ANTE LAS ELECCIONES VASCAS, RESPUESTA A UN COMENTARIO ANÓNIMO

Leo con interés el comentario anónimo a mi entrada acerca de las elecciones vascas.

Si el autor del mismo solo pretendía dar rienda suelta a su (con todo respeto) mala leche contenida, sirvan estas líneas para animarle a que practique algún deporte o se una a la horda del diputado Gordillo dónde seguro que encontrará una vía de escape adecuada para sus refrenadas pulsiones.

Si, por el contrario, el autor es un independentista de buena fe, algo plausible e incluso digno de consideración, entonces espero que tome a bien mi interés en contestarle y se digne a leer las líneas que siguen.

En primer lugar ante la observación de que las Comunidades Autónomas del País Vasco y Cataluña "caminen irreversiblemente hacia su independencia dominadora",he de decir que para que tal supuesto se produzca debería de llevarse a cabo una reforma constitucional y ponerse en marcha un mecanismo bastante complejo cuya viabilidad actual es cuando menos cuestionable. 

La opción de una independencia "de facto" no se le ocurre ni al más encendido de los independentistas por la sencilla razón de que semejante situación acarrearía numerosas e inmediatas consecuencias que esos mismos señores no están en condiciones de arrostrar. 

En cuanto al calificativo "dominadora" no alcanzo a entender que significa, ya que más bien la independencia sería "liberadora" tanto para aquellos que no sintiéndose españoles se ven libres del yugo opresor cómo para el resto de los españoles que se verían liberados del carísimo y cansino latazo de los independentistas profesionales. 

Con respecto al pago de una idemnización, tampoco alcanzo a comprender a qué se refiere  ya que esperar que España abone nada a los territorios independientes resulta sumamente chocante habida cuenta de la ruina absoluta en la que se encuentran las arcas públicas, ruina a la que ha contribuido de manera decisiva el nacionalismo independentista con sus políticas ilegales, absurdas e inmorales. 

Otro aspecto interesante es el empleo del término "maketo" popularizado gracias a la facundia creativa de Sabino Arana. 

En primer lugar tal denominación despectiva me resulta repugnante y aún más hoy día cuando la contribución de los españoles de diferentes regiones a la riqueza material de otras como es el caso del País Vasco, Cataluña o Madrid no sólo es indudable sino indispensable. Que un católico como Arana se manifestara con tanto desprecio es buena muestra de su catadura humana. Que al día de hoy alguien siga hablando de maketismo es un atentado a la razón y al buen gusto amén de una falta de originalidad.

Si pese a todo alguien quiere mantener el discurso vasco/maketo, le sugiero que tenga cuidado ya que las cosas no son como parecen. 

Lo más interesante es que los más radicales independentistas vascongados herederos -en parte- de la ideología Sabiniana, con el andar del tiempo no sólo han abrazado el laicismo y el marxismo sino que han dejado atrás los conceptos de raza, historia y lengua para centrarse en la lengua y la pertenencia al "movimiento" cómo únicos nexos de unión y elementos de aceptación. 

Recomiendo encarecidamente al autor anónimo que lea el artículo de Sabino Arana Goiri titulado "Errores Catalanistas" y publicado en el número 16 de  la revista Bizkaitarra el 31 de octubre de 1894. En ese artículo el inventor del nacionalismo vasco y padre del PNV decía "Si nos dieran a elegir entre una Bizkaya poblada de maketos que sólo hablasen el euskera y una Bizkaya poblada de bizkainos que sólo hablasen el castellano,escogeríamos sin dubitar esta segunda.."

Los abertzales radicales que han hecho del independentismo su razón de ser y que por esa misma razón han apoyado a ETA en su lucha contra el opresor español (con y sin Franco) no son todos vascos según el criterio sabiniano y nutren sus huestes de lo que Arana llamaba maketos. 

Quizá por eso los diversos grupos nacionalistas que surgieron del seno del PNV y frente o alrededor del mismo no incluyeron la condición de tener apellido vasco para sus afiliados como si hacían los nacionalistas originarios.

La realidad, dolorosa para muchos pero no menos cierta es que hablen o no euskera estos "maketos" ultranacionalistas e independentistas no son vascos ni por raza ni por historia, sino por que han aprendido una lengua en la ikastola y no han tenido vergüenza ni empacho en abrazar una ideología que ataca la herencia de sus padres y abuelos y desprecia la tierra de dónde vienen sólo por el hecho de querer sentirse bien dentro de un entorno marginal de gentes que confunden sus delirios con la realidad.

Todo esto ha hecho un daño de muy difícil reparación. Al forzarse la Historia y al permitirse que unas ideologías envenenadas se constituyeran en la columna vertebral en torno a la cual se ha desarrollado la Autonomía desde su creación, las generaciones presentes tienen serias dificultades para distinguir la verdad de la leyenda y la realidad de la mitología. A mi juicio lo más grave no es que haya jóvenes y no tan jóvenes que defiendan planteamientos separatistas radicales o que se haya intoxicado a varias generaciones y se les haya criado en una cultura llena de elementos artificiales recreados hace menos de cien años sino que desde fuera, gentes con capacidad y conocimiento han dejado que esto sucediera no sólo sin levantar un dedo sino sin levantar, ni un poquito, ni la pluma ni la voz.

Por último y en referencia a la "tiranía española maketa" recomiendo al comentarista anónimo que recicle sus conocimientos de Historia antes de comprar semejante dulce caducado. 

El País Vasco ha sufrido la misma tiranía española que Murcia, con la única diferencia de que los hijos de las provincias vascongadas de Alava, Guipúzcoa y Vizcaya asi como los de Navarra han escrito más páginas de gloria de la Historia de España que los de  muchas otras regiones españolas. Paradojas de la Historia. 

El número de alaveses, guipuzcoanos, vizcaínos y navarros que han contribuido al acervo patrio (si, de esa patria cuya existencia desconoce el comentarista) es tan grande y sus hechos tan probados que la lista se haría interminable. Como botón de muestra recomiendo al anónimo comentarista que compruebe cuantos escudos de municipios vascos no están orlados de los títulos de nobleza, lealtad, valor y fidelidad. Títulos que no fueron ni concedidos en el decadente XIX denostado por Arana ni por el dictador del Pardo sino muchos siglos atrás cuando la denominación de vizcaino o guipuzcoano se asociaba con el valor, la nobleza, la rectitud y la gallardía.

Comprendo que a muchos no les guste ser parte de una nación grande y compleja llena de diversidad y matices. Comprendo también que para algún acomplejado pueda apetecer más ser la cabeza de aldea que el miembro de una nación con mayúsculas, lo que no comprendo ni respeto es que para defender una idea (sea buena o mala) se mienta y se falsee la realidad impunemente.

Otro gallo le hubiera cantado a nuestro pobre pueblo si la contienda política se hubiera celebrado en el terreno de la verdad histórica y sin acudir a la manipulación que tanto daño ha hecho y que tanto dolor produce. 

Espero que al anónimo comentarista le sirvan estas palabras de Don Julio Caro Baroja, extraídas de su célebre ensayo el El Laberinto Vasco: "..El historiador sabe que muchas veces la "tradición" es la Historia falsificada y adulterada. Pero el político no solamente no lo sabe o no quiere saberlo, sino que se inventa una tradición y se queda tan ancho".

Sanglier.