martes, 22 de septiembre de 2015

Jane Marple y Hércules Poirot.


Nuestra pequeña e inocente entrada sobre Poirot y Ms. Marple ha provocado muchos comentarios. Es realmente sorprendente, porque es tema de más bien poca actualidad. Muchos de los comentarios hemos tenido que borrarlos, pues como es habitual en estos foros, eran de una gran procacidad sexual, obscenos y poco respetuosos con estos dos grandes personajes de la literatura policiaca. Les ahorraremos los detalles, pero iban desde insinuar que ambos se habían conocido (cosa que A. Christie nunca sugiere) y que existía entre ellos una relación, digamos que poco honesta; hasta sugerir que Poirot estaba dotado de atributos descomunales y del vigor de un caballo de carreras, lo que explicaría ciertas debilidades entre sus clientas, etc., etc. Terrible. Hemos pasado una mala tarde teniendo que cribar y censurar tanto comentario maledicente. Ha sido más gratificante la presencia de un seguidor argentino que nos ha comentado bonitos detalles de su infancia de niño mimado allá por El Plata, con viajes al extranjero y buenas lecturas de nuestra autora. Lo de la colección de postales de su Papá no lo hemos entendido. Yo nos lo explicará. En fin, una sorpresa extraordinaria ver como Hércules Poirot y Jane Marple consiguen sacar del letargo a nuestros lectores, aunque sea para dar rienda suelta a su colérica vesania, mientras que temas de mayor calado no arrancan un solo comentario. Rindamos el debido tributo a la gran autora de estos personajes.

lunes, 21 de septiembre de 2015

POIROT.


No hay mucha duda del superior encanto de Poirot sobre Miss Marple. No es que la vieja y venerable anciana nos caiga mal, pero la extraordinaria personalidad de Poirot, su carácter algo maniático, su excentricidad a prueba de bombas, poderosa y desacomplejada, nos deslumbran. Pero sobre todo, lo que es irresistible para un lector dotado de una mínima sensibilidad es su cabeza en forma de huevo. Este detalle sin lugar a dudas le dota de una superioridad innegable sobre la anciana y encantadora Jane Marple.

martes, 15 de septiembre de 2015

Me voy al Toro de la Vega...

Me voy con el fotógrafo a Tordesillas al Toro de la Vega. Caliéntate las lentejas.
Mensaje de Celestina de Castro a su marido Pedro Varela.
Citado por André Viard en el número 30 de Tierras Taurinas.

El Toro de la Vega se ha celebrado de nuevo esta mañana de martes. Según relata André Viard en el número de Tierras Taurinas citado, en 1992 Celestina y Pedro acudieron al Toro de la Vega por separado, y los dos fueron cogidos aquella mañana por el toro. Ella con cincuenta y siete años, de Vadillo de la Guareña, y el con setenta y tres de Alaejos. El toro se llamaba Palomero y el lugar de la cogida, Corazón del Cristo. ¿Y el fotógrafo? ¿Sería Paquillo el fotógrafo que en paz descanse? Estamos seguros de que si. De Paquillo el fotógrafo y de la foto que nos hizo en la vega de Tordesillas, un martes como este hace muchos años, nos acordamos ahora. 
Les remito a Tierras Taurinas para más detalles. Merece la pena enterarse de como, por ejemplo, en 1993, Bonito, del Cura Valverde, fue declarado vencedor del torneo e indultado después de tres horas de pelea en la que cuatro lanceros fueron heridos con cornadas graves. El torero Roberto Domínguez fue uno de los que recomendó el indulto para evitar males mayores.

Las citas anteriores, elegidas un poco al azar, sólo pretenden ser una muestra pequeña de lo que el Toro de la Vega representa, mucho más que la imagen deformada y malintencionada que del torneo proyectan los medios. Pero no vamos a detenernos a valorar el torneo ni a analizarlo. Es algo que ya se ha hecho, queremos decir que se ha hecho de verdad, estudiándolo. Vamos a volvernos, como el toro, hacia los medios, a soltar alguna cornada.

Las manifestaciones contra el torneo del Toro de la Vega que se ha celebrado esta mañana en Tordesillas, promovidas por grupos de los llamados animalistas, junto con la extrema izquierda radical y antisistema de toda condición, producen verdadera repugnancia, provocan náuseas, dan verdadero asco.

Lo que opina sobre el Toro Vega el jefecillo del PSOE, el Sr. Sánchez, nos da más asco todavía. Tiene el mismo valor que el resto de sus opiniones y como todo lo que de él proviene un sonido hueco, de gran vacío. Es un auténtico mentecato. Del lado PP silencio, no vayan a tener que pronunciarse sobre nada, ni demostrar principio o creencia alguna. La cosa es no mojarse. Que horrible será el mundo cuando triunfe toda esta gente de manera completa.

La forma en que los medios de comunicación tratan el asunto del Toro de la Vega, además de asco y náusea, da una idea del nivel del periodismo, y de la imbecilidad colectiva que en Europa está alcanzando, en este como en otros temas, niveles nunca imaginados.

Para hablar de algo, lo suyo será informarse primero. Más aún cuando además se pretende informar a los demás. Pues nada. La información brilla por su ausencia, sustituida por la demagogia partidista. Hemos visto la foto de un jinete recortando al toro en la arena, explicada con un comentario que indica: jinete intentando matar al toro. Si se observa la foto, puede verse que la lanza apunta al cielo. Es decir, el jinete no ha tirado una lanzada, sino que utilizando la lanza como una garrocha está tratando de encelar al toro, probablemente para sacarlo de la arena. En la foto, además, no se aprecia herida alguna. Así de rigurosa es prácticamente toda la información sobre el tema. Se insiste en los cientos de caballistas dispuestos a matar al toro, ignorando que las reglas del torneo impiden lancear al toro desde el caballo y que sólo puede ser acometido a pie, por un lancero a la vez, que deberá acercarse respetando determinadas reglas. El toro suele morir con la primera o la segunda lanzada. En la prensa ninguna información salvo el año en que comienza a celebrarse el torneo…mil quinientos y pico. Pero nada más. Ojeamos el periódico El Mundo, dónde se comenta el asunto con la superficialidad referida y se publican además chistes ofensivos, criticando, por supuesto, el torneo. Por supuesto, se concede protagonismo máximo a la gentuza: cabezas rapadas, taladros, aire patibulario.

Como no es posible comentar toda la prensa nos vamos a limitar a glosar el artículo publicado en www.libertaddigital.com por Nuria Richart, colocado desde hace dos días de manera destacada en la página web de este medio digital. Conocemos a esta periodista porque realiza para Libertaddigital una serie de videos sobre bibliotecas. Entra cámara en mano en casa de alguien, periodista, escritor, colaborador o no de la empresa, y nos da un paseo por la biblioteca de turno, en amena charla con el dueño que enseña sus libros y los comenta. Un pequeño programa estupendo. Nuria Richart no suele escribir artículos de opinión. Y a la vista del que se refiere al Toro de la Vega que comentamos, no nos sorprende. Sí que nos sorprende que el único artículo sobre el tema sea el suyo, tan ínfimo como destacado. ¿Está perdiendo ese medio toda sensatez?

Empecemos por el título: La diversión del Toro de la Vega. Esto ya da idea del sesgo que tendrá el artículo y de la perspectiva con la que se escribe, el tonillo. Vamos que nos van a dar un azote, nos van a tirar de la oreja por ser malos y poco sensibles. Nos va a dar unas lecciones la maestra, maestra de moral, sensibilidad e indignación. Una pena que no lo sea también de rigor. Y lo digo porque, para arrancar, nos encontramos con un par de frases que aluden a los derechos de los animales. Ni el Toro de la Vega es una diversión, ni los animales tienen derechos, lo que no significa que no puedan ser protegidos. Por otra parte, hay que dar gracias, con la falta de rigor nos hemos librado de la estricta gobernanta anglosajona, de látigo y tacones acerados. Por lo menos eso.

El Toro de la Vega es una tradición, no una diversión. Es decir, los vecinos de Tordesillas y los visitantes que acuden para participar en el torneo o verlo desde una prudente distancia, lo que hacen es conmemorar y perpetuar un hecho original considerado admirable en su momento y digno de ser recordado. “Según algunos investigadores, el origen del torneo podría retrotraerse al año 1355, cuando Pedro I de Castilla, debido a la alegría que le causó el nacimiento de su hija Isabel, por Real Ordenanza, decretó que los torneos que se venían celebrando en el recinto de las plazas, lo fueran en lo sucesivo al aire libre, terminando la justa con el despeñamiento de un morlaco, distinguiéndose, más tarde en este peligroso juego el Condestable de Castilla D. Álvaro de Luna, durante el reinado de Juan II.

Sin embargo, la primera referencia escrita en la que se mencionan toros en la Vega aparece en el año 1534 en el libro de la Cofradía del Santísimo Sacramento de Santiago Apóstol de Tordesillas, en el que se lee: “tubo sus festexos de toros, con dos toros por la mañana a la Vega y seis por la tarde”.

De las ordenanzas que regulan el torneo, merece la pena destacar los artículos siguientes:

Art. 28.- El alanceamiento del toro, deberá ser a cuerpo limpio, sin ningún tipo de engaño y en la salida o huida del lancero no deberá haber ninguna defensa u obstáculo artificial que beneficie al lancero para su posible cobijo.

Art. 29. – Se intentará el orden en la lidia, respetando al primer lancero que haya osado alancear al toro. El vencedor será el que procure al toro la lanzada más certera, valiosa y grave. Siempre bajo la idea de que lo más importante es la calidad y no la gravedad de dicha lanzada.

Art. 30. – Queda terminantemente prohibido alancear premeditadamente al toro con el fin de no matarlo, sino mermarle sus facultades físicas. Si así ocurriera, el jurado emprenderá las medidas necesarias sobre dichos lancero.

Por otra parte, acudiendo a un libro de teoría jurídica, un compendio de derecho civil básico, el famoso de Manuel Albaladejo, podemos leer en su página 35 lo siguiente: “Concepto y clases de persona. Personalidad es la condición de persona. Capacidad es la condición de capaz. Jurídicamente es persona todo ser a quien el Derecho acepta como miembro de la comunidad. Tal aceptación lleva consigo la atribución de la aptitud para ser titular de relaciones jurídicas, o, con otra expresión, de derechos y obligaciones (capacidad) Y puesto que es la persona (a toda persona y solamente a ella) a quien el derecho concede capacidad, también la persona puede ser definida como ser capaz de derechos y obligaciones.” ¿Hace falta glosar lo anterior o se entiende por si sólo? El toro de lidia puede protegerse, de hecho sus grandes protectores son los ganaderos que lo lidian y los aficionados a los toros, sobre todo la parte más pendiente del toro, pero el toro de lidia no es persona, no es titular de derechos ni de obligaciones.

Es decir, mucha indignación, pero hay que volver a estudiar. Luego llegan las afirmaciones categóricas y los juicios de valor: se tortura por diversión. Esto se afirma la señora Richart, sin más. Nada de intentar demostrarlo. ¿Para qué? si luego el artículo va a apoyarse en la doctrina emanada… ¡del tío de Spiderman! Literal. Esto es lo que nos dice la indignada: Como le decía su tío a Spiderman "un gran poder conlleva una gran responsabilidad". ¿Podrá un lector benevolente atribuir la cita a una fina ironía? Tal vez un asunto tan polémico y de tanta actualidad merecería un esfuerzo un poco mayor.


No vamos a aburrirles con más citas. Siguen luego las generalidades, las vaguedades, incluso los tacos, suponemos que para darse un aire desenfadado, llano, francote. Siguen los insultos a España, países de cafres totalitarios, según la señora Richart. Los progretas campeando en Libertaddigital. Luego nos tutea la señora y tiene el rostro de quejarse de que somos país esquizofrénico, de pocos matices, sin términos medio. Hace falta tener poca capacidad autocrítica. El resto del artículo es dantesco. Se atreve a mentar los toros y a pedirnos a los aficionados que condenemos el torneo. Ni Zapatero. Tenemos en el artículo de esta señora un poco de todo: complejo de superioridad moral, buenismo, Franco, los amigos de los Estados Unidos, el lancero que acorrala al toro cruelmente y sediento de sangre, la preocupación por la humanidad, la sociedad a la que ella quiere pertenecer, moderna se entiende. No hace falta decirlo. La de las instalaciones de Damian Hirst, tiburones en formol, la de Rita Maestre, asaltando capillas, la de las exposiciones de cadáveres convertidos en plastilina, etc. No falta de nada. Tratándose como se trata de un artículo que se pretende analítico toca todos los palos, de manera superficial, frívola y ayuna de todo fundamento. ¿No lo ha leído nadie antes de publicarlo? En definitiva, si esto es un ejemplo de análisis sobre el Toro de la Vega en un medio como Libertaddigital, imaginen el resto. Algo positivo tiene esto. Si alguien con un poco de sesera tenía alguna duda sobre si defender o no que el torneo se celebre libremente, el artículo de la Sra. Richart le habrá decantado definitivamente a favor del TORO DE LA VEGA, que por muchos años se celebre.

VIVA EL TORO DE LA VEGA Y VIVA TORDESILLAS

POR SI NO HA QUEDADO CLARO, REPETIMOS:


¡¡VIVA EL TORO DE LA VEGA Y VIVA TORDESILLAS!!

domingo, 6 de septiembre de 2015

La cara del camarero

La cara que se le pone al camarero cuando ella, después de consultar la carta, le pregunta:

- ¿La sopa de tomate es gazpacho?

 

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Universidad, Gabriel Zaid.

“No ver la educación como una etapa previa a los años de trabajo, sino paralela y de toda la vida. Flexibilizar contenidos y calendarios en los planes de estudio para combinar educación y trabajo. Entrenar para el autodidactismo, y en particular: enseñar a leer libros completos, a resumirlos por escrito y discutirlos.

Después de la imprenta (renacentista) y la internet (actual), ¿se justifica la universidad (medieval)? Ya en el siglo XIX, Carlyle escribía: "La verdadera universidad hoy es una colección de libros". Lo más que puede hacer un maestro universitario por nosotros es lo mismo que un maestro de primaria: enseñarnos a leer (Los héroes, V).

Desgraciadamente, se han multiplicado los universitarios que no saben leer libros, y las universidades no se hacen responsables de tamaña atrofia.”

Gabriel Zaid, Reforma, 28 de septiembre, 2014, publicado en Letras Libres.

jueves, 30 de julio de 2015

Terraza con perrito.

Bajamos a la calle a tomar una cerveza. Todos los que acudimos lo hicimos con un atuendo inspirado en la pinta y los aires grandiosos del cómico Totó: bombín, chaquetas cruzadas, un smoking con botonadura de ónix, aires melancólicos, de amor a la vida, pitilleras de plata, elegancias, Capri 1950. Un poco de categoría se había oído por la mañana. Confío en que esta tarde nadie acuda enseñando las canillas y menos aun explicando lo mucho que trabaja. Si alguno es un pelagatos, los demás no lo queremos saber. Yo estuve en Tánger, o en Agadir, no recuerdo. Me compraba unas cañoneras el Emir. ¿Pero qué dice? Pues que nada de chanchullos ni chancletas. No se puede acudir ni en chancletas ni emputecido. Tampoco sandalias ni chores. Al día siguiente pudo certificarse que no había acudido ningún pelagatos. Tampoco rastacueros. Sí que acudió en cambio el perrito de una tipeja que se sentó en la mesa de al lado, más bien basta. Trófimo que es distraído se dirigió a ella para pedir una botella de clarete de Cigales. Y a la tiorra le sentó mal al parecer, porque frunció el morro y nos vigilaba de reojo. Los que esperaban que por la terraza desfilaran las odaliscas del serrallo ligeras de tela para sacudirse el calor se llevaron un chasco. Sólo la tronca cargada de hombros y de papada y el perrito. De vez en cuando el perrito daba un ladrido largo de los de perforar tímpanos. El cuñado de Trófimo se ofreció a la señora. Para nada feo. Solo le comentó que como veía que el perrito era un poco molesto, él le ofrecía deshacerse del bicho de manera gratuita. Verá usted, yo tengo un negocio de pieles y aunque el perrito no vale nada, para hacer parches para sofás puede servir. La tronca puso cara de indignación. No aceptó, una pena, pero en cambio nos libramos de los dos, pues salieron por pies.