lunes, 9 de diciembre de 2013

ARGIMIRO Y CALVINO DE LIPOSTHEY


La comida había empezado a la hora de siempre. La puntualidad era norma de la reunión y como en los toros, a la hora prevista se empezaba. Puesto que era habitual que algún comensal incauto se retrasara, uno de esos que piensa que lo fino es siempre llegar tarde, algún memo invitado por error que al llegar dejaba caer que era persona muy ocupada y por tanto importante, utilizando expresiones que la pequeña tertulia tenía vetadas, como que estaba hasta arriba, que tenía mucho lío, que perdonaran pero que el despacho exigía mucho, daban como tiempo de cortesía el aperitivo. Al último que había acudido resoplando e hinchado de importancia lo había sentado de culo Doroteo con un bufido:

-            Claro, claro, los demás no tenemos nada que hacer y por eso somos puntuales, haga el favor de no contarnos batallitas profesionales que no nos interesan nada. Tenga en cuenta que todos nos conocemos, que esto es una ciudad al fin y al cabo pequeña y que de camino le hemos visto salir del Hotel Picadero, sonriendo y silbando una tonadilla ligera. Si hubiera usted empezado por ahí le habríamos aguantado el retraso y hasta invitado a comer. Pero zalamerías hipócritas no.

Argimiro seguía la escena con los pelos de punta, aterrorizado por la reprimenda, espantado por el fondo del asunto, asombrado por el nombre del hotel. Calvino de Liposthey que tenía una paciencia infinita tuvo que explicarle que no, que ese no era el nombre del hotel, sino una forma discreta de identificarlo. Y en cuanto al resto, que quiere usted Argimiro, esta pobre humanidad es así, gula, envidia, orgullo, lujuria, pereza, codicia todos trotando de un lado a otro. En fin. Mírese a sí mismo que es a veces perezoso hasta en la lujuria. ¿Quién le ha contado qué? Calle, calle, atienda.

Se terminaron los aperitivos, sin que el convidado los catara apenas. Para compensar se le sirvió el vino en primer lugar, dándole así una segunda oportunidad. Con solemnidad levantó el vaso, miró a todos y pronunció un breve brindis -por esta tertulia de gruñones cornudos- que fue seguida de un estruendoso aplauso. Sólo Argimiro aplaudía con menos entusiasmo. El gran Bergamota, como era conocido, vivía su exilio provinciano en soledad, Doroteo era viudo, Tato soltero y Calvino de Liposthey formaba con su mujer una unión tan sólida y compenetrada que era imposible considerarle incluido en alusión alguna. Sólo Argimiro, tan inseguro él, se decía que tal vez… Bueno no.

La conversación siguió por los derroteros habituales, lo propio, lo ajeno, el chiste, la actualidad, hasta llegar a las grandes honduras a las que inevitablemente conducía la presencia grandiosa de Alcides Bergamota, quien en relativo silencio y con movimientos de ceja dirigía con mano diestra la tertulia, organizando turnos de palabra cuando el griterío sobrepasaba la normal.

-            Que poco me gustan las mujeres con los pies para adentro – dijo Tato.
-            Hombre, tampoco creo que a ellas les gusten mucho los tíos con el pie revirado – contestó Doroteo.
-            No, hombre no me refiero a un defecto, sino a la postura rebuscada, como forma de ser, de coqueta pose. Suele ser un pie calzado con alguna horrible zapatilla, ya sabe, redonda, gomosa, moderna, de colores, de cordón blanco de las que luego meten en la lavadora y ponen a secar sujetas con unas pinzas de plástico. Y lo dejo en el sentido de la vista sin pasar a los demás.
-            Sólo de pensarlo uno se marea.
-            Esa pose de los pies para adentro –continuaba Tato ya lanzado en su teoría- es un síntoma de filiforme ñoñez, una simulación de indefensa vulnerabilidad, que suele ir acompañada de poses intelectuales, la exhibición de algún libro espantoso asomando de los bolsillos de una trenca, alardes de independencia y mundo, tal vez algún idioma. Pero todo ello esconde irrefrenables ansias de procrear sin freno y de reinar con salvaje autoridad en las fronteras del imperio una vez conquistado.
-            ¿Pero de que está hablando? – preguntó Argimiro que no entendía nada y era padre de siete hijos.
-            Nada hombre, tranquilo, son tonterías. Pero usted escuche, hágale caso que a Tato le gusta recrearse.
-            Yo prefiero un modelo que pise recto, que enseñe la pantorrilla maciza, de cadera, taconeo y flor en el pelo, que se mueve con paso firme y de vez en cuando pegue un respingo gracioso.
-            Hombre Tato, sobre gustos no hay nada escrito, mire usted, de toda hay en este mundo y no hace falta ser dogmático en estos temas que tocan las fibras más personales – era Fidelio Lentini Spotti, siempre político, que vivía subyugado por una coleccionista de zapatillas para lavadora.
-            De ninguna manera Lentini, yo no transijo, yo no compongo, y además, ahora mismo, para no partirles la cara y quedarme a gusto, ¡voy a bailar un taran tantán, encima del güito!

Mientras Tato se levantaba para tirar a continuación el güito sobre la mesa, en un susurro Argimiro se dirigía a Calvino, para hacer la enésima pregunta.

-            Oiga Calvino, ¿eso del güito que es?
-            El sombrero hombre, el sombrero hongo, ¿es que se ha vuelto usted gilipollas?
-            Oiga sin faltar… ¿Pero cómo va a bailar encima?
-            Porque lo tiene blindado claro, por las cachiporras ya sabe. En estos tiempos de registradores de la propiedad en la presidencia del gobierno en cualquier momento le sacuden a uno por la espalda.

Tato subido a la mesa dio un brinquito sobre el güito y entre aplausos y olés empezó un taconeo frenético, acompañado por la guitarra de Doroteo, que dejando por una vez a un lado las delicadezas del Cancionero de Palacio, rasgaba la guitarra a pleno sentimiento, con los ojillos entrecerrados y el ceño fruncido pero sin olvidar de tirar del cigarro que tenía sujeto en la comisura de los labios. Tato se abrió la chaqueta y con gracia sin igual, en inverosímil equilibrio sobre su güito blindado, chasqueaba los dedos de sus manos regordetas mientras los brazos subían y bajaban con lentitud graciosa y sentimiento, unas veces; con garbo y fuerza otras, cruzándose por la espalda. Palmas y olés, un que se joda al que no le guste y algún ¡ea! formaban la más extraordinaria ritmada y cadenciosa algarabía que imaginarse pueda. Aquello culminó cuando Tato, convertido en flamenca peonza, cesó de repente todo movimiento, dio a continuación un brinquito que movió con gracia sin igual su cuerpo de rechoncha firmeza y sobre sus pequeños botines se puso a remedar los saltitos de tensa emoción, aquellos de Julio Aparicio al rematar una tanda con la muleta a aquél toro de Alcurrucén, aquella tarde de San Isidro. Bergamota embargado por la emoción decía en tono pausado:

-            ¡Cumbre has estado cumbre, Tato.

La noche estaba helada y seca, el frío invitaba a caminar con ritmo, con el cuello de los abrigos levantado. Calvino de Liposthey se había ofrecido a acompañar a Argimiro hasta la puerta de su casa, e incluso a esperar unos minutos por si se la encontraba cerrada, por castigo de la Merche. Argimiro seguía asombrado por lo que había presenciado, y su verborrea de preguntas no cesaba, poniendo verdaderamente a prueba la infinita paciencia de Calvino. Oiga Calvino, pero no entiendo, si ninguno es andaluz. Argimiro, no deje que las demarcaciones administrativas le pongan un velo ante los ojos. Y además Argimiro, si no fuera por el riesgo de colapsar a estas horas tardías su mente inocente le contestaría con la boutade de que Andalucía, lo que usted entiende por Andalucía no existe. Pero le diré otra cosa, joven, espabile hombre, espabile, que a veces parece usted tonto de capirote.

viernes, 29 de noviembre de 2013

BARTOLO GALLARDETE. AVISO A LOS QUE HURTAN LIBROS.

Frente a los robalibros y frente a los robaperas de toda condición, el cepogordismo hace suyo e incorpora a su acervo y canon los versos satíricos de don Serafín, sin dudarlo y para siempre. Ahí van.

A don Bartolo Gallardete

Caco, cuco, faquín, bibliopirata,
tenaza de los libros, chuzo, púa
de papeles, aparte lo ganzúa,
hurón, carcoma, polilleja, rata.
Uñilargo, garduño, garrapata,
para sacar los libros cabría, grúa,
Argel de bibliotecas, gran falúa
armada en corso, haciendo cala y cata.
Empapas un archivo en la bragueta,
un Simancas te cabe en el bolsillo,
te pones por corbata una maleta.
Juegas del dos, del cinco y por tresillo;
y al fin te beberás como una sopa,
llenas de libros, África y Europa.

*
*          *

No es que la víctima nos caiga mal del todo. No puede caernos mal alguien a quien se describe como de "carácter áspero y sarcástico y aficionado a los panfletos insultantes". Ya citaremos las fuentes de todo esto más adelante, que ahora no nos da la gana.

LECTURA

“Alberto fue contentísimo al internado, como siempre. Cuando venía de vacaciones a casa contaba que el día que comían tortilla de pronto sonaba la campanilla y a continuación entraba el director en el comedor diciendo: Advierto que la tortilla no se corta con el cuchillo. Después volvía a sonar la campanilla y el director desaparecía.”
Natalia Ginzburg, Léxico familiar.

En España el director hubiera añadido que tampoco el huevo frito. Si no han leído este libro maravilloso no se lo pierdan. Es una demonstración más de que la gran literatura, la más grande, puede ser hermosa y alegre y puede ver en la vida muchas cosas, muchas cosas hermosas y alegres que forman también parte de ella. Así el escritor siniestro viene a ser alguien que se entrega a la facilidad.

Otro ejemplo es el gran escocés Stevenson. Que Stevenson es un gran escritor, un gran narrador es obvio. Lo confirma el cuento leído ayer, el Tesoro de Franchard, en el que se ve como el maestro es capaz de describir la felicidad. Algo reservado a los más grandes. Stevenson en una carta a Henry James del 17 de junio de 1893: “No me gusta pensar en la vida sin el vino tinto en la mesa y sin el tabaco con su encantadora brasa encendida”. De los textos de Stevenson sobresalen varias cosas en común a todos ellos: la agilidad en el contar, la belleza en la forma siempre y en el argumento o en alguno de sus personajes, la ausencia de pretensiones y de artificio y la economía. Nos libera, nos perdona esas cientos a veces miles de páginas inútiles que no cuentan nada, con la que tantas veces se rellena el vacío. Lo mismo sucede con el cine y las famosas series tan de moda, horas y horas de metraje inútil. Entre nosotros, así de pronto pensemos en Cervantes, dónde la frescura, la belleza, la humanidad en su grandeza están tan presentes. Y si queremos, tal vez paradójicamente, el extraordinario Gutierrez Solana, capaz de lo mismo que extrae de lo más bajo, de lo más terrible de nuestra condición, con una visión impregnada hasta el tuétano de una amor al prójimo de raíz indudablemente católica y española, que no está reñida con su feroz anticlericalismo, paradoja en la paradoja. Pues eso.

jueves, 28 de noviembre de 2013

CAGANER DE LA VIRGEN DE MONTSERRAT. UNA OFENSA INTOLERABLE

Traigo ante ustedes un lamentable ejemplo de hasta dónde puede llegar una sociedad  en la que el hombre  no se respeta a si mismo y por tanto acaba no respetando la fe y Religión de los demás. 

Una familia de artesanos catalanes, propietarios del "Racó del Caganer" ubicado en Torroella de Montrí en Gerona (calle de Francesc Macià, no me extraña) que venden sus productos bajo la marca "Caganer" han lanzado al mercado una de esas figurillas de humor marrón que representa, ni más ni menos que a la Virgen de Montserrat.

No creo que resulte necesario explicar el porqué la "creación" de los señores de Caganer constituye una ofensa inaceptable a la Santísima e Inmaculada Virgen, a la Iglesia Católica y muy especialmente a todos los católicos españoles, en particular a los catalanes que sienten gran devoción por su madre "la Moreneta". 

Copio una imagen que se explica por sí misma.  



                                                  
                                                             La "creación" de la empresa familiar Caganer



                                           Quienes somos Caganer     
                                              Los responsables del invento según aparecen en su página web

Según publican algunos diarios en la red una asociación católica va a interponer una querella contra la empresa de Gerona. Espero que la comunidad de la Abadía de Montserrat y el Obispo de la Diócesis Mons.Martínez Sistach se unan a la querella de inmediato.

Este tipo de "gracietas" propias del "espíritu emprendedor" y "con buen humor" tienen una transcendencia muy superior a la que a menudo se les atribuye.

No sólo constituyen una ofensa a lo sagrado sino que contribuyen a consolidar la falsa imagen del "todo vale" que acaba en una permisividad blandengue dónde se puede insultar a todo y a todos como si fuera lo mismo la Santísima Virgen que una fulana coplera, o un decente monje agustino que un futbolista cazado en un puticlub.

Ya verán ustedes como estos "honrados artesanos" de Gerona no hacen una figurilla en la que aparezca ninguna referencia al Islam.

Contra estas "gracietas" no cabe la tolerancia. Suerte tienen que pasada ya una década del siglo XXI apenas queden elementos del Tercio de Montserrat con vida, si no se iban a enterar de lo que es ofender a una madre.

Llamo desde aquí a todos los que ofenda esta noticia, que no compren en ningún establecimiento, puesto o lugar dónde se comercialicen los infaustos caganers. Lo siento por los comerciantes y belenistas pero así aprenderán a respetar las creencias de los demás y por su propio interés dejarán de distribuir los productos de esa lamentable familia que por desgracia lo único que deben entender es "de la pela".

Sanglier.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

EL FUMADERO

Se sientan a comer:

- Tráigame por favor una horrible ensalada – exclama Alcides.
- ¿Perdone? - dice el maître pinzando la nariz.
- Apunte hombre y así no se le olvidan las cosas.
- No le haga caso que está cansado – tercia Doroteo.
¡Pero es que esto es un restaurante de postín y no hay nada horrible, señores! Por favor, yo les rogaría…
- Una ensalada siempre es horrible. De segundo tomaré un filete infame.
- ¡¡Por favor!! - susurra enrojeciendo el encargado - pueden oírle los demás clientes y aquí no  hay nada de eso que usted pide.
-  Oiga mozo – tercia Doroteo nuevamente – el menú de seis euros y ya está, lo que sea, estamos en otras cosas.
- ¡¡Aghh!! ¡Como que menú de seis euros! A la carta señores es a la carta y no hay ningún plato por esa cantidad… Señores creo que esto es un error, debo pedirles que abandonen…
-  No se ponga así, hombre que estamos con temas importantes, traiga lo que quiera, una hamburguesa y vino con casera…
- ¿Pero el dueño de este antro no es Fidelio Lentini Spotti? – pregunta Alcides extrañado ante las zalemas del maître.
¡¡Debo rogarles!! Dejen por favor la mesa, la policía, abandonen en local…

Cuando la crisis era inminente, pues Doroteo se aprestaba a abofetear al cursi, en un alarde de caciquismo monstruoso y abuso de autoridad natural, apareció el amigo Pulardo.

- ¡Amigo Pulardo!
- ¡Señores que alegría! Me ha dicho Tato que estaban ustedes por aquí. Me ha costado creerlo pero veo que es verdad. Me siento en su lugar. No puede venir porque están en clase de gimnasia. Todo corre de mi cuenta.

El amigo Pulardo ordenó una magnífica y equilibrada comida que se trajo de Casa Amador, previo soborno al maître de la nariz pinzada. Comida regada con buenos caldos. Y a los postres, previa contraseña y susurros con el cursi – nuevamente untado con cuatro perras - pasó con ellos a la salita del fondo. Era un reservado, un fumadero dónde se chiscaron un habano medio, untuoso, estupendo, en compañía de otros veinte fumadores –pipas, habanos, un coleccionista de Condal, la extinta marca de tabaco canario- , pues la salita era más bien tirando a grande y bien ventilada. Con colchonetas en el suelo y un par de chinas solícitas hubiera sido un perfecto fumadero de opio.

EL GOBIERNO DEL PP SE UNA AL FRENTE EN CONTRA DE "CASATE Y SE SUMISA"

La polémica en torno al libro de Costanza Miriano "Cásate y se sumisa" continúa, alentada en esta ocasión  por una invitada de excepción, ¡sorpresa, sorpresa! la mismísima ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad señora Ana Mato.

Vaya por Dios, la que faltaba se ha unido a la fiesta, llega tarde, un poco despeinada, se le ha roto un tacón y lleva una carrera en la media...así es como me imagino yo la entrada triunfal de la señora Mato en una polémica atizada, azuzada y promovida por lo más trasnochado, cutre y analfabeto de la carcundia progre.

Las razones aducidas por la ministra las tomamos de la noticia difundida por Europa Press que cito literalmente:

"La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, ha pedido que se retire el libro "Cásate y se sumisa" de Constanza Miriano (el nombre de la autora está mal escrito, eso si que es precisión periodística, la nota es mía) editado por el Arzobispado de Granada, porque no comparte "ni el título ni el contenido" y lo considera una "falta de respeto a la mujer".
"No comparto en asboluto el título ni el contenido y me gustaría y así lo he pedido que se retirara ese libro, creo que no es nada adecuado y que es una falta de respeto a las mujeres", ha precisado en declaraciones a RTVE recogidas por Europa Press.  

No sabía yo que la sra Mato fuera crítico literario ni tampoco censora del Reino. Ninguna de las razones aducidas se sostiene. Primero que no comparte el título ni el contenido..¿y eso a quién le importa? Si sólo pudieran publicarse los libros cuyo título y contenido comparte la señora Mato dudo que la industria editorial pudiera sacar más de cuatro o cinco ejemplares al año que serían muy probablemente hagiografias de  san Mariano I, catálogos de máquinas de rayos uva y obras de contenido similar, profundo, comprometido e innovador.

La segunda razón aducida es que el título y contenido del libro suponen una falta de respeto a las mujeres. 

Vamos a ver, señora Mato, para criticar un libro primero hay que haberlo leído. Si usted se ha tomado el tiempo (unas dos horas y cuarto, dos y media para un lector medio-lento) de leer el libro en cuestión, no puede usted sostener que en el mismo se falta el respeto a nadie y menos a las mujeres ya que esta obra es un canto a la femineidad, al papel de la mujer en la familia y en la sociedad y un grito en pro de la independencia de criterio que deben tener las mujeres jóvenes frente al océano de manipulación, desinformación y mentira a las que se les somete mañana, día y noche desde los medios oficiales y privados afiliados a la verdad única de lo políticamente correcto.

Si lo que a usted le molesta del libro de Costanza Miriano es que promueve un estilo de mujer completamente opuesto a lo que usted representa, me temo que su declaración no pasa de ser una pataleta infantil ya que, por ponerle un ejemplo, a nadie se le ocurre dar una rueda de prensa en su función de Ministro para decir que no está de acuerdo con la obra de Colette o con el trasfondo de la creación artística de Frida Kahlo.

Que yo sepa el libro de la señora Miriano no ha sido incluido (desafortunadamente) en el catálogo de lecturas obligatorias para el bachillerato que indican las autoridades educativas, ni tampoco he visto que en el BOE se publique una ley obligando a las madres con hijas casaderas a adquirir el mismo bajo pena de prisión y multa.

El solicitar la retirada de un libro es un hecho muy grave. La mera solicitud formal, que entiendo la señora Ministra ha realizado, supone un acto de grave condena que debe reservarse para situaciones extremas dónde se esté causando un daño objetivo a las personas. Esa situación no sólo no se da en éste caso, sino que la petición de retirada se debe a que a juicio de la Ministra sus opiniones no coinciden con lo que a ella le parece bien. ¡Toma del frasco!

Por si fuera poco, toda esta polémica se genera en una sociedad que permite, alienta y mira con complacencia mil y una situaciones dónde la mujer si que es denigrada, humillada y mancillada. La sociedad del aborto, la prostitución indiscriminada, la pornografía libre y disponible a toda hora y en todo lugar, la publicidad cosificadora de la mujer, los programas de telebasura dónde se venden mujeres al peso de las chequeras y se airean los actos mas bajos y viles que quepan imaginarse, etc.. etc..

¿Se puede convivir con todo eso pero no con un modesto ensayo que defiende el papel de la mujer desde la base de la familia?

¿Merecen la autora y su editorial el ostracismo por presentar propuestas que refuerzan a la mujer en su posición de dignidad, respeto, fortaleza y dan realce a su verdadero valor?

No se si la ministra ha hecho estas declaraciones por cuenta propia o al albur de la presión progre. No se si con ello quiere amigarse con la horda feminista, ese batallón de mujeres a las que les debería dar vergüenza afrentar a su sexo y condición promoviendo las actitudes y conductas más tristes y lamentables. No se si todo esto no es más que otra de las innumerables salidas de pata de banco de la falsa derecha centrista que vive acomplejada y que busca mil y una escusas para hacerse perdonar no se sabe que pecados por no ser un poco progres, muy progres o totalmente progres.

Verdaderamente no se que ha motivado esta intervención extemporánea. 

Espero equivocarme, pero lo más grave es que la señora Mato crea de verdad lo que dice, que haya leído el libro y siga pensando que lo que en el se explica y propone es ofensivo para la mujer. De ser así me daría pena por ella, porque puede discrepar, puede estar en contra de la tesis de Miriano, puede darle alergia el modelo de femineidad que destila la obra, puede hasta tener un reparo estético, ahora bien decir que es ofensivo para la mujer supone faltar lisa y llanamente a la verdad.

Envío desde aquí todo mi apoyo a los injustamente perseguidos, en primer lugar a la autora Costanza Miriano, en segundo lugar a D.Javier Martínez Arzobispo de Granada e impulsor de la editorial "Nuevo Inicio" dónde se ha publicado la obra y por último al equipo de la Editorial misma. Que Dios les bendiga.

Les animo a seguir difundiendo buenas ideas y publicando buenos libros sin temer la persecución pública y privada. El calor provocado por su trabajo es buena muestra de cuan acertados están. 

Quizá esta polémica sirva para que alguna joven, alguna madre con hijas, alguna abuela perdida por ahí lean el libro y le den al magin, para beneficio de sus hijas, alborozo de sus novios y maridos y bien de la sociedad toda. 

El que prefiera otros modelos de vida que los siga pero que no traten de apagar las voces que ofrecen alternativas, las represiones siempre tienen efectos indeseados.

Sanglier. 

martes, 26 de noviembre de 2013

LAS CONSECUENCIAS DE LA SENTENCIA DE ESTRASBURGO Y EL ART 61 DEL REGLAMENTO DEL TEDH

Vuelvo al grave y muy sobado tema de las excarcelaciones masivas de asesinos y criminales que con tanta alegría está llevando a cabo la justicia por impulso y sin resistencia del gobierno.

Estas líneas van especialmente dirigidas a todos los bienintencionados votantes del PP y a cualquier otro que en un acceso de fiebre sienta la tentación de votar al PP en las próximas elecciones.

Me permito difundir una noticia que me temo va a ser cuidadosamente silenciada, amablemente omitida, cariñosamente censurada y en el mejor de los casos sonoramente contestada y vilipendiada por la horda roja y progre (entre la que ahora,por voluntad propia se encuadran numerosos dirigentes de la facción en el poder).

Esta mañana, en el programa de Esradio dirigido por Federico Jimenez Losantos, el señor Javier Borrego, predecesor del infausto López Guerra en el cargo de magistrado del TEDH  ha afirmado lo que a continuación transcribo literalmente, tomado del diario en la red  Libertad digital:

 

El juez ha afirmado que "la sentencia de Inés del Río es una sentencia individual" y así lo decidió Estrasburgo, pese a que ahora se esté "extendiendo a todos los otros casos".
Según ha explicado, un artículo del reglamento del TEDH, el 61, establece el procedimiento de sentencia piloto, mecanismo por el que que Estrasburgo resuelve todos los "casos parecidos" con "una sola sentencia". En el caso Del Río Prada, sin embargo, el TEDH decidió emitir una sentencia "individual", "conscientemente", en lugar de emitir una sentencia piloto que se refiriera a las otras 29 demandas presentadas en Estrasburgo. Borrego ha insistido en que se trató de una decisión "consciente" del tribunal puesto que Estrasburgo conocía, porque así lo había comunicado el Gobierno, que había "múltiples casos" parecidos al de la etarra.
"Pudo haber dictado una sentencia aplicable a todos los casos semejantes y conscientemente no lo hizo. Eso es meridianamente objetivo", ha reiterado Borrego antes de precisar que la "extensión de sus efectos" a otros presos es consecuencia de "la interpretación sostenida por algunos" de la ley española, pero no una consecuencia de este fallo "individual".
La "sentencia piloto" (el nombrecito, como todo lo que se refiere a esta institución, se las trae..) fue introducida en la reforma del Reglamento del TEDH de fecha 21 de febrero de 2011 y como bien explica el ex juez Borrego, su utilidad consiste en que permite al Tribunal dejar clara su doctrina ante un caso de grave violación de Derechos Humanos en un Estado firmante y ante el que se han impuesto una pluralidad de recursos. Se deduce, por tanto, que si el TEDH dictó una sentencia individual a favor de Del Río Prada fue porque no entiende que la aplicación de la llamada "Doctrina Parot" suponga en si mismo un problema grave y, por tanto, cabe revisar cada caso individualmente.
No creo que haya que decir nada más.
Mariano y sus cómplices verán que hacer con su conciencia. Les compadezco aunque lo que de verdad lamento es el daño que están causando, no sólo a las víctimas sino al Estado de Derecho, a la Justicia y al bien común.