El más espléndido otoño: El aire es fresco, el sol brilla con delicadeza, hay un manto de hojas doradas y naranjas también, ya enteramente desplegado, que cubre toda la acera. Un moro compra té, cincuenta gramos de una variedad, cincuenta gramos de otra, y así hasta que se marcha con varios paquetitos. Mientras tanto, un niño pequeño, rodeado de señoras, es educado, por decir algo, en el “truco o trato”, que es algo en la España de hoy, ya propio de estas fechas. Gorriones sobre una tapia, dos urracas cruzan la calle soleada y desierta en tres o cuatro de esos brincos eléctricos que a uno le gustaría poder dar, imitándolas, para pasmo del personal.
domingo, 29 de noviembre de 2020
sábado, 14 de noviembre de 2020
De los diarios de Alcides Bergamota el Grande.
Al indio de la India le gustan los colores extremos, por ejemplo, la camisa de un morado oscuro, de buganvilia encendida, surcada de rayas negras, las gafas cuadradas, de buena pasta y patillas azules, el grueso reloj, el acento de Gunga Dhín al hablar inglés.
Cuando el cepogordista se cruza por la calle con dos moros que hablan a gritos como si estuvieran solos, en el extraño idioma gutural y cavernoso que es el suyo, le corre por el cuerpo una cierta desazón y casi involuntariamente invoca silencioso las Navas de Tolosa y se refugia en el recuerdo de don Alfonso VIII diciendo al arzobispo Jiménez de Rada “Arzobispo, voy y yo aquí muramos”. De repente se da cuenta de que ninguno de los dos está ya en este mundo, ni Pedro de Aragón, ni Sancho de Navarra, ni el señor de Vizcaya y que los pueblos y villas castellanos que mandaron a sus milicias a combatir al moro son hoy lugares de gente mayor y poco vigor.
Se rechaza una novela. Nota sobre un sucedido, cortesía de Calvino de Liposthey, biógrafo.
jueves, 5 de noviembre de 2020
Inclinaciones, por Calvino de Liposthey, cronista.
- Que el mundo sigue siendo hermoso, como obra de Dios que es, que se puede respirar aire puro y quedar uno absorto o deslumbrado, según cada cual, ante este otoño espléndido, no hay duda. Pero tampoco parece haberla sobre el hecho de que nuestro mundo -no el mundo como tal sino el nuestro, ¿entiendo usted? - parece colocado desde hace tiempo sobre un plano inclinado. Y puesto sobre ese plano inclinado, se va deslizando hacia un abismo en el que desaparecerá. La inclinación del plano parecía leve y de alguna manera fácil de corregir. Pero hoy, por el contrario, la inclinación parece cada vez mayor y la velocidad del deslizamiento aumenta por momentos. El edificio se va desmoronando.
-
Oiga,
no se ponga siniestro.
- Me
pongo como me parece. Pues sólo faltaba. ¡Vamos hombre!
- Y
yo me cisco en usted, en los profundos, en los analíticos y en los literatos.
- Es
usted incorregible, su zafiedad no tiene límites.
- Pues
va a pagar usted la cuenta, además.
La conversación anterior pudo oírse no hace mucho en el Café Libertad de Nava de Goliardos. Se tomó la molestia de transcribirla Calvino de Liposthey, fiel a su labor de cronista, amanuense, testigo, memorialista y también, porque no decirlo, fiel a su condición de viejo cotilla. Estaba sentado bastante cerca de los que esas cosas se decían sorbiendo un dedal de anís y, como el mismo dice, se le fue la oreja por los planos inclinados...
martes, 27 de octubre de 2020
viernes, 23 de octubre de 2020
Una novela del oeste.
Hoy he encargado una novela del oeste. Es una novela de aventuras, de espacios abiertos, de grandes bosques, de vida al aire libre, de galopadas por las praderas y viajes en canoa por ríos caudalosos, de las que publica la editorial Valdemar en su colección Frontera. Creo que ha sido un acto casi reflejo, como para compensar la sensación que tenemos hoy en España de estar viviendo en una habitación mal ventilada, en un ambiente asfixiante, dónde apenas si nos dejan respirar a los que no comulgamos con el dogma progresista, con la ultra izquierda, con los radicales del género, abortistas y eugenistas, con terroristas y nacionalistas, con la ñoñez blandengue de los tibios, con los ataques a la familia, al derecho a educar a los propios hijos, a hablar español, a la propiedad privada, a la unidad de España, a la libertad, y a ese mundo en el que, mal que bien, todavía quedan restos de lo que un día fue la Cristiandad.
miércoles, 14 de octubre de 2020
PARENTELA
Tendremos que hablar un día de Ogún y Changó Bergamota, primos lejanos, hijos de la tía Fidela Gómez Seisdedos, una equivocación en la vida de Felix María Bergamota Dulce, distinguido primo decadente, que de Samaniego el fabulista sólo leía la otra cara de la moneda. Ella, dada al espiritismo, eligió los nombres de los niños, vaya gracia.