jueves, 17 de octubre de 2013

Una sentencia vergonzosa que responde al pacto de hierro que sostiene la dictadura partidista que nos gobierna

Hoy ha visto la luz la bochornosa sentencia sobre el denominado Caso Faisán. ¡Caretas fuera! lo que muchos nos temíamos ha sucedido. Ni culpa, ni castigo.

A ver ahora quién es el que mantiene la doctrina de que iban a "tirar de la manta".

Si alguien en España abrigaba alguna duda acerca del carácter dictatorial y represivo de la partitocracia que nos gobierna, la sentencia en cuestión supone una prueba irrefutable (una más, aunque de profundo calado) de la naturaleza del pacto de hierro firmado por las fuerzas políticas que nos gobiernan en una alternancia bendecida por la más alta jefatura del Estado.

Que unos funcionarios que han colaborado con una organización terrorista se vean, de facto, absueltos de toda responsabilidad y que se haya cercenado cualquier probabilidad de depuración hacia arriba no puede suceder más que en un ambiente profundamente corrupto y enfermo.

Aquellos que esperaban una regeneración desde dentro tienen ante si un ejemplo claro de lo que podemos obtener del actual sistema.

Los dos partidos centrales se tapan el uno al otro en los asuntos esenciales manteniendo una sintonía que no deja dudas acerca de su origen paccionado. 

Separatismo, política anti terrorista, 11-M, degradación social, gasto público...son campos intocables que nunca obtendrán un trato profundo y decente por parte de los operadores de los dos grandes grupos de poder que se alternan en el mando.

Como ya hemos tenido ocasión de apuntar en ocasiones anteriores, el futuro de la Patria pasa por una verdadera y profunda revolución en la que lo sanos tomen conciencia e intervengan para frenar la imparable decadencia de una Nación abocada a desaparecer, siendo substituida por un ente amorfo que se centrará en controlar las vidas y las almas del pueblo al tiempo que estruja y vampiriza los recursos públicos y privados.

Sanglier.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Y FALTÓ TIEMPO PARA LA BOFETADA...

Ya lo decía en mis líneas sobre la Beatificación del Domingo 13 de octubre, cuando se oculta la verdad las alimañas se aprovechan, siempre.

El Honorable Arturo Más acudió el Domingo 13 a la Beatificación de las víctimas de la horda roja.

El Honorable Arturo Más acudió el Martes 15 al homenaje a Luis Companys.

Si alguno no sabe quién es Luis Companys y que sucedió en Cataluña durante su malhadado gobierno de la Generalidad tienen muchas fuentes para enterarse, pero para evitar esa tediosa acción de coger un libro y sentarse a leer ¡que pelmazo el jabalí este con la lectura! pueden echar un vistazo al enlace que copio más abajo.

Cuando se juega a la equidistancia y a no levantar ampollas lo único que se reciben son bofetadas. Ya conozco la prédica de la otra mejilla pero también se lo que la Iglesia ha hecho y dicho durante muchos siglos y que la espada y la biblia pueden y en muchos casos deben ir de la mano.

Sobran más comentarios.

http://laverdadofende.wordpress.com/2013/05/26/los-23-martires-de-montserrat-los-crimenes-de-companys/



martes, 15 de octubre de 2013

GIORGIO BASSANI

De la galería de retratos cepogordistas;
Serie grandes pipistas
Sección escritores extraordinarios

(y viva el tabaco que produzca delicadas volutas azules si acompañó a bassani mientras escribía las novelas de ferrara).





Cosas vistas por ahí...o soñadas...vete tu a saber

Sábado a última hora, a media hora de que comience el enésimo partido del siglo entre el Real Madrid y el Futbol Club Barcelona, zona céntrica de Madrid, supermercado de barrio con pretensiones de tienda gourmet o de delicadezas, según se mire.

Una tardocuarentona recauchutada se encara con el cajero andino sosteniendo en lo alto una botella de Señorío de Sarría. 

¡Pero qué es esto! ¡Eh! ¡Me-la-querías-meter ¿o que?, te he dicho que mi esposo sólo bebe Lambrusco..¡Sois todos iguales, ladrones!

El cajero, estatua de obsidiana y cobre, mira impertérrito con los labios apretados en una extraña mueca cuyo significado resulta imposible de descifrar.

La cuarentona agita la botella al tiempo que trata de sostener el gigantesco bolso que amenaza con derribar una columna de chicles, pilas y cuchillas de afeitar que se alza junto a una pirámide de frascos con melocotones de Calanda cubiertos por una generosa capa de polvo, testimonio incuestionable de su éxito comercial.

Se alzan voces desde el final de la fila.

Pues menudo guarro - comenta uno con voz ronca- a quién se le ocurre beber esa porquería... 

Señora.. no se haga ilusiones que el panchito seguro que encuentra mejores sitios donde meterla.. 

La masa expectante ríe torpemente. 

Un señor con el ABC bajo el brazo y pinta de panoli trata de taparse la boca para que no le adivinen la sonrisa.

La escena parece detenerse en un plano fijo, eterno. Los altavoces difunden una música ambiente de ritmos africanos, la sala de venta huele a pescado averiado y lechuga pasada bajo al fugaz aroma de desinfectante que acaba por fundirlo todo en un tufo intolerable.

Alertado por los alaridos de la clienta hace acto de presencia el encargado de la tienda. Cincuenta y muchos años, bajo, grueso, calvo, sudoroso, lleva sueltos el botón de la camisa y el nudo de la corbata, el traje gris que la ha proporcionado la empresa anuncia a gritos una mala factura  y un peor mantenimiento.  

Señora por favor, cálmese y dígame que sucede.

La falsa rubia se gira en redondo sin dejar de blandir la botella de Sarría y se aproxima peligrosamente al orondo encargado que se ve enfrentado a dos enormes globos de silicona que pugnan por abandonar la micro camiseta que los contiene.

¿Que que sucede? ¿Te atreves a preguntarme a mí (aquí ahueca la voz imitando a una rana gangosa) a una clienta-de-toda-la-vida, es que no sabes quién soy...? ¡Que que sucede...!

¿Dónde está el Lambrusco?, a ver, el Lambrusco.. Ese mono que tenéis en la caja preparando pedidos quería colarme esta mierda catalana...este asco..cuando lo que mi esposo bebe es Lambrusco..legítimo 

El encargado, apezonado, se retira unos centímetros al tiempo que logra balbucir una frase con aparente sentido

- Perdone señora pero no le puedo tolerar son los insultos racistas, Emetrio no es un mono, es un honrado hijo del altiplano..además he de decirle...

- ¡Callate ahora mismo! ¡La clienta soy yo y exijo que me sirvas el lambrusco o me devuelvas el dinero de la compra..que puedes metértela por el culo.."

Se escuchan nuevas voces que se alzan desde diversos puntos de la fila:

- ¡Que fiera!
- ¡Que tía!
- ¡Qué guarra!
- ¡Que tetas!
- ¡Mariano!
- Digo..pechos
- ¡Mariano!, deja la cesta que nos vamos

- que aquí nunca hemos vendido Lambrusco y que el Señorio de Sarría no es catalán, sino navarro -prosigue el encargado que tras muchos años de aguantar pedorras tiene la piel de rinoceronte y la flotabilidad de un corcho- 

La apretada enmudece

¡Como! ¿Tu también te atreves a ofenderme? ¿Qué nunca han vendido Lambrusco...? pero...- se hincha como una gallina clueca a la vista de un gallo joven y...muy gallo, ya me entienden- Eres un inepto, te puedo decir hasta la marca..Mateo...Mateo Rossi..

El encargado, que se está secando el sudor con un pañuelo sucio y arrugado que ha extraído del bolsillo de su chaqueta, resopla cetaceícamente antes de responder con tono cansino

- Perdonará la señora, pero el vino del que me habla es un vino Portugués que se llama Mateus Rosé...

- Otra miéeeerda, ni vino, ni ná....se escucha la misma voz ronca 

-¿Portugués...Portugués...Portugués..? ¡pero que dices so memo si en Portugal no se hacen vinos !

El encargado continua, impertérrito:

-Además, decirle que Señorio de Sarrìa es mejor, más barato y no es catalán...es navarro

-Tu eres decididamente gilipollas - uelta la falsa rubia ¿mé vas a decir a mi que una cosa que se llama SarriÀ no es catalana?

-Es que..

-Es que nada, lo dicho, aquí te dejo la compra y que sepas que no voy a volver a pisar este local en mi vida

-No caerá esa breva - se escucha de nuevo al ronco-

Se alza un coro de voces a lo largo de la fila que acompañan la salida triunfal de la insatisfecha clienta:

-  Que fiera!
- ¡Que tía!
- ¡Qué guarra!
- ¡Que tet...!
-  Si, ya las hemos visto todos, pero eran de goma..
- ¡Envidiosa!
- ¡Obseso!


Y SIN BANDERA...

Como colofón "festivo" a mi entrada anterior acerca de la Beatificación tarraconense, me entero de que la organización había prohibido a los asistentes acudir con banderas y que semejante prohibición fue vigilada por los Mozos de Escuadra que requisaban las enseñas ya fueran nacionales o autonómicas.

La noticia que me llega debe ser cierta porque repasando el vídeo y fotos del acto no se ve ni una sola bandera, de tal forma que podía haberse celebrado en Tarragona, en Leeds o en Lieja...

Lo que si se ven son unas gorritas de visera azules y unos muchachos con una camiseta con la palabra "staff" y otras cuantas horteradas de importación con las que, sin duda alguna, la curia organizadora estará muy a gusto.

En fin, creo que el despropósito no precisa de mayor comentario.

No se si hay más tontos o malos, y eso por calificarlos finamente y no meterme con sus pobres madres que bastante han tenido.

Sanglier.

A propósito de la Beatificación del Año de la Fe

El pasado Domingo 13 de octubre, tuvo lugar en Tarragona la ceremonia de beatificación de 522 mártires muertos a manos de la horda roja.

De ellos, 515 son españoles, 3 franceses, 1 cubano, 1 colombiano, 1 filipino y 1 portugués.

Lo primero que llama la atención a cualquiera que conozca minimamente la Historia de España es el nombre escogido para la celebración que no es otro que el de "Beatificación de los Mártires del Siglo XX en España"

El nombre no me parece muy afortunado. Por diversos comentarios que he leído en diferentes foros católicos (de diverso pelaje) y cristianos (lease rojos) entiendo que el nombre lo han consensuado los señores que pastorean la Iglesia en España para evitar llamar las cosas por su nombre y evitar poner en evidence que los autores de los martirios  fueron los antepasados políticos de estos "amables" señores de la izquierda que ahora gobiernan casi todo por estos lares.

Si me he enterado bien y la información es correcta, he de manifestar que creo que la jerarquía se equivoca, una vez más, en este asunto.

Tapar, edulcorar, ablandar los hechos no es hacer un favor a nadie ni supone un paso en el camino a la reconciliación.

Los rajacuras, que los hay hoy día, y muchos, no van a cambiar de opinión porque les soben el lomo y a los nietos del asesinado no se les aplaca contándoles un cuento chino o tratándolos de menores de edad mental.

Otro frente que se ha abierto paralelamente es la no inclusión en la lista de mártires de los sacerdotes nacionalistas ejecutados en el frente del Norte por tropas del bando nacional. 

No seré yo el que justifique semejante sacrilegio y barbaridad que, por cierto, fue de inmediato reprendida y perseguida por el mando del Ejército Nacional, dato que los comentaristas que cojean del pie izquierdo, se abstienen de incluir en sus escritos, ahora bien, lo que es importante es entender y distinguir. 
A los curas separatistas se los cargaron por razones políticas no por odio a la Iglesia. A los mártires de la horda roja los liquidaron por odio cerval a la Iglesia no por razones políticas. El que no entienda la diferencia carece de juicio para opinar y debe primero formarse ese juicio, si puede, mediante las muchas lecturas que hay disponibles al efecto.

Dicho esto, lo que me parece importante es insistir en la necesidad de la VERDAD y de la CLARIDAD. Los problemas de la España actual vienen todos de la MENTIRA y la MANIPULACIÓN.

Las verdades históricas son:

Que ha habido y hay ideologías y organizaciones que han generado, amparado, enseñado y fomentado el odio a Dios a Cristo, a la Virgen María y a la Iglesia Católica.

Que seguidores de esas ideologías y personajes afines han perpetrado crímenes abominables contra las personas y los bienes por causa de su ser y estar en Dios y en la Iglesia y por razones puramente anti-religiosas.   

Que durante la II República y posterior Guerra Civil se perpetraron innumerables crímenes y atrocidades contra sacerdotes, monjas, frailes, consagrados y laicos por razón de su  fe. Que esos crímenes fueron perpetrados por personas que militaban o se afincaban dentro de la espesa y multiforme masa que podemos denominar horda roja.

Que el martirio tiene un sentido muy concreto y que confundir al paisanaje no es sólo una mala practica sino que ha llevado a muchas confusiones, dolores y problemas que hoy afligen a la Iglesia de España.

Menos mal que el Cardenal Amato en su homilía alzó el pendón de la verdad y dejó algunas cosas claras para vergüenza (espero) de los muy políticamente correctos representantes de nuestro episcopado que habían tratado de que la Beatificación fuera lo más "light" posible en cuanto a la naturaleza y responsabilidad de los martirizadores se refiere. ¡¡Que bonito ejercicio de la odiosa memoria histórica, invento de malos y memos!!

Dejo un par de perlas de la homilía del Cardenal Amato que puede leerse íntegra en el link www.revistaecclesia.com/homilia-integra-beatificacion-ano-de-la-fe-tarragona/

En el periodo oscuro de la hostilidad anticatólica de los años 30 (treinta), vuestra noble nación fue envuelta en la niebla diabólica de una ideología, que anuló a millares y millares de ciudadanos pacíficos, incendiando iglesias y símbolos religiosos, cerrando conventos y escuelas católicas, detruyendo parte de vuestro precioso patrimonio artístico. El Papa Pío XI (once) con la encíclica Dilectissima nobis, del 3 (tres) de junio de 1933 (mil novecientos treinta y tres), denunció enérgicamente esta libertina política antirreligiosa.

Recordemos de antemano que los mártires no fueron caídos de la guerra civil, sino víctimas de una radical persecución religiosa, que se proponía el exterminio programado de la Iglesia. Estos hermanos y hermanas nuestros no eran combatientes, no tenían armas, no se encontraban en el frente, no apoyaban a ningún partido, no eran provocadores. Eran hombres y mujeres pacíficos. Fueron matados por odio a la fe, solo porque eran católicos, porque eran sacerdotes, porque eran seminaristas, porque eran religiosos, porque eran religiosas, porque creían en Dios, porque tenían a Jesús como único tesoro, más querido que la propia vida. No odiaban a nadie, amaban a todos, hacían el bien a todos.

¿A que da gusto cuando se dicen las verdades enteras? 

Lo lamentable es que tenga que venir un cardenal italiano a recordarnos a los españoles las verdades de nuestra historia, el consuelo es que la Iglesia es Universal y por tanto lo diga un cardenal italiano o un obispo camerunés la verdad es una y por mucho que traten de taparla, dulcificarla, amasarla y bastardearla, al final se impone en aquel lugar recóndito de nuestra alma que no es sino la conciencia a la que muy bien aludía Don Luis Legaz y Lacambra como un juez supremo del nadie puede escapar.

Sanglier.

sábado, 12 de octubre de 2013

ESPIGUEO Y ALTAS REFLEXIONES

Espigueo.


Oiga, muy flojo eso que ha escrito usted sobre política, muy flojo, ahórrenos los discursos.

El cepogordista no pasa de ser un vulgar practicante del espigueo más descarado. ¿No me diga? Pues si mire usted, así son las cosas.

Ni Angelino Loputto, el asesino de masas, por falta de presupuesto, ni Jaccomino Fanculetti, el demagogo, por falta de tarima para las arengas, parecen capaces de poner fin al desvarío. El mercenario italiano y la vulpeja de los Abruzos, en definitiva la escoria de la otra península, nos fallan, es una pena. ¿Qué hacer? Material nacional no tenemos y aunque fuera más barata la contratación, tampoco habría parné. Parece que estamos condenados a la inacción. ¿Deseamos un estallido de violencia? ¿Desearíamos por ejemplo que las masas enfurecidas tiraran a la alcaldesa de Madrid por la ventana? Si no fuera por la multa esa que van a poner por tirar basura a la calle, pues a lo mejor hasta nos parábamos a considerar la idea. Pero con calma no, no deseamos que haya violencia aunque empieza a parecer que para salir de la inacción, para salir de la trampa en que nos tiene cogidos el sistema político europeo puede ser la única vía, reventar el absceso y que salga el pus, masas enloquecidas, palo, hordas, fuego, políticos a la fuga o ensartados, Savonarolas y nuevos demagogos. Esperemos que las cosas puedan moverse de otra manera. Movimiento es lo que necesitamos. Oiga usted la palabra movimiento precisamente… Apela usted a la violencia, es usted un fascista. Bueno yo me entiendo, y usted, se va a tomar vientos.

He saltado la barrera con torpeza, como un sapo sucio y gordo, le decía Tato a Doroteo el otro día.

Cuando en aquél viaje a Bilbao nos paramos delante del monumento a Sabino Arana, en la plaza de los jardines de Albia, enfrente de Sabin Echea, la sede central del PNV, anochecía. Un viejales se puso a mirarnos. No nos quitaba el ojo de encima mientras asentía, perverso y bobalicón, como aprobando que rindiéramos pleitesía al brujo de la tribu, cuando la realidad es que le estábamos poniendo verde, a parir, acordándonos de toda su parentela, recordando el daño hecho, el mal presente y reconociéndole eso sí, las cualidades de gran brujo supremo, de gran embaucador. Pues no hay duda de que lo sucedido en las regiones vascas de España tiene mucho de enajenación mental colectiva. En el año 2000, según leemos en la prensa, el cuarenta por ciento de los nombres más utilizados en la comunidad eran los inventados por Arana cien años antes. No hay duda de que el pájaro conocía el medio en el que se movía y que fue maestro en adoctrinar paletos (no se me enfaden que lo rural es lo rural, por mucho aprecio que se le tenga). Lo malo es la ausencia de contra-discurso, el silencio que no responde al ruido que hacen unos pocos. El gran tema de nuestro tiempo es la Mentira. La mentira de masas, el embaucamiento generalizado. Y frente a eso no cabe la inacción, o la insidia se hace verdad, a fuerza de repetirla, como hace muchos años proclamó con toda la razón la comadreja que fue ministro de propaganda del Reich nazi.

Contra-discurso, o mejor dicho, afirmación, proyecto, explicación cierta y válida de la realidad:

“Conviene antes, camaradas, que hagamos una advertencia, a modo de ilustración y guía de todo el Discurso: que en España no van bien las cosas, al parecer desde tiempos remotos, lo saben ya los españoles desde que nacen. Hay y existen mil interpretaciones, mil explicaciones acerca de los motivos por los que España camina por la historia con cierta dificultad, con pena y sin gloria, es hora de renunciar a todas ellas. Son falsas, peligrosas, y no sirven en absoluto de nada. Bástenos saber que sobre España no pesa maldición alguna, y que los españoles no somos un pueblo incapacitado y mediocre. No hay en nosotros limitación, ni tope, ni cadenas de ningún género que nos impidan incrustar de nuevo a España en la historia universal. Para ello es suficiente el esfuerzo de una generación. Bastan, pues, quince o veinte años.”

“Aparte de que no es en la historia, en el pasado histórico, dónde hemos de dar nosotros la batalla. Necesitamos, si ésta ha de ser eficaz, enemigos cercanos y concretos. Por eso, en vez de remontarse España atrás, en busca del hecho fatídico, el hombre culpable o las ideas virulentas a quienes imputar las responsabilidades por la patria deficiente que hoy tenemos, nos corresponde percibir y descubrir los hechos, los hombres y las ideas de esta misma hora. En otro caso, correremos el peligro de luchar contra fantasmas y contra enemigos ilusorios, lo que nos convertiría a nosotros también en fantasmas y repugnantes desertores.”

“Ahora bien, la dimensión histórica es por fortuna inesquivable. Saberse nacido en el seno de un gran pueblo, en el  que gentes de la misma sangre que uno, poco más o menos igualmente dotados que uno, realizaron empresas de relieve histórico formidable, es sin ninguna duda un ingrediente de gran fertilidad. Se tiene así la certeza de moverse en el círculo de las ambiciones legítimas, y de que sólo es cuestión de ingenio, de heroísmo y de voluntad, atrapar de nuevo las riendas del triunfo".

Las tres citas son del Discurso a las juventudes de España, de Ramiro Ledesma Ramos. Si, si, ya lo se, oiga usted, mire usted, no puede ser.

Altas reflexiones. Putas a la sombra de una acacia, y gitanos comprando un jamón y un kilo de chicharrones, para hacer en tacos. Son seis, incluyendo lo que parece una madre o tía, auténtica tiorra en forma de peonza, de faldones y moño negro, que llevará algún afilado fierro en el refajo. Pero que es a un tiempo afectuosa y maternal con la tropa que comanda, tipo de tabernera extinguido, que reparte a su alrededor pescozones, interjecciones con voz ronca y cantarina, abrazos y afectuosos pellizcos. Suben todos a un gigantesco todo terreno lujoso de color negro, con cristales ahumados, que les esperaba con el motor en marcha. El cepogordista, que ya sólo fuma cigarros pequeños, tipo cilindrín, pensó que se trataba de un coche oficial –de los que se pagan con la parte del cigarro que el cepogordista ha dejado de comprar, que remedio oiga usted-, y casi acierta, a no ser por la matrícula que le confirma su error.

Hay días en que uno vive paseando por el guión de una película truculenta.