- ¡Hombre
ahí viene Qumrán!
- ¿Cómo
qué Qumrán? ¿Ese no es Fidelio Lentini?
- Pues
claro, ¿pero no ves la cara de rollo viejo que tiene? Los aires de manuscrito
pasado, de papelajo cuarteado y polvoriento.
- Pues
Qumrán, de mar muerto nada, viene con una. Y menudos andares.
- Ya
verás cómo con cuatro frases consigo que se ponga farruco.
Se encuentran los cuatro, parándose un momento en la calle.
- ¿Qué
hay Fidelio? Oye, preséntame.
- Aquí
Puri, aquí un amigo – dice Fidelio a regañadientes, evitando identificar a
Bergamota, en una presentación de lo más tosca.
- Vaya
- ¿Que?
- Digo
que vaya con la Puri…
- ¿Cómo?
- Que
hay que ver qué bien hecha está la Puri – ella se sonroja y retuerce un
piececillo.
Fidelio
levanta el bastón, Bergamota sale al paso, soltando una carcajada.
Mientras caminan hacia casa de Doroteo, Tato le reprocha su actitud:
- A este paso me metes a ese canalla en la Fundación Tato, de paciente principal.
¿ Algún comentario por ahí?...
ResponderEliminarEsto es obsceno y procaz.
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