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jueves, 6 de julio de 2017

Orgullo...


 Mientras en Madrid tenía lugar esa espantosa manifestación llamada Orgullo no sé cuántos, con el amparo y el apoyo expreso de todas las administraciones y el aplauso unánime, acrítico y babeante, de prácticamente todos los medios de comunicación, el Cepogordismo huía de Madrid para refugiarse en la vecina Portugal, el país de Alfonso Enríquez, del Rey Miguel, el absoluto, de los Manueles, de los descubrimiento, de Tructesindo Ramires, de Pepe Eça, de Fradique Mendes, Oliveira Martins, de la Casa Havaneza, de la sin par Lisboa, del poeta Engenheiro Naval Sr. Álvaro de Campos em estado de inconsciência alcoólica, de fadistas y cavalheiros.. Oiga, ya está bien. Es verdad, a lo que íbamos. Camino de Lisboa paramos a comer en una de esas sorprendentes ciudades blancas, dieciochescas, que están puestas a lo largo del Tajo, como para que el visitante se vaya preparando para el deslumbramiento que es Lisboa. Callejeamos un poco y nos encontramos con esta calle, de nombre singular, evocador, y que viene como de perlas, a modo de gráfico resumen de lo que ha representado el fin de semana en Madrid.

 


 

En honor a la verdad, debemos reconocer que al menos un periodista, el de siempre, ha tenido las narices de levantar la voz y hacer uso de espíritu crítico respecto de la manifestación madrileña. Eso del espíritu crítico era algo que en el pasado se usaba bastante a menudo en Occidente, hoy caído en un desuso casi general. Se trata de Federico Jiménez Losantos. Si, con todos los defectos que ustedes quieran, hay algo que desde luego tiene, que es independencia y valor. Citamos a continuación dos párrafos de su artículo, pueden leerlo entero en este enlace:


La cita es la siguiente:

 

Estos días, en el WorldPride de Madrid, ha habido populosas y orgullosas manifestaciones, copadas por los partidos políticos, que habrán disfrutado sobre todo los que viven en lugares donde una opción sexual te condena ya en la escuela -siguen siendo casi todos- o de países islámicos donde la homosexualidad está prohibida; o penada con la horca, como Irán. Como siempre, se han hecho burlas a la Iglesia católica y se ha repetido lo mucho que el franquismo reprimía a los homosexuales, como si hubiera sido el único país de Occidente en hacerlo y, sobre todo, como si hoy, en Oriente y una parte cada vez mayor de Occidente la persecución, no sólo discriminación, por motivos sexuales, sigue aumentando donde manda el islam. No sé si alguna carroza aludiría al fenómeno. Hubiera sido novedad.

 

Lo que sí ha habido es algún silbido a Rivera, muchos a los del PP y grandes aplausos a Pablenin, que esta semana obtuvo el permiso del Congreso para seguir cobrando miles de euros al mes del régimen de Irán, el que ahorca en grúas a los homosexuales en estadios de fútbol. Siempre son muy aplaudidos los comunistas, cuyo icono, el Che, creó los campos de concentración de la UMAP para los gais cubanos.

 

En el mismo periódico, el mismo día, la Voz del Gran Hermano oficial, representada esta vez por Lucía Méndez decía en su artículo “España, el país más “gay friendly” (el artículo es una sarta de memeces y lugares comunes que no tiene desperdicio, que daría risa si no fuera tan representativo de lo que tenemos ya encima) que: “El cambio social está resultando ser tan profundo que todos aquellos contrarios al matrimonio gay permanecen en silencio, retirados del debate público. El temor ha cambiado de bando y ahora nadie quiere ser acusado de homófobo. Lo cual no puede ser interpretado sino como un gran avance histórico de la tolerancia y la igualdad.” El temor, esto es sin duda toda una defensa de la libertad. El progreso consiste en eso, no en la libertad, sino en que el temor lo sientan otros. En fin.

 


El viaje a Portugal, los paseos por la Baixa, por el Chiado, el fisgoneo en la librería de la plaza Camoens, el deambular por la Alfama, la comida en aquel pequeño y silencioso restaurante nos permitieron descansar un poco de tanto ruido y tanta fealdad

Genaro García Mingo
para El Heraldo de Nava



miércoles, 24 de mayo de 2017

Conferencia de Alcides Bergamota el Grande (y motín). Parte I.

Tres noticias de un día cualquiera en los medios: el congreso aprueba la prohibición de cortar el rabo a los perros; cien estudiantes se encierran en los cuartos de baño de la facultard para reclamar que sean multigenero o algo así, los presentadores de un programa de radio cultural (grima nos da escribir la palabra) se refieren varias veces a Blancanieves como Snowhite, que se oye como esnoguaite… Gilipollez generalizada. Lógicamente, tarde o temprano habrá llanto y crujir de dientes si no vuelven la aguas de la tontuna, la memez y el joputismo al cauce de dónde no debieron nunca salir, bien contenidas por todos los instrumentos coercitivos, de represión, palo y tentetieso que sean necesarios para acotar esta chifladura colectiva. En primer lugar una educación férreamente elitista, dónde se premie al alumno responsable y trabajador con independencia de su origen social, una educación alejada de las zarpas ponzoñosas del Estado y de esta infame clase política que la ha destrozado en prácticamente toda Europa.

Así concluía la larga conferencia dictada por el eximio polígrafo y ya estaban en plena batalla campal, arrancando sillones.
(continuará...)

viernes, 19 de mayo de 2017

¡Informes a mi!

¡Informes a mí!

El ayuntamiento de Zaragoza pretende ejercer una acción declarativa de dominio ante la justicia respecto de dos templos católicos, la Seo y la iglesia de Santa María Magdalena. Está en las noticias desde hace unas semanas.

Como es sabido, “una acción declarativa de dominio es una de las acciones encaminadas a la salvaguarda o protección del derecho de propiedad. La acción declarativa de dominio se encuentra entre las meramente declarativas que no buscan la obtención actual del cumplimiento coercitivo del derecho sino la puesta en claro del mismo[1]. Es decir lo que se busca es, existiendo una controversia sobre la propiedad sobre un bien, aclararla. Dicho de otra forma, que se declare una relación de derecho puesta en duda o discutida. No existiendo tal controversia sobre el bien, no cabría interponer tal acción.

No vamos a entrar ahora en si tiene el ayuntamiento de Zaragoza legitimidad para iniciar acciones legales sobre la base de una controversia realmente inexistente que el mismo ha provocado por cuestiones de sectarismo ideológico. Desde el punto de vista técnico jurídico nos supera y excede también de este apunte. Tampoco entraremos sobre el significado último de todo esto (aunque dan ganas de decir que es ilustrativo de una mentalidad que en gran medida está en el origen de nuestra guerra civil y que parece rebrota). Sigamos con la historieta.

Un juzgado de lo contencioso-administrativo parece que ha suspendido de forma cautelar el acuerdo por el que el ayuntamiento instaba a sus servicios jurídicos a iniciar el procedimiento legal[2]. El ayuntamiento habría adoptado su decisión sin contar con un informe previo de carácter legal, que aunque no es vinculante, es preceptivo (esto es “ordenado por un precepto” y, por tanto, obligatorio).

El fin de dicho informe es asesorar al ayuntamiento desde el punto de vista legal sobre si las acciones que pretende iniciar tienen o no algún fundamento jurídico. El fin último sería evitar que por imprudencia o desconocimiento el ayuntamiento iniciara acciones legales de forma temeraria resultando en despilfarro del dinero público, perjudicando por tanto el interés general (posible condena en costas, desvío de recursos para dedicarlos a una causa sin fundamento, etc.). En definitiva, dicho informe no es otra cosa que lo que se conoce en el mundo privado como la consulta con el abogado. Es la que un particular suele hacer antes de tirarse al ruedo de los juzgados, cuando minutas de profesionales y consecuencias del pleito irán a su cargo, no pudiendo disparar con la pólvora del rey.

En este caso como decimos, el informe no existe. Podria tratarse de un error, de un olvido, es cierto, pero revelador en todo caso. Pues lo interesante es lo que la inexistencia del informe revela, sea cual sea la causa. Lo que el juzgado contencioso-administrativo reprocha al ayuntamiento es querer iniciar un procedimiento judicial sin contar ni siquiera con algún indicio de los derechos que fundamentarían su acción. Es decir, el ayuntamiento decide iniciar acciones legales sin verificar primero sin le asiste realmente algún derecho para ello, si existe algún indicio de su supuesto derecho sobre los dos templos cuya propiedad reclama.

Dicho de otra forma, el ayuntamiento podemita decide una tarde que La Seo y la iglesia de Santa María Magdalena le pertenecen. Y punto. Al ataque. ¡Informes a mí!

Continuará (seguramente).

Alcides Bergamota el Grande,
para el
Eco de Nava.






[2] Utilizamos el verbo parecer porque nos guiamos por la prensa sin haber leído la resolución judicial.

viernes, 7 de abril de 2017

DIVAGACIÓN

El agua mineral se sirve de forma tan ruidosa, a chorro libre, que cubre la voz del conferenciante. Una voz por otra parte débil, más para susurrar escondido que para arengar a las masas que tan necesitadas están de que alguien les grite. El poder de la gorda que se sirve litros y litros de agua mineral es tal, es como ver un elefante conectando la trompa a un surtidor, que remata la jugada dejando caer con fuerza terrible la enorme botella sobre la mesa. Ante el estallido vibra toda la sala, sus vecinos respingan, a un tío cursi se le caen las gafas y pone un mohín tan atroz que su vecino no lo puede resistir y violento le amenaza con un enorme puño cerrado. Pasado el momento, la onda de violencia provocada por el paquidermo con vestido de flores se extingue. Prosigue la charla sobre procesos. Hay que marcar las casillas, todas las casillas, con un lápiz y por orden… ¿Y si las marco con la minga no vale? Esto lo ha pensado el enano de delante, se ha notado, pero como es como los demás, se calla. Está sentado entre el largo y la gorda, el jirafa y la elefanta. En esta selva el viene a ser una hierba, una hierba, alta para ser hierba, seca, crujiente. En cualquier momento lo arrancan del asiento para zampárselo y aquí se arma una de miedo, con el enano pataleando por los aires, apretado por la trompa del elefante que lo agita como un sonajero para llevárselo a la picuda boca. Cuello de toro se está durmiendo. Es normal, ahora se están describiendo todas las casillas, cada una y su contenido. Hay ciento diecisiete. Es mejor marcarlas rellenándolas con un aspa, con un aspa. Con un punto no, porque es confuso. Al saludarle antes se notaba la falta de un dedo, un rasposo vacía que daba escalofríos. Seguimos con las casillas. Excelente exposición sustentada por todos los hábitos verbales del anglosajón para quien todo es global, mundial, todo son lecciones aprendidas, mejores prácticas, si, no, hacer no hacer… Con ayuda de unos buenos carros de combate todas las artes salen mejor.
Al cumplirse la tercera hora de conferencia sobre procesos y casillas, y pese a la abundancia de agua mineral, ya han muerto dos oyentes. Uno se ha desplomado sobre la mesa, con la cabeza sobre el cuaderno. De forma bastante discreta, todo hay que decirlo. Como estaba sentado no se ha notado mucho. Parce que se ha quedado dormido, pero le sangran las orejas. Ha reventado por dentro en la casilla ochenta y dos, faltaba poco. El otro se desliza de la silla y cae debajo de la mesa, desaparece tragado, escondido por el mantel. No le encontrarán más que al día siguiente, al oponerse su grosura inerte al avance del aspirador. Hay un panorama de cráneos pelados, sobre gruesas nucas, con el cogote surcado de rollizas arrugas. Ya lo decía Pardo Bazán, nosotros vamos a los toros mientras ustedes beben solitarios hasta perder el conocimiento, perseguidos por sus ligas antialcohólicas.

jueves, 2 de marzo de 2017

Los elementos criminales y el miembro enfermo (a propósito claro de la Generalidad de Cataluña y de la desidia del Gobierno español, sin dejarnos al resto de subversivos, PNV y compañía).


Fragmento del discurso de César (don Julio) en Placentia, año 49 antes de Jesucristo, citado por John Fuller en su libro Batallas Decisivas del Mundo Occidental:

“Ninguna sociedad humana puede conservar su unidad y continuidad de existencia, si los elementos criminales no reciben su castigo, puesto que si el miembro enfermo no es objeto de tratamiento adecuado, todos los demás acabarán por contagiarse de la infección, como ocurre también con nuestro cuerpo. Menos que en ningún otro lugar, puede permitirse relajamiento alguno de la disciplina en un ejército, porque cuando los elementos díscolos (…)".

Nosotros, es decir, nosotros, decimos que la unidad de España es en la actualidad la unidad garantía posible de libertad para sus ciudadanos, condición necesaria, aunque no suficiente, pero sin la que no cabe esperar que triunfe una sociedad vertebrada en torno a la libertad.

miércoles, 1 de marzo de 2017

BORRACHOS


En su Discurso a las Juventudes de España, Ramiro Ledesma Ramos se refiere varias veces a los asalariados como a algo residual, si no lo más bajo de la sociedad, casi. No es que se pronuncie expresamente sobre ello, sino que es algo que se desprende de forma natural de las páginas de su extraordinario libro. Veamos un ejemplo (los subrayados son nuestros): Si las juventudes angustiadas y sensibles a las desgracias de España emprenden una acción enérgica en pro de su fortaleza y liberación, tienen que buscar con más insistencia que otros los apoyos y colaboraciones de una parte —lo más amplia que puedan— de la clase obrera, de los asalariados, de los pequeños agricultores y, en fin, de esa masa general de españoles en constante y difícil lucha con la vida.


Ya ven ustedes. En otra parte del libro se vuelve a insistir en un tratamiento parecido, al decir: (…) Y más aún, no se trata sólo de asalariados, de proletarios. El paro amenaza hoy asimismo a zonas inmensas, pertenecientes a las clases medias, y se agudiza cada día con caracteres más graves en las juventudes.


Obsérvese al asalariado asociado al proletario y de alguna manera considerado como no perteneciente a las clases medias. La primera edición de Discurso a las Juventudes de España es de 1935.


Con otros matices y desde otra perspectiva, Hayek, el economista premio Nobel, uno de los padres del moderno liberalismo, viene a coincidir con el fundador de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista, las JONS, asesinado en 1936, en las tapias del cementerio de Aravaca.


Lo que Hayek viene a decir en su libro Los Fundamentos de la Libertad (lo tienen en Unión Editorial) es que la libertad no puede garantizarse, ni existir plenamente, en una sociedad compuesta mayoritariamente por asalariados. La razón es obvia. Se trata de la doble dependencia del asalariado, por un lado de la empresa que le paga el sueldo, y por otro del Estado. El Estado que controla, por medio de las declaraciones que obtiene de la empresa relativas al salario , la totalidad de los ingresos que percibe el asalariado, personaje sometido por tanto a una doble presión.


Ni Ledesma Ramos ni Hayek descalifican expresamente al asalariado, pero para el primero, en 1935, el asalariado viene a ser una categoría ínfima, y para el segundo, una sociedad compuesta en su mayoría de asalariados no está en condiciones de garantizar la libertad, ni por tanto de vivir en libertad.


Hoy nos enteramos de que la empresa aseguradora “Lloyd's ha prohibido beber alcohol a sus empleados de 9 de la mañana a 5 de la tarde. Es la última medida que ha tomado la aseguradora para sus 800 trabajadores de Londres, según una circular interna a la que ha tenido acceso el Financial Times.” Es una noticia que aparece en www.Libertaddigital.com. Por un lado se imita una vez más la forma de hacer las cosas de los Estados Unidos, dónde parece que no se bebe alcohol durante la jornada laboral (aunque al terminar la gente corra a cogerse unas cogorzas de campeonato). Por otra parte, parece que la medida está relacionada con los problemas que tradicionalmente tienen los anglosajones con el alcohol. Al parecer son frecuentes los casos de empleados que vuelven a trabajar después de comer completamente beodos. En los veinte años que este asalariado lleva trabajando en España, no ha visto nunca algo así, un compañero de trabajo beodo que organice un circo en el despacho, la empresa, la oficina o el polígono. ¿Es la prohibición la solución al problema, pagando justos por pecadores? ¿Puede una empresa entrar a regular lo que hacen sus empleados fuera de las oficinas? Bastará con que entre el caballo de Troya una sola vez, so pretexto de orden, decencia, salud o de lo que sea, para que una vez abierto el portillo las empresas secunden a los políticos en su ansia por regularlo todo.


Si ya vivimos bajo el imperio de una socialdemocracia política empeñada no sólo en el brutal control de nuestra economía, sino en un implacable adoctrinamiento de conciencias, sólo le faltaba al asalariado, ese mindundi, que le empezara a llover normativa invasiva de su intimidad y esfera de derechos desde la empresa que le paga. Si fulano llega beodo pues despídale, pero a los demás déjenos en paz.


Artículo aparecido en el Heraldo de Nava, con la firma de Alcides Bergamota el Grande y Doroteo Casapalacio.


Post scriptum.

  1. Nos indica Tato, que tal y como están las cosas, ganas de cocerse no faltan.
  2. Empiezan a producirse movimientos civiles de protesta contra los abusos de Estado, administración y clase política. Ayer en Andalucía por algo tan concreto como el impuesto de sucesiones que en esa región termina de chupar la sangre de sus habitantes. Esto es algo muy positivo, una luz que permite concebir ciertas esperanzas. No existe hoy lo que podríamos llamar un partido de derechas con representación nacional, si surgiera uno capaz de canalizar lo que parece un descontento en aumento, tal vez nos ahorraríamos a un Trump. El mundo de Hillary ya lo sufrimos a diario.

martes, 28 de febrero de 2017

Das poligonen.


Un viento frío sopla sobre el polígono. También luce el sol. Así que cuando el incauto asalariado mira por la venta que da al oscuro patio y ve que luce el día, se alegra porque ya hace bueno. No ha notado todavía la alteración de la primavera que todos los años le enerva, pero ya está aquí. Como las ventanas del cubil aíslan bien, al mirar al patio no oye el viento mugir. Sale al trote a zamparse algo (¡zámpate lo que te den!) dejando el abrigo colgado en el perchero. Es que además la percha está rota y cada vez que descuelga la prenda se descuajeringa y hay que volver a montarla, enroscando el metal sobre la madera, como se enrosca el sacacorchos en el corcho de la botella. Ya en la calle el asalariado trota feliz. Todo parece quieto, lo suficiente para que se aleje de la puerta de la galera donde labura. El viento lo espera a la vuelta de la esquina, armado hasta los dientes. Sopla con violencia, se le mete en las narices, lo medio asfixia, se le caen las llaves al asalariado, hace un gesto brusco para recogerlas, momento que elige el aire para ponerle dos banderillas de hielo sobre los riñones. Se le meten puntiagudas y heladas en la carne, maniatando músculos, paquetes de músculos, fláccidas masas musculares. Le dejan tieso, inmóvil, partido por la mitad, es un triste compañero de Lot, de un Lot de polígono, sólo que ni siquiera ha desobedecido, no se ha vuelto a mirar. No hay nada que mirar apenas. Las nubes, el aire, los restos de una papilla de cocido que ha echado algún desgraciado, asfalto, las hierbitas del desmonte. El viento sopla, agita con ruido de sonajero plásticos ajados, hierros, aceros, nubes, partículas, arremolino un polvo fino, de tierra y deshechos. Un descuido y ha quedado doblado por la mitad, en pleno polígono mirando a Cuenca. El parte de accidente, le dicen que tiene que hacerlo en los dos idiomas. Así que traduce: Looking at Cuenca. Y en ese momento fue cuando intentaron asaltarme (arrasment), forzarme por la retaguardia (dishonest bullying). Yo no estaba por la labor oiga (I was not fully alligned nor supportive, you see). Así que me defendí y le solté una coz (I kicked his balls brutally to avoid accession) y luego con un esfuerzo sobrehumano volví a la empresa a pedir ayuda, casi llorando. Ante semejante parte de accidente no se ha podido sino abrir una investigación por posible conducta discriminatoria por homofóbica (deplorable conduct), falta de espíritu de equipo (lack of team spirit, lack of team building skills), prejuicios y rigidez (no flexible adaptation capacity). Si no llego a estar rígido lo descuartizo, gemía el asalariado. Calla que es peor hombre.