sábado, 30 de agosto de 2014

El buen comer y los géneros (espinoso asunto).

Rebuscando en un tomete que ha llegado a nuestras manos desde una vieja biblioteca familiar, tras haber sido hecha trizas por su inmisericorde reparto entre catetos descendientes de los que fueron sus dueños, damos con un tesoro, que contiene perlas como la siguiente, y muchas más afirmaciones para la polémica:

“En el caso de que al invitado le sienten entre dos mujeres agradables, que renuncie a saborear, como es debido, la cena. Si está afectado por la Dulce María, incluso las verduras de lata y los consomés los ingerirá sin graves repulsas; el paladar se le distraerá.

Con raras excepciones, las mujeres no son buenas gastrónomas. La providencia las ha favorecido con infinitas superioridades sobre nosotros. En cambio ha repartido entre el segundo sexo demasiados paladares que no han pasado de la etapa infantil.

Ningún buen gastrónomo es aficionado la dulce. Las mujeres generalmente, lo son. Los niños todos. Pocas veces se ha producido el caso de que se encuentren dos amigos y le diga el uno al otro:

-          Te invito a unos pasteles.”

Luis Antonio de Vega, Guía gastronómica de España. Segunda edición. Editora Nacional. Madrid, 1967.

1 comentario:

  1. Como nos hemos dado cuenta de que los comentarios no aportan absolutamente nada, los hemos limitado y vamos a dificultar un poco su inserción. Así están las cosas.

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