Un proyecto más se nos ocurre. Sería hablar un día, con un poco de detenimiento, de un gran escritor, otro de los grandes, de los grandes compañeros del Cepogordista, junto a Mopas, Pepe Queiroz, Julito, el gruñon Camilleri y los que se van uniendo, junto con los que están siempre. Hablamos ahora de Francisco García Pavón. El que esto escribe se topo con él por pura casualidad, en el campo. Teníamos permiso de mi padre para elegir los libros que nos apetecieran de una biblioteca familiar que se deshacía. Atraído por la colección Delfín de la editorial Destino, tan bien editada, y que reconocí enseguida en los polvorientos anaqueles de la biblioteca abandonada, me quedé con los tres tomos que aparecieron, una vez obtenidos los necesarios parabienes. El primero de ellos, Una semana de lluvia, el segundo, El rapto de las Sabinas, los dos de Francisco García Pavón. Luego las tardes en el campo, los ratos de lectura a la sombra o ya por la noche hicieron el resto y conocí a Plinio, jefe de la PMT (Policía Municipal de Tomelloso) y a don Lotario, veterinario ilustrado e inseparable compañero del primero. Siguieron luego otros títulos, Las Hermanas Coloradas, El Reinado de Witiza, cuentos, y hace poco el extraordinario Los Liberales, relato autobiográfico. Nos contentamos por ahora con dejar aquí huella del autor, y de nuestro entusiasmo por sus libros. Sin atrevernos a más por el momento.
García Pavón es, sin exageración, el mejor novelista que ha dado el género de intriga policial en España. A menudo se leen y se escuchan voces que lo tratan con un cierto despecho tachándolo de costumbrista y provinciano. ¡Que error! Hace poco un amigo, buen lector y conocedor muy de veras de la literatura española me decía que Montalbano es el Plinio siciliano y a mi juicio no le falta razón.
ResponderEliminarLas novelas de Plinio son un depósito de cultura y sensibilidad, un canto a las cosas de España y una mirada divertida a la par que profunda al alma del celtíbero.