viernes, 23 de mayo de 2014

NUEVA PESADILLA DE A. BERGAMOTA

Bergamotiana o Bergamóticas. O silva de enfermizos ademanes.

El lector de suplementos de periódico es necesariamente un necio.
Un infecto, un pústula, decía Tato iniciando con esa frase violenta una trifulca deliciosa.

A. Bergamota consideraba esencial la pronta adquisición de dos camisas azules del tejido llamado Oxford. Y así lo dejó escrito en su diario, con toda solemnidad y la mejor letra. Con caligrafía mejorada gracias al conocido método de sacar la punta de la lengua por la comisura izquierda mientras se trazan las letras con cara de esfuerzo, de bárbaro esfuerzo, pero sin llegar a la que se le pone a Bujarro Chumberas cuando hace de cuerpo subido a la tapia. Esto es repugnante oiga, horrible, pero que se ha creído. Se enfada la gente cuando uno es preciso y meticuloso en las descripciones y se enfada también cuando uno calla como la Salamandra en el fuego. ¿Pero qué dice?

Cuándo A. Bergamota presa del desánimo iniciaba un tratamiento de choque musical solía tomarse una mixtura compuesta de los ingredientes siguientes:

A long way to Tipperary, en versión de la legión extranjera francesa, seguido de Banderita y de un encadenamiento de pasodobles, culminado por Nerva y Er Mundo. De esta manera el ánimo decaído de Bergamota remontaba un tanto -¡oh joputico tedio- y volvía a fumar habanos en lugar de tratar de esnifar las frías cenizas de los ya consumidos.

El mingueo como género literario. Es decir, escritos varios alrededor de la minga y sus potencias y miserias que todo lo intervienen y mediatizan. Por ejemplo:

-          Cuidado si va a que le corten el pelo en ese barbería. Al dueño cuando se enfada se le cruza el cable y minguea al primero que se le pone delante. Luego encima se lo cobra.

Hemos leído a la frívola, elegante y decadente Nancy Mitford a la que nos gusta nombrar usando la extinguida “che”: Nanchy Michtford. Al hacerlo, Nanchy Michtford engorda de repente cien kilos. Justino Polardi Mar del Plata les quiere. Esteeee. Miren, miren las patorras simpáticas de esta tipa entre balancín y peonza y no menos amable, que oscila en frenético vaivén al patearse la calle. A no ser por el firme contrapeso de su inmensa pompa trompicaría de súbito, rompiéndose los morros a cada paso. Justino Polardi ha quedado agotado. Tiene los pies minúsculos. Visión de porcelanas, infinitos juegos de incalculable valor repartidos por todos lados, sobre las mesas, los sillones, sobre las mesas, el borde de las ventanas, las camas: Tobe-yaki Meissen, Sajonia, Noritake, Quing, Alcora, Buen Retiro, Sargadelos, Sèvres, Limoges, Chelsea, Vincennes, Capodimonte… Deslumbrado, Bergamota oye a la condesa decir “¡¡uhh cuanto polvo, cuanto hay que fregar!!” y de repente la visión tiembla, tazas y platos se quiebran violentamente, saltando por los aires y toda la imagen se resquebraja reducida a polvo que a su vez se esfuma. La condesa es pateada. Corre por la casa ladrando mientras Bergamota dispara la posta. Polardi aconseja terapia con voz lejana y de ultratumba. Debés dejar la bebida y la lechuga, sobre todo la lechuga que es alucinógena, dejá el fumeque de una vez, ¿oís?

RESPUESTA DEL DR. GOTINGEN A LA CONSULTA DE LA MUY HONORABLE MAGDA FRIEGDEBOLD

Geliebten Magda !

Cuanto me agrrradda que una compatriota teutona me envíe una consulta.

He leido con todo detenimieto, ich las alles sorgfältig tu relato de acontecimientos terribles que te afflijen.

Da gusto mucho tu prregunta porrque se centra en un asunto al que, modestamente, he dedicado una pequeña monografía (Der Ehemann Drecksack, 6 Vols, Kojonen Verlag, Frankfurt am Main, 2001).

La mujerr teutona die große und fruchtbaren weiblichen deutschen, precisa de un hombrre de karackteristicas únicas. Un auténtico Alpha-Männchen que no sólo cumpla todos los papeles de la corrressponsabilitaten familiar y domestica sino que sea un unersättlichen sexuellen titan !!

Cuando selecciones a tu newe Pepe debes prestar atención prriorritaria a su capacidad en el manejo del palo escoba con igual atención que a su montiert kapazität.

Como dicen en pueblo Málaga dónde paso las sommer-ferien, para hacerr buena ensalada tanto falta buen tomate como buen pepino.

Si tras búsqueda de newe Pepe no das con el, sugiero busques newe Hans o en tu caso mejor incluso un newe Ali-Mobutu , porque quizá su papel en corresponsabilidad familiar serra pequeño perro asegurrara grande satisfaccionen y alegría a desolada mujerr teutona.

Mit freundlichen Grüßen !

Prof. Dr. H.F.T. Gotingen.

martes, 6 de mayo de 2014

Como consecuencia de lo anterior, esta consulta "pre-closing" para el profesor Gottingen

Consulta de Magda Friegdebold. Querido Herr Docktor Gottigen. ¡Cómo me gusta España! Pero requiero de su asesoramiento pues no acabo de encontrar el punto justo para tratar marrridos españoles y ellos kaputt, se me mueren, espichan. La primera parte de la frase anterior la escribe para mí, mi amiga española Toñi, moderna y concejala de distrito. Lleva los pantalones en casa. Es mujer española moderna y elegante. En inglés Highly Sophisticated, como toda su familia, los Mantecado Torta. Verrá usted. Yo casé primero en Germania, mi patria. Marido teutón manda mucho, enfada si birra caliente y golpea duro. Yo soy grande, una gran teutona de gruesa trenza y tobillos como menudillos de mula artillera y tengo mucha, mucha fuerza, gran Tudesca. Pero marido teutón más fuerza y carácter demonio. Me puede. Me aparto. Das divorcien. Y dice mi amiga de Torremolinos, venga a Spanien, tierra de maridos fáciles y sumisos. Búscate un Pepe me dice. Un Pepe guilipollias, o así. ¡Mein Gott! Hago maletas y verano en islas y levante me procuran marido. Gran mini bikinazo, como dice Toñi. Pepe Paraíso. Paga todo, friega, barre, guisa cocina. No hijos pero yo obligo a cuidar de muñeco (pone pañales y pasea y da viverón a tres de la mañana) para preparar el caso y perfeccionar sumisión estricta. Prohíbo ver amigos y de vez en cuando, cuando mí bebe mucha birra, le suelto bofetón si no bien fría. Pero vienen problemas. Como con las plantas, marido español-birra palidece, desmejora y se apaga. Finalmente Pepe muerto. Quiero pescar segundo Pepe para seguir viviendo como ¡¡Mein Gott!!, pero temo estropear de nuevo género. Aconseje herr doktor, aconseje a una germana desamparada, como manejar situazzión.

CASCAJARES CONSULTING

Cascajares Consulting.
Casi antes de haber empezado nos abandona el profesor Cascajares. Avelino Cascajares Cornipaso o Colmenar, según. Nos hace llegar una nota oficial, impresa en el papel membrete de su consultoría en la que se indica que, tras la toma de participación mayoritaria por parte del fondo de inversión (“fund”) Profitable Psychotherapy Investment Fund en el capital de Cascajares Consulting, la imposición de una cláusula de dedicación exclusiva (non-compete) hace imposible la continuación de su colaboración en Cepo. Pese a ello, el profesor, tras una dura lucha que le honra en la que se renegociaron varios covenants y representations y se alteró la effective date antes del closing, ha logrado la inclusión de una excepción en el contrato que le permite completar y publicar las consultas ya en marcha o recibidas antes de la fecha de la firma (“effective date” o “closing” ya no sabemos). Con este amable comunicado el profesor Cascajares aprovecha para hacernos llegar el nuevo folleto publicitario de Cascajares Consulting. Este es:

Cascajares Consulting
Ponemos en su sitio los tornillos que le faltan, apretamos clavijas, renovamos, chapa y pintura.

Ahora consultas “tailor made”, esto es, a medida del paciente que decide entre los distintos paquetes (“packages”) que le hemos preparado para darle la bienvenida a Cascajares Consulting: ¡We welcome you!

a)      Consulta apocalíptica, genuinamente ibérica. ¿El mundo es una mierda? ¿En España no cabe un tonto más? Nosotros se lo confirmamos.
b)     Consulta rapapolvo. Si situación es “unacceptable”. Tiene que cambiar radicalmente, se va a enterar.
c)      Consulta látigo: ¿Se queja de balde, por nada? Ahora verá.
d)     Consulta empática: le queremos, le entendemos, le escuchamos. Pensada especialmente para ellas.
e)      Consulta silenciosa, con el mismísimo profesor cascajares: ¡Cascajares calla! Es el paquete preferido por Cascajares, pero también el más caro.
f)       Multiple choice: una combinación de cualquier de los anteriores.

sábado, 26 de abril de 2014

LLAMADAS

Empezaron las llamadas anónimas al poco tiempo de cancelada la gira. Afortunadamente el viejo contestador de Doroteo no fallaba. Saltaba de manera automática, sin dejar sonar el teléfono, por lo que nada perturbaba la quietud de la casa. Sin embargo, a ratos Doroteo, asaltado por morbosa curiosidad, se dedicaba a contestar al teléfono y a pasar mensajes a los aludidos en las llamadas, adoptando aires de estricta telefonista, lo que casaba mal con su grosura. De la mezcla de lo vertido en el contestador y de los mensajes pasados por Doroteo, resulta la siguiente enumeración de anónimas broncas telefónicas:

Mensaje 1. Ha llamado Javier Mancebo Bachiller. Que sois lo que sabéis. Que como coja el látigo vais a saber quién es Bachiller, que de un Mancebo Bachiller no se ríe nadie. Le he dicho que se vaya a tomar por el impúdico.

Mensaje 2. Reviente al hideputa eructador que ha perdido su derecho a vivir en sociedad por su zafio comportamiento jopútico. Saque un palo y a por él, sin piedad a garrotazos. Ley de Linch. Han intentado cerrarme el paso en un oscuro pasillo, sospecho que con intenciones nefandas, he conseguido zafarme y evitar el acoso bujarronil. Estoy perdiendo la razón, tiene usted la culpa, degenerado.

Mensaje 3. Me he encontrado con Javier Jopútico, que dice que qué hay de lo suyo… que por algo llamó ayer. Le digo que de eso nada, que tenemos contestador fetén y que no hay mensaje suyo. Bizquea y babea. Salgo por piernas.

Mensaje 4. Llama Domingo Ignacio Jodirrín y Maninas de Guarro, preguntando por ustedes claro. Dice que le deben dinero. Le he dicho que (i) es imposible que ustedes le deban dinero, con todo lo que me piden prestado a mí; (ii) que es imposible que ustedes hayan contraído deudas con un botarate.

Mensaje 5. Me vuelven a entrar llamadas para ustedes, no soy una centralita oigan. Esta vez una tal Magda Frigedebold, dice que sólo lee a Cervantes y a Stendhal en alemán con letra gótica y que busca hispano acomplejado y calzonazos para darle de patadas en el culo. Le he dicho que llame a una agencia de bujarrones. Demasiada violencia en estas llamadas. Se intuyen grandes dosis de represión.

Mensaje 6. Una voz anónima que susurra siniestra me dice que en el asilo de Pollas en Vinagre (¿o era Nabos en Salmuera?) todavía podéis conseguir plaza (en el caso de Tato con reservas pues su fama le precede) pero que en el de Montalvo del Cojón el café es mucho mejor. Y con decirlo así, susurrado y confidente, el dueño de la voz piensa que sembrará la duda en vuestro espíritu y no os dejará dormir. En los dos lugares oiréis por la noche arrastrar de zapatillas y toses escorbúticas. No merecéis otra cosa dice el susurrante de la voz odiosa. Me recomienda no olvide poner la nota en cuartillas y entregarla sin falta para empezar con la labor de zapa, zámpate lo que te den. Risa histérica, fin de la comunicación.

Mensaje 7. Clorófila Benedito Elesponto de Susa me dice que les conoce a ustedes verdaderamente bien. Dada la mala reputación de Clorófila me sorprende.

Mensaje 8. Me ha llamado Jacinto Putamierda Mancebía, preguntando por vosotros, le he soltado el ya clásico que ni estáis ni se os espera. Ha dicho que a todo gocho le llega su capador y yo he concluido con un “a buen entendedor” puntos suspensivos, oink. Relaciono esta llamada con la anterior y con la número cinco rogando se reporten. Sus amistades son groseras ya en los apellidos.

Mensaje 9. Me ha llamado Javier Jopútico Sabandija, pero no ha querido decir para qué. Le he dicho que no llame más. Ha chiflado con fuerza para intentar dejarme sordo.

Eran tales las ignominias que al poco tiempo la gigantesca cabeza de Bergamota, saturada y oprimida por el vertido de infamias, se inclinaba hacia delante y luego resbalaba hacia los lados, cual melón bamboleándose y a punto de caer de la rama (¡Pero que dice hombre!). Mientras Doroteo continuaba con la lectura y audición de mensajes anónimos, Bergamota maullaba y se iba adormeciendo, evaporándose en el sueño, difuminándose a medida que el dolor le iba privando de corporeidad y disolvía su ser, su pobre ser subrepticio, como vaca que queriendo ya abandonar el nido fracasa en su primer vuelo, con una fuerte costalada (otra vez… ¡Pero oiga..!).

viernes, 25 de abril de 2014

NUEVAS TECNOLOGÍAS

Alcides Bergamota es un gran aficionado a las nuevas tecnologías. Ha hecho comer muchos teléfonos a la canalla que asiste a sus conferencias sin apagarlos.
Tato recordaba aquella vez, la del energúmeno. El pájaro energuménico, a la vez sudoroso y atildado, no sólo había dejado sonar el teléfono un rato. Además había contestado. Y lo había hecho voceando como un becerro a una tal Marga que a su vez daba unos gritos que se oían en toda la sala. Como el rayo fulminante, Bergamota se lanzó desde el estrado sobre el grueso personaje. Le arrancó el aparato dispuesto a metérselo por cierta parte, iniciando una bajada de pantalones forzosa. Un cinturón fuertemente apretado y la siempre oportuna intervención de Doroteo dejaron la cosa en un simple pisoteo sañudo. El dueño del cacharro, un energúmeno como hemos dicho, que la semana pasada había abandonado a su perro perdiguero ya viejo en una carretera secundaria para deshacerse de él y que desde hacía años tenía colocada a su anciana madre en una residencia dónde nunca la visitaba, lloraba desconsolado recogiendo las piezas de su descacharrado teléfono, acariciando la pantalla reventada. A la tal Marga ya no se la oía, claro. Mejor. Después de este incidente electrónico y brutal, Begamota suspendió temporalmente su gira de conferencias para retirarse un tiempo a las soledades de Puebla de Goliardos, o tal vez fuera Nava de Goliardos, en el silencio de los pinares mudos cubiertos de escarcha, de hielo, rodeados y aislados por la niebla, refugiado en el inmenso hogar de la chimenea del palacio de Doro, dónde ardía una lumbre gigantesca, fumando y libando como un grueso abejorro. Cartas anónimas y maledicentes le recomendaban someterse a terapia. Fidelio Lentini Spotti, en su atrocidad contemporánea, hubiera comentado a todo esto: Unacceptable. En inglés, claro.