martes, 27 de agosto de 2013

NOVEDADES LITERARIAS SEPTIEMBRE 2013


Para desengrasar un poco tras los excesos veraniegos (si, no me lo nieguen, que alguno seguro habrán cometido..) y animar la rentrée dejando que la mente huya de las siniestras y aburridas noticias que nos ofrecen los medios, aquí les dejo unas tres sugerencias de novela negra,policiaca y thriller-acción. Si no les gustan, ya saben, comenten y si les gustan, también, que no todo van a ser críticas negativas.

Comenzaremos por el cubano Leonardo Padura, un autor querido por ciertos sectores del cepogordismo y visto con cierto escepticismo por otros. Su nueva novela "Herejes" aparece en Tusquets este mes de septiembre de 2013.

Se nos anuncia una historia más enrevesada de lo habitual en la que Mario Conde deberá poner en juego todas sus habilidades como investigador. Esperamos con impaciencia ver hasta dónde llega en esta ocasión el antiguo alumno del pre-de Víbora.

                                                              Portada de Herejes

Continuamos con otro autor de Tusquets, en este caso el griego Petros Markaris, su nueva novela titulada Liquidación Final también llegará a las librerias en Septiembre de 2013. El entrañable comisario Jaritos nos adentra en la crísis económica y moral de la Grecia actual. Conociendo a Markaris nos espera una buena obra con tintes de análisis político y crítica social. Para saber más: http://www.tusquetseditores.com/titulos/maxi-liquidacion-final


Portada de Liquidación final (MAXI)

Terminamos con la primera novela publicada por Quintín Oria, autor que nos presenta una obra inusual en el panorama narrativo en lengua española en la que se combina acción, aventura, intriga y crítica social en un contexto internacional. La obra, publicada por una editorial con distribución limitada, no dejará indiferentes a lo que valoren un thriller de calidad. 

DEUDA PAGADA

lunes, 26 de agosto de 2013

FORZADOS AL MODERNISMO DE CUOTA, UN MAL SUEÑO

Reunión de urgencia. Los redactores de Cepo Gordo son convocados por el Presidium del Círculo Cepogordista. 

Es la primera vez que sucede. Nunca se vió mejor momento para emplear la frase hecha "la tensión se palpaba en el ambiente". 

Alcides comparece tarde, como siempre, pretextando no sé que retraso del tren, Tato, que es uno de los potentados que financian el invento se remueve inquieto en su sillón, Doroteo trata de calmarlo silbando por lo bajinis una copla, Sanglier se agita un poco, como hace a menudo en su charca literaria, tratando de encontrar el hueco en el enorme sofá que le ha tocado en suerte. El humo azul asciende en volutas hacia el techo perdiéndose entre las recargadas tallas del artesonado. El Presidium, trajes oscuros, caras largas y cigarros humeantes permanecen sentados en silencio, con los ojos semicerrados y el gesto adusto que corresponde a todo consejero de alguna institución que se precie. Por fin llega El Escriba que viene, como no, de un funeral o de un versnissage y se queja de haber sido advertido con tan poca antelación. La reunión puede dar comienzo.

El secretario, un abogado joven atildado y con voz de falsete toma la palabra y se dirige al auditorio.

-Señores, nos hemos visto en la obligación de convocarles ante la avalancha de comentarios críticos que los lectores de cepo vienen registrando a propósito de ustedes, de su temas, de sus razones y estilo.

-Pero...trata de decir Alcides que interrumpido de inmediato por el miembro más grueso y ceñudo del Presidium.

- Cállese, especialmente usted debe permanecer en silencio hasta que el secretario concluya su alegato. 

El secretario hace un gesto con la cabeza.

-Como les decía, desde hace unas semanas se ha registrado un creciente y preocupante aumento de quejas por parte de los lectores. Las críticas no nos preocuparían si no fuera porque tras analizar lo publicado en esas fechas por los colaboradores, señores Alcides Bergamota, Doroteo y Sanglier, hemos de admitir que las quejas son justificadas. Tras un detenido análisis en el que han participado algunos asesores externos que figuran entre lo más granado de la progresía social y literaria (y que dicho sea de paso nos han cobrado un pico...largo por el detallado estudio de folio y medio) hemos llegado a la conclusión de que en manos de ustedes Cepogordo se ha convertido en una publicación apolillada y carca. Ustedes sólo hablan de toros y de libros, de cigarros, de asuntos inguinales, de autoproclamadas grandezas históricas y heráldicas, de noticias provincianas que a nadie interesan. Exaltan ustedes con total impudicia las virtudes del chocolate con picatostes, del vino tinto, del queso en aceite, del bacalao al pil-pil, de la caza a mano y con galgo, del libro intonso, de la monja de clausura, del conquistador español, del Tercio y la pintura negra, todo esto resulta IN-TO-LE-RA-BLE.

El secretario, que se está gustando en la faena, se detiene unos segundos para beber unos sorbos de agua mineral y referescarse la incipiente calva con una toallita de colonia Loewe que extrae del bolsillo interior de la chaqueta. Tras apretarse el nudo de la corbata con gesto mecánico retoma la palabra. 

Alcides, Doroteo y Sanglier, sentados en primera fila contienen a duras penas sus respectivos ataques que se manifiestan en una gama cromática que pasa del bermellón al grana. Tato, con la boca abierta, da la sensación de haber sufrido una apoplegía, el aspecto de El Escriba no trasluce ningún síntoma de cabreo, se limita a tomar notas pulcramente en su cuadernillo, a saber que terribles represalias está pergeñando en su cerebro.

-Les recuerdo a ustedes que Cepo Gordo se instituyó para ofrecer un canal independiente de comunicación que permitiera opinar de manera libre sin prescindir de las necesarias convenciones del mundo actual y con un respeto exquisito a los valores del mundo moderno, en especial la igualdad valorativa de todas las opiniones, el multiculturalismo, la defensa de la opción LGBT...

El discurso es interrumpido por un bramido -al unísono- que escapa de las gargantas de Alcides y Sanglier. Doroteo comienza a patear y Tato sólo es capaz de ponerse en pié y gritar "¡Jamás!, con mi dinero eso si que no, ¡Jamás! El Escriba llama por teléfono a un Notario amigo y le pide que acuda de inmediato.
El secretario, petrificado ante el bramido de la raza, se ve alzado por cuatro manos que lo zarandean hasta bajarlo del estrado. Los miembros del Presidium contemplan la escena con indiferencia, han vivido tanto.

Reducido el secretario al que han amordazado con un pañuelo de Doroteo y han atado con los cordones de la cortina más cercana, Alcides toma la palabra situándose frente a la mesa que ocupa el Presidium.

-Señores, no sabemos de dónde ha salido éste mequetrefe ni tampoco de dónde ha sacado doctrinas tan desviadas y lamentables. Cuando ustedes nos ofrecieron su desinteresado apoyo económico para financiar la difusión de nuestro órgano de expresión cepogordista, nunca, y repito, nunca, se acordó un ideario modernista y desnaturalizado, inhumano y antiespañol. Nuestro benefactor aqui presente -se dirige con un gesto hacia Tato, que sigue el discurso petrificado, haciendo gala de una generosidad rayana en la prodigalidad cubre los modestísimos gastos de nuestra publicación y distribución ordinaria. Si accedimos a recibir la ayuda y colaboración de su grupo Internacional de Ideas y Publicaciones Culturales, fue porque consideramos la oportunidad de hacer llegar nuestras modestas inquietudes a nuestros hermanos de Iberoamérica y America del Norte que a tenor de las estadísticas nos siguen con devoción. Ahora bien, si su colaboración estaba viciada de inicio y su aparente munificencia no era sino un pretexto para corromper nuestros espíritus y torcer nuestras voluntades, entonces, yo, Alcides Bergamota - ¡El Grande! gritaron Doroteo, Tato y Sanglier al unísino- reniego de ustedes, reniego de esta colaboración maléfica y prefiero mil y una veces regresar a nuestro estadio anterior dónde difundíamos nuestras ideas e inquietudes desde la tranquilidad espiritual y económica, desde la modestia y austeridad que son propias a la provincia hispánica..Dicho ésto Alcides tomo asiento con la mayor dignidad y encendió una perla de González Márquez.

Al punto tomó la palabra Sanglier que con tono poco amable se dirigió al Presidum que continuaba inmóvil y humeante.

-Señores, y les llamo así por emplear un trato convencional, ya que al parecer gustan tanto de los convencionalismos, a lo dicho por mi maestro, amigo y compañero de redacción Alcides Bergamota no cabe añadirle ni quitarle nada. Quiero meramente dejar constancia de que hemos sido engañados de forma artera. Ustedes prometieron una colaboración sin condiciones, hicieron protestas de devoción ante nuestros textos, nuestros gustos y pareceres que dijeron compartir. Cuales son sus razones ya no me interesan. Al dejar hablar a ese pelele que denominan secretario y al convocar esta reunión con intención malévola y nulo aprecio por las buenas formas se han retratado ustedes y el ánimo que les dirige. Desde hoy pueden dar por finiquitada nuestra relación y no les quepa duda que cualquier intento de presión será severamente reprimido por la vía de la ley y por la vía de los hechos. En resumen, que como se vuelvan a presentar en cualquier acto cepogordista les vamos a partir la cara y no se pongan farrucos con esos escoltillas horteras que les acompañam porque no conocen todavía a los hermanos Mendicutía y a los cofrades del Santo Niño de la Roca que llevan treinta años jugando a pelota sin vendajes.
Tras esta amable intervención, Sanglier tomo asiento junto a su amigo Alcides que sonreía con simpatía al tiempo que agitaba la humeante perla en señal de victoria.

Doroteo y Tato se pusieron de pie al unísono como movidos por el mecanismo de un gigantesco e invisible resorte.

- Secundamos lo dicho - dijo Doroteo, de inmediato Tato tomo la palabra:

- Financiaré con sumo gusto la edición nacional de Cepo como hasta ahora y prometo a los presentes que buscaré suscriptores entre lo más granado de mis amigos, socios y clientes a fin de lanzar la edición americana por nuestros propios medios, sin necesidad de partenershipes ni jointes-ventures ni gentlemanes-agreements. ¿Queda claro?. Pues eso.

 Terminada la intervención de Tato, que causó hondo pesar en el Presidium a juzgar por el aspecto de unos rostros, poco antes esculpidos en roca que comenzaban a agrietarse, se escuchó la voz clara y bien modulada de El Escriba que desde el fondo de la sala:

- Y sepan ustedes y quede reflejado en el acta, que desde hace una hora y pico está presente en la reunión a petición mía Don Isidoro Vaca de Parladé y Tritón de Riofrío, notario de Madrid y entrañable amigo, que procederá a levantar acta de esta reunión-trampa, de este inequívoco intento de extorsión.

Los rostros del Presidium comienzan a resqubrajarse. Veo narices desprenderse, orejas sin lóbulo, arcos occipitales caer sobre el tapete verde que cubre la mesa....en ese instante me despierto. ¡Que horror! ¡Menuda pesadilla! Ayer no debí de cenar tanto, Alcides y Doroteo son una mulas, a quien se le ocurre cenar torreznos y atascaburras y zamparse un Reblochon entero de postre, ahora, bueno estaba muy bueno, riquísimo...en fin, ya ha pasado, un vasito de agua y a dormir hasta las siete y media que aún queda un rato. ¡Que gusto da saber que uno es libre para escribir de lo que le interesa y hablar de lo que le apetece..! En fin, mañana será otro día y si alguien se siente incómodo con los cepogordistas y las cepogordadas que se compre el Telva o El Pais o cualquier panfletillo modernista, que gustan mucho...abur que me quedan dos horitas, ¡que maravilla!

Sanglier.

domingo, 25 de agosto de 2013

Calvino de Liposthey

No me conocen ustedes y no es de buena educación entablar lectura o conversación sin haber sido presentados, así que les diré mi nombre. Me llamo Calvino de Liposthey. Si señores, como lo oyen. La razón de mi nombre de pila será siempre un misterio, si bien creo que tiene mucho que ver con el ingenio de mi padre y de su amigo José Mari Ardenas, aficionados los dos a lo estrambótico, sin que mi madre se quedara corta como puede verse. Lo he llevado siempre con dignidad y alegría y con ayuda de los puños cuando ha hecho falta. La preposición de pueden dejarla o mantenerla, indica simplemente que mi apellido es un topónimo. Es decir, que si buscan en un mapa es muy probable que encuentren un lugar con la misma denominación. La gente anda muy tonta y confundida con estas cosas y se pirra por una preposición. Qué le vamos a hacer. En cuanto a la nobleza, con independencia de la preposición, mucha y muy antigua, claro que sí. ¿Que se habían creído? Pero no es este el momento de hacer gala de las vanidades propias de cada cual. Diré simplemente, para que se sitúen que soy bien parecido, cosmopolita, refinado, de exquisita distinción, un lujo para una cena, para que me entiendan aquellos para quienes lo anterior resulte un poco abstracto y difícil. La gente es hoy muy tosca. Creo que por el momento no necesito más presentación, ya habrá tiempo para que me conozcan mejor (a quien eso interese). Sólo queda explicarles en una línea qué hago aquí.

Resulta que soy vecino de Doroteo. Si señores. Pero no crean que compartimos régimen de propiedad horizontal. No, todavía no hemos caído tan abajo ninguno de los dos. Noten los picajosos que digo abajo y no bajo. Los matices son importantes. Digamos, para no enredar más de la cuenta, que las tapias de nuestros jardines (Mamá dice que no es jardín la palabra adecuada sino parque) lindan, yuxtapuestas, cada uno tiene la suya, y juntas forman un grueso muro, apodado por sus dimensiones y extensión la muralla china. Al conocernos hemos descubierto, simultáneamente, que al otro lado de la muralla de cada cual no hay bárbaros y a menudo cruzamos la frontera para tomar café o té, dependiendo de quién reciba. Después de un tiempo prudencial de cuarentena, fui presentado por fin al eximio polígrafo y pude tener en mis manos las del gran Alcides Bergamota. El encuentro merece que le dediquemos tiempo otro día. Sólo puedo decir que, con el asentimiento y la benevolencia de los pretorianos de Alcides, Doroteo y Tato, he tenido el privilegio de aproximarme al gran hombre y se me ha permitido incluso tomar apuntes, recopilar datos e incluso acceder a manuscritos y borradores. Todo esto debería ser objeto desde luego de una narración más cuidadosa y es merecedor de una escritura más pausada y meditada. Pero no me resisto a dar una primera noticia de mis diletantes estudios y es que he logrado reconstituir gran parte del texto de la famosa conferencia en el Casino Libertad y conocer con cierto detalle las circunstancias del escándalo que entonces se produjo. Espero poder ofrecer dentro de poco tiempo el resultado de este pequeño trabajo.

CEPOGORDISMO II (PURO PIPA O PIPA PURO, CON SOMBRERO Y BARBA)

CEPOGORDISMO








sábado, 24 de agosto de 2013

RETRATO DE UN ESPAÑOL

A continuación el retrato de un español pensante que hay muchos. Por supuesto nuestro apoyo, por una vez, al Gobierno en la cuestión de Gibraltar que España debe recuperar. Si los residentes de la roca quieren seguir viviendo del blanqueo de dinero y del contrabando, entre otras actividades, no tenemos inconveniente, pero viviendo en la roca y con la verja cerrada. Ya está bien de que yo pague mis impuestos para que estos señores se beneficien de la sanidad española sin contribuir a ella, por ejemplo. Que se cierre la verja y que el querido y admirable Reino Unido, es decir el sufrido contribuyente británico, pague la factura de su mantenimiento.



viernes, 23 de agosto de 2013

A UNA AVISPA DESPISTADA...

Si bien no tengo por costumbre entablar pleitos con los lectores de este balcón del cepogordismo, estimo que no es malo hacer una excepción con nuestro querido amigo Avispa.

Avispa, que deduzco ha elegido su apodo por aquello del aguijón y no por ser muy avispado, me acusa, más bien por falta de entendimiento que por exceso de malicia, de algunas cosas que no son ciertas.

En primer lugar, manifiesta que le acuso de contrahecho, algo que en mi anterior texto no se dice en ningún sitio. Caminar unos pasos y que se le escape el pié a uno no es ser contrahecho ni contra nada es sencillamente ser un poco torpón, de andares dubitativos. Al lanzar esta acusación sólo me cabe deducir que nuestro amigo Avispa, o bien es corto de entendederas o aún peor, no sabe leer, algo que no es infrecuente entre los críticos y puntillosos que son a menudo analfabetos funcionales.

Después y recurriendo a un insulto clásico en las letras universales me alude como cornudo y se coloca en el lugar del corneador que satisface, gracias a su prodigiosa dotación penal, las supuestas necesidades de una dama tontuela y proclive al fornicio que le recibe en paños menores.

Dejando de lado las innecesarias revelaciones anatómicas, que a nadie interesan excepto a su supuesta amante, debo advertirle que dado que no tengo esposa, debe de estar usted picando piedra con la señora madre de alguien y ésto, amén de ser feo, puede que resulte peligroso y pese a no ser contrahecho, según nos manifiesta, igual termina usted siéndolo de verdad a causa de  cuatro palos que le propine el ofendido.

Dicho ésto, le deseo a usted, amigo Avispa, que si le place y a su amante le conforta, que disfrute de sus irregulares coyundas tanto como le sea posible. Lea a Ovidio, tome infusiones de gingseng, explore las disciplinas tántricas, mejor será que se centre en el ejercicio inguinal que en las obsesiones gramaticales. Hace usted menos daño revolcándose en la cama que delante del teclado o buscando disonancias y diptongos, cópulas quebradas y subjuntivos errabundos.

En fin, anímese Avispa, no le critico, trato de comprenderle, me pongo en su lugar, no debe ser fácil vivir siendo un obseso del adverbio y el pretérito imperfecto, relájese, vaya a ver a la madurita caliente y tómese una copa con ella, le hará bien.  

Sanglier.