Ante los últimos acontecimientos
y ante la publicación de los feroces libelos que atribuyen a las gentes de
Puebla (o Nava, según) de Goliardos científica erudición sobre cuestiones de
sultanatos y reinas moras, es necesario poner algunos puntos sobre las ies y
desbrozar un poco el terreno. El lector que esté siguiendo la cuestión
Bergamotiana (o Bergamótica, según), deberá aguzar el entendimiento y tirar de
olfato para discernir y darse cuenta de que hay en el camino pisadas confusas, dos
pistas, sendas que se entrecruzan pero que no son idénticas, algún charco y no
poco lodo. Un breve estudio de la cuestión, sin acudir a grandes tratados ni
necesitar lupa, nos indicará que de los personajes de Nava de Goliardos aparece
una crónica que llamaremos canónica, y otra, a la que calificaremos de
apócrifa, también conocida como la
senda Pomarada. Y se da la circunstancia, como suele pasar en estos
casos, de que a menudo la versión apócrifa supera a su hermana. Miren ustedes,
Pomarada ha sido siempre muy zorro, pero Villafranca de Pomar, es eso, Villafranca.
Y Nava de Goliardos es Nava de Goliardos, y aunque a menudo cruzan embajadas,
existen entre los dos mundos, que mutuamente se enriquecen, sutiles
diferencias. Procuraremos no perder en exceso al lector, evitar que de grandes
vueltas para volver, sin darse cuenta, sobre sus propios pasos. Debemos dejar
por tanto muy claro que Efrén Maleto, el poeta cholo, es súbdito de Pomarada,
como suya es la Bodega del Santo niño de la Roca y suyo es el primo José María,
que liba como una abeja, y otro sin fin de individuos que por Villafranca
pululan. Pero sobre todo, debemos dejar claro que el vicio catalogador, las
aficiones exóticas en cuanto al bello sexo se refiere, y la chusca convocatoria
para reunir un catálogo completo de majas de pueblo a las que pasear apretadas
por España –que casi se lleva por delante al octogenario Eufrasio- es cuestión
puramente pomaradesca, que el zorro Pomarada ha querido endosar a las inocentes
comadrejas de Nava de Goliardos. Queda avisado el lector, y sobre todo Efrén el
glosador, el poeta cholo. ¡¡Que son muy vivos los de la madre patria!! El
biógrafo de Alcides Bergamota el Grande, que esto suscribe, cree que la
posteridad agradecerá esta pequeña orientación sobre la personalidad de los
aludidos por el texto de Pomarada y por las actas que transcribe, a todas luces
fabricadas bajo los efectos de los caldos de su opulenta bodega. Aclaración que
viene a salvar a nuestros amigos de Puebla, de Nava - el erudito conferenciante,
el hidalgo Doroteo y el rustico Tato-, de la atribución de innobles aficiones.
Otro gallo cantaría si de lagarteras, huertanas, pasiegas, vaqueras, estrictas
institutrices, tiorras modernas, modernillas y troncas dabuten se hubiera
tratado. Eso ya sería otro cantar.
En Madrid, Calvino de Liposthey, biógrafo
autorizado.
Calvino se te ve la pluma tu eres de Navas, disimulas muy mal.
ResponderEliminarNo sea memo ni corto de vista. Nava sin ese, hombre. Nava de Goliardos o Puebla de Goliardos, pero sin ese en Nava. Habría que darle unos palos. Y por supuesto que Liposthey es de Nava si es el biógrafo autorizado del gran Bergamota. Los hay que no se enteran. Arrimese y le sacudimos una conferencia de palos.
EliminarLa vecinita cuando asoma la jetica, esta muy soso el blogsss. A.Pulardo.
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