“Me voy con el fotógrafo a
Tordesillas al Toro de la Vega. Caliéntate las lentejas.”
Mensaje de Celestina de Castro a su marido Pedro Varela.
Citado por André Viard en el número 30 de Tierras Taurinas.
El Toro de la Vega se ha celebrado de nuevo esta mañana
de martes. Según relata André Viard en el número de Tierras Taurinas citado, en
1992 Celestina y Pedro acudieron al Toro de la Vega por separado, y los dos
fueron cogidos aquella mañana por el toro. Ella con cincuenta y siete años, de
Vadillo de la Guareña, y el con setenta y tres de Alaejos. El toro se llamaba Palomero y el lugar de la cogida, Corazón del Cristo. ¿Y el fotógrafo? ¿Sería Paquillo el fotógrafo que en paz descanse? Estamos seguros de que si. De Paquillo el fotógrafo y de la foto que nos hizo en la vega de Tordesillas, un martes como este hace muchos años, nos acordamos ahora.
Les remito a Tierras
Taurinas para más detalles. Merece la pena enterarse de como, por ejemplo, en
1993, Bonito, del Cura Valverde, fue declarado vencedor
del torneo e indultado después de tres horas de pelea en la que cuatro lanceros
fueron heridos con cornadas graves. El torero Roberto Domínguez fue uno de los
que recomendó el indulto para evitar males mayores.
Las citas anteriores, elegidas un poco al azar, sólo
pretenden ser una muestra pequeña de lo que el Toro de la Vega representa,
mucho más que la imagen deformada y malintencionada que del torneo proyectan
los medios. Pero no vamos a detenernos a valorar el torneo ni a analizarlo. Es
algo que ya se ha hecho, queremos decir que se ha hecho de verdad,
estudiándolo. Vamos a volvernos, como el toro, hacia los medios, a soltar
alguna cornada.
Las manifestaciones contra el torneo del Toro de la
Vega que se ha celebrado esta mañana en Tordesillas, promovidas por grupos de
los llamados animalistas, junto con la extrema izquierda radical y antisistema
de toda condición, producen verdadera repugnancia, provocan náuseas, dan
verdadero asco.
Lo que opina sobre el Toro Vega el jefecillo del PSOE,
el Sr. Sánchez, nos da más asco todavía. Tiene el mismo valor que el resto de
sus opiniones y como todo lo que de él proviene un sonido hueco, de gran vacío.
Es un auténtico mentecato. Del lado PP silencio, no vayan a tener que
pronunciarse sobre nada, ni demostrar principio o creencia alguna. La cosa es
no mojarse. Que horrible será el mundo cuando triunfe toda esta gente de manera
completa.
La forma en que los medios de comunicación tratan el
asunto del Toro de la Vega, además de asco y náusea, da una idea del nivel del
periodismo, y de la imbecilidad colectiva que en Europa está alcanzando, en
este como en otros temas, niveles nunca imaginados.
Para hablar de algo, lo suyo será informarse
primero. Más aún cuando además se pretende informar a los demás. Pues nada. La
información brilla por su ausencia, sustituida por la demagogia partidista.
Hemos visto la foto de un jinete recortando al toro en la arena, explicada con
un comentario que indica: jinete intentando matar al toro. Si se observa la
foto, puede verse que la lanza apunta al cielo. Es decir, el jinete no ha
tirado una lanzada, sino que utilizando la lanza como una garrocha está
tratando de encelar al toro, probablemente para sacarlo de la arena. En la
foto, además, no se aprecia herida alguna. Así de rigurosa es prácticamente
toda la información sobre el tema. Se insiste en los cientos de caballistas
dispuestos a matar al toro, ignorando que las reglas del torneo impiden lancear
al toro desde el caballo y que sólo puede ser acometido a pie, por un lancero a
la vez, que deberá acercarse respetando determinadas reglas. El toro suele
morir con la primera o la segunda lanzada. En la prensa ninguna información
salvo el año en que comienza a celebrarse el torneo…mil quinientos y pico. Pero
nada más. Ojeamos el periódico El Mundo, dónde se comenta el asunto con la
superficialidad referida y se publican además chistes ofensivos, criticando, por
supuesto, el torneo. Por supuesto, se concede protagonismo máximo a la gentuza:
cabezas rapadas, taladros, aire patibulario.
Como no es posible comentar toda la prensa nos vamos
a limitar a glosar el artículo publicado en www.libertaddigital.com por Nuria Richart, colocado desde hace dos días de manera destacada
en la página web de este medio digital. Conocemos a esta periodista porque
realiza para Libertaddigital una serie de videos sobre bibliotecas. Entra
cámara en mano en casa de alguien, periodista, escritor, colaborador o no de la
empresa, y nos da un paseo por la biblioteca de turno, en amena charla con el
dueño que enseña sus libros y los comenta. Un pequeño programa estupendo. Nuria
Richart no suele escribir artículos de opinión. Y a la vista del que se refiere
al Toro de la Vega que comentamos, no nos sorprende. Sí que nos sorprende que
el único artículo sobre el tema sea el suyo, tan ínfimo como destacado. ¿Está
perdiendo ese medio toda sensatez?
Empecemos por el título: La diversión del Toro de la
Vega. Esto ya da idea del sesgo que tendrá el artículo y de la perspectiva con
la que se escribe, el tonillo. Vamos que nos van a dar un azote, nos van a
tirar de la oreja por ser malos y poco sensibles. Nos va a dar unas lecciones
la maestra, maestra de moral, sensibilidad e indignación. Una pena que no lo
sea también de rigor. Y lo digo porque, para arrancar, nos encontramos con un
par de frases que aluden a los derechos de los animales. Ni el Toro de la Vega
es una diversión, ni los animales tienen derechos, lo que no significa que no
puedan ser protegidos. Por otra parte, hay que dar gracias, con la falta de
rigor nos hemos librado de la estricta gobernanta anglosajona, de látigo y
tacones acerados. Por lo menos eso.
El Toro de la Vega es una tradición, no una
diversión. Es decir, los vecinos de Tordesillas y los visitantes que acuden
para participar en el torneo o verlo desde una prudente distancia, lo que hacen
es conmemorar y perpetuar un hecho original considerado admirable en su momento
y digno de ser recordado. “Según algunos
investigadores, el origen del torneo podría retrotraerse al año 1355, cuando
Pedro I de Castilla, debido a la alegría que le causó el nacimiento de su hija
Isabel, por Real Ordenanza, decretó que los torneos que se venían celebrando en
el recinto de las plazas, lo fueran en lo sucesivo al aire libre, terminando la
justa con el despeñamiento de un morlaco, distinguiéndose, más tarde en este
peligroso juego el Condestable de Castilla D. Álvaro de Luna, durante el
reinado de Juan II.
Sin embargo, la primera referencia escrita en la que se mencionan
toros en la Vega aparece en el año 1534 en el libro de la Cofradía del
Santísimo Sacramento de Santiago Apóstol de Tordesillas, en el que se lee:
“tubo sus festexos de toros, con dos toros por la mañana a la Vega y seis por
la tarde”.
De las ordenanzas que regulan el torneo, merece la
pena destacar los artículos siguientes:
Art. 28.- El alanceamiento del toro, deberá ser a
cuerpo limpio, sin ningún tipo de engaño y en la salida o huida del lancero no
deberá haber ninguna defensa u obstáculo artificial que beneficie al lancero
para su posible cobijo.
Art. 29. – Se intentará el orden en la lidia,
respetando al primer lancero que haya osado alancear al toro. El vencedor será
el que procure al toro la lanzada más certera, valiosa y grave. Siempre bajo la
idea de que lo más importante es la calidad y no la gravedad de dicha lanzada.
Art. 30. – Queda terminantemente prohibido alancear
premeditadamente al toro con el fin de no matarlo, sino mermarle sus facultades
físicas. Si así ocurriera, el jurado emprenderá las medidas necesarias sobre
dichos lancero.
Por otra parte, acudiendo a un libro de teoría
jurídica, un compendio de derecho civil básico, el famoso de Manuel Albaladejo,
podemos leer en su página 35 lo siguiente: “Concepto
y clases de persona. Personalidad es la condición de persona. Capacidad es la
condición de capaz. Jurídicamente es persona todo ser a quien el Derecho acepta
como miembro de la comunidad. Tal aceptación lleva consigo la atribución de la
aptitud para ser titular de relaciones jurídicas, o, con otra expresión, de derechos
y obligaciones (capacidad) Y puesto que es la persona (a toda persona y
solamente a ella) a quien el derecho concede capacidad, también la persona
puede ser definida como ser capaz de derechos y obligaciones.” ¿Hace falta
glosar lo anterior o se entiende por si sólo? El toro de lidia puede
protegerse, de hecho sus grandes protectores son los ganaderos que lo lidian y
los aficionados a los toros, sobre todo la parte más pendiente del toro, pero
el toro de lidia no es persona, no es titular de derechos ni de obligaciones.
Es decir, mucha indignación, pero hay que volver a
estudiar. Luego llegan las afirmaciones categóricas y los juicios de valor: se
tortura por diversión. Esto se afirma la señora Richart, sin más. Nada de
intentar demostrarlo. ¿Para qué? si luego el artículo va a apoyarse en la
doctrina emanada… ¡del tío de Spiderman! Literal. Esto es lo que nos dice la
indignada: Como le decía su tío a
Spiderman "un gran poder conlleva una gran responsabilidad". ¿Podrá
un lector benevolente atribuir la cita a una fina ironía? Tal vez un asunto tan
polémico y de tanta actualidad merecería un esfuerzo un poco mayor.
No vamos a aburrirles con más citas. Siguen luego
las generalidades, las vaguedades, incluso los tacos, suponemos que para darse
un aire desenfadado, llano, francote. Siguen los insultos a España, países de cafres totalitarios, según la señora
Richart. Los progretas campeando en Libertaddigital. Luego nos tutea la señora
y tiene el rostro de quejarse de que somos país esquizofrénico, de pocos
matices, sin términos medio. Hace falta tener poca capacidad autocrítica. El
resto del artículo es dantesco. Se atreve a mentar los toros y a pedirnos a los
aficionados que condenemos el torneo. Ni Zapatero. Tenemos en el artículo de
esta señora un poco de todo: complejo de superioridad moral, buenismo, Franco,
los amigos de los Estados Unidos, el lancero que acorrala al toro cruelmente y
sediento de sangre, la preocupación por la humanidad, la sociedad a la que ella
quiere pertenecer, moderna se entiende. No hace falta decirlo. La de las
instalaciones de Damian Hirst, tiburones en formol, la de Rita Maestre,
asaltando capillas, la de las exposiciones de cadáveres convertidos en
plastilina, etc. No falta de nada. Tratándose como se trata de un artículo que
se pretende analítico toca todos los palos, de manera superficial, frívola y
ayuna de todo fundamento. ¿No lo ha leído nadie antes de publicarlo? En
definitiva, si esto es un ejemplo de análisis sobre el Toro de la Vega en un
medio como Libertaddigital, imaginen el resto. Algo positivo tiene esto. Si
alguien con un poco de sesera tenía alguna duda sobre si defender o no que el
torneo se celebre libremente, el artículo de la Sra. Richart le habrá decantado
definitivamente a favor del TORO DE LA VEGA, que por muchos años se celebre.
Se ve que lo ha escrito deprisa, no acaba de rematar.
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