"Asisto a la competición deportiva internacional en el estadio milanés de Sempiove, colocado a la derecha del Prefecto, cuyas barbas de chivo superan a las de Valle-Inclán, tanto como su corpulencia física.
Acaba de comenzar la Era fascista y el espíritu totalitario de la escuadra azul, les envuelve desde la cabeza hasta los pies de los jugadores. Por eso se les grita: ¡Avanti Italia!, cada vez que se acercan a la portería española. Cuando nuestra defensa actúa eficazmente, oigo gritar a mi alrededor, en la propia tribuna oficial: ¡Torerini! ¡Mala razza! Mis compatriotas y yo salimos incólumes del campo porque el resultado es: un empate a cero."
Duque de Maura
Reflexiones, confidencias y recuerdos
Fundación Antonio Maura
Madrid, 1992
Y ahora duques, lo que nos faltaba.
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