Los
cuervos pertenecen a la familia de los córvidos. Los pájaros que pertenecen a
esta familia se caracterizan generalmente por ser sociables y vivir en
bandadas. Así son por ejemplo la urraca, la chova, la piquirroja y la grajilla,
con fama de ladrones de comida y objetos brillantes. Pero como en todo en la
vida hay excepciones. Así, la corneja negra, solitaria y negra, su prima la
corneja cenicienta (corvus cornix) es algo gris, claro. En cambio, la graja
tiene un negro de tono rojizo, pico largo y puntiagudo de base blanca y es muy
gregaria (le gustan las pandillas como a los quinquis) por lo que vive en
grandes bandadas. Como puede verse, esto de los pájaros es lioso, lo que lo hace
muy entretenido. Todos los córvidos crían en pareja (cada oveja con su pareja).
El macho acarrea el material de construcción y la hembra que es muy hacendosa
prepara el nido. El cuervo común que es el más grande de todos los cuervos,
pues mide unos sesenta centímetros, permanece junto a su pareja para criar
durante todo el año, y se piensa que a veces para siempre. Tienen sin duda gran
paciencia. El cuervo es oportunista, inteligente –como pájaro-, versátil, y
capaz de aprender.
lunes, 27 de abril de 2020
domingo, 26 de abril de 2020
Tiempo de perros.
No
empezar hablando del tiempo es la recomendación que da un buen novelista a
escritores nóveles. Pero nosotros, ¿Qué quiere que le diga? No damos mucho de
sí y tampoco esto es una novela. Así que diremos que hoy el aire es frio, el
día espléndido de luminosidad, como un punto y aparte a la tromba de agua de
ayer. Pudimos salir hasta los contenedores de reciclaje a tirar vidrio, como un
buen ciudadano. Había escampado y el ambiente era de una primavera intensa,
húmeda, con esa luz sutil, delicada, como una filigrana ante los ojos. Disfrutaban
de ella los paseantes de perros que al parecer no se ven afectados por el
confinamiento o apenas. Mientras ellos pasean se impide la celebración de la
Misa en distintas iglesias, aunque el sacerdote y los fieles cumplan
escrupulosamente con las medidas de seguridad impuestas por el estado de
alarma, y en particular con el artículo 11 del Real Decreto que lo establece.
Parece que por fin el animalismo rampante se ha impuesto ya del todo. Ya ve que
le he traído de golpe a la más atroz actualidad. Tal vez hubiera sido mejor no
dejar de hablar del tiempo.
lunes, 20 de abril de 2020
GALERÍA DE TIPOS FÍSICOS EXTINGUIDOS: Iván Bunin.
Retrato
del escritor ruso por su compatriota Rossinsky.
Observen que no sólo hay
verdaderos bigotes sino una cuidada perilla. Las facciones son finas y hay elegancia en la actitud, la vestimenta, la mirada. Observen también la excelente
pinta, el aire entre señorial –lo que denota su origen social- y ensimismado, lo
que podría referirse a su condición de escritor. La impresión se refuerza por
el fondo del cuadro, una biblioteca. Un esbozo de ojeras que apuntan cansancio
y algo de melancolía, no consiguen menguar la nobleza, la dignidad y el empaque
de su figura. Es posible que subsista parcialmente el tipo en algún rincón
escondido y remoto. Pero no completo. Completo como tal, el comité científico
de la Fundación Tato lamenta tener que considerarlo como definitivamente
extinguido.
Incluimos una fotografía para que se vea que Rossinsky supo captar, que no inventar. |
Temporada sin temporada. I.
El matador de toros Luis Mazzantini,
el "señorito loco", apodado así por su tardía vocación taurina,
pasando de los estudios y el cortejo de Amadeo de Saboya a las plazas, daba una
vuelta al ruedo. Esto refiere Antonio Díaz-Cañabate en su Historia de una tertulia:
Don Luis, sonriente, mientras
saluda, va diciendo: “¡Gracias, gracias, hijos de cocheros!”.
viernes, 17 de abril de 2020
Jornada electoral III. Nuevo fragmento de diario.
La Guardia Civil en la puerta del colegio electoral. A ella le queda
el uniforme como si fuera un barrendero. Desfila el cuerpo electoral. Un gran
número de ancianos decrépitos, oigo que dice un concejal. Dos viejas con bastón
bastante despiertas; un matrimonio con sombrero de explorador él; dos gorditos
de la mano, él tiene gran picota y pelo lacio, ella es eslava y grandota o al
revés, grandota y eslava, y habla español con la boca encogida; una familia con
dos niños, él tiene los pies diminutos, torcidos y girados hacia arriba, ella
se queja mucho, es lógico. Un gordo y viejo comunista lo mira todo con aires
exterminadores. Una abuelilla arrastra los pies, la mano pecosa sujeta un
bastón con el que se mueve con agilidad. El apoderado rojillo es el de aire más
presuntuoso y arrogante, con camiseta de marca rotulada en inglés y greñas de
permanente. Un chándal, otro chándal, una muslera con un chor (short) que sólo
tapa media nalga, la otra mitad vibra al aire. La chica guapa –que no es la del
chor- vuelve porque se ha dejado algo. Una panza viene a votar y a lo lejos, detrás,
una cabeza pequeña parece dirigirla. Una rémora quiere entrar con un San
Bernardo gigantesco, señora por favor que no puede ser. Avalancha de abuelitas
precedida de una señora con dos niñas pequeñas, cuidado que hay un escalón.
Pasadas las doce se supera el diez por ciento de participación con la horda de
jóvenes que vienen a votar, camisas negras, si negras, camisetas, sudaderas
horribles, y de repente un personaje engominado y al rato las dos primeras
corbatas. Y un señor delgado como un pájaro, otro que gira el cuello a derecha
e izquierda sin parar, una mujer prácticamente desnuda, unos papás de los de
mucho sentimiento, de esos que crean monstruos, quieren que sea el nene el que
meta la papeleta, pero les dicen que de eso nada y se ofuscan. Luego dos cojos,
a la vez, un loquito que habla sólo y mira para todas partes después de reír,
la tontalpacma que nunca falta, mas chores de todos los colores. Casi a la hora
de comer: él gran nariz de porreta y potente belfo sobre metro cincuenta, ella
busca una cola en la que poder ordenarse. Un señor pregunta que por qué en la
lista del censo que maneja la mesa electoral se raya el nombre de los que han
votado, que él no piensa votar pero quiere una raya sobre su nombre y que exige
una explicación. Ancianísima venerable con nariz de alcotán conducida por digan
nieta, hay dudas sobre si podrá levantar la papeleta, pero al final lo logra
sin el inadmisible concurso de la nieta. Melón de la Huerta, Arcadio, ha
votado. Sonrisilla del interventor, nervios en un vocal, la presidenta
superpotra principia un alarido histérico que logra contener. Dos pavas
electrónicas piden papeletas del partido verde. Un marido acompañado de una
loca pintarrajeada que es su mujer. El hombre, a todas luces sojuzgado y
disminuido, sonríe como pidiendo perdón. Dos vocales le miran y luego uno hace
al otro con dos dedos el gesto de la tijera cortando. Un presidente de mesa, en
la misma sala, que había comenzado la jornada con mucha compostura, henchido de
sentido del deber y traje de tres piezas, parece que por las entretelas
escondía una petaca con aguardiente, por lo menos. Ya se oye perfectamente
cuando en lugar del ¡ha votado! de rigor afirma con voz catarrosa que ¡aquí
dejan votar a cualquiera!
Encerrados
ya desde hace horas para el escrutinio, sólo nos falta el Ángel exterminador.
jueves, 16 de abril de 2020
Jornada electoral II. Fragmento de diario.
Acabo de ver a una tiorra política, tronando
por las mesas electorales como torero viejo en plaza de pueblo, arrastrando
recias patorras y melena cardada. Terrible ogresa. Ha llegado Nicasio el
alcalde, viejo político de cabezón sin cuello, ha repartido saludos, abrazos,
monedas, billetes y chocolatinas y se ha ido entre aclamaciones. Un guardia
civil habla de la corrida de Miura mientras un tío chancletudo recoge papeleta
animalista. Como nadie usa las cabinas sabemos lo que votan todos los vecinos.
Una vecina acude con la señora que trabaja en su casa, cuidadora, y
prácticamente le elige las papeletas, votan lo mismo, la señora delante, la
criada detrás. Una escena de la prehistoria electoral. Dos nietas pimpantonas,
casi unas señoras, de buen ver y buen aire conducen hasta la urna a una abuela
decrépita en silla de ruedas. Una vieja roja echa espuma por la boca. Familia
pepera con iniciales en las camisas y cara de mucho dinero, pero con los pies
pequeños, mire usted; se besan se saludan, cuanta siesta reventada por el
civismo democrático. Tienen que dejarse de esas chorradas policiacas con las
que pierden el tiempo y leer a Joaquim Machado de Assis, un segundo Eça. Pareja
de alcohólicos descoyuntados, papeleta en mano. Que insoportables el recuento,
las actas y el personal sudado comiendo bocadillos revenidos. La presidenta de
mesa lleva hierro en la nariz, moño sobre el cogote y viste elegante chándal
negro que le ciñe como un guante silueta de Diana cazadora que no deja sitio a
la imaginación. Masca chicle y dice vale y joé. La zapatilla deportiva triunfa
sobre el zapato abotinado, el cuero y el cordón derrotados por la chancleta,
una derrota que es previa a la derrota política, de cuando los hijos de familia
salieron a pasear enseñando los pinrreles por primera vez, lo demás va detrás.
No todo está en las formas, ya lo sabemos, pero que quiere que le diga. Nene
con camiseta de Messi pregunta a su melenudo papá chandalero ¿qué es facha?;
miran de reojo al que esto escribe. Bostezos terribles; se vota en familia, de
una comunión vienen sin duda matrimonio con niños todos impecables, transmiten
un aire retro por lo inusual de su aspecto. ¿De qué estampa antigua han salido?
La poli saluda a la mona del lugar con un ¿qué hay Raqui?
miércoles, 15 de abril de 2020
Jornada electoral I. Contexto.
Todavía recordaba el gran Bergamota su primera noche electoral.
Vendrían muchas más. Fue por supuesto arrastrado por Toñi la Roja. A Toñi todo
el tinglado y el fondo del asunto le importaban poco. En cambio, sabía
perfectamente como servirse del sistema y conocía la importancia de jugar el
juego aceptando las reglas propuestas. Tenía muy claro el camino a sus abrigos
de visón. Probablemente este punto, lo de los abrigos, era uno de los pocos
errores cometidos por Toñi en su frío análisis del juego, uno de los pocos
aspectos en que se quedaba corta o llegaba tarde, incapaz de prever la rápida
llegada de los partidos ecológicos, de las candidaturas animalistas. Cosas de
la edad, generacionales. Toda la vida persiguiendo el visón, no lo pensaba
cambiar por la sudadera con capucha.
Turba electoral (en reposo). |
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