A la
hora de comer, en el restaurante, indescriptible escena en la mesa de al lado porque el camarero
explica que para dividir la cuenta cada uno tiene que decirle lo que ha comido.
Unos jovenzuelos de pinta siniestra, trajes de medio pelo y corbatas exageradas, le dicen de todo con grandes aspavientos,
con expresiones que revelarían su zafiedad y grosería rabiosamente actuales si
uno no pudiera verles. Que les vio. Me hubiera gustado levantarme a montar la
gorda. Pero se encargó Tato al dirigirse a uno de ellos, al de traje más feo y corbata más chillona y relamida: “niño ponnos un café
cortado y luego te vas a fregar, y –refiriéndose a su acompañante- no te
traigas fulanas al trabajo que te podemos despedir”. En la mesa de al lado dos
matrimonios. Entre los cuatro les falta poco para juntar los trecientos años.
Su tema de conversación es la salida de Morata del Real Madrid. Así están las cosas.
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miércoles, 20 de febrero de 2019
jueves, 20 de julio de 2017
PRENSA Y BOCADILLO
Zamparse un bocadillo mientras se lee un periódico es hoy un acto de
locura temeraria, de valor extraordinario y supone en el osado un estómago
capaz de todo, pero sobre todo un ánimo a prueba de horrores.
Es un acto de
locura temeraria por lo primero, si el bocadillo es ponzoñoso, si se ha
preparado a la manera infecta, es decir si se dan ciertas condiciones negativas,
hediondas, pútridas, infecciosas. Y lo es por lo segundo, por el periódico,
pero en este caso, lo será seguro. No serán necesarias condiciones ni
circunstancias que lo califiquen. Abrir un periódico y asistir a los actos y
declaraciones de nuestros representantes públicos es algo terrible, funesto. Y
mirar la imagen de nuestra vida social que el periódico proyecta sería casi
insoportable, moriría la gente en la barra de los bares expirando con horribles
gemidos de desolación, si no fuera porque uno se agarra a lo que conoce más de
cerca y se consuela. Y eso hará cada lector, suponemos.
Lo que, por cierto, plantea la difícil cuestión de lo que son hoy los
medios, de la cloaca fétida en que se han convertido. Medios de adoctrinamiento
ayunos de verdadera información; máquinas de imponer una opinión previa, al
servicio de grupos de interés, sin contraste ni información alguna.
Pero volviendo al bocadillo con lectura. Le llega al sufrido
proletario un tufo que es mezcla de estupidez profunda –por lo que lee- y de
miedo –al percibir que se ha despertado y puesto en marcha una tiranía, un
espíritu de odio ciego y censor que hará palidecer a lo que se haya conocido
previamente sobre control de conciencias si la cosa sigue asi. Veamos a
continuación ejemplos de las dos cosas. Creemos que para el lector Cepogordista
los ejemplos se explican por si mismos, así que añadiremos poca cosa.
Un niño lleva a juicio a su madre por darle un
bofetón y el juez la absuelve porque estaba "justificado". [¿Cómo llega el asunto a juicio y se admite a
trámite? Simplemente, el mundo como lo hemos conocido se acaba].
GETXO [o sea Guecho] campaña contra al violencia de género; Fiestas
con sexo, pero sin sexismo. El Ayuntamiento remite a establecimientos
hosteleros un listado de temas musicales para luchar contra las agresiones machistas. [Parece que ya no hay fiesta popular sin
violaciones de todo tipo, individuales o en grupo. Hemos pasado del baile con
orquesta a la macro orgía estilo San Fermín. La Vascolandia inventada por
Sabino suele batir marcas en la mezcla de estupidez y autoritarismo. Ahora te
dicen hasta que música es la recomendable. Pero seguiremos hablando durante
cien años más de la censura del franquismo, sin ver lo que ya tenemos encima.
Iglesias vacías -se llevan la palma de la deserción las regiones con
nacionalismos-, exaltación de todo lo sexual a todas horas y eso sí, en toda
España, intromisión en la labor educativa de los padres por motivos ideológicos
y luego, cuando ya el personal no tiene freno posible y todo el mundo anda en
pelota por la calle a punto de borrachera, la campañita para concienciar al
pájaro que a estas alturas está ya como loco. Es mejor no seguir comentando que
llegamos a la procacidad salvaje. Todo el asunto es asombroso. Fisguen si
tienen valor.]
Más de lo miso:
Retiran por sexista el cartel de un restaurante en
Ibiza por usar como reclamo culos de mujer [¡Pero no habíamos quedado que ¡Viva el sexo!, que la educación
católica es represora y que a copular! Pues ahora no. En el fondo si, pero por
arriba moralina. Descosemos el saco y cuando se caen las cosas hacemos una
campaña, para alertar de la caído, pero nadier se atreve a decir que a lo mejor
habría que volver a coserlo, es decir, a educar.] Más titulares ibicencos, la
isla debe ser la nave de los locos:
El alcohol, el tabaco y el cannabis son las tres
sustancias adictivas más consumidas en Baleares
Expertos recomiendan que la lengua vehicular en la
escuela sea el catalán.
Iniciativa pionera en Ibiza: los perros podrán
visitar a sus dueños ingresados en el hospital.
Las andanzas de las gaviotas patiamarillas
Mar Blava ve "inaceptable" que el Gobierno
vete la ley contra las prospecciones en el Mediterráneo.
Llegamos a Valencia con sus podemitas particulares: Valencia quiere que el Estado le acepte una
quita de deuda de 20.000 milllones. [Nosotros nos contentamos con una quita
de dos millones y como no tenemos tanta deuda, la diferencia que nos la
ingresen. ¡Cuánto palo sin dar!].
La guerra civil y el franquismo, que son el pretexto y la coartada
para todos los robos y latrocinios, para el cinismo, la mentira y la
manipulación, para trincar la pasta mientras se engaña a la gente, dan para
capítulo aparte. Todos los días un nuevo esperpento más salvaje que el
anterior, pero nadie coge un micrófono para desmontar tanta mentira y echar a
esta gentuza a la calle. Algunos ejemplos, agárrense:
El cadáver (incómodo) de Queipo de Llano. El alcalde
de Sevilla inicia "contactos" para que los restos del general
franquista abandonen la Basílica de la Macarena. La Iglesia anuncia que
estudiará la petición mientras IU y organizaciones republicanas presionan. [Quieren sacar el cadáver de don Gonzalo de dónde
está enterrado y llevárselo a otro lado. Son desentierra cadáveres. De película
de terror. Además tema de rabiosa actualidad, que enlanza con las maniobras de
distracción y siembra de odio con el Valle de los Caídos. El ltitular es la
pera, pero el artículo no tiene desperdicio. Queipo de Llano es calificado de
Virrey de Franco en Sevilla… La sepultura del general es un vestigio
franquista. ¿Nadie hay que organice la resistencia ante tanta memez? Mientras
tanto en la Junta de Andalucía todo parece indicar que se roba a dos manos…].
La campaña sigue con el Psoe: El
PSOE pide la nulidad de la condena a Companys, [Companys fusilado en el año
cuarenta, golpista siniestro. Y mientras los herederos del personaje vuelven a
las andadas. Pero el golpe de estado actual, en directo, no lo condenamos. Que
se anulen resoluciones antiguas pero no se cumplan las vigentes. Por su parte
IU, en esta carrera de a ver quien dice la burrada más grande, en este
campeonato de lancear moros más que muertos fosilizados, ¡¡anuncia la presentación de una proposición de ley
para lograr ¡¡la nulidad de la Ley de Amnistía de 1977!! Nos abstenemos de
todo comentario. Sólo recordar que es un brindis al sol, uno más con tal de
hacer demagogia y sembrar odio, puesto que la hipotética ley que derogue o
anule la del 77 no podrá tener efectos retroactivos, al menos en un estado de
derecho. Otra cosas es que este deje de serlo.
Y para acabar, los maños en la misma línea: Aragón aprueba la Ley de Memoria Democrática que pide la derogación de
la Ley de Amnistía de 1977. Podrán multar por cantar el Cara al Sol y
continuarán arrasando con el patrimonio histórico, una horda de catetos armados
de moralina y suficiencia, sin un pelo de tontos, el poder y la pasta agarrados
al precio que sea.
Lo anterior de el Periódico El Mundo, otro día probamos con El País y luego con el ABC y así… A lo mejor nos aburrimos antes.
Lo anterior de el Periódico El Mundo, otro día probamos con El País y luego con el ABC y así… A lo mejor nos aburrimos antes.
Para El Grito de Nava, El Zuavo, analista.
jueves, 6 de julio de 2017
Orgullo...
Mientras en Madrid tenía lugar esa espantosa manifestación llamada
Orgullo no sé cuántos, con el amparo y el apoyo expreso de todas las
administraciones y el aplauso unánime, acrítico y babeante, de prácticamente
todos los medios de comunicación, el Cepogordismo huía de Madrid para refugiarse
en la vecina Portugal, el país de Alfonso Enríquez, del Rey Miguel, el
absoluto, de los Manueles, de los descubrimiento, de Tructesindo Ramires, de
Pepe Eça, de Fradique Mendes, Oliveira Martins, de la Casa Havaneza, de la sin
par Lisboa, del poeta Engenheiro Naval
Sr. Álvaro de Campos em estado de inconsciência alcoólica, de fadistas y cavalheiros..
Oiga, ya está bien. Es verdad, a lo que íbamos. Camino de Lisboa paramos a
comer en una de esas sorprendentes ciudades blancas, dieciochescas, que están
puestas a lo largo del Tajo, como para que el visitante se vaya preparando para
el deslumbramiento que es Lisboa. Callejeamos un poco y nos encontramos con
esta calle, de nombre singular, evocador, y que viene como de perlas, a modo de
gráfico resumen de lo que ha representado el fin de semana en Madrid.
En honor a la verdad, debemos reconocer que al menos un periodista, el
de siempre, ha tenido las narices de levantar la voz y hacer uso de espíritu
crítico respecto de la manifestación madrileña. Eso del espíritu crítico era
algo que en el pasado se usaba bastante a menudo en Occidente, hoy caído en un
desuso casi general. Se trata de Federico Jiménez Losantos. Si, con todos los
defectos que ustedes quieran, hay algo que desde luego tiene, que es
independencia y valor. Citamos a continuación dos párrafos de su artículo,
pueden leerlo entero en este enlace:
La cita es la siguiente:
Estos días,
en el WorldPride de Madrid, ha habido populosas y orgullosas manifestaciones,
copadas por los partidos políticos, que habrán disfrutado sobre todo los que
viven en lugares donde una opción sexual te condena ya en la escuela -siguen
siendo casi todos- o de países islámicos donde la homosexualidad está
prohibida; o penada con la horca, como Irán. Como siempre, se han hecho burlas
a la Iglesia católica y se ha repetido lo mucho que el franquismo reprimía a
los homosexuales, como si hubiera sido el único país de Occidente en hacerlo y,
sobre todo, como si hoy, en Oriente y una parte cada vez mayor de Occidente la
persecución, no sólo discriminación, por motivos sexuales, sigue aumentando
donde manda el islam. No sé si alguna carroza aludiría al fenómeno. Hubiera
sido novedad.
Lo que sí ha
habido es algún silbido a Rivera, muchos a los del PP y grandes aplausos a
Pablenin, que esta semana obtuvo el permiso del Congreso para seguir cobrando
miles de euros al mes del régimen de Irán, el que ahorca en grúas a los
homosexuales en estadios de fútbol. Siempre son muy aplaudidos los comunistas,
cuyo icono, el Che, creó los campos de concentración de la UMAP para los gais
cubanos.
En el mismo periódico, el mismo día, la Voz del Gran Hermano oficial,
representada esta vez por Lucía Méndez decía en su artículo “España, el país más “gay friendly” (el artículo
es una sarta de memeces y lugares comunes que no tiene desperdicio, que daría
risa si no fuera tan representativo de lo que tenemos ya encima) que: “El cambio social está resultando ser tan
profundo que todos aquellos contrarios al matrimonio gay permanecen en
silencio, retirados del debate público. El
temor ha cambiado de bando y ahora nadie quiere ser acusado de
homófobo. Lo cual no puede ser interpretado sino como un gran avance histórico
de la tolerancia y la igualdad.” El temor, esto es sin duda toda una
defensa de la libertad. El progreso consiste en eso, no en la libertad, sino en
que el temor lo sientan otros. En fin.
martes, 4 de julio de 2017
DIVERSIDAD I. Como saquemos fuerzas del calor habrá II e incluso III.
Estuvo don Manolito detenido tres días por pasearse por todo el pueblo
gritando ¡Viva las tontas! Por su estado mental, y pese a la denuncia
presentada por la policía de la diversidad, se libró de ser acusado por un
delito de odio. Las señoras del pueblo estuvieron unos días de mal humor, no
tanto por la extravagancia de don Manolito, que les traía sin cuidado, sino por
la reacción de las autoridades, tan visceral y solícita. Ninguna de ellas se
sentía ofendida por los gritos de don Manolito, pero los funcionarios de la
policía y de los juzgados, como haciendo méritos, estuvieron obsequiosos y
atentos con todas las mujeres del pueblo como diciendo, no permitiremos que se
burlen de vosotras, no dejaremos que os odien. En cuanto a las autoridades, lo
peor fue la reacción de las señoras elegidas por sufragio universal. Se
lanzaron a hablar de misoginia y discriminación, reprocharon a don Manolito sus
burlas a la Mujer, con mayúscula. A la más vehemente de todas ellas, Toñi la
Roja, le soltaron un ¡viva la señora concejala! que sentó fatal, por si iba con
segundas. Al del grito, la policía de la diversidad no consiguió identificarlo.
Pero se llevó un bofetón que, por si las moscas, le arreó con terrible
violencia doña Tomasa. Esto puso fin al incidente. Don Manolito volvió a su ser
con una inyección y unos días de reposo en la Fundación Tato.
- Hombre, como
dicen en mi pueblo, le ha quedado muy curioso, muy fino, provocador y sinuoso. ¡Pero
no hay parecido con la realidad, tiene usted una imaginación!
- No se crea,
no se crea.
lunes, 22 de mayo de 2017
Don Manolito y don Estrafalario: bullying vecinal. Es decir, acoso y derribo de vecino redicho.
- Hoy en día escribe cualquiera
- ¡Incluso usted!
- ¿Quién es? ¿Qué quiere?
- Eso es ecológico, no molesta.
- ¿Y las brasas de la pipa? ¿Y las cerillas encendidas? Y el otro día un cabo de cigarro todavía caliente y lleno de babas negras. Y por lo visto, de la chaqueta blanca de la visita reboto a la taza de té de otro de los invitados, salpicando a los demás, encima.
- Veo que está usted en todo. Pues que barran, o haber puesto la terraza en otro sitio. ¡O que pongan un toldo!
Caía la noche, entraba por los ventanales abiertos una brisa casi detenida. Tómese la pastilla don Estra, que luego le sube la tensión. Tiene razón, la tomaré con un dedal de brandy, ¿me acompaña usted? No faltaba más, muy agradecido, y tengo aquí dos tabacos, ¿no me rechazará usted uno? ¡Don Manolito, como ya he dicho está usted en todo! Traiga para acá. En esa caja de marquetería fina tiene todo los utensilios: cortapuros, navaja capadora o micológica, cerillas, lanzallamas… ¡Lo que más le cuadre que en esto de chiscar el habano hay muchas manías! Cuando acabemos, ¡¡todo por la ventana!!
- ¡Incluso usted!
- ¡Oiga que yo hago lo que me da la gana! ¡Hasta escribir!
- Hombre, tampoco se ponga así.
- No, si no me pongo.
- Con los medios que hay, que remedio.
Suena el
timbre. Sin abrir contestan con un ojo inquieto puesto en la mirilla.
- ¿Quién es? ¿Qué quiere?
- Soy el vecino de abajo.
- ¿Otra vez? ¡Pues no le abro!
- ¡Les voy a denunciar, ya está bien de tirar cosas por la ventana!
- ¡Váyase a paseo! ¡Con mi ventaba hago lo que me da la gana!
Se oye un murmurar
sordo y pasos que se alejan por la escalera.
- ¡Todo porque vacío la pipa por la ventana…!
- Y también tira por la ventana las flores secas, y las
pochas, y la poda, que le he visto.- Eso es ecológico, no molesta.
- ¿Y las brasas de la pipa? ¿Y las cerillas encendidas? Y el otro día un cabo de cigarro todavía caliente y lleno de babas negras. Y por lo visto, de la chaqueta blanca de la visita reboto a la taza de té de otro de los invitados, salpicando a los demás, encima.
- Veo que está usted en todo. Pues que barran, o haber puesto la terraza en otro sitio. ¡O que pongan un toldo!
Caía la noche, entraba por los ventanales abiertos una brisa casi detenida. Tómese la pastilla don Estra, que luego le sube la tensión. Tiene razón, la tomaré con un dedal de brandy, ¿me acompaña usted? No faltaba más, muy agradecido, y tengo aquí dos tabacos, ¿no me rechazará usted uno? ¡Don Manolito, como ya he dicho está usted en todo! Traiga para acá. En esa caja de marquetería fina tiene todo los utensilios: cortapuros, navaja capadora o micológica, cerillas, lanzallamas… ¡Lo que más le cuadre que en esto de chiscar el habano hay muchas manías! Cuando acabemos, ¡¡todo por la ventana!!
viernes, 7 de abril de 2017
DIVAGACIÓN
El agua mineral se sirve de forma tan ruidosa, a chorro libre, que
cubre la voz del conferenciante. Una voz por otra parte débil, más para
susurrar escondido que para arengar a las masas que tan necesitadas están de
que alguien les grite. El poder de la gorda que se sirve litros y litros de
agua mineral es tal, es como ver un elefante conectando la trompa a un surtidor,
que remata la jugada dejando caer con fuerza terrible la enorme botella sobre
la mesa. Ante el estallido vibra toda la sala, sus vecinos respingan, a un tío
cursi se le caen las gafas y pone un mohín tan atroz que su vecino no lo puede
resistir y violento le amenaza con un enorme puño cerrado. Pasado el momento,
la onda de violencia provocada por el paquidermo con vestido de flores se
extingue. Prosigue la charla sobre procesos. Hay que marcar las casillas, todas
las casillas, con un lápiz y por orden… ¿Y si las marco con la minga no vale?
Esto lo ha pensado el enano de delante, se ha notado, pero como es como los
demás, se calla. Está sentado entre el largo y la gorda, el jirafa y la
elefanta. En esta selva el viene a ser una hierba, una hierba, alta para ser
hierba, seca, crujiente. En cualquier momento lo arrancan del asiento para
zampárselo y aquí se arma una de miedo, con el enano pataleando por los aires,
apretado por la trompa del elefante que lo agita como un sonajero para
llevárselo a la picuda boca. Cuello de toro se está durmiendo. Es normal, ahora
se están describiendo todas las casillas, cada una y su contenido. Hay ciento
diecisiete. Es mejor marcarlas rellenándolas con un aspa, con un aspa. Con un
punto no, porque es confuso. Al saludarle antes se notaba la falta de un dedo,
un rasposo vacía que daba escalofríos. Seguimos con las casillas. Excelente
exposición sustentada por todos los hábitos verbales del anglosajón para quien
todo es global, mundial, todo son lecciones aprendidas, mejores prácticas, si,
no, hacer no hacer… Con ayuda de unos buenos carros de combate todas las artes
salen mejor.
Al cumplirse la tercera hora de conferencia sobre procesos y casillas,
y pese a la abundancia de agua mineral, ya han muerto dos oyentes. Uno se ha
desplomado sobre la mesa, con la cabeza sobre el cuaderno. De forma bastante
discreta, todo hay que decirlo. Como estaba sentado no se ha notado mucho.
Parce que se ha quedado dormido, pero le sangran las orejas. Ha reventado por
dentro en la casilla ochenta y dos, faltaba poco. El otro se desliza de la
silla y cae debajo de la mesa, desaparece tragado, escondido por el mantel. No
le encontrarán más que al día siguiente, al oponerse su grosura inerte al
avance del aspirador. Hay un panorama de cráneos pelados, sobre gruesas nucas,
con el cogote surcado de rollizas arrugas. Ya lo decía Pardo Bazán, nosotros
vamos a los toros mientras ustedes beben solitarios hasta perder el
conocimiento, perseguidos por sus ligas antialcohólicas.
martes, 3 de enero de 2017
BONI
Terminamos
hoy la lectura de las extraordinarias memorias de Boni de Castellane.
El
Cepogordismo quisiera rendir a este personaje controvertido y polifacético el
homenaje que merece sin duda, pero son conocidas las limitaciones del
Cepogordismo, que no suele pasar de apuntes, bocetos, escorzos, y eso con
suerte y mucho esfuerzo.
El
nombre completo del señor Castellane es Marie Ernest Paul Boniface. Fue conde
de Castellane-Novejean y luego marqués de Castellane, conocido como Boniface de
Castellane y sobre todo por su apodo, Boni, abreviatura de Boniface. En
definitiva, Boni de Castellane.
Una
de sus abuelas era sobrina de Talleyrand con quien convivió a menudo en el
castillo de Rochecotte[1].
Estos datos pueden encontrarse en la red, aunque en este caso, como en muchos
otros, la red contiene numerosos errores, insidias, frases que se le atribuyen
y que nunca dijo (a la manera de lo que ocurre con Agustín de Foxá), chismes
sobre su vida y sobre todo un sinfín de juicios, la mayoría de ellos más bien
desfavorables.
El
personal empeñado en etiquetar y calificar a nuestro Boni. Por las fotos que
más adelante incluimos consideramos esto inevitable. Es natural que en esta
época mesocrática y oficialmente igualitaria, de una grisura sin par, la estela
del personaje despierte sentimientos de animadversión, de rencor social, de
rabia irracional ante sus bigotes en punta, su evidente dandismo, su increíble
pose, su refinamiento, su posición y su conciencia de todo ello. El
contemporáneo no soporta que se le mire desde arriba.
Se
dirá que fue despilfarrador, e incluso algunos se atreverán a reprocharle el
haber sido tal vez mal padre y peor marido. Cuestiones estas sin duda
debatibles, aunque no deja de ser una ironía siniestra que se le imputen hoy en
día, cuando la institución familiar padece una crisis sin precedentes y
realmente el divorcio ha llegado a ser socialmente un plus, una medalla que se
exhibe sin rubor tantas veces y tan pronto como resulte posible, con lo que
esto supone para los hijos que, en general, nunca se han educado peor.
Para
la mayoría, para el masivo cateto contemporáneo, quedará así reducido nuestro
personaje a la estereotipada imagen del frívolo dandy, casado por interés con
una rica americana, Anna Gould, quien al cabo de doce años de matrimonio,
cansada de sus excesos económicos y de sus devaneos con otras señoras, le pone
un día en la calle. ¿Puede haber algo de verdad en esta rápida pintura de trazo
grueso? Sin duda algo hay. Pero hay mucho más. Y ese mucho más son las memorias
de Boni de Castellane.
Se
trata de un libro en dos partes: Como he
descubierto América seguido de El
arte de ser pobre. Título este último de por si extraordinario y provocador
que puede malinterpretarse si no se conocen los orígenes y el medio social al
que pertenecía y en el que se desenvolvió toda su vida Castellane.
A
lo largo de las quinientas páginas del libro aparece, como no podía ser de otra
forma, el hombre de mundo, organizador de infinidad de saraos, conocedor del
todo París, y de toda esa sociedad internacional y transnacional que vive como
pez en el agua entre París, Londres, Nueva York, Roma, Viena, los balnearios
alemanes, los cruceros por el mediterráneo, la costa azul. Esa sociedad que
termina como tal con la primera guerra mundial. Para los que ya estén murmurando
sobre España, diremos que formaban parte de ese mundo numerosos españoles de
los que también habla nuestro autor. Lo que tampoco es ningun timbre de gloria.
Se trata simplemente de un hecho. Es posible que usted no lo sepa, pero eso no
cambia nada. Tampoco hay ningún deshonor en los abuelos aldeanos noblemente
inclinados sobre el arado romano navegando entre los terrones. ¿Qué me dice?
¿Un tendero malvado que hizo fortuna aguando la leche, enarenando el chocolate y
usando un juego de pesos y medidas trucado? ¡Qué le vamos a hacer! No por eso
debe usted verter su bilis sobre las personas egregias. De todo tiene que
haber, no se preocupe y volvamos a Boni.
A medida que avanzamos en el relato, la pura leyenda
del dandy y esteta de la Belle Époque, que teníamos presente cuando lo empezaos,
va quedando atrás, un tanto difuminada, tanto por las otras facetas de la
personalidad de Boni, como por la calidad de su escritura.
Escribe
en efecto de forma amena y muy viva. Se lee como si las cosas que nos cuenta
hubieran pasado ayer y casi pudiéramos hacerle llegar una invitación a cenar,
para pedirle más detalles, más historias. Pero no tenemos frac, ni talento
alguno para los arreglos florales que tanto le gustaban, ni medios para colgar
tapices que armonicen las tonalidades del salón (¿un solo salón?) con la luz de
la hora del convite, ni candelabros para las velas, ni cocinero, ni... ¿Cómo
convidar a Boni? Pues bien, al terminar sus memorias estamos seguros de que
Boni agradecería la invitación y accedería a darnos algún consejo para arreglar
un poco mejor el comedor, el salón, aquella salita, la casa entera (¡hay que
tirar doce tabiques!). Siempre que, siendo las cosas como son, encontrara educación,
curiosidad, ganas de charlar y un intento sincero de hacer mejor las cosas.
En
sus memorias, el sentido del humor está presente un poco por todas partes, como
parte de un estilo y de una forma de ver la vida que le ayudan a sostenerse
cuando las cosas se tuercen. Es decir, no se trata de fatua ironía, ni de
pedantería, ni de la media sonrisa del snob. Tiene sentido del humor verdadero,
refinamiento, capacidad para matizar y valorar, para dar con el comentario
certero, el detalle crucial. Y esto se debe, sin duda, a que lejos de ser un
frívolo (aunque frívolo y despilfarrador ha sido como el miso reconoce) es una
hombre formado, con creencias sólidas, formación religiosa (católico enemigo de
la tercera república ferozmente anticlerical), culto, buen conocedor de la
historia de Francia, de la historia europea, de la cultura clásica, con ideas
políticas bien fundamentadas y claras, y un experto en bellas artes (lo que al
fin y al cabo le permitió rehacer su vida después del cataclismo que supuso el
divorcio). Además su don de gentes y sus habilidades y refinamiento sociales,
capaz de recibir en su casa a un rey sin el menor titubeo y con la mayor y más
refinada naturalidad.
Dónde
resulta verdaderamente estupendo es en la descripción tanto de sus
contemporáneos como de la sociedad en la que viven, de sus códigos y de su
evolución. Con tres o cuatro pinceladas precisas, agudas, va surgiendo a lo
largo de las memorias el fresco variopinto de todos aquellos a los que
frecuentó. Y fueron realmente muchos. Pasamos del ámbito familiar, de su
infancia y juventud que evoca con verdadera belleza y nostalgia, consciente de
que se trata de un mundo que no volverá, al sinfín de escenarios por los que
evoluciona el personaje: dueño de periódicos, político, mecenas, coleccionista
sin par (varios de los cuadros de la Frick Collection de Nueva York le
pertenecieron antes de su divorcio y estaban colgados en su casa –consideraba
los museos un cementerio-), gran conocedor de Francia y restaurador de su
patrimonio, excelente jinete y cazador, exitoso marchante de arte, magnífico
relaciones públicas (expresión que le hubiera horrorizado).
Fue
durante doce años diputado por el departamento de los bajos Alpes
(Basses-Alpes) dónde su familia tenía sus raíces. Sus memorias contienen una
evocación de la política durante la tercera república francesa interesante y un
tanto desmitificadora para quien considere que todo lo de aquí es malo y lo de
fuera bueno. Sabe por supuesto ser crítico, con una ironía ácida que no es
extraño que no le perdonaran en vida. Algunos ejemplos:
Página
211 de nuestra edición: “nuestros
diplomáticos eran pobre gente, salvo los Cambon, quienes en Londres o en
Washington, o en Madrid o en Berlin, ejercieron su talento de manera
aventajada. Nuestro personal estaba dominado por las ideas de la época. Se
abandonaba la tradición y, bajo apariencia de servir al país, se era esclavo de
concepciones ideológicas contrarias a sus intereses. (…)
La fealdad física de los gobernantes era como la
mueca que hacía al mundo el diablo, escondido bajo su corteza, y los apellidos
disonantes que llevaban tenían también un algo demoniaco. Un proyecto de ley “Waldeck-Cocula-Trouillot”[2]
dice mucho de ello. Pelletan, Combes y el pobre André daban la impresión de
gárgoles vomitado veneno. (…). Es
imposible tomarse en serio a hombres tan enanos. (…). El “pequeño” Delcassé se bajaba de la butaca y parecía más alto
sentado que de pie. Cual un viejo santurrón al que Lucifer hubiera mordido el
corazón y sufriendo de su propia infamia, se presentaba el ministro Combes.
Pelletant tenía algo de humanidad; pero su
sectarismo, su increíble y demasiado aparente desorden, no le dejaban más que
las marca del orangután. (…). Yo hacía esfuerzos sobre humanos contra su
política; eso me valió su odio y más tarde el encarnizamiento de sus amigos
para la destrucción de mi hogar.”
También sabe elogiar con generosidad:
Página
208: “Léon Daudet era el más maravilloso
de los invitados de esa casa. Ingenioso, profundo, fino, ya era considerando
como el enfant terrible de la República. No hubo nunca alegría más franca que
la suya, ironía más sabrosa, talento más peligroso para sus adversarios. Sus
sueños son sinceros, lo que es raro. No tiene el alma del condotiero, sino el
instinto del toro que embiste y empuja. Su fisionomía es atrayente.”
Más
adelante, refiriéndose nuevamente a la política encontramos una de las muchas
confesiones que salpican las memorias y dan al documento un tono de tanta
autenticidad:
Página
212: “Yo sufría por ese ambiente, ya que
no me sentía hecho para la fealdad y la hipocresía que estaban a la orden del
día. Todo el “mi mismo” de mi infancia se revolvía. Entonces quise crear cosas
magníficas en el dominio del arte. Demasiado confiado en mi estrella, pensaba,
como suele ocurrir la víspera de una catástrofe, que nada se me resistiría. Me
dejaba ir a un lujo inmoderado, útil al menos al comercio de París. Como me
gustaban los objetos artísticos y la decoración, hice numerosas colecciones y
gasté considerables sumas en los muros de nuestra casa.”
Se
podrían multiplicar las citas, pero no tiene sentido glosar el libro entero. Resulta
extraordinaria, por ejemplo, su visión de los Estados Unidos, la comparación
con la vieja Europa a la que él pertenece; la pintura de su familia política y
de su medio social de financieros multimillonarios, la forma de vivir y de
pensar. ¡Cuántas cosas nos resultan familiares! Y es que las formas de allí – que
Castellane analiza con tanta agudeza- hace mucho que han cruzado el atlántico y
son ya las de aquí. En Europa ya no se pasea apenas. Se corre por la calle recubierto
de plástico con cascos en la cabeza, dando rienda a una obsesión por el
ejercicio bastante ridícula que ya era propia de los norteamericanos de
entonces, presumiendo de músculos ante un pasmado Boni que suponemos se atusaba
el bigote ante semejantes confidencias.
“Las aspiraciones de la Sociedad americana,
restos de civilización del antiguo mundo, exasperados por una libertad que va
hasta la licencia, no se detienen ni ante la religión, ni ante la jerarquía, ni
ante el culto de los antepasados, ni ante la familia, ni ante la historia ni ante
el respeto humano. Existe en los Estados Unidos algo violento, que para
nosotros, pobres europeos, parece enervante como el chirrido de la sierra sobre
la piedra, que contradice nuestras ideas, desarregla nuestro entendimiento, nos
hace perder la noción del ritmo, de la mesura y del orden.” (página 114).
No
nos resistimos a incluir una cita más en la que se unen en una sola frase sus
impresiones sobre los Estados Unidos, la política francesa y la sociedad
contemporánea, con cierta gracia un tanto hiriente que podría aplicarse, tal
cual, a mucho de lo que vemos hoy en día:
Página
117: “Asistí a una reunión de “hembras en
pelos” [se entiende que se refiere a mujeres sin sombrero], cuya vulgaridad supera todo lo que he visto,
incluso en el Congreso de diputados de Francia. Si estas son las costumbre que
nos prometen con la emancipación total, el infierno se habrá instalado sobre la
tierra”.
Pero quien quiera encontrar
en Boni de Castellane a un misógino antiamericano se llevará un chasco si se
toma la molestia de leer sus memorias. Ya decimos que no es posible glosar el
libro completo que merece ser leído con tranquilidad, sobre una butaca que esté
a la altura, con un atuendo correcto y un habano que no desmerezca. No hemos
hablado del Palacio Rosa, cuyo descubrimiento dejamos a la curiosidad del
lector. Sólo diremos que se lo llevó por delante la especulación inmobiliaria
de los años setenta. Si señores, en todo un París y con Malraux en el
ministerio. Con lo cual, la obra más emblemática y concreta de nuestro personaje
se perdió para siempre. Como se había perdido antes la Belle Époque y se
perderán todas las cosas que no son, al fin y al cabo, sino verdura de las eras. Ya lo dejó escrito
el poeta clásico.
A continuación las fotografías, no se asusten ni ofendan.
Retrato familiar con dos de los tres hijos del matrionio con Anna Gould
RETRATO DE BONI DE CASTELLANE POR EL PINTOR PAUL EMILO BLANCHE. Observen a la derecho un distinguido bulldog francés.
BONI EN SU DESPACHO. A su espalda el retrato que le pintó Paul Emile Blanche.
BONI HA CUMPLIDO AÑOS, EL ABRIGO PARECE EL DEL RETRATO DE BLANCHE.
Y para terminar Boni con Anna Gould, algo hay en la foto que nos dice que no podía salir bien...
[1] Este castillo es hoy un hotel.
Puede encontrarlo en la red, hacer una reserva y alojarse allí si quieren.
[2] Es difícil dar en español lo mal
que suenan esos apellidos en francés.
lunes, 1 de agosto de 2016
CANO
Ya saben que ha muerto Cano, el fotógrafo taurino. Ciento tres años. Parece
que se le conocía cariñosamente como Canito, pero a nosotros nos gusta más lo
de Cano, que es más serio, de más empaque. Así es como firmaba sus fotos. Descanse
en paz. De fotógrafos taurinos nos habló en su día el dueño de Salvador. No es
que le conociéramos, ni tuviéramos especial trato con él. No vamos a darnos
pisto. Es que era amable y aficionado a la tertulia, dos grandes cualidades, y
como éramos la última mesa de la hora de comer de un viernes, a la salida nos
entretuvimos un poco y le preguntamos cosas. Ya se daría él cuenta de que
lidiaba con unos novatos, pero no por eso dejó de atendernos. Entre otras cosas
hizo una referencia a la fotografía taurina como profesión, comentando que “claro, hoy en día que cualquiera en la plaza
te saca una foto decente, eso se ha terminado. Como profesión me refiero. Yo a
algunos que vienen por aquí pues les sigo comprando, tengo montones, no me
caben ya. Es por echar una mano.” Algo sí fue lo que nos dijo. Lo que
teníamos que haber hecho era pedirle permiso para volver a sentarnos, pedir
otro café, pedirle a él que se sentara con nosotros, cerrar el local, encender
un cigarro grande, y luego charlar. Pero si no recuerdo mal algún prisucas debía
de haber en el grupo, alguno de esos que se sorprenden de que se hable con la
gente; uno de los que atienden todo el tiempo el móvil y, si no, lo miran ansiosos
de reojo; uno de los que se extrañan de que se siga acudiendo a la plaza de
toros y en el momento asegura, todo ancho y pelele, que los menores no pueden
entrar, que no es para ellos espectáculo tan fuerte o que se aburren; uno de
los que viven como encerrados en la manga de los corrales, corriendo todo el
tiempo ciegos hacia los chiqueros, para acabar encajonándose en los más entecos
y estrechos horizontes, reduciéndose a la condición de becerro productor. Un
gilipollas vamos. Pero el gilipollas debió de tirar del carro porque tenía
mucha prisa, muchas cosas que hacer, porque le habían puesto hora, porque vaya
usted a saber. Y los demás, más bobos entoavía,
le seguimos. Y luego el Sr. Blázquez se murió. La muerte de Cano coincide con
un año de presagios regulares para los aficionados a los toros: continúa el mono
encaste y se sigue podando inmisericorde la variedad de la cabaña brava; las
alternativas a lo de siempre, Victorino, Adolfo, parece que han iniciado una
evolución, fruto sin duda de la presión ambiente, hacia algo más manejable. La desgraciada
muerte de Victor Barrio es obra de la cornada de un toro de origen Santa Coloma,
lo que no hará sino marginar un poco más a esta línea de Vistahermosa. Las
terribles cogidas en las novilladas veraniegas de Las Ventas parecen indicar
(lo decimos con toda prudencia) una pésima preparación de los novilleros, poco
puestos, poco placeados, mentalizados para el toreo moderno, con el toro de vaivén que vacía las plazas porque es
aburrido y tiende a ser, además, feo. Y finalmente, para rematar, la
proliferación de los indultos –en días pasados a un toro de Victorino y a otro
de Adolfo, precisamente- que es casi el peor de los síntomas, porque revela que
el público ya no sabe lo que son los toros ni a lo que se va a la plaza. Esto
está en perfecta sintonía con la prohibición de matar al Toro Vega, perpetrada
por el PP de Castillo y León que esperamos que por fechorías como esta se lleve
su merecido y que allana el camino a todas las persecuciones. Aunque los
síntomas apuntados parecen indicar que las amenazas a la Fiesta provienen más
bien de su propia evolución que del acoso exterior. Pero bueno. Ya se sabe que desde el comienzo
de los tiempos, los Toros han estado siempre en crisis. La afición aguanta y la
juventud parece que se arrima. Trataremos de acudir a Bilbao en unos días a ver
a Ureña con los Victorinos.
A.B.
Cano con el actor Heston.
viernes, 11 de marzo de 2016
11 DE MARZO
Hay que tener clara una cosa: desde el 11 de marzo de aquél año, desde los terribles atentados, nada ha vuelto a ser igual. Aquello se hizo con la clarísima intención de llegar a dónde estamos, de alejarnos de una senda de cierta normalidad. Han pasado los años y sigue en la cárcel un único culpable, un morito. Nadie más. ¿Pero quien organizó aquello? No se ponga a preguntar porque le llamarán de todo. ¿Y las víctimas? Ya saben lo que se dice, que no molesten, que no fastidien con el asunto este. Las víctimas del terrorismo que son el medidor de la calidad de nuestras instituciones prácticamente no existen ya, han sido amortizadas, eliminadas de la vida pública, son parias. Recemos porque no haya más asesinatos así, porque ya sabemos lo que le espera a la víctima: palo, oprobio, marginación. Y aquellos que defienden el asesinato como medio para hacer política, de forma más o menos velada, los herederos o compañeros de terroristas, hoy están en las instituciones, dentro de nada serán la gente normal.
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