miércoles, 22 de mayo de 2013
sábado, 18 de mayo de 2013
PAJARERÍA II
Los pájaros.
Los cuervos pueden llegar a centenarios, son capaces de aprender y van acumulando experiencias (al contrario que muchas personas). Su único enemigo, dejando a un lado las supersticiones del hombre, es el búho real. Horace Smith, Daniel Wesson, Samuel Colt, Abel “Shangai” Pierce y John Chisum tenían todos algo del cuervo. De la misma forma que Secundino Prieto, Neira de Pardomonte, Felipe de Lomba, Louro de Salceda y Licho de Vilamor.
Otros animales.
El tejón es nocturno, su hocico es especialmente adecuado para olfatear y hozar, móvil y musculoso. Utiliza a menudo la misma madriguera durante generaciones. Son auténticos laberintos subterráneos que pueden compartir con zorros, martas y garduñas. En invierno, como algunos amigos, reduce su actividad y duerme mucho. El tejón, el fiero, valiente e indolente tejón es nuestro animal favorito. Caprichoso y desconfiado camina por el bosque con aire lento y desganado. Pero puede de repente convertirse en uno de los más fieros luchadores que ha dado la naturaleza, no especialmente parca en materia de fieras. Perdiendo por completo el sentido de las proporciones, cegado por la voluntad de defender a toda costa su madriguera, el tejón enfurecido es capaz de enfrentarse incluso al oso grizzly, cuya fuerza y agresividad hacen de él uno de los mamíferos más temibles. Fue testigo de la pelea el trampero Sam Minard: “De repente el hombre del caballo sintió una sacudida de asombro. Lo que la bestia estaba invadiendo no era la madriguera de un perrillo, sino la guarida de un tejón, y el hombre no conocía a un luchador más letal. Creyó saber lo que había ocurrido; el tejón al que le brillaban los negros ojos de ira e indignación se había retirado al fondo de su madriguera subterránea y allí, gruñendo en la oscuridad había esperado. Al fin, hirviéndole la sangre de furia, se había abalanzado por el túnel y con unos dientes tan puntiagudos como agujas había mordido el hocico del oso.”[1]
Ya hemos dicho que el tejón es amante de las comodidades domésticas y, pese a su carácter individualista y solitario gusta de vivir en viviendas comunitarias compartidas con otros tejones y mantenerlas durante generaciones. Es capaz por tanto de compartir la propiedad y de mantener proindivisos durante generaciones y generaciones, lo cual es asombroso y muy elogiable sin duda. Debe por tanto ser animal dotado a la vez de genio y paciencia.
[1] Vardis Fisher, El trampero. Editorial Valdemar. Colección Frontera. 2012.
viernes, 17 de mayo de 2013
A VUELTAS CON LA IMPUNIDAD
Observo que mis líneas de ayer han generado algunos comentarios entre los amables lectores de ésta gacetilla cepogordista.
Al lector separatista le deseo lo mejor en la futura república del Montseny y le deseo que le sienten bien los calçots, plato extraordinario que he tenido oportunidad de degustar en varias ocasiones durante mis muchos viajes a esa región de España a la que profeso un sincero cariño y en la he pasado momentos inolvidables, entre los que figura el honor de haber jurado bandera en Figueras con la bandera del Regimiento de Infantería Barcelona 63, unidad que defendió Gerona al mando del General Alvarez de Castro durante la Guerra de Independencia. Todo muy catalán y por tanto muy español.
Agradezco igualmente las sugerencias de aquellos que propugnan un acercamiento a UPyD como única fuerza política que aglutina la reacción del pueblo "sano", ahora bien, creo que ésto amerita algunas reflexiones en voz alta:
(1) No tengo nada en contra de UPyD, sus líderes, miembros y bases. Entiendo que actúan movidos por un sano interés por España y el bienestar del pueblo español y considero que están haciendo un encomiable esfuerzo con medios escasos y la oposición más feroz del PP y de las fuerzas de la teórica derecha que los ven como un peligro fatal para su poltrona.
(2) No comulgo, ni puedo comulgar con muchos de los principios políticos de UPyD de los que me separan criterios y valores fundamentales, algunos que como católico son para mi más importantes que la propia España.
(3) Creo que en el espacio político español hay sitio para una corriente tradicional auténtica, sin hipotecas históricas ni personales y sin vergüenza a la hora de defender grandes valores como son Patria, justicia, unidad, libertad, solidaridad, un auténtico movimiento popular de personas independientes que actúen en la vida pública con un criterio exclusivo de servicio sin aspiraciones personales.
Sólo desde un plataforma de esas características resultaría posible actuar en la vida pública con garantía de independencia y con la posibilidad, como no, de colaborar con otras orientaciones como UPyD en aquello que sea bueno para el destino del pueblo español.
(4) Soy consciente de las dificultades casi insuperables que entraña semejante proyecto, si bien no puedo renunciar a la posibilidad de que un día se den las circunstancias que faciliten su nacimiento y desarrollo.
Quizá estas tertulias cepogordistas induzcan a gentes con posibles y buenas intenciones hacia la acción política y faciliten medios que permitan agrupar a lo sano de nuestro pueblo, la vida está llena de sorpresas.
Dicho ésto, creo que nos toca pelear cada uno en el puesto y destino que Dios nos ha concedido tratando de hacer el bien y manteniendo la capacidad de discrepar del discurso oficial, denunciar la mentira, defender lo que se cree y estar disponibles y dispuestos para asumir las tareas que en cada momento podamos llevar a cabo por el bien del pueblo español y el futuro de nuestra maltrecha patria.
Sanglier.
jueves, 16 de mayo de 2013
IMPUNIDAD FATAL
Una de las cosas que más sorprenden al contemplar el triste espectáculo de la cosa pública es el éxito rotundo de la impunidad.
Llegamos a la conclusión de que el español contemporáneo adora la impunidad, no solo la tolera silente sino que la venera como un derecho consolidado de cualquiera que accede a un cargo público, el que sea. No recurriré al manido "para muestra un botón", mas bien ofreceré unos cuantos botones para tratar de explicar a qué me refiero:
El señor Fernández Ordoñez ex-Gobernador del Banco de España ha sido responsable de una institución bajo cuya supervisión se han llevado a cabo toda suerte de tropelías, al día de hoy ninguna Autoridad ha levantado el dedo para exigirle responsabilidades.
El Honorable Arturo Mas, ha manifestado en reiteradas ocasiones su disposición a incumplir con sus obligaciones legales y ha pasado a la acción de inmediato y no le ha pasado nada; ni remoción, ni instrucción, ni imputación ni nada de nada.
La señora Mintegui, diputada separatista, se enfrente a la policía y se permite palabras y actitudes de chulería tabernaria amenazando con llamar a no se sabe que autoridad superior. Espero que alguien con Autoridad haga algo, hasta ahora, nada de nada.
Y así podría seguir con cientos de diputados, alcaldes, concejales y toda suerte de electos y cargos públicos que no cumplen con la ley y a los que nadie con capacidad les exige ni el cumplimiento ni la responsabilidad derivada del incumplimiento.
¿Qué memez es esa de que en España se quiere construir una sociedad mejor, más igualitaria, más sana...? Paparruchas. Si los responsables de hacer cumplir la ley son los que la violentan cada día en asuntos mucho más importantes que robar una gallina por hambre..¿Qué pretenden hacernos creer?
Lo grave no es sólo que los políticos y enchufados se sientan impunes y actúen como tal, sino que la inexistente "sociedad civil" es decir el honrado y viejo pueblo español está desaparecido.
La mayoría de los que salen a la calle en contra del gobierno son parte del engranaje progre y los que de forma bienintencionada les secundan son víctimas de la ola de desinformación y estupidez que asola la pobre Europa.
La reacción que yo ansío y que barrunto casi imposible es la de la gente sana y cuerda, la de los que trabajan y pagan impuestos, la de los que crían a la familia y tratan de llevar una vida decente y honrada, esos son los que asqueados por la realidad política y acuciados por sus problemas cotidianos permanecen ocultos sin levantar la voz.
Ojalá me equivoque y el pueblo español comience a levantarse para reclamar su legítimo derecho a no vivir bajo el yugo de la corrupción, el latrocinio y la mentira.
Sanglier.
miércoles, 15 de mayo de 2013
Pajarería.
A los búhos les gusta proferir gritos, como a muchas personas. Su voz es inconfundible. Sin embargo, y al contrario de lo que sucede con muchas personas, de acuerdo con el fino oído de sus congéneres esos gritos nunca son escandalosos. En cambio, como decíamos, tener el oído fino por estos lares es claramente un defecto, un dolor, que se padece con resignación en esos lugares, cafeterías, restaurantes, todo de cristal y mármol dónde el griterío se multiplica de forma tal que más de una vez el cepogordista ha caído desmayado sobre la mesa, lo que ha tenido por efecto un redoblar de gritos. Sin embargo el cepogordista no es partidario de bajar el tono, del ridículo susurro, de esperar turno para hablar y esas bobadas. Sólo hay que buscar locales bien preparados, bien acondicionados, dónde abunde el lujo decimonónico de cortinajes, alfombras, sedas que amortigüen el ruido tragándose las ondas, y dónde se pueda hablar alto, accionando frenético, sin que sufra el tímpano y sin reprimir el ánimo. Un lugar donde el cepogordista pueda ser búho.
EL ESCRIBA CONTINUA.
DE BORBON Y DEL NOROESTE (2): REVOLVING DOOR
La curiosa aportación del Caballero de Gandía en la última tertulia del Escriba (recordemos, el texto de Pérez Galdós sobre los políticos alfonsinos tan generosamente atendidos por el contratista Monsieur Dondon) excitó el celo investigador del propio Titular el cual, rebuscando entre viejos papeles, halló el curioso documento que ahora, reproducido en lo que más interesa, ofrece a la grey cepogordista, y que no es otro que una póliza de seguros de incendios de la Compañía La Unión y el Fénix Español, que aparece suscrita en el año 1910.
¿Cuál es la gracia?, preguntó un tertuliano de segunda fila.
La gracia está en el Consejo de Administración. En la columna de la izquierda figuran los consejeros franceses, entre ellos Gustavo Pereire, descendiente de Don Isaac, el fundador de la Compañía, apellido emblemático, símbolo de los negocios franceses en la España de la época; y en la columna de la derecha los consejeros españoles. Cosa curiosa: Quitando a Don Luis Álvarez Estrada, que era lo que ahora llamamos un profesional, todos los demás pertenecían a la clase política, y no eran precisamente los últimos de la clase. El alumno menos brillante parece que fue el primer marqués de Goicorrotea, que como político no pasó de diputado al Congreso. El marqués de Santa María de Silvela (no confundir con el prócer Francisco Silvela) había sido diputado en nueve legislaturas y en 1903 llegó a vicepresidente del Congreso. Don Pío Gullón, además de senador vitalicio, fue ministro de la Gobernación y en tres ocasiones ministro de Estado.
No es de extrañar, prosiguió el Escriba tras una sabia pausa valorativa, que los franceses pusiesen de Presidente a Don Fernando León y Castillo, brillante diplomático que tras haber sido ministro de Gobernación con Sagasta en 1886 fue desde el año siguiente e intermitentemente hasta su muerte en 1918 (en Biarritz precisamente) nuestro embajador en París. Lo verdaderamente notable es la presencia en el Consejo de Administración de dos pesos pesados de la política, dos primeros espadas como Don Manuel García Prieto (más tarde Marqués de Alhucemas) y Don Eduardo Dato Iradier, los cuales fueron en más de una ocasión presidentes del Consejo de Ministros. Por las fechas de la póliza Don Manuel era ministro de Fomento y en seguida ministro de Estado; y Don Eduardo Dato presidente de las Cortes.
Don Pablo Cañizares echó su cuarto a espadas aseverando que entonces no existía la Ley de Incompatibilidades, pero su intervención fue acogida, en el mejor de los casos, con frialdad.
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