sábado, 12 de octubre de 2013

ESPIGUEO Y ALTAS REFLEXIONES

Espigueo.


Oiga, muy flojo eso que ha escrito usted sobre política, muy flojo, ahórrenos los discursos.

El cepogordista no pasa de ser un vulgar practicante del espigueo más descarado. ¿No me diga? Pues si mire usted, así son las cosas.

Ni Angelino Loputto, el asesino de masas, por falta de presupuesto, ni Jaccomino Fanculetti, el demagogo, por falta de tarima para las arengas, parecen capaces de poner fin al desvarío. El mercenario italiano y la vulpeja de los Abruzos, en definitiva la escoria de la otra península, nos fallan, es una pena. ¿Qué hacer? Material nacional no tenemos y aunque fuera más barata la contratación, tampoco habría parné. Parece que estamos condenados a la inacción. ¿Deseamos un estallido de violencia? ¿Desearíamos por ejemplo que las masas enfurecidas tiraran a la alcaldesa de Madrid por la ventana? Si no fuera por la multa esa que van a poner por tirar basura a la calle, pues a lo mejor hasta nos parábamos a considerar la idea. Pero con calma no, no deseamos que haya violencia aunque empieza a parecer que para salir de la inacción, para salir de la trampa en que nos tiene cogidos el sistema político europeo puede ser la única vía, reventar el absceso y que salga el pus, masas enloquecidas, palo, hordas, fuego, políticos a la fuga o ensartados, Savonarolas y nuevos demagogos. Esperemos que las cosas puedan moverse de otra manera. Movimiento es lo que necesitamos. Oiga usted la palabra movimiento precisamente… Apela usted a la violencia, es usted un fascista. Bueno yo me entiendo, y usted, se va a tomar vientos.

He saltado la barrera con torpeza, como un sapo sucio y gordo, le decía Tato a Doroteo el otro día.

Cuando en aquél viaje a Bilbao nos paramos delante del monumento a Sabino Arana, en la plaza de los jardines de Albia, enfrente de Sabin Echea, la sede central del PNV, anochecía. Un viejales se puso a mirarnos. No nos quitaba el ojo de encima mientras asentía, perverso y bobalicón, como aprobando que rindiéramos pleitesía al brujo de la tribu, cuando la realidad es que le estábamos poniendo verde, a parir, acordándonos de toda su parentela, recordando el daño hecho, el mal presente y reconociéndole eso sí, las cualidades de gran brujo supremo, de gran embaucador. Pues no hay duda de que lo sucedido en las regiones vascas de España tiene mucho de enajenación mental colectiva. En el año 2000, según leemos en la prensa, el cuarenta por ciento de los nombres más utilizados en la comunidad eran los inventados por Arana cien años antes. No hay duda de que el pájaro conocía el medio en el que se movía y que fue maestro en adoctrinar paletos (no se me enfaden que lo rural es lo rural, por mucho aprecio que se le tenga). Lo malo es la ausencia de contra-discurso, el silencio que no responde al ruido que hacen unos pocos. El gran tema de nuestro tiempo es la Mentira. La mentira de masas, el embaucamiento generalizado. Y frente a eso no cabe la inacción, o la insidia se hace verdad, a fuerza de repetirla, como hace muchos años proclamó con toda la razón la comadreja que fue ministro de propaganda del Reich nazi.

Contra-discurso, o mejor dicho, afirmación, proyecto, explicación cierta y válida de la realidad:

“Conviene antes, camaradas, que hagamos una advertencia, a modo de ilustración y guía de todo el Discurso: que en España no van bien las cosas, al parecer desde tiempos remotos, lo saben ya los españoles desde que nacen. Hay y existen mil interpretaciones, mil explicaciones acerca de los motivos por los que España camina por la historia con cierta dificultad, con pena y sin gloria, es hora de renunciar a todas ellas. Son falsas, peligrosas, y no sirven en absoluto de nada. Bástenos saber que sobre España no pesa maldición alguna, y que los españoles no somos un pueblo incapacitado y mediocre. No hay en nosotros limitación, ni tope, ni cadenas de ningún género que nos impidan incrustar de nuevo a España en la historia universal. Para ello es suficiente el esfuerzo de una generación. Bastan, pues, quince o veinte años.”

“Aparte de que no es en la historia, en el pasado histórico, dónde hemos de dar nosotros la batalla. Necesitamos, si ésta ha de ser eficaz, enemigos cercanos y concretos. Por eso, en vez de remontarse España atrás, en busca del hecho fatídico, el hombre culpable o las ideas virulentas a quienes imputar las responsabilidades por la patria deficiente que hoy tenemos, nos corresponde percibir y descubrir los hechos, los hombres y las ideas de esta misma hora. En otro caso, correremos el peligro de luchar contra fantasmas y contra enemigos ilusorios, lo que nos convertiría a nosotros también en fantasmas y repugnantes desertores.”

“Ahora bien, la dimensión histórica es por fortuna inesquivable. Saberse nacido en el seno de un gran pueblo, en el  que gentes de la misma sangre que uno, poco más o menos igualmente dotados que uno, realizaron empresas de relieve histórico formidable, es sin ninguna duda un ingrediente de gran fertilidad. Se tiene así la certeza de moverse en el círculo de las ambiciones legítimas, y de que sólo es cuestión de ingenio, de heroísmo y de voluntad, atrapar de nuevo las riendas del triunfo".

Las tres citas son del Discurso a las juventudes de España, de Ramiro Ledesma Ramos. Si, si, ya lo se, oiga usted, mire usted, no puede ser.

Altas reflexiones. Putas a la sombra de una acacia, y gitanos comprando un jamón y un kilo de chicharrones, para hacer en tacos. Son seis, incluyendo lo que parece una madre o tía, auténtica tiorra en forma de peonza, de faldones y moño negro, que llevará algún afilado fierro en el refajo. Pero que es a un tiempo afectuosa y maternal con la tropa que comanda, tipo de tabernera extinguido, que reparte a su alrededor pescozones, interjecciones con voz ronca y cantarina, abrazos y afectuosos pellizcos. Suben todos a un gigantesco todo terreno lujoso de color negro, con cristales ahumados, que les esperaba con el motor en marcha. El cepogordista, que ya sólo fuma cigarros pequeños, tipo cilindrín, pensó que se trataba de un coche oficial –de los que se pagan con la parte del cigarro que el cepogordista ha dejado de comprar, que remedio oiga usted-, y casi acierta, a no ser por la matrícula que le confirma su error.

Hay días en que uno vive paseando por el guión de una película truculenta.

DIA DE LA HISPANIDAD, FIESTA NACIONAL

“Conviene antes, camaradas, que hagamos una advertencia, a modo de ilustración y guía de todo el Discurso: que en España no van bien las cosas, al parecer desde tiempos remotos, lo saben ya los españoles desde que nacen. Hay y existen mil interpretaciones, mil explicaciones acerca de los motivos por los que España camina por la historia con cierta dificultad, con pena y sin gloria, es hora de renunciar a todas ellas. Son falsas, peligrosas, y no sirven en absoluto de nada. Bástenos saber que sobre España no pesa maldición alguna, y que los españoles no somos un pueblo incapacitado y mediocre. No hay en nosotros limitación, ni tope, ni cadenas de ningún género que nos impidan incrustar de nuevo a España en la historia universal. Para ello es suficiente el esfuerzo de una generación. Bastan, pues, quince o veinte años.”
Ramiro Ledesma Ramos, Discurso a las juventudes de España.

jueves, 10 de octubre de 2013

UNA DE POLITIQUÉS (nada del otro mundo).

Uno pensaba que con la elección de un indigente mental a la presidencia del gobierno –incluso aupado por los efectos de un atentado sanguinario- lo había visto todo. Con Rodriguez Zapatero, el socialismo pasaba de la infamia de un partido sin escrúpulos a la estupidez de un cretino, con la misma falta de escrúpulos. Con ZP enarcando las cejas el socialismo español daba la medida completa de su valía, no sólo capaz de destruir haciendo el mal (robando, liquidando la división de poderes, creando el terrorismo de estado, etc.) sino de hacer lo propio haciendo el ridículo y pariendo genialidades como la alianza de civilizaciones, pero también profundizando en la ingeniería social, el dirigismo, la intervención en todos los ámbitos de la vida nacional, avivando los rescoldos de la guerra civil, confraternizando con el terrorismo, cediéndolo todo ante las minorías nacionalistas, etc.). Pero no, no lo había visto todo, pues hoy casi se da con una farola al enterarse que quien pide un segunda transición –frase de ZP por cierto-, quien nos propone cual es el camino a seguir para llegar a buen puerto sin saltar por los aires es…Alicia Sanchez Camacho. A estas a uno ya le apetece acompañar el nombre del engendro con una retahíla de insultos, pero nos aguantamos. La Alicia, nuevo Klausewitz, nos propone la tercera vía, es decir quiere vendernos desde el PP el programa que era el de CIU antes de echarse al monte del todo. Típico de estos indigentes mentales. El resto de partidos va moviendo los mojones, más allá de todo límite: la ley del aborto por ejemplo, el matrimonio homosexual, las reivindicaciones independentistas, la fiscalidad confiscatoria. Cuando estos peleles llegan al poder no sólo no reaccionan sino que se sitúan haciéndola suya, en nombre del consenso, en la línea que han dejado trazada socialistas e independistas. Y así tenemos que ahora la tonta de esta señora hace suyas y propone lo que eran hasta hace poco, las inaceptables reivindicaciones de un partido nacionalista.

Pensar en los mocasines de Rajoy nos pone los pelos de punta. Pensar en los otros, en el PSOE o en IU por ejemplo es simplemente inútil. Primero porque el horrible Pérez (que se enfada si no le nombre con el segundo apellido, todo un dato para el perfil psicológico del delincuente) también calza mocasines con traje fláccido. En segundo lugar porque hace años que se les vio el plumero y que formaron todos ellos, los liquidadores de la división de poderes, la primera gran decepción de la democracia español, democracia de pardillos.

Para no volver sobre asuntos de sobre conocidos, una anécdota, que lo dice absolutamente todos, de los tiempos mozos del PSOE, de cuando los pardillos pensaban que eran el futuro y la modernidad y resulta que ya entonces eran peronismo y cerrazón. Al espigar cosas sobre la biografía de Luis Diez del Corral nos encontramos con este párrafo:

“A propósito de la pluralidad, en un momento de la velada, el catedrático Salustiano del Campo había evocado un hecho poco conocido hasta hoy: la supuesta pretensión del Consejo de Ministros socialista, en 1984, de nombrar a la mitad de los académicos de Ciencias Morales y Políticas, así como la jubilación forzosa de sus miembros a los 65 años. La cita venía a cuento para subrayar "la tenaz resistencia opuesta ante tal pretensión por parte de Luis Díez del Corral junto con otros académicos de otras instituciones reales”. 

Sobran los comentarios, ¿que tenía en la cabeza gente con esas iniciativas? Mucho nos tememos que lo mismo que tiene todos ellos, la tribu de los mocasines y las Sorayas, pero sin un Diez del Corral que pueda plantarles cara.

miércoles, 9 de octubre de 2013

LA PENCA Y LA PATRIA

Cara que se les pone a dos prójimos cuando se enteran de que los planes para la salvación de la patria los propone una tal Alicia Sánchez Camacho, alias la Penca.

jueves, 3 de octubre de 2013

Un poco de realidad para la parroquia bienpensante

Vaya por delante que no soy de los que piensan que todo tiempo pasado fue mejor, entre otras cosas porque basta con haber leído cuatro páginas de Historia para saber que en nuestra querida Patria, han acontecido ya muchas cosas lamentables, siniestras y terribles.

Lo que no creo que pueda discutirse es que la España actual es el escenario de hechos y conductas que no son sino síntomas de la degradación del hombre por el hombre que se va aproximando a la animalidad más básica y que amenaza con hundirse en una sima de bestialidad irracional y boba, de amorfa masa de consumo y brutalidad sin nada que aportar más que error, dolor y torcimientos.

Por supuesto que hay mucha gente buena, válida, sana, trabajadora, honrada e incluso honesta, el problema está en que no se unen de verdad para dar la patada en el culo a los inválidos morales, enfermos espirituales, bajos, sinvergüenzas y degenerados.

Unas "notas de color" tomadas de la prensa de hoy que, creo, ilustran adecuadamente a que me refiero con mi comentario:

El País - Edición Impresa del Jueves 3 de octubre de 2013:

"Hacienda admite que el PP se desgrave los donativos ilegales"

"Tres colegios impidieron a niños transexuales cambiar de nombre y uniforme"

ABC - Edición Impresa del Jueves 3 de octubre de 2013:

"Andalucía prohibe a los profesores de Religión estar en el recreo del colegio"

"Rubalcaba avala que el etarra Otegui asesore al Parlament"

Heraldo de Aragón - Edición digital del Jueves 3 de octubre 2013:

"El grupo anarquista que actuó en la Almudena reivindica el ataque al Pilar"

El Diario Vasco - Edición digital del Jueves 3 de octubre de 2013:

"El caso de la CAN (Caja de Ahorros de Navarra) se archiva tras meses de proceso judicial y bronca política"

"Txeroki se niega a declarar para no participar en un espectáculo mediático"

La Vanguardia - Edición digital del Jueves 3 de octubre de 2013:

"Duran pide una reunión bilateral Catalunya-Estado para infraestructuras"

El Mundo - Edición digital del Jueves 3 de octubre de 2013:

"El vocal del CGPJ que fichó a su hija como secretaria le rescinde el contrato"

"Las testigos imputadas del 11-M no responden a ninguna pregunta de la juez"

Podríamos seguir, pero creo que con este corolario resulta suficiente.

Buena meditación y mejor apetito.

Que país...Miquelarena..

Sanglier.

GORDO CATARROSO, CORRUPTO Y PREVARICADOR

miércoles, 25 de septiembre de 2013

HUMO EN LOS TOROS O TAXONOMÍA DE TRAGONAS

Gordo, acepción sexta del RAE (anticuada): 6. adj. ant. Torpe, tonto, poco avisado. 
Hay gordas flacas y flacas gordas. Y gordas gordas. Ya me entienden. Hablamos de mentalidad, gordas ligeras y gordas o flacas plúmbeas, que son como una bola de granito de bovino mirar, que revientan el suelo con la presión de sus tobillos tubulares. Combinaba Bergamota un hondo desprecio a las miserias de la tropa, a sus absurdeces a sus constantes salidas de tono de toda suerte, ordinarieces, cópulas y emparejamientos estrambóticos, ansiedades por figurar y sentirse objeto de la atención del prójimo; combinaba ese desprecio, mezclado de indiferencia, que le empujaba a la retirada y al aislamiento, al sosegado silencio, con un hondo sentimiento cristiano, incluso con una fe verdadera. Bergamota olvidada entonces sus monstruosas prevenciones y era capaz de acoger al prójimo, de escuchar a la tropa, de mirar con benevolencia a los demás, de tratar de entender y comprender sin juzgar. Una joya Bergamota. Ante la infecta gorda sentada, mejor dicho despatarrada en la delantera de andanada de la plaza, ¿cuál de las dos caras de Bergamota triunfaría? En primer lugar y a primera vista, todo condenaba a la infecta, no había por dónde cogerla. Y por encima de todo merecía ser molida a palos por su falta de carácter. Esas miraditas, girando la cabeza de medio lado hasta alcanzar a verle, reprochándole que fumara, reprochándole con ojos de perro enfermo las volutas de humo, que según parecía decir con la mirada boyuna la estaban asesinando, machacando, haciendo la vida imposible, ahí en los altos de la plaza, al aire libre, con brisa y sin calor.

Una gorda de verdad se hubiera levantado de un brinco a montar un pollo, quejándose del tabaco, del humo, de la gente, del derecho por su ausencia y de la gente por gentuza. Sólo a gritos de “señora a ver si se calla” se la hubiera podido reducir a silencio. Una gorda con carácter, con raza, con nervio, una gorda de cien arrobas se hubiera quejado de que el cigarro no fuera habano: A ver si fuma usted algo decente pelagatos, si va a molernos a humo, por lo menos que sea del bueno, tío piernas, muerto de hambre. A callar tiorra, si no le gusta el humo vuélvase a la portería y al ajo frito, usted a comer pipas como los loros. Yo a este tío señorito le casco, lo crujo, serénate Gertru que te pierdes, sujetadme que le ahogo… ¡Deje ya de bramar señora que los toros están en el ruedo….! La amable escena imaginada hubiera sido imposible con la gorda de ayer, turista, extranjera, borrega, llorona, asesinada, falta de todo carácter. ¡Qué aspecto tenía la pájara! Como era posible que una señora así, gigantesco monigote de trapero, de uñas despintadas, piezarros, cogotón, pelo a tazón mal teñido, como era posible que el mico se sintiera con derecho a quejarse, cuando constituía ella misma, con su sola presencia, una ofensa estética, la más brutal agresión a la vista que concebirse pueda entre los espectadores de un acto público. ¡¡Bergamota!! ¡Lo que dice usted falta a la caridad, es usted un fascista! De haber estado tranquila, nadie hubiera dicho nada y nada habría pasado. Pero la tiorra exigía. Bergamota le lanzó una mirada gélida, desde otro mundo, y a partir de ese momento, dejó de hacer esfuerzo alguno para influir sobre la dirección del torbellino de humo del potente tabaco del Valle de San Andrés. Hasta la primera queja lo había intentado, esperar a la brisa contraria, soplar hacia arriba o hacia abajo. Pero ya no. Sólo expelería y dejaría que fuera el airecillo de la tarde el que decidiera. Pues el airecillo, desde ese momento, apunto con firmeza, sin vacilaciones y ya para siempre al cogote de la sufragista antitabaco, convertida de repente en el faro al que acudieron los humos de los tres cigarros, el de Alcides, el de Doroteo y el de Tato, los tres del Valle, pero gigantescos además los de Tato y Doroteo. Al siguiente toro se fueron el mico y toda su parentela.