¿Cómo pudimos dejar pasar hace una semana la tarde de
Saltillo? Es inexplicable, cosas que pasan.
Magnifico el tercer par que pone
Curro Javier, asomándose al balcón con verdad y poder, aunque sale algo
trastabillado y hace temer una caída en la cara del toro. Grandes aplausos a la
buena ejecución. Entonces, José Chacón, de verde y azabache, se lleva al toro desde
los medios dónde ha quedado burlado, y lo hace con una larga y de una vez hasta
el burladero del seis. Cuando a medio camino parecía que el toro se quedaba, un
movimiento de muñeca imprimía un latigazo medido al capote que al levantarse
desde el suelo con sinuosa vivacidad volvía a captar la atención del toro, y
así, sin brusquedades ni dudas, con técnica sobria y naturalidad, se llegaba al
refugio de las tablas, entre los aplausos de aquella parte del público, muy
numerosa, lo suficientemente enterada como para seguir el lance y aplaudir la
buena ejecución.