Los avances en el conocimiento de la historia de
España han sido inmensos en los últimos años y, aunque puede quedar mucho que
hacer, es raro que no podamos encontrar algún escrito sobre aquello que pueda
interesarnos: historia general, cultural, vida cotidiana, mentalidades,
pensamiento político, historia militar, social, geografía, etc. Sin embargo,
parece claro que para que ese conocimiento inmenso que ya existe pase a alimentar
y fundar nuestra mentalidad colectiva tienen que pasar años todavía, si es que
se consigue. Por el momento la tropa sigue atascada en viejos tópicos, con el
cerebro, en materia de historia, patinando, atascado, carente de lógica y ayuno
de conocimientos, tratando de encontrar una clave, un milagro interpretativo
que todo lo explique de un plumazo, simplemente –lo que tiene poco que ver con
conocer y entender la historia- y por supuesto, siempre en negativo. No es la
menor de las paradojas el que todos aquellos que anclados en los tópicos de sobremesa –insistimos
en que se trata casi siempre de burdas y toscas groserías negativas- se
explayan denunciando nuestra supuesta ignorancia no sepan nada de la multitud
de trabajos que sobre historia de España se publican casi a diario: libros de
historia, artículos, ensayos, tesis doctorales publicadas en papel o colgadas
en la red, etc. Pero así son las cosas.
En Septiembre de 1590 una flota española de 37
buques con unos 6.500 soldados abordo desembarca en Nantes, Bretaña francesa,
aprovechando el desgobierno provocado por las guerras de religión en el país
vecino. La expedición ocupa y fortifica varios puertos que se utilizan para
apoyar al partido católico francés y lanzar acciones de saqueo y piratería
contra ingleses y holandeses. ¿Creerán ustedes que fue aquello un gran fracaso?
Pues no señores, aquellas bases estuvieron en poder de España, al mando del
maestre de campo Juan del Águila, hasta la paz de Vervins, que se celebró en
1598… El fuerte construido por Cristóbal de Rojas en Port-Louis (Morbihan)
existe en la actualidad. Desde allí se lanzó una expedición de castigo a
Inglaterra que consistió en el saqueo de Cornualles durante varios días, sin
apenas oposición ni bajas, incluyendo la celebración de una Misa en suelo
inglés. ¿Tiene algún interés recordar esto? Como tales hechos, son sólo una
anécdota, una gota de agua en el mar de la historia. Pero para la mentalidad
cenutria contemporánea son una demostración, una entre muchas, de que las cosas
no sucedieron como la gente cree.
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