lunes, 23 de enero de 2012

Financiación de los partidos en España; la corrupción legalizada


Amaiur recibe 7.463 euros para seguridad y 148.859 para gastos

Los partidos se llevan 86.509.423 euros en subvenciones. PP y PSOE son los partidos que más fondos reciben.

Esta noticia recogida de la edición vespertina de LD deja muy claro cual es la triste realidad de la política española.

Mucho criticar al nacionalismo, mucha leña al separatismo, mucho desgarrarse el manto y cubrirse la cabeza con ceniza y al final nada, a repartirse el botín.

Hasta que no se reforme por completo la financiación de partidos, sindicatos y patronal y no vean ni un duro de las arcas públicas no hay solución.

Amaiur se lleva dinero, claro está, porque lo demás y muy especialmente PP y PSOE no quieren ni oir hablar de reformar una ley que les supone unos pingües beneficios.

Lo que más molesta es que nos traten de idiotas.


miércoles, 18 de enero de 2012

Pontevedra en palabras de Alvaro Cunqueiro, reconfortantes ahora que el invierno aprieta.

Por veces me tienta atribuir ciertas ciudades a una estación del año; hay ciudades que son del dorado otoño, como un vino de Borgoña, y otras ciudades las doy al estío o al invierno. Pontevedra, como Florencia y el albariño de Arbo, sea por siempre para la primavera. Pero —¿por qué no hacer más sutil el calendario?—, para la primavera romántica. Para la primavera romántica de la deliciosa aguada de Pietro María Baldi. Nunca he visto más bella a Pontevedra, y me place imaginar que también la encontró hermosa Cosme III de Médicis en aquella mañana del marzo de 1669: cuánto más que el río Lérez tiene el color mismo de los ojos de las pálidas y frías princesas de Orleáns...
«Pontevedra», Faro de Vigo, 18 de noviembre de 1950.
En El pasajero en Galicia, p. 168.


TODO TIEMPO PASADO


Respecto de la foto de un poco más abajo y del título de la entrada que se refería a una España mejor, queremos hacer una aclaración para que cesen ya los ataques y las agresiones de que estamos siendo objeto por parte de la horrenda muchedumbre que vigila con saña todo lo que en este modesto rollo se anota… No queríamos decir que todo tiempo pasado fuera mejor, no caemos en simplezas como esa, sabemos que de todo hay y no negamos que en algunas cuestiones se ha avanzado y hasta mucho. Sólo nos referíamos a que detrás de la sonrisa maravillosa de don Alvaro, de la terciada y más escondida de don José y de las gafas de don Gonzalo se encuentra tres obras literarias como tres castillos que son un regalo para quien sepa y pueda leerlas. Y preferimos esos tres monumentos literarios, con los que hemos pasado horas de verdadero gozo, sintiéndonos habitantes del mismo país, a las obras que nos ofrecen ahora, las de periodistas y divulgadores con poquito que decir. Les ahorramos nombres. No nos ataquen más, no, que no todo tiempo pasado fue mejor, lo sabemos.

(por cierto que los tres tienen aspecto limpio y nos gustan la pulcritud, el corte de los pantalones, la chaqueta de punto amplia, las americanas más ceñidas, la corbata sin mayor importancia, los cigarros en la mano, la ausencia de ropajes semideportivos, de telas supersónicas y licras de colores chillones).

lunes, 16 de enero de 2012

VIEJA ZORRA PLATEADA


DIVAGACIÓN

El cepogordista ha encanecido, algo, la mirada se le ha vuelto más aguda, algunos días la expresión es vaga, contemplativa, como si las cosas tuvieran menos importancia, como si todo fuera… otra cosa. No sabe del todo. El cepogordista, acompañado por sus fieles cigarros, la marca y el cepo que fuma apenas fallan, se ha cargado de algunos años y de repente, de tarde en tarde, se pone a pensar y mira como a lo lejos. Le ha llegado la edad en que, como al escritor, le gustaría durante un tiempo echarse el morral al hombro y andar por los caminos durante un par de semanas, un par de meses tal vez, por los caminos de aquí, por España. Echando un caldo de vez en cuando, compartiendo el tabaco, encendiendo hasta una farias ensabanada, fumando sentado, apoyado en un mojón, en la cuneta de una carretera comarcal sin tráfico.

El cepogordista no debe dejarse atrapar por la actualidad, aunque también él tiene sentimientos, y hasta una cabeza que funciona, y se enfada, se entristece ante el panorama, se siente impotente y mudo, como maniatado, y le gusta de vez en cuando dar unas voces… por escrito, eso sí, porque no es hombre de acción, lo retiene una gruesa cadena, y lo rechaza un cuerpo social que lo tiene, a él, por anticuerpo. Pero decíamos eso, que el cepogordista sabe que no debe además, sufrir el castigo de verse absorbido siempre, por una actualidad pública que le mira con indiferencia, que se desarrolla desdeñosa de espaldas a él. Al menos no siempre. Por eso el cepogordista recuerda que el mundo es otro, que la vida es hermosa y que Dios está en todas las cosas y es al hacerlo cuando se ensimisma y su mirada se pierde vagando sobre las cosas, pero observándolas con qué amor y detalle, como queriendo retenerlas, recrear su belleza para siempre. Y se acuerda sonriendo del poeta Péguy, recordando aquello de que Homero tiene más vida que nuestro periódico de la víspera…  Imagina luego al poeta con su uniforme de oficial todavía decimonónico, al poeta que cantó a Juana, la bella lorenesa, el misterio de la caridad de Juana, cayendo en combate, en el verano de los campos de Francia, de sol húmedo y hierba tupida, densos, grasos, suaves.  Las ideas se le han soltado y ya está de charla con don Alvaro, que detrás de sus gruesas gafas, con traje gris, corbata, un aire entre grave y tímido, de sonrisa retenida, mira y evoca al mirar: el mar, la campiña lucense, el camino, los amores del trovador, las cantigas del Rey sabio...

Iba el cepogordista a hablar de actualidad, para dejar puesta la excepción a todo lo dicho, pero otro rato será, que se acuerda ahora, no sabe por qué, de Francisco de Aldana dando la vida en Alcazarquivir y piensa cuanto le hubiera gustado conocer al cortesano, al poeta, al hermano de su hermano Cosme, al soldado que de sí mismo dijo aquello de “sayo de hierro acá yo estoy vistiendo,/ cota de acero, arnés, yelmo luciente,/ que un claro espejo al sol voy pareciendo.” Como decía aquél hombre alto de bigote y chistera, la próxima semana hablaremos de… ya veremos de qué. 



EL QUINTETO DE LA RISA

¿DE QUE SE RIEN ESTOS CINCO?
De los parados, de los analfabetos funcionales, de los abortos, de los idiotas que pagamos los impuestos para que ellos vivan sin hacer nada bueno, es decir de los "magníficos resultados" de su gestión durante los últimos treinta años bajo el ala protectora de Su Majestad, ese santo varón.
Claramente se ríen de todos los españoles porque están por encima de lo que ellos creen que es el bien y el mal.
Merecido nos lo tenemos.

González, Rajoy, el Rey, Zapatero y Aznar. | Afp