martes, 31 de enero de 2023
Las cosas del cuerpo III. ¡Hija mamá! La vida es una.
lunes, 30 de enero de 2023
Las cosas del cuerpo II.
El murmullo es constante, un run-run que no cesa, por debajo o por encima, se distinguen a veces frases entrecortadas, voces, conversaciones completas, llamadas, quejidos, preguntas, se oyen términos médicos, alguna carrera. Hay amabilidad y cierta cordialidad pese a que el hospital está al parecer saturado.
Se oye gritar:
- ¡Jose, Jose! Es una voz femenina que sabe alzarse sin violencia.
- Jose, soy la doctora, abra los ojos…
Jose debe ser muy mayor y le incorporan para examinarle.
Ahora una discusión entre una enfermera y una paciente, paciente que además de estar enferma es muy pesada la pobre. Llegan casi a dar voces. Aunque este rincón dónde me han puesto ahora es mucho más tranquilo, se oye casi todo.
viernes, 27 de enero de 2023
Las cosas del cuerpo I.
- Así que el nene se pone exigente.
- ¡Oiga a mi marido no le llame nene!
- Lo digo por lo de querer birlarnos la mantequilla, a su edad.
En la sala saturada de enfermos, la distribución de la merienda había provocado tensiones inevitables.
- Yo si insiste le doy mi mantequilla, pero si es diabético no debería.
- ¡Pero si no es diabético! ¡Traiga!
- Como le veo tan grueso.
- Encima faltando.
- ¿Cómo que encima? Si el que le he dado la mantequilla he sido yo. Pero que cara. ¿No sé la irá a comer usted?
- Pues claro que sí, el bocata es para mí que soy la sufrida acompañante. Si este no come ni alpiste.
- Pero bueno, un poco de respeto.
- Usted a callar.
La llegada una enfermera pone orden. La luz es chillona, el movimiento de celadores, camillas, sillas de rueda, médicos y enfermeras es constante. A veces marea.
- Corazón, tomate la agüita – le dicen a Julián, todo un señor, quien, por la edad y la pinta, incluso en pijama, es más de los tiempos del usted.
miércoles, 28 de diciembre de 2022
domingo, 20 de noviembre de 2022
Sobre la historia, a propósito de don Ramón Menéndez Pidal.
Julio Caro Baroja, Grandes amigos, grandes figuras, pág. 390, Editorial Caro Raggio.
lunes, 31 de octubre de 2022
Más apuntes. De los cuadernos de Alcides Bergamota.
Oímos Misa en la parroquia de Nava del Bolo. Qué duda cabe que hay buena voluntad, pese al guitarreo, los cánticos más allá de modernos, los aplausos, la sentimentalidad almibarada, la hiper feminidad, pues la nave la llenan niños y las señoras que los llevan y los preparan junto con el sacerdote. Los hombres, quien sabe dónde están. Llueve a cantaros cuando nos dirigimos hacia el castillo. La visita es bonita, el edificio espléndido y bien arreglado para el visitante, con calefacción que se agradece en este día de frío repentino. Llaman la atención las espléndidas vistas, el precioso patio renacentista, con los grandes escudos heráldicos tallados en piedra que allí se exponen. En uno de ellos todavía puede leerse sobre la piedra el Ave Maria Gratia Plena de la divisa. En alguna de las salas se recrean estancias de época, una de ellas con un gran comedor con un cuadro que parece de excelente factura en el que se representa el hospital de Atocha original, que estaba dónde se encuentra hoy el museo de arte moderno reina Sofía, con una procesión que pasa por delante. 











