañaría que los propietarios del medio hayan cedido a las presiones de un sinnúmero de poderes a los que Pedro J (que hortera es eso de Pedro J, no sé porqué no emplea el Pedro José o el Pedro a secas..en fin el nombre es suyo..pero Pedro J..no suena bien) ha venido metiendo el dedo en el ojo de forma continua.

El Mundo no es un periódico que me interese demasiado y el personaje en cuestión está en las antípodas de mis gustos y convicciones pero hay que reconocer que jugaba su papel de látigo de desmanes y trapacerías. Tras su marcha veremos si el sucesor García Abadillo mantiene el tono o lo rebaja para hacerlo mas amable al poder.

Otra noticia. La infanta llegará al juzgado en coche, nada de andando. Pues muy bien.¿y qué? ¿Pretendían quizá que llegara volando en el balón aerostático de los Montgolfier o montada en un autogiro con publicidad de bebida isotónica?

Lo grave del asunto de la infanta no es cómo llegue ni si será protegida por la policía o por la escolanía de la catedral de Palma (si es que semejante instituto existe) eso forma parte del entretenimiento de la plebe. Lo grave es que se esté poniendo a la Justicia a los pies de los caballos y que nos estén tratando como si fuéramos gilipollas integrales. 

Otra nota de color. Cumpleaños del príncipe de Asturias y rumores en prensa acerca de sus "altibajos" matrimoniales.

Muy bien, a este paso pronto tendremos a toda la familia separada menos al inventor del momio. No se si eso también forma parte de un plan urdido por los poderes varios que nos gobiernan si ha sido la irónica historia jugando al diábolo. Al final nos da igual porque a mi juicio si la idea consiste en que pasado el juancarlismo se cargan el invento lo que venga después no va a ser mejor ni les va a proporcionar mayores oportunidades de mandar y trincar. Las coberturas que concede una monarquía no las ofrece una república y la experiencia republicana en España no invita demasiado a progresar en esa dirección. 

Dejo para el final la enorme pelotera que se ha formado con el lío del PP vasco, el abandono de Vidal Quadras, el nacimiento de VOX  y la crítica pública y nada sutil de Aznar a las políticas de su antaño político y heredero digital.

Que Vidal Quadras se vaya del PP y se integre en VOX no me merece mayor juicio positivo o negativo. El verá y VOX también. Lo que me gusta menos es haber esperado al año de las elecciones para hacerlo. Queda feo y la estética, señor Vidal Quadras tiene mucha importancia.

Del papelón que están haciendo los actuales dirigentes del PP vasco sólo puedo decir que me produce asco. 

¡Que cantidad de banalidades para defender lo indefendible! ¡Que forma de no querer reconocer el error! Veo el futuro y presiento el fracaso electoral, una vez mas, de ese engendro que es el PP vasco. Entonces, los actuales dirigentes encontrarán refugio en alguna mamandurria de la que la munificencia rajoyista les proverá a cargo de nuestros impuestos y ese aborto político se perderá en la nada. Lo del PP vasco recuerda a los supuestos carlistas que se integraron en una de las muchas vecindades de ETA. 

Creer que por vestirte de camuflaje te van a confundir con una becada es una memez como un templo. El problema es cuando el memo, amén de hacer memeces, sale caro y obstaculiza.  

Deseo a VOX y demás iniciativas alternativas la mejor de las fortunas en su evolución, al menos abren puertas a que los votantes puedan manifestar su cabreo y buscar alternativas. Es bueno también que surjan otras opciones de auténtica derecha como La España en Marcha de la que nadie oficial habla porque si VOX es tildado de ultraderecha...que dirían de una derecha de verdad. Dicho ésto no soy optimista. La Nación está secuestrada por un aparato gigantesco y pesado cuya remoción exigiría el concurso de grandes medios y el apoyo de poderes internos y externos que al día de hoy ven en la destrucción de España un objetivo deseable y posible.

Pero no desesperemos España es una vieja nación que ha vivido muchas situaciones indeseables y que está poblada por vagos y tontos pero también por inteligentes y trabajadores, hay mucha gente buena y bastante gente buena y cabreada. A día de hoy nada está perdido, pero si debemos levantar la cabeza y sacar la pluma y el palo a pasear.

miércoles, 29 de enero de 2014

En recuerdo de José Emilio Pacheco (con toda modestia).


... y a P. que sabrá de que va esto cuando pueda leerlo sin forzar la vista.
 
A uno le vienen casi permanentemente las ganas de interpelar, incluso solo, en voz alta, usando siempre, sin cesar, como un estirado lamento, estas palabras, pero con un aire indefinible deslizado en la expresión: ¡¡Aaaay José Emilio…!! Había uno pensado en comentar la actualidad, pues nunca faltan cosas que comentar, y menos ahora. Si fuera un completo degenerado o un inmaduro intelectual de rápidas lecturas mal asimiladas, incapaz de conocer sus propias limitaciones, se marcaría un artículo regeneracionista, arbitrista – lo que le pasa a España – citando a Ortega. No puede faltar el pobre y sobado Ortega, siempre citado en la parte menos valiosa de su obra, para dar lustre al artículo sesgado, a las pócimas de aprendiz de brujo, para servir de argamasa al exabrupto de falacias lógicas, de trampas verbales, de sesgados atajos. Pobre España. Ortega, y un par de citas ilustres más, suelen servir un historiador local y un autor extranjero, son la guinda de una tarta de pisos montada al revés, lo más endeble en la base. Una conclusión floja, sentimental, intuida, infundada, más cercana al afecto por el equipo de fútbol que al raciocinio occidental, a la que se quiere por fuerza llegar, a la que todo ejercicio de reflexión quedará sometido. Si uno es gordo defenderá los gordos, sin uno fuma dirá que es bueno, si uno es de este pueblo o de aquél otro, dará argumentos a su favor y retorcerá la realidad todo lo necesario. El plumero no hay que esconderlo ya. Sobre esa base endeble, acaso inexistente, se irá montando el resto de la tarta, piso a piso. Cada vez más anchos, cada vez con menos pudor. Así proceden nuestros eruditos improvisados, nuestros divulgadores de ocurrencias, nuestros improvisados salvadores de la patria, que se hacen intelectuales y saltan hasta Ortega pero no saben nada de lo que sobre España se ha escrito desde hace más de cincuenta años, sobre la base de pacientes y laboriosos estudios, fundados, documentados. Nuestros eruditos, nuestros capitanes matamoros de la erudición, aplicando energía empresarial a la labor intelectual, exponen raudos y veloces poderosas soluciones en apretadas síntesis. Pero siguen anclados, cansinamente, en el problema de España, que se sabe que es algo que no existe ni ha existido nunca; en el norte en el sur, en el carácter nacional, que como también se sabe, si se quiere, es un burdo mito, útil y divertido para tertulias de eruditos a la violeta, para ponerle la mano en el muslo a la sueca de turno –España y yo somos así de encendidos señora Sigrid-, pero tan claramente refutado, tan carente de fundamento, como han explicado Julio Caro Baroja, José Antonio Maravall, Julián Marías. Y con esta forma de hacer las cosas, se siguen vendiendo libros y publicando artículos… ¡Aaaaaayyy José Emilio!

jueves, 16 de enero de 2014

POETAS


“pero entre tantas plumas y pinceles,
viva vuesa merced, señor Burguillos,
que más quiere aceitunas que laureles,
y siempre se corona de tomillos”