O
- ¡Oiga usted! aquí huele a puro que echa para atrás – dice ella con los brazos en jarras y el busto prominente en tensión.- Pero... pero señora Domiciana si esto es el saloncito de fumar. Usted dijo que aquí se podía – dice el azorado pensionista.
- Pues claro, pero cigarros habanos, tabaco de la Vuelta de Abajo. ¿Pero dónde se cree usted que está? Pensaba que era usted un caballero.
- Es que están los tiempos como para habanos – se lamenta él. Y pensar que mi abuelo tiraba al ruedo petacas llenas cuando triunfaba Nicanor Villalta.
- Lo que es venir a menos, sí, pero no usted, ¡el país, el país! Dichosa democracia. Pero hombre, ante un apuro insinúese que todavía quedan dos cajas de mi difunto, unos grandes Partagás que tengo perfectamente conservados y que yo no voy a fumarme. No sea corto de genio, hombre.
- Señora Domiciana, que me quedo sin palabras, sin habla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
SI QUIERE ECHAR SU CUARTO A ESPADAS, YA SABE AQUÍ. CONVIENE QUE MIENTRAS ESCRIBA ESTÉ USTED FUMANDO, CIGARRO O INCLUSO PIPA.