Hemos vuelto a ver la película Soldado azul. Son notables las diferencias
respecto de la novela del mismo título que adapta, y es mucho lo que debe a una
buena banda sonora setentera que le da un aire de juvenil rebeldía de otra
época, siendo el fondo de la historia que cuenta, la espantosa masacre de Sand
Creek, terrible. Hay escenas de una violencia excesiva, violencia que podía
haberse tratado o transmitido de otra manera sin perjudicar al relato. Fue todo
un escándalo entonces y siguen siendo excesivas incluso para mellada
sensibilidad actual. Afortunadamente se concentra muy al final, casi en el
desenlace. Pero hasta entonces tiene la película un aire setentero y como de
contracultura que hace sonreír en algunos diálogos, una pareja de protagonistas
que funciona muy bien en esa clave de época –no nos preguntemos si la Cresta de
1860 podía o no parecerse a Candice Bergen o si es verosímil un soldado como
Peter Strauss, prácticamente objetor de conciencia desde el principio de la
historia- y una trama principal clásica, bien tratada y entretenida, durante la
que se nos cuenta como los dos protagonistas escapan a un ataque indio y su
odisea campo a través para llegar a Fort Union, con el consiguiente proceso de
conocimiento mutuo y enamoramiento.
Decíamos que aunque el hilo argumental es
el mismo, las diferencias con la novela de Olsen son notables y la principal el
tratamiento de la protagonista femenina. Frente a la más bien ruda y recia
campesina de la novela, nos encontramos con una atractiva, deslenguada y un
tanto cínica activista de los derechos humanos encarnada por una de esas suecas
espléndidas que enloquecieron al hispánico carpetovetónico del desarrollismo.
Tampoco les fue mal allende los mares.
Volviendo a la banda sonora, le da a la película –que se leyó en clave
de denuncia de la guerra de Vietnam- una aire de inocencia traicionada, de fe
hippy en un país joven en pleno crecimiento y al que se quiere (“Yes this is my country/ Young a and growing/
free and flowing. See to see (…)”). Crecimiento, esperanzas y visiones
idealistas quebrantadas por la inmoralidad de los mayores y de los dirigentes,
personificada en el coronel al mando de los voluntarios de Colorado, viejo,
seco, rígido, incomprensivo, racista…
La del vozarrón protesta es Buffy Sainte-Marie, activista amerindia, canadiense de origen Cree, autora e intérprete de música folk, étnica, de lánguidas melenas, desgarrada, rebelde, la imaginaos meneando la cabeza, haciendo que se agite al viento el largo cabello suelto, mientras toca la guitarra como quien blande un arma para el combate… Los Estados Unidos siguen a vueltas con todo esto, el racismo y la violencia insertos en la raíz de su nacimiento como nación, y de paso la redención de esa culpa nos la hacen pagar a todos con el alumbramiento puritano de lo políticamente correcto y las discriminaciones positivas que son eso, una prolongación del racismo y la violencia. ¡Dichoso el dominico Montesinos que ya en la Hispaniola nos evitó a los españoles este terrible camino de expiación…!
Para el Heraldo de Nava, A. Bergamota.
La del vozarrón protesta es Buffy Sainte-Marie, activista amerindia, canadiense de origen Cree, autora e intérprete de música folk, étnica, de lánguidas melenas, desgarrada, rebelde, la imaginaos meneando la cabeza, haciendo que se agite al viento el largo cabello suelto, mientras toca la guitarra como quien blande un arma para el combate… Los Estados Unidos siguen a vueltas con todo esto, el racismo y la violencia insertos en la raíz de su nacimiento como nación, y de paso la redención de esa culpa nos la hacen pagar a todos con el alumbramiento puritano de lo políticamente correcto y las discriminaciones positivas que son eso, una prolongación del racismo y la violencia. ¡Dichoso el dominico Montesinos que ya en la Hispaniola nos evitó a los españoles este terrible camino de expiación…!
Para el Heraldo de Nava, A. Bergamota.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar¡Cierta extrañeza la de este blog!
ResponderEliminar