Frente a los robalibros y frente a los robaperas de toda condición, el cepogordismo hace suyo e incorpora a su acervo y canon los versos satíricos de don Serafín, sin dudarlo y para siempre. Ahí van.
A don Bartolo Gallardete
Caco, cuco, faquín, bibliopirata,
tenaza de los libros, chuzo, púa
de papeles, aparte lo ganzúa,
hurón, carcoma, polilleja, rata.
Uñilargo, garduño, garrapata,
para sacar los libros cabría, grúa,
Argel de bibliotecas, gran falúa
armada en corso, haciendo cala y cata.
Empapas un archivo en la bragueta,
un Simancas te cabe en el bolsillo,
te pones por corbata una maleta.
Juegas del dos, del cinco y por tresillo;
y al fin te beberás como una sopa,
llenas de libros, África y Europa.
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No es que la víctima nos caiga mal del todo. No puede caernos mal alguien a quien se describe como de "carácter áspero y sarcástico y aficionado a los panfletos insultantes". Ya citaremos las fuentes de todo esto más adelante, que ahora no nos da la gana.
¡Genial y simpático artículo!. Enhorabuena a su autor. " Ya citaremos las fuentes de todo esto más adelante, que ahora no nos da la gana.", quedamos esperando.
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