domingo, 10 de julio de 2016

Don Camilo y el arboreto de Luis Ceballos.


Cepo gordo es muy devoto de don Camilo. El olvidado don Camilo. Le consagra estos días la biblioteca nacional una bonita exposición. Don Camilo es como España áspero y genial. No es para paladares insípidos, para quien no guste de decir las cosas, ni para las medias tintas. Y don Camilo es compañía para cualquier momento, por ejemplo para el paseo que hemos dado esta mañana, evocando todo el tiempo, y por motivos diversos, la memoria de Luis Ceballos, ingeniero forestal, mientras ascendíamos animosos y acalorados hasta su arboreto.

La salida, pasadas las nueve.

El Monasterio, abandonado ya el camino de la Horizontal.

Helechos.

La floresta.

Olmo de los Llanillos (Ulmus Laevis, 30 metros de altura, 3,15 metros de perímetro).

El pico de Abantos.



Las cumbres sin tinieblas.

El monasterio (O monasteiro, para que nuestro lector gallego no se sienta raro).


Zarzas en flor.

***












7 comentarios:

  1. Y de Peppone nadie se acuerda, el alcalde comunista que logró la prosperidad para el pueblo. Así se escribe la historia con incienso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es usted un poquito piernas. No hay prosperidad con comunismo.

      Eliminar
  2. Qué tendrá que ver el culo con las temporas

    ResponderEliminar
  3. ¡¡Siempre hay uno que se cree graciosoy esta sacando los pies fuera del tiesto¡¡
    Que tiene que ver Don Peppone con el paseo por elEscorial.

    ResponderEliminar
  4. Interesante artículo siga por ese camino y no haga caso, ya se aburrirán.

    ResponderEliminar
  5. Viva el Arboreto, ¡COHONE!

    ResponderEliminar

SI QUIERE ECHAR SU CUARTO A ESPADAS, YA SABE AQUÍ. CONVIENE QUE MIENTRAS ESCRIBA ESTÉ USTED FUMANDO, CIGARRO O INCLUSO PIPA.