lunes, 11 de septiembre de 2017

TOROS: SALTILLO Y JUAN LUIS FRAILE


Una de las cosas más tontas que suele destacarse para reprochar a los españoles una supuesta indolencia y despreocupación por las grandes cuestiones del momento es el haber acudido a los toros la tarde –o tal vez fuera al día siguiente, ya no recuerdo- del día en que se conoció la pérdida de Cuba. Los que eso señalan se quedan tan anchos, encantados de su observación y agudeza, felices de haber demostrado la existencia de un nuevo rasgo nacional más, negativo por supuesto. Pues bien, será que la historia se repite, porque en pleno golpe de estado en Cataluña, eso es exactamente lo que hicimos nosotros ayer, irnos a los toros. 
Todos los días al abrir el periódico soñamos con que nos enteramos de que por fin se ha suspendido la autonomía, se ha detenido a los sediciosos, miles de catalanes aliviados salen a la calle con banderas españolas, se anuncia la retirada de las competencias sobre educación, justicia y seguridad a todas las comunidades autónomas y se cierran las televisiones públicas regionales. Atreverse con una bajada de impuestos ya nos parece un imposible hasta en sueños. Pues bien, ayer domingo por la mañana los golpistas seguían con su proyecto ilegal, financiado con nuestro dinero. Así que nos dijimos: ¡Una buena tarde de toros que no nos la quiten!

Las ganaderías anunciadas prometían y no decepcionaron. Tres toros de Saltillo, antigüedad de 1845 y procedencia Marqués de Saltillo –el vallisoletano Antonio Rueda de Quintanilla- hoy propiedad de don José Joaquín Moreno Silva, y tres toros de Juan Luis Fraile, con antigüedad de 1895 y procedencia Conde de Santa Coloma y Graciliano Pérez Tabernero. Ahí es nada. Ahí tenemos tradición, antigüedad, continuidad en el tiempo, pericia ganadera… ¡y la continuación de una labor iniciada en su día por sendos títulos del Reino! Oiga Pulardo, ¿esto último es para decir luego que les conoce a todos? No que va. Es que como el otro tópico es que aquí no ha habido élites… Ya ve usted, hasta en los toros. Hombre, Amigo Pulardo, yo no sé si este apunte suyo está un poco fuera de lugar, pero en fin.

Los toros como decíamos, con fuerza, casta y presencia, no decepcionaron. Un ganado imponente que se hacía sentir en la plaza, de gran seriedad, bocas cerradas y consintiendo pocos errores. Además el espectáculo de comparar las dos ganaderías era un aliciente más:

El toro cárdeno o negro de saltillo, de menos complexión física, más estrecho, alguna testuz rizada, el quinto cariavacado, de mucho sentido, enterándose, pero metiéndose en la muleta si se podía con el. El segundo entró hasta cuatro veces al caballo. De forma esquiva las tres primeras, haciendo cosas de manso con genio, para luego, a la cuarta y para sorpresa de todos, empujar con nobleza, fijeza y enorme fuerza, apretando al caballo contra las tablas, recibiendo un duro castigo, pero que no se notó en la muleta dónde fue extraordinario. 

El graciliano, con aire de toro antiguo, alto de remos, ensillado, enmorrillado, bien armado, prontos al caballo dónde pelearon con bravura y de reacciones rápidas. Una lámina espléndida, variados de comportamiento, tremendo de difícil el último. 

Variedad de comportamientos, evolución del comportamiento de un mismo animal durante su lidia, en función de que se le hicieran las cosas bien o mal, de forma confusa u ordenada, con cabeza o atropelladamente… De los tres matadores nos quedamos con el capote de Octavio Chacón que luchó con los toros de salida para sujetarles y ahormarles y que los puso al caballo de forma primorosa y muy torera (vimos una media verónica doblando la rodilla de gran sabor). Venegas cortó una oreja que no le íbamos a discutir con estos toros. Y Pérez Mota estuvo mal, fuera de sitio toda la tarde. 


Con el paso del tiempo es posible, nos dice el Amigo Pulardo, que los españoles ahora más modernos e internacionales, mejor pertrechados intelectualmente con sus redes sociales y sus teléfonos, las generaciones mejor preparadas y demás, pasaran ayer la noche pendientes de Cataluña, haciendo cábalas, enrolándose en partidos y organizaciones para demostrar su compromiso contra la secesión –cosas del progreso-. Lo decimos porque la plaza estaba casi vacía. Un cuarto de entrada. Eso no impidió que a la salida –en un acto de verdadera frivolidad política- tuviéramos nuestros diez minutos de tertulia exclusivamente taurina. 
Para El Heraldo de Nava
A. Bergamota Elgrande

1 comentario:

  1. Macedonio , como mezclas todo. El pruses es imaparable. Sois unos mierdas los carcas, esto se ha acabado. Adeu.

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