jueves, 19 de diciembre de 2019
lunes, 16 de diciembre de 2019
Traducciones.
« Heureux qui comme Ulysse a fait un beau voyage »,
de Joachim du Bellay, traducción al español de Rafael Sánchez Mazas.
Primero el poema original, en francés.
Plus mon Loyre Gaulois, que le Tibre Latin,
Feliz quien como
Ulises viaja con buena
suerte
Aldea de mis
padres: ¿Cuándo volveré a
verte,
Más me placen los
muros alzados por los
míos
Más mi Loira francés, que el gran Tíber latino,
Primero el poema original, en francés.
Heureux qui, comme Ulysse, a fait un beau voyage,
Ou comme cestui là qui conquit la toison,
Et puis est retourné, plein d’usage et raison,
Vivre entre ses parents le reste de son age !
Quand reverray-je, helas, de mon petit village
Fumer la cheminée, et en quelle saison
Reverray-je le clos de ma pauvre maison,
Qui m’est une province, et beaucoup d’avantage ?
Plus me plaist le sejour qu’ont basty mes ayeux,
Que des palais Romains le front audacieux ;
Plus que le marbre dur me plaist l’ardoise fine,
Plus mon petit Lyré, que le mont Palatin,
Et plus que l’air marin la douceur Angevine.
Ahora la traducción
al español de Rafael Sánchez Mazas, recogida en el libro Sonetos de un verano
antiguo y otros poemas.
o conquista los
áureos vellones de Jasón
y después, a la
vuelta, con madura razón,
dichoso en casa
espera que le llegue la muerte.
con tus humos
azules? ¿en qué clara estación
volveré a ver el
huerto de mi pobre mansión,
que vale para mí
como el reino más fuerte?
que los templos de
Roma, soberanos y fríos;
más que mármoles
duros quiero pizarra fina.
Más mi Loira francés, que el gran Tíber latino,
más mi monte Lyré,
que el monte Palatino
viernes, 13 de diciembre de 2019
La presidenta. En alemán Der Präsident.
Preliminar
cigarrero y desenfadado. Monólogo interior del protagonista. Verdaderamente la
pipita cerda es para enredar, para tener contacto con una madera noble y
trabajada, con la calidez del brezo que va cambiado de temperatura al absorber
el calor del fumeque. Incluso cuando tira magníficamente, cuando espera los
gestos del dueño sin apagarse, y el tabaco arde constante y con parsimonia, sin
sustos ni ajetreos, aun así el gran fumeque, el humo supremo, es el habano.
Esta
mañana, cuando lo estaba limpiando y sacudía las cenizas por la ventana se me
ha escapado de las manos. Sí, un descuido, un gesto torpe, y ha salido detrás
de las ligeras cenizas que casi remontaban el aire, el enorme y pesado cenicero
que las contenía hace un momento. Como decía, no un cenicero cualquiera. Un
cenicero grueso, macizo, de los que ya apenas se ven con esto de que se fuma
menos y en las casas de los maridos apocados mandan implacables sus gordas
esposas. No necesariamente gordas físicamente, gordas y gruesas –como el
cenicero- de mentalidad.
¡Hay
que ver con que fuerza, con qué velocidad caía desde el tercer piso, con que
aplastante seguridad descendía macizo haciendo trizas el aire! Y de repente,
ahí abajo, como un nomo de cuento surgiendo de las profundidades, como un topo
cegato saliendo de su cueva, ¡la presidenta de la comunidad! Se me había
olvidado que todos los días a la misma hora pasa rodando en sistemático paseo.
No tenía que haber limpiado el cenicero a la hora en que pasa la gorda, quiero
decir en realidad que no tenía que haber limpiado coincidiendo con el paseo de
la señora presidenta, Der Präsident. Yo en el tercero, ella abajo, con sus
pasitos cortos, yo viendo las cenizas volar y luego ¡esas manos torpes que nada
sujetan con firmeza salvo el buen habano! ¡Pero qué mal me cae la tía! ¡Qué
voces le pega al pobre Raimundo que aunque pequeñajo y poca cosa no es mala
gente! ¡El cenicero iba a dar en el blanco! ¡Caía centrado, atómico! Una maza
del neolítico hubiera hecho menos daño, ¡cómo se iba a poner todo!
El
impacto fue terrible, como una explosión. Lo extraño fue el silencio que
siguió. Yo había cerrado los ojos implorando a los Cielos, en un arranque de
sensatez, que nos ahorraran la visión de la presidenta despanzurrada,
descalabrada. El impacto y luego, el silencio. Y en seguida los gritos, cuando
ya iba encajando las piezas. Hay silencio porque esta tiesa y no puede dar
alaridos. Pero no. ¡Gritos! No entendía nada. ¡Me han querido matar! ¡Es un
atentado criminal! ¡Salvajes! Era ella, los bramidos eran inconfundibles. Ya me
había separado de la venta con un rápido paso atrás. Silencioso, inmóvil, casi
sin respirar, oía a la gorda gritar. Tan cercanas parecían las voces como si
súbitamente convertida en globo o dirigible se hubiera elevado hasta el tercero
para chillarme en la oreja. Mi furor contra ella redoblaba: ¿No caería ahora
fulminada por un soponcio demoledor, sin manchas ni despojos?
El
cenicero que era de cristal macizo se había hecho añicos y nunca pudo saberse
quien había sido el criminal lanzador.
martes, 19 de noviembre de 2019
Hay personas. De los diarios de A. B.
Hay
personas que tienen otra edad, que siempre son mayores, o que siguen en otra
época, en la que por formas, voz, aires y gestos, permanecen. Aunque el tiempo a
que se remiten haya pasado. Una de ellas, cuya voz viril y maneras sencillas
parecen salidas de la noche de los tiempos, me llama hijo al hablar conmigo y
se pregunta qué vamos a hacer con esta vida.
miércoles, 13 de noviembre de 2019
No vamos a entrar al capote político.
El espantoso y obsesivo peso de la actualidad, toda
hecha de partículas digitales. Se sueña con un lugar retirado, tal vez con una
biblioteca silenciosa, dentro de una gran casa. Las paredes están forradas de
libros, la chimenea encendida, dos butacones de lectura cómodos, mesas bajas.
Hasta se puede fumar un habano. Por la ventana, al levantar la cabeza del
libro, se ve la tarde gris. El inmenso silencio es un presagio de nieve.
Algunos copos sueltos. Una corneja cruza el paisaje dando brincos por el suelo.
Las ramas desnudas de un árbol inmenso se estremecen por la ligera brisa,
aunque parece que lo hacen de frío. Pasar allí unos días. Pasear.
viernes, 25 de octubre de 2019
Cachalote.
Sin
embargo el diagnóstico de la infame Maleni es erróneo, pues no hay más gordura
que la panza, como si Cachalote se hubiera tragado un melón, o una sandía más
bien, redonda, inmensa, blindada. El resto de la estructura es esquemática,
trazada con líneas delgadas y secas, duras. El cráneo anguloso a partir del
acantilado, la nariz larga; la boca es un trazo oscuro, como un corte
atravesado. Los miembros secos, organizados sobre articulaciones nudosas, las
manos sarmentosas. Al moverse, toda la estructura cruje y avanza a trompicones,
como un navío en la tormenta.
miércoles, 16 de octubre de 2019
Comentario a un comentario.
Nota: sobreabundan los análisis políticos y jurídicos en los medios y las redes, dónde podrán ustedes saciar su sed de novedades informativas e interpretaciones originales que nosotros no podremos darles. Esto no impide que de vez en cuanto reproduzcamos aquí alguno de los inocentes comentarios que en forma de cartas al director o similar envían Doroteo, Genaro García Mingo o el Gran Bergamota, tanto al Heraldo como a la Voz de Nava. Sobre todo al segundo, más inclinado a beber los vientos del momento. Un ejemplo de esta inocente y anticuada costumbre es el texto siguiente, publicado en la Voz de Nava. En el Genaro García Mingo, plumífero con ínfulas, expresa su desacuerdo con un comentario elogioso a la sentencia. La Sentencia por antonomasia.
Sr. Director,
Algunas
cosas me llaman la atención: En el comentario parece que subyace cierto temor a
que se nos pueda considerar no homologables a otros países europeos, como si
hubiera que demostrar una y otra vez lo adecuado, garantista y estupendo que es
nuestro sistema jurídico. Miramos demasiado hacia fuera y damos un valor a
todas luces excesivo a los demás países de nuestro entorno. A mi modo de ver,
esta falta de confianza radical en nosotros mismos, es uno de los factores, uno
de los muchos, que llevan años impidiendo una redacción adecuada y contundente
a lo que ocurre en Cataluña, en las provincias vascas y en el sistema de las
autonomías en general. Somos tan estupendos que nos negamos a ver que ocurren
cosas anormales y excepcionales, no vaya a ser que se emborrone el cuadro que
nos hemos pintado y es tan bonito. O todo funciona tan mal que mejor no hablar de ello. Sería
deseable encontrar el punto de equilibrio.
Por el contrario, el punto de
equilibrio no me parece argumento válido para defender la sentencia. Que disguste
a unos y a otros no la hace mejor ni peor. Pensaba que la vara de medir debían
ser la Justicia y la Verdad, no la opinión pública.
Me
sorprende también lo de calificar a los independistas de partidarios de una
democracia iliberal. Parece un extraño circunloquio para no decir totalitario,
tribal, etc. Tenemos ante nosotros desde hace años un asalto totalitario que no
sabemos cómo parar, no por falta de medios sino por falta de convicciones.
Y
por último, saliéndome ya lo entiendo, del ámbito del comentario de la
sentencia, la violencia lleva presente en Cataluña, muchos, muchísimos años
-empezando porque no se cumplen allí las sentencias del TS- y con esta
sentencia poco remedio se pone. Cuando veamos salir a la calle en un año a los
condenados el mensaje estará claro: puedes organizar la de San Quintín con los
medios de la administración, contra el sistema constitucional y tampoco es para
tanto, adelante pues. Y no se nos diga que es el resultado del sistema que nos
hemos dado cuando instructor, fiscalía y abogado del estado coincidían en la
calificación, antes de la sustitución de este último a instancias del Gobierno.
Mientras tanto el ciudadano de a pie, a callar. El estado de derecho en España
lleva años tambaleándose y las dos últimas sentencias del TS son dos golpes
más, y muy fuertes. En fin.
lunes, 14 de octubre de 2019
San Abdón.
Abdón
Felices Dupuis llegó una mañana a Nava, harto ya de que no le felicitarán el
día de su santo, San Abdón. Su tía, doña María Tecla Ruibarbo Colmenares,
siempre tan joven a sus cien años, disfrutaba pasando voluntariamente por alto
la efeméride y, un día, Abdón Felices no pudo más. ¡No puedo ya con la viella!
No era difícil el traslado. Abdón era sobrio como un espartano, como un español
antiguo, de esos que supieron hacer de la escasez virtud, inventando la sobriedad.
Vivía de dar clases, realizar traducciones, corregir textos, escribir algún
artículo, y no gastaba más que para comprar libros y renovar de vez en cuando
su vestuario. La vivienda en Nava no era un problema, se lo había asegurado
Doroteo, pariente lejano de su padre difunto, Abdón Felices Ruibarbo. ¡El rico
del pueblo! Con esa expresión despectiva se refería doña Tecla al bueno de
Doroteo, pese a que no hacía mucho que habían cenado juntos en casa de la
Condesa y entonces la vieja se había deshecho en cumplidos y había sido todo
mieles.
Y es verdad que Doroteo era rico, pero no en el sentido de riqueza
tosca y ordinaria que apuntaba la vieja con toda su mala idea. La casilla
molinera que le ofrecieron era perfecta con su fachada encalada, una sola planta,
dos cuartos, sala, cocina y lo demás. Y el patinejo de la casa estaba
ajardinado. Soleado durante casi todo el día crecían los rosales adosados al
tapial que lo cerraba, con verdadera frondosidad. Era condición del
arrendamiento, prácticamente simbólico, cuidar del pequeño jardín.
PEPITORIA
Pepitoria, ensalada
de varias cuestiones, eso es lo que Abdón Ruiz y Colmenares sirvió a su Tía
María Pepa para tratar de lograr su intoxicación física mediante la palabra
abstracta.
Pepitoria de
lecturas sueltas. Pepitoria de altas filosofías, florilegio y pepitoria de
doctrinas morales destrabas.
Pepitoria:
2. f. Conjunto de
cosas diversas y sin orden.
jueves, 10 de octubre de 2019
Carta de Genaro García Mingo, publicada en el Heraldo de Nava.
Agradecemos
al Heraldo de Nava, decano de la prensa local, el permiso para reproducir a
continuación la carta enviada por Genero García Mingo Emperador a su director. La
carta es un comentario a una tercera firmada por el propio director y publicada
en el mismo periódico, texto que se omite aquí, porque sí. Ha sido calificado
como wonderful y glamourous por la crítica.
Sr. Director,
Vaya por delante mi agradecimiento por su análisis y por el esfuerzo de poner las cosas por escrito. Sin embargo, mi impresión es que su entrada no es sino darle vueltas una vez más a un fenómeno conocido desde hace décadas. La democracia secuestrada por la partidocracia era un asunto que ya se trataba en la facultad de derecho, como parte del temario de primero de carrera, en mi caso a finales de los años ochenta. Ya se apuntaban entonces, mejor dicho, ya se señalaban con toda contundencia como quebrantamientos a nuestro sistema político la sentencia del Tribunal Constitucional en el caso Rumasa y la aprobación de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial, donde se reguló de forma definitiva el Consejo, derogándose la Ley Orgánica de 1980, y que implicó un cambio en la forma de elección de los vocales, impulsada por el PSOE de la mayoría absoluta. Puesto que al principio de su artículo de alguna manera renuncia usted a proponer soluciones, su texto viene a ser una cierta confesión de impotencia. No es algo que yo le reproche, porque creo que la misma impotencia la sentimos muchos españoles.
Yo me atrevo a vaticinar que prácticamente ninguno de los buenos deseos de reforma que expone el autor llegará a concretarse. Al menos no de forma pacífica. No veo yo a esta clase política renunciando a sus prebendas, no veo en el horizonte nada parecido al tan mentado harakiri del franquismo. En cuanto a las agencias de control, ¡Dios nos libre de tener que sufragar más organismos públicos para uso y disfrute de partidos políticos!
Al
llegar a cuestiones de fondo, se percibe una posición relativista (“no imponer
una versión de la verdad sobre otras”) y una vaga apelación a la vigencia de la
llamada sociedad abierta. Y es aquí dónde puede que se encuentre la clave de lo
que sucede, no en España, sino en todo el llamado occidente: asistimos al
declive casi absoluto de un sistema al que no parce posible reanimar. El mundo
surgido de las revoluciones francesas y americana llega a su fin. Como
reconocen los propios liberales más conspicuos, no hay libertad sin tradición (Hayek lo explica en Los fundamentos
de la libertad). Pero puesto que el liberalismo supone hacer del hombre la
medida de todas las cosas y consagrar la libertad de espontaneidad o libertad
negativa, esa misma circunstancia ha ido erosionando las bases de un sistema
que pese a todos sus terribles efectos (pensemos en el siglo XX) era capaz de
sostenerse. Mientras el liberalismo creció sobre la tierra todavía fértil de la
antigua cristiandad, pudo dar frutos. Con la definitiva descristianización que
nada ha sustituido el edificio se derrumba. ¿Cómo funcionar sin creencias
comunes? ¿Cómo puede sobrevivir una sociedad que no se pone de acuerdo ni
siquiera sobre cuestiones básicas de sexualidad, biología, naturaleza humana? No
nos queda ya ni siquiera vigor biológico para reproducirnos. No se construye
sobre la nada, ni sobre el capricho de cada cual, ni sobre la llamada cultura
de la muerte. Es lógico que ante esta situación no sea fácil proponer
soluciones. Y es muy dudoso que encontremos las soluciones en las causas de lo
que hoy sucede.
lunes, 30 de septiembre de 2019
TOROS en Madrid.
¿Cómo pudimos dejar pasar hace una semana la tarde de
Saltillo? Es inexplicable, cosas que pasan.
Magnifico el tercer par que pone
Curro Javier, asomándose al balcón con verdad y poder, aunque sale algo
trastabillado y hace temer una caída en la cara del toro. Grandes aplausos a la
buena ejecución. Entonces, José Chacón, de verde y azabache, se lleva al toro desde
los medios dónde ha quedado burlado, y lo hace con una larga y de una vez hasta
el burladero del seis. Cuando a medio camino parecía que el toro se quedaba, un
movimiento de muñeca imprimía un latigazo medido al capote que al levantarse
desde el suelo con sinuosa vivacidad volvía a captar la atención del toro, y
así, sin brusquedades ni dudas, con técnica sobria y naturalidad, se llegaba al
refugio de las tablas, entre los aplausos de aquella parte del público, muy
numerosa, lo suficientemente enterada como para seguir el lance y aplaudir la
buena ejecución.
martes, 24 de septiembre de 2019
Radio (no hablaremos de exhumaciones)
Escuchando
en el coche una entrevista a un historiador especialista en historia militar,
me llama la atención su forma de hablar un poco torpe. La voz es joven. Sabe y
conoce muchas cosas, pero no las expone del todo bien y la forma de expresarse
es más bien tosca, incluso gramaticalmente. Es como si le faltaran elementos
para hacerlo correctamente. Tal vez falta de lecturas fuera del ámbito
especializado. Literatura, por ejemplo. Como si de la época que estudia conociera
la parte militar, pero no dominara nada más o sólo de manera elemental, como
para un tertulia, pero no para dar una clase. Transmite en general la sensación
de que le falta un hervor, que no tiene bagaje cultural suficiente, si es que
se puede decir así. Estudios no le faltan, lo que da que pensar. Con esto no
quiero decir que su trabajo no pueda ser valioso, pero inevitablemente, en
cuanto trate de salirse de la pura especialización dará con muchas
dificultades. Decir imperio español en lugar de Monarquía española o monarquía
Hispánica, trabucarse y decir maestro
de campo en lugar de maestre
de campo, expresarse de manera confusa en general, fallar al no situar las
cosas en su contexto debidamente, en fin. Puede ser simplemente fruto de los
nervios porque a medida que el programa avanza va mejorando. Salvemos al
prójimo nos dice siempre Doroteo.
domingo, 22 de septiembre de 2019
El manuscrito.
- ¡Hombre
ahí viene Qumrán!
- ¿Cómo
qué Qumrán? ¿Ese no es Fidelio Lentini?
- Pues
claro, ¿pero no ves la cara de rollo viejo que tiene? Los aires de manuscrito
pasado, de papelajo cuarteado y polvoriento.
- Pues
Qumrán, de mar muerto nada, viene con una. Y menudos andares.
- Ya
verás cómo con cuatro frases consigo que se ponga farruco.
Se encuentran los cuatro, parándose un momento en la calle.
- ¿Qué
hay Fidelio? Oye, preséntame.
- Aquí
Puri, aquí un amigo – dice Fidelio a regañadientes, evitando identificar a
Bergamota, en una presentación de lo más tosca.
- Vaya
- ¿Que?
- Digo
que vaya con la Puri…
- ¿Cómo?
- Que
hay que ver qué bien hecha está la Puri – ella se sonroja y retuerce un
piececillo.
Fidelio
levanta el bastón, Bergamota sale al paso, soltando una carcajada.
Mientras caminan hacia casa de Doroteo, Tato le reprocha su actitud:
- A este paso me metes a ese canalla en la Fundación Tato, de paciente principal.
viernes, 6 de septiembre de 2019
Chesterton, famila, plutocracia, estado.
“(…)
la supervivencia de la familia como pequeño estado libre.”
“De
cualquier forma, algunos conservarán la convicción de que el antiguo puente
entre las torres de los sexos es la más digna de las obras de la tierra.”
“Saben
lo que hacen estos maestros de la plutocracia moderna. No se equivocan; no se
les puede acusar de incoherencia. Un instinto muy profundo y preciso los ha
llevado a distinguir a la familia humana como el mayor obstáculo para su
inhumano progreso. Sin familia estamos indefensos ante el Estado, que en
nuestro caso moderno es el estado servil. Usando una metáfora militar, la
familia es la única formación capaz de repeler la carga de los ricos (…)”
“(…)
pero el hombre y la mujer tienen que permanecer juntos de alguna manera; y
tienen que aprender a soportarse como sea.”
G.K. Chesterton
Sobre el divorcio.
Editorial Renacimiento, prólogo de Enrique García-Máiquez.
Las plumas del ave.
Chesterton
relaciona divorcio y esclavitud.
“Sólo toleran una forma de
libertad, y es la clase de libertad sexual que cubre la ficción legal del
divorcio. Si preguntamos por qué solo queda esta libertad, cuando tantas libertades
se han perdido, encontraremos la respuesta en el resumen de este capítulo.
Intentan quebrantar el voto del caballero como quebrantaron el voto del monje.
Reconocen en el voto la antítesis vital del estado servil, la alternativa,
luego el antagonista. El matrimonio hace un pequeño estado dentro del estado,
que resiste a toda regimentación. Ese lazo rompe los demás lazos. Desean que la
democracia sea sexualmente fluida porque el nacimiento de pequeños núcleos es
como el nacimiento de pequeñas naciones. Como las pequeñas naciones, son una
molestia para las mentes de alcance imperial. En resumen, lo que temen es, en
el sentido más literal, el autogobierno.”
viernes, 30 de agosto de 2019
Las palabras del músico. Recogidas para el Heraldo de Nava, por GGM, plumífero.
“(…).
En cualquier caso creo que lo urbano, hasta tiempos recientes, no hace acto de
presencia irreversible en el mundo rural convirtiendo un sistema cultural que
podría responder a calificativo de “plácido” en “angustiado”. Hoy no se conoce
un lugar del planeta al que no haya llegado esa angustia en forma de radio, de
televisión, de refresco de cola o de deporte obligatorio que necesariamente hay
que practicar o que sufrir como espectador. Todos los conocimientos llegan a
los jóvenes por el único camino que tienen para recibirlos, y reduciendo su
capacidad crítica y especializando al máximo el aprendizaje, con lo que ello
conlleva de pérdida de curiosidad y de
posibilidades de relación. (…) Esa vida de relación e intercambio de
conocimientos ha desaparecido en favor de una sociedad con grandes adelantos
técnicos pero con los mismos problemas humanos y de relación entre individuos
que hace tres o cuatro mil años.”
Joaquín Díaz Las palabras del músico, conversaciones con Joaquín Díaz, por Joaquín Alvarez Barrientos, editorial Ámbito, 2001
viernes, 2 de agosto de 2019
miércoles, 31 de julio de 2019
Chinos que son japos. De los diarios de Alcides Bergamota el Grande (época de Hierro). Cortesía de Calvino de Liposthey, biógrafo.
Uno se pasa la vida en proyectos y muchos no pasan nunca de la idea vaga. Y también tomando notas y apuntes y pegando recuerdos –entradas, papelitos, dibujos, postales- en diversos cuadernitos, desordenados y confusos que poco valdrán y nadie querrá en unos años. Pero así somos. Tal vez pensamos que al pegar, rellenar, pintar y apuntar, lo que hacemos es atrapar.
¡Cuentos chinos! nos dice Tato. Cuentos chinos es lo que le cuentan a la gente para formatearla… en sesiones de formación claro. No ya de espíritu nacional, doctrina católica, o clase de historia. Son sesiones para la digestión de cursis palabras inglesas: cuchin (en inglés “couching”); embrasin dibersiti (embracing diversity); mainfulnes (mindfuldness), inspairin líder (inspiring leader); jodin the marraning (to… ¡Esa no existe oiga!).
Se han dado cuenta –los que piensan tanto- de que el trabajador occidental por cuenta ajena, una vez liquidado el cristianismo, inexistente la comunidad y vaciado el individuo de cualquier anhelo y sentido vital, puede resultar pesado de tratar. Y puede no rendir adecuadamente. Para que no pase de la furia a la depresión, para que no pase de machacar al prójimo a salir corriendo, para volver a darle equilibrio y un lugar antes las cosas y el mundo, hay que volver a darle un poco de estructura, pero sin pasarse. Sobre todo darle mucho YO.
Rendirá más si tiene algo de vida personal, si da los buenos días por
la mañana, si aprende a organizarse, a ser respetuoso para trabajar en grupo
(¿Mirando a Cuenca? ¡Cállese hombre!), si es capaz de apreciar al prójimo, tal
vez no como a sí mismo, pero si lo suficiente para evitar el inmediato punta
pie. Pero sobre todo ganará eficacia si cree profundamente en si mismo y se
convence de que rebuscando en su interior encontrará respuestas y recursos para
todo lo que se proponga. La pluma de Dumbo, entiende usted. Trascendencia no
gracias. Así que se le enseñan técnicas de relajación, para que aprenda a
escuchar, para que mejore percepción y concentración, para que aprenda a comer
despacio, a escucharse y a escuchar. Pero para que tampoco nos pasemos con el
religar se le anima a competir, a rendir, a ser el mejor, a triunfar (¡triunfe
leñe!) con la expresión inglesa tu plei
in lig guan (to play in league one).
A este individuo que está un poco más que hueco, se le rellena ahora con técnicas para mejorar el rendimiento profesional en entornos dónde debe colaborar con otras personas. Se le recuerda que las personas merecen respeto, que hay que interactuar unos con otros, que se puede preguntar. Pero no vemos imposible que se le pueda rellenar más adelante, en la siguiente generación, cuanto mayor vaya siendo la distancia con la extinta Europa cristiana, con técnicas de combate y aniquilamiento del prójimo o de si mismo, con técnicas de aceptación y adaptación a todos los horrores contemporáneos, a todo aquello que se le ocurra a la jerarquía económica, política y mediática que suministra regularmente los argumentos para estos cuentos chinos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)