viernes, 12 de octubre de 2012

ESCÁNDALO

Desvelar el significado de eso que hoy denominamos “justicia social” ha sido una de mis grandes obsesiones durante algo más de una década; y reconozco no haber logrado mi propósito. La conclusión a la que he llegado es que referida a una sociedad de hombres libres la expresión de referencia carece de sentido.

Federico Hayek, de su conferencia, El atavismo de la justicia social.

miércoles, 10 de octubre de 2012

TATO Y ALCIDES (absténganse almas sensibles)

A Tato y a Alcides les ha tenido que dar un toque Doroteo. Les ha dicho que no pueden ir por la calle diciendo en voz alta todo lo que piensan. Han sido ya varios los incidentes. No deben mantener por ejemplo el siguiente diálogo:

-          ¡Tócate los cojones que tía más basta!
-          Y aún diría vasta, querido Alcides, porque es inabarcable.

Los dos se quedan mirando, asombrados por las hechuras y la pinta del gorrión: botín sadomasoquista, pantalón de cuadros, superposición de camisetas, chaqueta vaquera con hombreras de clavos, como para llenar una caja de herramientas, cara de pastel, pegotes de maquillaje, chiclorro y hablando medio en inglés, con unos acrónimos y siglas atroces. Cuando Alcides la señala con el dedo y Tato no sujeta más la carcajada, la sujeta se revuelve sobre su zapato pezuñero, como un Miura furioso, y como es una mula, amenaza con un bolso brutal. Rápidamente la calman con un billete de veinte euros, para que se compre un kilo de pipas y ahorre lo que sobre. Aseguran que son productores y que la llamarán para el casting de un reality verdaderamente horrible, sucio, mísero y lujurioso. Discustin, decía Tato. Con este caramelo se ha aplacado la bestia.

Doroteo les ha reprochado tanta prepotencia, tanto machismo, tanta falta a la caridad, aunque se deslizaba entre los reproches, por lo bajini, algo así como un ¡quien pudiera!

martes, 9 de octubre de 2012

Donde Sanglier responde al muy ilustre Ambrose Rose Polidori

Hace bien poco que de la almibarada pluma de nuestro corresponsal Ambrose Rose Polidori ha surgido una colaboración que con desmedida generosidad dirige a mi insignificante persona.

A tenor de su prosa, uno diría que Polidori es uno de esos autores decimonónicos que colecciona chucherías y "postales artísticas" de bellezas rubensianas. Un sujeto de aspecto atildado y modales   afectados que a su paso deja un ligero aroma de agua de lavanda y que a cada rato succiona con devoción un caramelo de violeta. No es así, conocemos a Polidori y nos consta que pese a sus requiebros untuosos es hombre cabal y de conducta masculina, un tipo más bien castellano viejo que conoce el arte inigualable de cortar la perilla del cigarro, de acercar la llama y dar el fuego justo y encender al fin el veguero con la calma y deleite que requiere semejante momento supremo. 

Siendo así, ¿que explicación cabe para esa invitación a la liviandad, esa exacerbación de lo inguinal y balánico, ese canto a la cópula entre arrayanes?. No soy capaz de ofrecer una respuesta congruente. Se me antoja que el calor de este verano eterno que la naturaleza nos regala ha hecho mella en la facunda sesera de nuestro corresponsal y ha terminado por ablandarle el bulbo raquídeo y el bulbo bajero al mismo tiempo.

No puedo estar de acuerdo con sus observaciones acerca de la belleza serena de Recoletos o del Retiro. Al amparo de la canícula los nacionales y extranjeros llenan las calles, pero el espectáculo lejos de ser edificante y armonioso es más bien una suerte de catálogo de vulgaridades postindustriales.

Cuan difícil resulta cruzarse con una mujer que vista como tal o con un caballero que haga honor al nombre. Qué imposible ver unos niños de aspecto sano que no sean presa de la modernidad mercantilizada en su vestir y proceder. Qué poco seductora resulta la vista del cuerpo que nada esconde, todo muestra y todo lo que exhibe anda decorado con tatuajes y tachuelas.


Querido Polidori, dilecto Ambrose, le sugiero con todo aprecio que en su próxima incursión por el centro turístico madrileño evite a toda costa los espirituosos y los caldos añejos, no abuse usted de los coñases y anisados, refrénese, evite el brandy y las espumosas copas de cerveza y así podrá ver el mundo que desfila ante usted sin el tinte amable del buen Baco.

Con todo afecto de su lector y amigo.

Sanglier. 

MANTILLAS EN ROMA

La Banda del Empastre no nos da tregua con sus continuos quehaceres chuscos y esperpénticos. Algunos dirán que uno les tiene manía, y no es así, lo que sucede es que no dejan de ofrecernos una y mil ocasiones para el comentario más o menos humorístico.

La prensa se hace eco de la participación de María Dolores de Cospedal y Soraya Saenz de Santamaría como cabezas de la representación de España en la Santa Misa del Domingo 7 de octubre con ocasión de la apertura del Sínodo de los Obispos y proclamación de san Juan de Ávila y santa Hildegarda de Bingen como Doctores de la Iglesia, en la plaza de San Pedro del Vaticano.

Dejando de lado las consideraciones relativas a la conveniencia de que el antaño católico Reino de España sea representado en éste tipo por un miembro de la Familia Real, me parece interesante que el Gobierno  envíe a semejante ceremonia, la proclamación de san Juan de Ávila como Doctor de la Iglesia, ni más ni menos, a dos señoras que están casadas por lo civil y que en sus manifestaciones públicas y políticas no han dado excesivas muestras de adhesión a la Iglesia Católica, no en vano ambas son altos cargos de un partido político cuya postura en temas tan esenciales cómo el aborto, las uniones homosexuales y la familia distan mucho de asimilarse a las de la doctrina católica.

Se puede argumentar que éstas señoras acudieron en función de su cargo y que al ser España un país aconfesional da lo mismo que sean o no católicas, ahora bien, lo que resulta peculiar en ese caso es que soliciten y asistan a una audiencia privada con el Pontífice.

A ésto último se me puede responder que acudieron privadamente, lo cual resultaría aún más sorprendente ya que si ambas no son católicas no entiendo que interés tienen en ser recibidas por el Papa en audiencia privada.


Cospedal mantiene una audiencia privada con el Papa
Foto tomada del ABC 8/10/2012. Las Sras Cospedal y S de Santamaría con el Cardenal Bertone.


Uno se pregunta si todo ésto tiene algún sentido o si se trata de un acto de folklore cultural más propio de una película del inolvidable Berlanga que del proceder deseable en unas señoras que dados sus empleos públicos deberían de tomarse las cosas serias con un poco más de seriedad.

A mi se me antoja que este tipo de "apariciones" con la parafernalia incluida lo único que hacen es confundir al personal y dar pábulo al cachondeo de la nutrida tropa anticlerical que puebla estas tierras hispanas, amén de resultar un tanto antiestético como todo lo que se hace por la mera forma sin atender al fondo.

Quizá uno piensa mal y juzga peor pero cómo defiendo que la libertad de opinión es algo esencial, aquí dejo la cuestión para que otros que sin duda saben más y entienden mejor puedan iluminarme. 

Sanglier.



lunes, 8 de octubre de 2012

CIRCULAR

El colegio manda una circular a los padres. A los papás. Se refiere a la integración de los padres en el proceso educativo. La intención es muy loable, no se critica eso, sino lo que la forma del documento deja ver del momento mental presente. Lo primero es que uno pensaba, en su rusticidad, que la condición de padre conllevaba de forma automática la participación en el proceso educativo. Que ser padre y educar viene a ser lo mismo. Parece ser que no. Luego está la manía de integrar. ¡Con lo importante que es discriminar! Si se escandaliza usted es que le han inoculado el virus socialdemócrata progre. Acuda al diccionario y verá que no hay motivo para el sonrojo ni la beatería civil…
Para hacer el comentario breve: se comunica a los padres que los objetivos que ellos mismos han elegido (mediante votación) para trabajar junto con el colegio en ese proceso de integración (suena a pogrom todo el asunto no sé por qué) son:
(i) desarrollar la afición y el hábito por la lectura;
(ii) aprender a obedecer a padres y educadores; y
(iii) desarrollar una mayor capacidad de atención.

A sensu contrario y forzando un poco las cosas, podría deducirse que esos padres tiene niños que en líneas generales no tienen afición ni hábito de lectura, no son obedientes y no prestan atención. Los niños a los que se dirige el pogrom, perdón, el proceso, tienen alrededor de los seis o siete años. Que no lean, pues bueno, hace mucho que uno piensa que no se hizo la miel para la boca del asno, ni las margaritas para los cerdos, ni uno tiene demasiada fe en los altares y las supersticiones culturales. Pero no obedecer ni prestar atención a los seis años ya es más fastidioso.  En fin, esperamos que tras mucho integrarse, rellenar encuestas, hacer valoraciones, recibir pautas y consignas y luchar, conjuntamente claro, por los objetivos, todos estos padres saquen provecho del proceso. Incluido el que esto escribe que tendrá que hacer el viacrucis, con doble penitencia por listillo. 

Una última consideración general sobre la educación, aprovechando que esto no lo lee prácticamente nadie, ya olvidados de la circular y sin referirnos al colegio concreto. Hay un aspecto de la educación que ningún proceso puede mejorar y es el de la cantidad de personas que metidas a padres se comportan como auténticos gilipollas. Muy a menudo es porque son gilipollas sin más, enteramente, y continúan siéndolo cuando procrean. Afortunadamente, vivimos en un régimen legal que les permite procrear aunque sean gilipollas. Aunque, como la evolución de nuestra sociedad tiene mucho de una vuelta al totalitarismo más descarado, dando un largo rodeo de sesenta años, todo es cuestión de esperar a que vuelva a proclamarse alguna ley de Nuremberg al respecto, so pretexto de igualdad, salud y bienestar sexual. Pero otras veces, se trata de personas normales que con un niño delante se atrofian. Y no nos referimos a un matrimonio de pardillos principiantes, desbordados los pobres por la llegada de la primera y tardía infancia. No, gente normal a la que usted y yo conocemos y que nos hace pasar verdadera vergüenza ajena cuando se cruza delante alguno de esos delicados niños que no para quieto, no obedece y no atiende a las gilipolleces del personal. Normal.

viernes, 5 de octubre de 2012

Colaboración de Ambrose Rose Poidori

Desde hace días el que esto escribe sigue con admiración los trabajos de Sanglier sobre la situación española. ¿Cómo es posible seguir nada en Cepogordo, lugar ignoto y poco frecuentado? Muy sencillo, un servidor conoce a Sanglier y alguna vez hemos compartido cigarro puro al atardecer, y al frescor de húmeda charca.

Ayer un servidor deslizó en Cepogordo este comentario al último artículo del gran Sanglier sobre Cataluña:

“Sangli, con el tema Catalán se desgañita Ustezz. Se lo agradecemos, pero ¿se ha fijado en lo buenas que estaban las tías hoy en este Madrid del veranillo de San Serenín? Terrazas llenas, luz dorada, corpachos al aire, culazos prietos, todavía verano, frivolidad, y dulzura de vivir, los que van tirando claro. Al atardecer no se podía rodear un arbusto de Recoletos sin toparse con una lánguida cópula todavía veraniega, lasciva y tatuada, pero con un dejo de urgencia, que el otoño acabará por venir y se nos caerán los palos del sombrajo y se le encogerá al personal el chisme, el pistolete, el pepinamen. A que velocidad pasa esto, somos el ratón corriendo en la noria sinfín.

Quería haber añadido que era nuestra latinidad eréctil la que ganaba el pulso… o algo así.

Cómo no está bien dejar las cosas a medias, completo hoy el comentario de manera un poco más extensa y concretando respecto a la política, ¡¡la omnipresente política!! Añadiendo primero que no hay nada que no tenga remedio (y muy fácilmente en nuestro caso), sin que mal alguno nos aqueje que lo impida. La cosa sigue a continuación:

¡Cómo estaba Madrid ayer! Como decíamos en el comentario, suave y dorado, como protegido por un aire tibio, por un sol acariciador, sin demasiado gentío pero con movimiento, alegre, calmado, todavía con algún cuerpo al sol, absorbiendo tibieza. Por todos lados la más serena, consciente y tranquila pereza, como si se hubiera descubierto el secreto de vivir flotando. Tal vez fuera uno mismo quien proyectara esa impresión, escapado, por una vez en meses, del helado valle de cristal y acero. Por contraste, Madrid parecía ayer lleno de vida, y muchas cosas a la vez: una ciudad antigua y sabia dormida y atenta a un tiempo, un lugar cargado de belleza y sofisticación, un pueblo imitando a los Estados Unidos, que ayer conseguía por fin mimetizarse del todo con la patinadora que por Recoletos, pasando veloz por delante de la Biblioteca Nacional, se exhibía sin pudor, desafiante, como una venus que en lugar de salir de una concha marina emergiera de la velocidad sobre patines, enfundada en mallas negras que no dejaban escapar un detalle. Las terrazas llenas y en el Café Gijón, dónde comimos un excelente menú, un público variado, más bien mayor y de buena pinta, como si hubiéramos retrocedido unos años atrás, cuando España no era todavía un país mentalmente inerme, el paraíso progre. Enfermo, carcomido mentalmente por una ideología que viene a ser el completo desarme, la nada: victimismo, irracionalidad, sentimentalidad, irresponsabilidad y el permanente deambular entre falacias lógicas, que plantean problemas falsos para llegar a soluciones falsas. Espíritu progre que desde las ideas va extiendo su mal a todo el cuerpo social, hasta dejarlo rendido, exhausto, sin uno sólo de los mimbres que son necesarios para conseguir y defender una sociedad libre. Sigue quedando cierta alegría de vivir, en la luz velada y calidad de este verano del mes de octubre.

Ambrose Rose Polidori
Corresponsal

COLABORACIONES


Nuestro querido amigo extranjero Ambrose Rose Polidori, de eufónico nombre, nos ha pedido que insertemos un texto suyo en esta gacetilla en forma de rollo electrónico. Lo hacemos encantados. Nos ha enviado su retrato, para que también lo incluyamos. Es un poco presumido, esto es normal si pensamos que su madre se llama Gertrude, lo que traducido al español es Gertrudis y no es fácil. Cumplimos aquí con la primera parte de su encargo. En otra entrada, con la segunda. Anímense a enviar algo a cepogordo@yahoo.es, lo publicaremos con mucho cariño: un texto, un dibujo, una sesuda reflexión, taquillos y cochinadas mejor no. Letra GARAMOND, que nos gusta más.