sábado, 31 de agosto de 2013

Verraco de Muñogalindo.

A don Manolito y a don Estrafalario los tomamos prestados de don Ramón, del genial y admirado barbudo, pero para darles la vuelta como un calcetín, ya que los nuestros son sensatos, melancólicos y observadores. Y por sus costumbres merecerían, hoy, ser corridos a palos. Dan Manolito y don Estra, beben destilados del vino y fuman gigantescos habanos, contraviniendo todos los mandatos de la nueva inquisición de la salud, además ni corren ni trotan ni hacen jogin con unos cascos sobre las orejas, ni se toman el pulso ni se miden el nabo. ¡Vaya hombre! Pasean. Largos paseos de buena zancada, pero que nunca impida la conversación, largos paseos pensantes, en lo mejor de la tradición europea. Por todo esto, los horteras de bolera se ponen frenéticos, así que don Manolito y don Estrafalario son muy criticados. Pero les importa un pimiento y suelen hace la higa a quien les mira mal, lo que ocurre cada vez con mayor frecuencia, sobre todo desde que con la edad se han ido desinhibiendo. Pero es que, por si todo lo anterior no fuera bastante, hay más pecados. Muchos más, son dos personajes tan monstruosos que uno apenas se atreve a describirlos. Son católicos los dos, pero es que además son de los que van a Misa. ¡¡A Misa!! Son unos provocadores y practican con humilde regularidad, llueve a truene. Esto es piedra de escándalo para quienes a su alrededor se pasan el tiempo dando lecciones a la Iglesia y explicando cómo debería actuar. Además, cuando tienen ocasión suelen llevar con ellos, al templo, a los más jóvenes, sobrinos ahijados, hijos de amigos, etc. porque creen que las tradiciones existen y hay que transmitirlas y para que aprendan a arrodillarse y a no decir la gilipollez de que no se quién es muy moderno. Por estas razones han sido calificados de carcas, fachas, rancios, radicales, esquemáticos, absolutos, cegatos y hasta de fanáticos. Van los dos por la calle, encorvadillos y orondos, hablando alegres de sus cosas, llamando a casa para que no se inquieten las señoras y asegurar que el aperitivo será breve. Encienden una pipa. Una señora, una tiorra moderna que trota por la calle da un respingo al ver como sube el humo de sendas cazoletas, pone cara de asco y don Estra la llama bruja, sin cambiar su expresión bonachona. La bruja sale corriendo. Penca, dice don Manolito. Con don Manolito hay que tener cuidado porque con la edad se le va un poco la olla y en un par de ocasiones, ha derribado horteras por la calle, quinquis, como él les llama. Con un zancadilla, con el bastón. La última víctima fue un modernillo flaco y repeinado que le había empujado llamándole viejales. Gesto rápido y el sujetillo acabo haciendo la plancha sobre el charco más sucio de la avenida. Pero esto no es todo, que a veces se visten con pajarita oiga, que fuman en pipa. Pero por encima de todo, ¡Dios mío! son entusiastas de España y por esa razón de una sofisticación extraordinaria, de un refinamiento tal, don Manolito y don Estrafalario, que se han quedado un poquito solos los hombres.

Don Manolito y don Estrafalario han cenado juntos, en casa de don Manolito. Un aperitivo sencillo, una cerveza con unas rodajillas de chorizo de Piedrahíta y un poco de empanada de Muñogalindo. Luego se han sentado a cenar de verdad, atendidos por Jonatán, que desde hace unos meses sirve en casa de don Manolito al encontrarse ya completamente impedida la ancianísima Maritornes. No tanto que no pueda seguir viviendo en casa de don Manolito. A nadie se le ha ocurrido que pudiera ser de otra forma, y así la vieja vejestorio instruye a nuestro moderno y joven Jonatán que venido de allende los mares tiene que aprender las costumbres y manías de casa de don Manolito. Como Jonatán habla un español perfecto y es católico, el trabajo de Maritornes es más de formas que de fondo, salvo en los fogones, dónde la vieja es una maestra.

Cena sencilla para los dos compadres. Asado de ternera, también de Muñogalindo – hoy todo queda en Ávila- y vino de La Rioja, un cosecha de Gómez de Segura, de La Guardia, Álava. Servidos por Jonatán la cena transcurre con tranquilidad.

Fuman en los butacones enfrentados que dominan el salón azul, que es el fumadero de don Manolito.

miércoles, 28 de agosto de 2013



(…)
Oui, nous vivons une période difficile
où il est toujours question de droit et jamais de devoir
et où la responsabilité qui est l’once de tout destin,
tend à être occultée.

Mais je dirai à mon jeune interlocuteur que malgré tout cela,
il faut croire à la grandeur de l’aventure humaine.
Il faut savoir,
jusqu’au dernier jour,
jusqu’à la dernière heure,
rouler son propre rocher.
(…)

Helie de Saint Marc, Que dire à un jeune de 20 ans

Huele a lluvia y con los cambios de tiempo, en la transición de las estaciones, mueren a menudo nuestros mayores. Hace unos días la abuela centenaria de una amiga, hoy enferma gravemente otro de la misma generación. El lunes pasado moría Hélie de Saint Marc que había nacido en 1922. Roguemos a Dios por todos ellos, por los vivos y por los muertos, y a estos pidamos que rueguen por nosotros.

El 26 de agosto pasado, moría Hélie Denoix de Saint Marc, al que se conoce también como Hélie de Saint Marc. No vamos a dar ninguna reseña de su vida. Sería largo hacerlo y cualquiera puede informarse rápidamente y mejor en la red. Sólo diremos que con él, resistente con diecinueve años, salvado por puro milagro de un campo de exterminio nazi, alumno de Saint-Cyr, legionario, soldado en Indochina, soldado en Argelia dónde se levantó en armas contra el gobierno del general de Gaulle y finalmente escritor, termina de pasar la página de toda una generación, o poco falta. En su caso, una vida a través de la cual puede penetrarse la reciente historia de Francia y de Europa, la que todavía pesa con toda su terrible fuerza, con todos sus terribles efectos (nihilismo, pacifismo, socialdemocracia, estatismo, entreguismo, pereza y resignación) sobre todo el continente. La vida de Saint Marca cambió de forma radical con la segunda guerra mundial y la invasión de Francia. Una guerra que no puede entenderse sin la primera y los catorce puntos del incompetente o puede que malvado Wilson, que fueron el germen, en gran medida, del segundo conflicto. Vendrán luego las descolonizaciones y el progresivo abatimiento moral de una Europa que desde entonces vive bajo el ala protectora de los Estados Unidos, y cuyo proyecto de unión, en plena deriva hacia una super-burocracia, despierta cada vez más recelos o indiferencia entre la población.

Algunos de los libros de Hélie de Saint Marc, incluyendo la biografía que escribió su sobrino nieto Laurent Beccaria, son los siguientes:

Les Champs de braises. Mémoires avec Laurent Beccaria.
Les Sentinelles du soir
Indochine, notre guerre orpheline.
Notre histoire (1922-1945) avec August von Kageneck, conversations recueillies par Étienne de Montety.
L’Aventure et l’Espérance.
Laurent Beccaria, Hélie de Saint-Marc, éd. Perrin, 1989 ; rééd. « Tempus », 2008


martes, 27 de agosto de 2013

GALERÍA DE FUMADORES: J. VARA DEL REY

VIAJE

Alcides Bergamota no escribirá más, él y los amigos se han marchado de viaje. Su despedida ha sido tan grosera que no la reproducimos.


ESTO DEBE DAR UN COMPLETO GIRO Y VOLVER A SER PURA Y ESTRICTAMENTE CIGARRERO (Cigarros y reseñas).

NOVEDADES LITERARIAS SEPTIEMBRE 2013


Para desengrasar un poco tras los excesos veraniegos (si, no me lo nieguen, que alguno seguro habrán cometido..) y animar la rentrée dejando que la mente huya de las siniestras y aburridas noticias que nos ofrecen los medios, aquí les dejo unas tres sugerencias de novela negra,policiaca y thriller-acción. Si no les gustan, ya saben, comenten y si les gustan, también, que no todo van a ser críticas negativas.

Comenzaremos por el cubano Leonardo Padura, un autor querido por ciertos sectores del cepogordismo y visto con cierto escepticismo por otros. Su nueva novela "Herejes" aparece en Tusquets este mes de septiembre de 2013.

Se nos anuncia una historia más enrevesada de lo habitual en la que Mario Conde deberá poner en juego todas sus habilidades como investigador. Esperamos con impaciencia ver hasta dónde llega en esta ocasión el antiguo alumno del pre-de Víbora.

                                                              Portada de Herejes

Continuamos con otro autor de Tusquets, en este caso el griego Petros Markaris, su nueva novela titulada Liquidación Final también llegará a las librerias en Septiembre de 2013. El entrañable comisario Jaritos nos adentra en la crísis económica y moral de la Grecia actual. Conociendo a Markaris nos espera una buena obra con tintes de análisis político y crítica social. Para saber más: http://www.tusquetseditores.com/titulos/maxi-liquidacion-final


Portada de Liquidación final (MAXI)

Terminamos con la primera novela publicada por Quintín Oria, autor que nos presenta una obra inusual en el panorama narrativo en lengua española en la que se combina acción, aventura, intriga y crítica social en un contexto internacional. La obra, publicada por una editorial con distribución limitada, no dejará indiferentes a lo que valoren un thriller de calidad. 

DEUDA PAGADA

lunes, 26 de agosto de 2013

FORZADOS AL MODERNISMO DE CUOTA, UN MAL SUEÑO

Reunión de urgencia. Los redactores de Cepo Gordo son convocados por el Presidium del Círculo Cepogordista. 

Es la primera vez que sucede. Nunca se vió mejor momento para emplear la frase hecha "la tensión se palpaba en el ambiente". 

Alcides comparece tarde, como siempre, pretextando no sé que retraso del tren, Tato, que es uno de los potentados que financian el invento se remueve inquieto en su sillón, Doroteo trata de calmarlo silbando por lo bajinis una copla, Sanglier se agita un poco, como hace a menudo en su charca literaria, tratando de encontrar el hueco en el enorme sofá que le ha tocado en suerte. El humo azul asciende en volutas hacia el techo perdiéndose entre las recargadas tallas del artesonado. El Presidium, trajes oscuros, caras largas y cigarros humeantes permanecen sentados en silencio, con los ojos semicerrados y el gesto adusto que corresponde a todo consejero de alguna institución que se precie. Por fin llega El Escriba que viene, como no, de un funeral o de un versnissage y se queja de haber sido advertido con tan poca antelación. La reunión puede dar comienzo.

El secretario, un abogado joven atildado y con voz de falsete toma la palabra y se dirige al auditorio.

-Señores, nos hemos visto en la obligación de convocarles ante la avalancha de comentarios críticos que los lectores de cepo vienen registrando a propósito de ustedes, de su temas, de sus razones y estilo.

-Pero...trata de decir Alcides que interrumpido de inmediato por el miembro más grueso y ceñudo del Presidium.

- Cállese, especialmente usted debe permanecer en silencio hasta que el secretario concluya su alegato. 

El secretario hace un gesto con la cabeza.

-Como les decía, desde hace unas semanas se ha registrado un creciente y preocupante aumento de quejas por parte de los lectores. Las críticas no nos preocuparían si no fuera porque tras analizar lo publicado en esas fechas por los colaboradores, señores Alcides Bergamota, Doroteo y Sanglier, hemos de admitir que las quejas son justificadas. Tras un detenido análisis en el que han participado algunos asesores externos que figuran entre lo más granado de la progresía social y literaria (y que dicho sea de paso nos han cobrado un pico...largo por el detallado estudio de folio y medio) hemos llegado a la conclusión de que en manos de ustedes Cepogordo se ha convertido en una publicación apolillada y carca. Ustedes sólo hablan de toros y de libros, de cigarros, de asuntos inguinales, de autoproclamadas grandezas históricas y heráldicas, de noticias provincianas que a nadie interesan. Exaltan ustedes con total impudicia las virtudes del chocolate con picatostes, del vino tinto, del queso en aceite, del bacalao al pil-pil, de la caza a mano y con galgo, del libro intonso, de la monja de clausura, del conquistador español, del Tercio y la pintura negra, todo esto resulta IN-TO-LE-RA-BLE.

El secretario, que se está gustando en la faena, se detiene unos segundos para beber unos sorbos de agua mineral y referescarse la incipiente calva con una toallita de colonia Loewe que extrae del bolsillo interior de la chaqueta. Tras apretarse el nudo de la corbata con gesto mecánico retoma la palabra. 

Alcides, Doroteo y Sanglier, sentados en primera fila contienen a duras penas sus respectivos ataques que se manifiestan en una gama cromática que pasa del bermellón al grana. Tato, con la boca abierta, da la sensación de haber sufrido una apoplegía, el aspecto de El Escriba no trasluce ningún síntoma de cabreo, se limita a tomar notas pulcramente en su cuadernillo, a saber que terribles represalias está pergeñando en su cerebro.

-Les recuerdo a ustedes que Cepo Gordo se instituyó para ofrecer un canal independiente de comunicación que permitiera opinar de manera libre sin prescindir de las necesarias convenciones del mundo actual y con un respeto exquisito a los valores del mundo moderno, en especial la igualdad valorativa de todas las opiniones, el multiculturalismo, la defensa de la opción LGBT...

El discurso es interrumpido por un bramido -al unísono- que escapa de las gargantas de Alcides y Sanglier. Doroteo comienza a patear y Tato sólo es capaz de ponerse en pié y gritar "¡Jamás!, con mi dinero eso si que no, ¡Jamás! El Escriba llama por teléfono a un Notario amigo y le pide que acuda de inmediato.
El secretario, petrificado ante el bramido de la raza, se ve alzado por cuatro manos que lo zarandean hasta bajarlo del estrado. Los miembros del Presidium contemplan la escena con indiferencia, han vivido tanto.

Reducido el secretario al que han amordazado con un pañuelo de Doroteo y han atado con los cordones de la cortina más cercana, Alcides toma la palabra situándose frente a la mesa que ocupa el Presidium.

-Señores, no sabemos de dónde ha salido éste mequetrefe ni tampoco de dónde ha sacado doctrinas tan desviadas y lamentables. Cuando ustedes nos ofrecieron su desinteresado apoyo económico para financiar la difusión de nuestro órgano de expresión cepogordista, nunca, y repito, nunca, se acordó un ideario modernista y desnaturalizado, inhumano y antiespañol. Nuestro benefactor aqui presente -se dirige con un gesto hacia Tato, que sigue el discurso petrificado, haciendo gala de una generosidad rayana en la prodigalidad cubre los modestísimos gastos de nuestra publicación y distribución ordinaria. Si accedimos a recibir la ayuda y colaboración de su grupo Internacional de Ideas y Publicaciones Culturales, fue porque consideramos la oportunidad de hacer llegar nuestras modestas inquietudes a nuestros hermanos de Iberoamérica y America del Norte que a tenor de las estadísticas nos siguen con devoción. Ahora bien, si su colaboración estaba viciada de inicio y su aparente munificencia no era sino un pretexto para corromper nuestros espíritus y torcer nuestras voluntades, entonces, yo, Alcides Bergamota - ¡El Grande! gritaron Doroteo, Tato y Sanglier al unísino- reniego de ustedes, reniego de esta colaboración maléfica y prefiero mil y una veces regresar a nuestro estadio anterior dónde difundíamos nuestras ideas e inquietudes desde la tranquilidad espiritual y económica, desde la modestia y austeridad que son propias a la provincia hispánica..Dicho ésto Alcides tomo asiento con la mayor dignidad y encendió una perla de González Márquez.

Al punto tomó la palabra Sanglier que con tono poco amable se dirigió al Presidum que continuaba inmóvil y humeante.

-Señores, y les llamo así por emplear un trato convencional, ya que al parecer gustan tanto de los convencionalismos, a lo dicho por mi maestro, amigo y compañero de redacción Alcides Bergamota no cabe añadirle ni quitarle nada. Quiero meramente dejar constancia de que hemos sido engañados de forma artera. Ustedes prometieron una colaboración sin condiciones, hicieron protestas de devoción ante nuestros textos, nuestros gustos y pareceres que dijeron compartir. Cuales son sus razones ya no me interesan. Al dejar hablar a ese pelele que denominan secretario y al convocar esta reunión con intención malévola y nulo aprecio por las buenas formas se han retratado ustedes y el ánimo que les dirige. Desde hoy pueden dar por finiquitada nuestra relación y no les quepa duda que cualquier intento de presión será severamente reprimido por la vía de la ley y por la vía de los hechos. En resumen, que como se vuelvan a presentar en cualquier acto cepogordista les vamos a partir la cara y no se pongan farrucos con esos escoltillas horteras que les acompañam porque no conocen todavía a los hermanos Mendicutía y a los cofrades del Santo Niño de la Roca que llevan treinta años jugando a pelota sin vendajes.
Tras esta amable intervención, Sanglier tomo asiento junto a su amigo Alcides que sonreía con simpatía al tiempo que agitaba la humeante perla en señal de victoria.

Doroteo y Tato se pusieron de pie al unísono como movidos por el mecanismo de un gigantesco e invisible resorte.

- Secundamos lo dicho - dijo Doroteo, de inmediato Tato tomo la palabra:

- Financiaré con sumo gusto la edición nacional de Cepo como hasta ahora y prometo a los presentes que buscaré suscriptores entre lo más granado de mis amigos, socios y clientes a fin de lanzar la edición americana por nuestros propios medios, sin necesidad de partenershipes ni jointes-ventures ni gentlemanes-agreements. ¿Queda claro?. Pues eso.

 Terminada la intervención de Tato, que causó hondo pesar en el Presidium a juzgar por el aspecto de unos rostros, poco antes esculpidos en roca que comenzaban a agrietarse, se escuchó la voz clara y bien modulada de El Escriba que desde el fondo de la sala:

- Y sepan ustedes y quede reflejado en el acta, que desde hace una hora y pico está presente en la reunión a petición mía Don Isidoro Vaca de Parladé y Tritón de Riofrío, notario de Madrid y entrañable amigo, que procederá a levantar acta de esta reunión-trampa, de este inequívoco intento de extorsión.

Los rostros del Presidium comienzan a resqubrajarse. Veo narices desprenderse, orejas sin lóbulo, arcos occipitales caer sobre el tapete verde que cubre la mesa....en ese instante me despierto. ¡Que horror! ¡Menuda pesadilla! Ayer no debí de cenar tanto, Alcides y Doroteo son una mulas, a quien se le ocurre cenar torreznos y atascaburras y zamparse un Reblochon entero de postre, ahora, bueno estaba muy bueno, riquísimo...en fin, ya ha pasado, un vasito de agua y a dormir hasta las siete y media que aún queda un rato. ¡Que gusto da saber que uno es libre para escribir de lo que le interesa y hablar de lo que le apetece..! En fin, mañana será otro día y si alguien se siente incómodo con los cepogordistas y las cepogordadas que se compre el Telva o El Pais o cualquier panfletillo modernista, que gustan mucho...abur que me quedan dos horitas, ¡que maravilla!

Sanglier.