Cuando se analiza el tortuoso y siniestro devenir político vascongado y los resultados electorales cosechados desde la restauración Juancarlista y el régimen del 78, se calla con intención las tasas de abstención que no dejan de crecer. ¿Por qué en una sociedad hiperpolitizada se produce tan alta abstención? ¿A quien votan los vascos que no renuncian a su españolidad pero que no pueden aguantar el bochorno de socialistas y populares?, nadie lo sabe con certeza, pero yo me aventuro a decir que no votan a nadie, es decir que carecen de representación política real.
Lo grave es que muchos de estos vascos son los que más aportan (en valor humano) al día a día del territorio. Trabajan, pagan sus impuestos, viven como pueden...pero no votan y evitan la política como la peste bubónica.
Lo que sigue ahora, me consta que no pasa de ser un "brindis al sol" pero realmente me gustaría ver cómo ese grupo no pequeño de vascos-españoles ajenos a la manipulación interesada de unos y otros pudieran encontrar un cauce para plantear una alternativa real a unos partidos que están completamente quemados y cuya ejecutoria política en los últimos treinta y cinco años es lamentable cuando no delictiva.
Del partido socialista en el pais vasco no voy a decir nada porque con conocer su historia reciente y la actuación de sus dirigentes ya queda todo explicado, en cuanto al partido popular sólo puedo decir que han ido eligiendo en cada caso las peores opciones de las posibles y que al día de hoy su actuación oscila entre lo grotesco y lo ridículo.
Es hora de decir la verdad, de llamar a las cosas por su nombre, de superar las lecturas interesadas de la Historia y de defender una realidad histórica; que lo vasco es español y que España sin la aportación de vizcaínos, guipuzcoanos y alaveses no habría alcanzado las cimas que alcanzó.
Es hora de que si hay vascos que se sienten, legítimamente, vascos y abertzales (patriotas) lo puedan proclamar sin vincularse a las siniestreces del trasnochado nacionalismo sabiniano ni amoldarse al manual oficial que han redactado los panzistas del engranaje abertzale (de izquierdas y de pseudo derecha).
Decía antes que todo esto no pasa de ser un brindis al sol, ya que me consta que los caminos de acceso a la representación política están vedados para cualquier iniciativa realmente independiente.
En estas elecciones de 2012 es probable que algunos o muchos de estos electores sin representación se inclinen por votar al PNV con la nariz tapada para evitar el triunfo de la coalición de extrema izquierda separatista, será esta una solución transitoria, un mal menor que como en tantas ocasiones será el que triunfe, lo lamentable es que al fin y al cabo se votará por una mala solución.
La verdad es que ni la sociedad vasca ni la sociedad catalana se han cubierto de gloria, pero tal vez haya que mirar desde más alto y fijarse en la sociedad ... española. Es dificil resistir localmente si la ley no se cumple y los que la incumplen quedan impunes. Desde hace años, muchos años, hay sectores en España que gozan de impunidad para sus transgresiones de la ley, tanto para las más leves, como para las más graves. Esto se debe a la renuncia de los grandes partidos a hacerla cumplir y esa renuncia es fruto de su incuria cultural, que es la incuria cultural de la sociedad española. Al renunciar a la batalla cultural e ideológica, al carecer de idea de España, han dado por buenas las más burdas falsificaciones de la historia, que hacen de lo local coto de ciertas minorías, disolviendo España. Y así estamos. El siniestro registrador, el hombre del lápiz en la oreja, con el que quizá se rasque, no tiene ni talla ni formación para enderezar el rumbo, aunque sea alto y aunque sea registrador, porque se necesita formación cultural y política, no sólo técnico jurídica y valor. En fin.
ResponderEliminarPanoli, finolis, te vamos a dar leña con tanta cultura, mano a las cachas de la pistola es lo que hace falta.
EliminarEse es precisamente el callejón por donde no hay que meterse. Cumplimient estricto de la ley, cumplimiento íntegro de las penas, cadena perpetua para los delitos de sangre, disolución de partidos vinculados al terrorismo, etc. Cumpliento estricto de la ley con la frialdad del pescado. Puesto a ponerse colorados unos bastonazos a los magistrados del constitucional al disolverlo...
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